Hola! Primero de todo les dire que me hace mucha ilusion colgar mi fanfic en Fanfiction y que vosotros lo leais.
Segundo... Me encanta el NnoiNell! Soy fanatica de Nnoitra *¬* (tmbn me encanta Ulquiorra y el Ulquihime pero eso no viene al tema).
Tercero:
Disclaimer: Los personajes no me pertencen, sino que pertenecen al genial Tite Kubo.
(Si fuesen mios no habria matado a los Espada :'( -)
Y por ultimoooooooo...
El FANFIIIC! Espero que os guste ^.^
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Capitulo 1: De la ciudad al pueblo.
~ Narra Nelliel ~
Iba de camino al pueblo en el cual viviría desde ahora en adelante. Mis padres se habían separado y yo con mis 14 años de edad, vivía sola con mi hermana mayor.7
Al separarse mis padres, mi madre cojio una fuerte depresión y se suicido disparándose con una pistola en la cabeza. Mi padre simplemente no se hizo cargo de nosotras y desapareció abandonándonos a nuestra suerte.
Me llamo Nelliel Tu Odelschwanck. Soy peliverde y gracias a ello he sufrido muchos maltratos por mis compañeros de clase. El pelo lo tengo largo por la altura de la cintura y ondulado. Tengo unos ojos color avellana, mi hermana dice que son preciosos. Soy mas o menos de estatura media, ni alta ni baja.
Mi hermana se llama Orihime Inoue. Os preguntareis porque no tiene el mismo apellido que yo verdad? Nuestra madre se casó dos veces. Cuando nació Orihime, se volvió a casar con mi padre. Ahora lo entendéis? Ella tiene el pelo naranja y liso por la altura de la espalda. Sus ojos son grises y brillantes. Es despistada pero muy inteligente y siempre puedes confiar en ella. Tiene 23 años de edad.
- Ya casi llegamos Nelliel! Que emocionante! - se ilusionó ella.
A mi la idea de venir desde Londres a un pueblucho perdido en medio de España me parecia una tremenda locura. Pero tampoco estaría mal cambiar de aires. Supongo que el aire puro de la montaña debe de venir bien para los pulmones contaminados de respirar toneladas de humo.
- Si... - contesté mirando por la ventanilla del coche.
Vi pasar un cartel que ponía el nombre del pueblo en donde viviria:
Otero.
'' Un nombre horrible para un pueblo horrible'' pensé.
Mi hermana me dijo que este pueblo es pequeño y no vive mucha gente aquí. Nos mudamos mas bien por el trabajo. Habían aceptado a mi hermana para trabajar en el unico supermercado del pueblo.
Mi hermana aparcó y bajamos del coche.
- Te gusta la casa? - me preguntó señalando hacia uno de mis lados.
La verdad, era bastante grande o eso parecía. Era de madera y tenia un patio con un columpio. El vecindario era tranquilo. Pasaban una o dos niñas hablando y algunos chicos que perseguian un balón de fútbol.
- Voy a dejar las maletas dentro – me dijo mi dulce hermana.
Cojió una maleta y se metió dentro de la casa con ella.
Me quede mirando la casa. De donde había sacado mi hermana el dinero para comprar esta casa?
- Quitate del medio! - acto seguido caí al suelo. Alguien me había empujado tan fuertemente que me hizo caer.
Miré a la persona que me había empujado desde el suelo. Era un chico seguramente de mi edad, alto con extraños ojos violetas y pelo negro.
- Animal! Me has echo daño! - grité.
- Te dije que te apartaras! No es culpa mía que estés sorda! - me contestó mirándome con desprecio.
- No me has dado tiempo a reaccionar! Eres un imbécil!
- Yo imbécil? Anda que tu niña tonta!
Le iba a contestar pero un chico con gafas, ojos anaranjados y pelo rosa se me acercó.
- Perdona a mi amigo. Es un bruto con las chicas. - me dio la mano para ayudar a levantarme.
- Gracias – agradecí el detalle al pelirosa. Miré al otro chico, tenia el balón en las manos y esperaba impaciente algo.
- Venga! No tenemos todo el día! - gritó el pelinegro.
- Ya voy! Adiós chica! - me dijo adiós con la mano, acto que respondí haciendo lo mismo. Se alejaron hasta que no les pude ver. No se porque, pero tenia la corazonada de que les volvería a ver.
Dejando eso de lado, entré en la casa. Ya estaba toda amueblada. Subí las escaleras y abrí la primera puerta que encontré. Había un armario, una mesa, un pequeño sillón y una cama. Decidí por mi misma que desde ahora esta habitación seria la mía. Me asomé por la ventana y me sorprendí de lo que vi. Una pelota iba de un lado a otro de la calle como si hubiera alguien que la estuviera chutando!
Me froté los ojos con los puños y volví a mirar. La pelota ya no estaba. Oh dios mio, acabo de ver una alucinación! No me extraña, hoy para estar en pleno invierno, hace bastante calor. Sería mejor olvidar lo que acabo de ver. Seguro que son paranoias mías.
Al rato llegó mi hermana.
- He traído tu maleta – me informó – te la dejo aquí y la deshaces si? - asentí y me dejo la maleta en la entrada de la habitación.
La cojí y la empecé a deshacer. La ropa en el armario, y las demás cosas en la mesa o en los cajones. Cuando acabé me tiré sobre la cama. Había demasiado silencio, pero se estaba bien. Lo único que se oía eran las hojas de los arboles que se movían por el viento. En la ciudad, Londres, no era así. Siempre se oían el ruido de los coches, las obras de delante de casa, la gente chillando por la calle... Era un caos. Aquí se estaba bien, se respiraba tranquilidad.
Pensando esto me quede dormida.
Cuando desperté ya era de noche. Miré la hora en el reloj de había en la pared de mi habitación. Las nueve y cuarto. Bajé las escaleras para encontrarme con mi hermana.
- Orihime – la llamé.
- Si Nel-chan? - ella solía llamarme de todas las maneras posibles menos Nelliel.
- Hoy no tengo ganas de cenar. Me prepararé un sándwich con lo que sea que haya en la nevera.
- Vale. Hay queso en la nevera si quieres. - me informó sentándose en el sofá.
Fui a la cocina y me hice el sándwich. Hoy daban la serie favorita de mi hermana en la televisión así que fui a verla con ella. Cuando dieron los anuncios finales nos pusimos a conversar.
- Ya te he apuntado al colegio del pueblo. Aunque sea un pueblo pequeño hay muchos niños – asentí - Tendrás que usar un uniforme.
- QUE? NI EN BROMA! - grité levantadome de un salto del sillón.
- Pues si, te he dejado los libros y la mochila en la habitación. Encima de la cama te he dejado el uniforme. Bien – se levantó del sofá – voy a dormir, mañana va a ser mi primer dia de trabajo y tu tendrás que hacer lo mismo. No querrás que te salgan ojeras tu primer dia de clase en este pueblo verdad?
- Claro que no! - chillé.
Le hice caso a Orihime y me fui a dormir. No podía conciliar el sueño. No me extraña si antes me he despertado a las nueve y cuarto.
Me levanté de la cama y miré por la ventana. Había un chico apoyado en la farola de enfrente de casa. Me fijé bien. Era el chico pelinegro que me empujó esta tarde! Parecía que hablaba con alguien pero... no había nadie con el. Hablaría solo. Que chico mas extraño. De repente el, alzó la mirada hacia mi ventana y yo corrí la cortina. Me había visto! Pensaría que soy una acosadora o algo así. Pero que haría el a las doce de la noche en la calle? No tendría que estar en su casa, con sus padres y durmiendo? Se habría escapado?
Me volví a acostar en la cama, y esta vez me dormí.
El ruido del despertador me asustó haciendo que pegara un grito y me levantara de golpe. La verdad es, que no creo que la risa malvada venga bien para despertarme.
Me preparé la mochila con los libros, estuche, etc. Después me duché, me vestí y me sequé el pelo. Desayuné tostadas con mermelada de fresa con mi hermana y cuando acabamos me llevó a la entrada del instituto. Fui con una profesora que me explicó un poco las instalaciones del recinto. Abrió una puerta y me dijo que pasara. Dentro de la clase habían unos catorce o dieciséis niños y niñas. Todos me miraban como si fuere un bicho raro. Bajé la mirada un poco avergonzada mientras la profesora explicaba que seria la alumna nueva.
- Presentate. - me ordenó. Asentí con la cabeza y me presenté.
- Me llamo Nelliel Tu Odelschwanck. Encantada – hice una pequeña reverencia.
- Muy bien. Siéntese al lado del señor Nnoitra. - el chico nombrado levantó la mano. Me dirigí a el y me fijé en el chico. No puede... ser... Era el! El maleducado niño del otro día! Tomé asiento a su lado mientras el me miraba fijamente.
El chico de delante de Nnoitra se giró y le reconocí de seguida. Era el que estaba con el el otro dia. El chico del pelo rosa.
- Que bien que estemos en la misma clase! - me sonrió el pelirosa – Por cierto me llamo Szayel Aporro Grantz. - se presentó – Y el burro de tu lado es mi mejor amigo Nnoitra Jiruga.
- Tsé! - Nnoitra giró la cabeza hacia el lado contrario evitando mi mirada.
Szayel se volvió a girar para mirar a la pizarra. La clase empezaba ya.
Durante las tres primeras horas no hubo novedades. Nnoitra no me dirija siquiera una sola palabra. Parecía que no le caía bien. Szayel se giraba de vez en cuando y me dedicaba una sonrisa la cual correspondía con una misma sonrisa. Al menos a Szayel le caigo bien no?
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Que os a parecido? XDDD
Este capitulo creo que ha sido un poco... aburrido?
Gracias por perder vuestro precioso tiempo leyendo mi fic.
Adoro los reviews que hacen que mejore mi manera de escribir. Espero recibir muchos :)
Me dicen que os a parecido si? Chaaaooo! El proximo capitulo lo subire la proxima semana (si me da tiempo de escribir que entre deberes y mas...) Confianzaa! XDD supongo que lo subire pronto, no sean impacienten.
Acepto tomatazos en los reviews... Os kierrrrooo! Chaooo!
