Ya lo puse en el summary, pero lo repito. Esto es un yaoi, pero no contendrá lemon ¿ok? Las parejas principales serán:
KaixRei
BryanxYuryi(Tala)
Vínculo Mágico
Por Addanight
Capítulo 1: Con los pies en la tierra
El viento soplaba aquella noche con una intensidad sorprendente. Era martes, el día estaba a punto de terminar por lo que la mayoría de las personas dormía apaciblemente en sus respectivos hogares, exceptuando a un joven de diecinueve años que recorría las calles con la mayor velocidad que su cuerpo le permitía. Llevaba horas huyendo entre la total oscuridad de aquella noche sin luna. Faltaba poco, sólo necesitaba ganar algo de tiempo y estaría a salvo. Su fatiga era notable, sus piernas temblaban amenazando con ceder en cualquier momento. Pero no podía parar, o sus perseguidores lo encontrarían. Debía esconderse, pero ¿Donde? No tenía a donde ir. Acababa de llegar a la ciudad y aún no había tenido tiempo de llegar a un hotel. Su oscuro y largo cabello se mecía suavemente a pesar del incesante viento que golpeaba la ciudad. De repente, la tierra vibró mostrándole una dirección. El joven no hizo preguntas, simplemente se limitó a seguir el sendero que sus invisibles aliados le señalaban.
A lo lejos comenzó a divisar una enorme mansión. Pronto la reconoció, principalmente por la enorme H que adornaba la fina y elegante herrería que protegía el lugar. Era la casa de Kai Hiwatari. Sus ojos dorados miraron con confusión a sus alrededores esperando una explicación, pero no la obtuvo, lo único que sintió fue una suave sensación a sus pies que lo invitaba a pasar. La puerta se abrió de golpe sólo el tiempo necesario para que el joven chino entrara, cerrándose a su espalda. El joven se esforzó por regular su respiración, pero no era nada fácil. No podía quedarse, no era seguro quedarse en ningún lugar, de cualquier modo lo encontrarían. Además, no quería entrometer a su antiguo compañero de equipo en sus problemas. "¿Por qué?" Se preguntaba el chino sin encontrar respuesta. De todos los lugares que había y todas las personas que conocía en esa ciudad. "¿Por qué sus amigos lo habían guiado ahí?".
Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, alguien se acercaba. Nuevamente miró su reloj. "Maldición" se dijo a sí mismo, aún faltaba algo de tiempo para la media noche y ellos ya lo habían alcanzado. No había a donde correr así que lo único que podía hacer era enfrentarlos. "Si tan sólo tuviera un poco más de tiempo" se dijo resignándose a que posiblemente no saldría de ahí con vida.
"¿Rei?" murmuró un apuesto joven detrás de él. Vestía un pantalón negro de vestir y una camisa de manga larga del mismo color, que hacían que su nívea piel pareciera más pálida de lo usual. Los cansados ojos del chino se posaron sobre la fría mirada del chico frente a él. Esas bellas joyas carmín eran inconfundibles.
"Kai" respondió Rei mientras abrazaba a su antiguo líder. Estaba tan feliz de que fuera él y no uno de los malditos que lo perseguían.
Kon se separó súbitamente de su compañero al recordar la razón por la que estaba huyendo. No, no podía involucrarlo. Si algo llegaba a pasarle, jamás se lo perdonaría. 'Lo siento Kai, pero no puedo pedirte que me ayudes en esto. No puedo permitir que te lastimen' pensó antes de disponerse a emprender su carrera nuevamente.
"¿Ya te vas? Ni siquiera vas a explicarme lo que está pasando" replicó el dueño del Fénix con su monótono tono de voz. Meterse en los problemas de otras personas no era precisamente su estilo, pero el ver a Rei ahí definitivamente lo había confundido. 'Él no tendría porque estar aquí' exclamaba mentalmente el joven Hiwatari. Nuevamente su mirada se fijó en el chico. Su ropa estaba rasgada, su respiración era tan agitada que seguramente llevaba horas corriendo, unas oscuras ojeras se vislumbraban bajo sus doradas orbes, mostrando el terrible cansancio de su ex compañero y su cuerpo amenazaba con colapsarse en cualquier momento. 'Algo muy malo está pasando aquí' concluyó el joven ruso.
Desde el momento en que había escuchado aquellas palabras, Rei se había limitado a desviar la mirada. No podía darle una explicación, ni mucho menos deseaba mentirle. 'Lo mejor es que no diga nada' pensó antes de disponerse a marcharse. Nuevamente, un escalofrío recorrió todo su cuerpo. El viento cesó. 'Alguien viene, pero entonces porque no percibo peligro' se cuestionó el exhausto chico.
"Hola Hiwatari, sentimos llegar tarde, pero cierta persona no podía venir hasta que encontrara el atuendo perfecto. ¿Verdad señor vanidoso?" comentó el joven de cabello lavanda fijando su mirada sobre el sujeto hacia el que iba dirigida aquella indirecta.
"Pero el resultado valió la pena ¿No crees Bry?" exclamó el joven Ivanov.
La verdad es que el apuesto pelirrojo si se había esmerado. Usaba un pantalón negro que, a diferencia del de Kai, se ceñía maravillosamente a sus hermosas piernas. Su camisa era de manga larga de un azul tan oscuro como sus ojos, dándole un brillo especial a su cabello, volviendo más llamativos sus ojos y brindándole una apariencia definitivamente perfecta.
"Sin comentarios. Y ya te dije que no me llames Bry. Mi nombre es Bryan" respondió el ruso. No iba a negar que su amigo se veía bien, pero bajo ninguna circunstancia, ninguna iba a admitirlo. Si lo hacía corría el riesgo de que su compañero se volviera aún más seguro de sí mismo de lo que ya era. Kuznetzov no era de los que pasaban el día frente al espejo a decir verdad, se había vestido con una camisa morada y el primer pantalón negro que había saltado a su vista. Claro que esto no cambiaba el hecho de que se veía bien.
"Bryan tampoco es tu nombre, pero si quieres que te diga por tu nombre, con gusto lo haré Bo…" Bromeó Yuriy antes de que cierto bicolor le tapara la boca y le diera una silenciosa advertencia que lo hizo desistir de su comentario. Kai sabía que si había un tema que no debía tocarse era el verdadero nombre de Bryan.
El indignado ruso estaba a punto de replicar por lo casi comentado hasta que sus gemas lavandas se posaron sobre Kon.
"¿Qué hace aquí el gato?" cuestionó mientras dos miradas rusas se fijaban sobre el ruso-japonés.
Pero antes de que recibieran una respuesta el trío ruso observó al neko afilar su mirada. Una horrible sensación se había apoderado de él, esta vez no había duda alguna, lo había encontrado. Su citrina mirada se fijó en los tres chicos que lo observaban.
"Entren a la mansión y sin importar lo que vean no intervengan" ordenó a los jóvenes, mientras se disponía a continuar la batalla que había estado postergando.
"¿A qué te refieres?" preguntó confundido su ex líder.
"¿Qué hora es?" cuestionó el neko-jin ignorando la anterior pregunta.
"Diez para las doce" contestó el pelirrojo.
"No puede ser" murmuró resignado, aún no podía pelear. Tiempo, estúpido tiempo, porque no podía pasar más rápido.
Y antes de que el interrogatorio continuara una esfera de energía negra se impactó contra el chico de cabello azabache. Los otros tres presentes quedaron estupefactos al notar que el responsable de dicho daños era un ser encapuchado que flotaba en el aire. El chico oriental se puso de pie. La sangre brotaba de distintos puntos de su piel, aparentemente aquel ataque no sólo había causado daño sino que había sido lo suficientemente fuerte como para abrir las viejas heridas que poseía su cuerpo.
"No se acerquen" advirtió el herido al notar como el ruso-japonés había estado a punto de ir en su auxilio.
"Si quieres pelear porque no bajas y resolvemos esto. ¿O acaso tienes miedo?" retó el joven moreno.
"¿Por qué no te defiendes hechicero de la tierra? ¿Es acaso porque tus poderes no son nada si tu oponente no está en el suelo? No es bueno darse por vencido así, al menos deberías intentarlo. Cierto, lo olvidaba no puedes hacer nada porque aún no termina el día ¿o me equivoco? Quizá necesitas algo de motivación" dijo el misterioso atacante. Una nueva esfera de energía había aparecido, pero esta vez no iba dirigida hacia el joven con el que hablaba el atacante.
Los espectadores se quedaron inmóviles al ver aquel poder dirigirse hacia ellos, pero antes de que pudieran reaccionar éste ya se había impactado. El cuerpo del protector de la tierra cayó estrepitosamente al suelo. Su cabeza le dolía horriblemente, en realidad todo le dolía. Un nuevo ataque fue lanzado, el joven abrió por un segundo los ojos. Esta vez el blanco era Yuryi. 'No puede ser tengo que hacer algo' pensó el neko. Reuniendo toda su fuerza intentó levantarse. La sangre comenzaba a fluir con más intensidad debido al esfuerzo. Era imposible. Había gastado toda su energía evitando que hirieran a Kai. Pero no podía quedarse con los brazos cruzados, puesto que era el culpable de que ellos estuvieran en peligro.
En ese momento unos fuertes brazos lo envolvieron, pronto su cabeza descansaba sobre un cálido pecho. No le cabía la menor duda que el responsable de tal acción era el dueño de Dranzer. Rei no pudo evitar sonreír.'Si salgo viva de esta quizá podamos comenzar a ser amigos' afirmó mentalmente. Nuevamente buscó ponerse de pie, pero falló. Ni siquiera era capaz de sostener su propio peso. El sonido de una explosión lo sacó de sus pensamientos. "Ya es tarde" suspiró resignado sin atreverse a abrir los ojos, mientras los brazos que lo sostenían comenzaban a temblar confirmando sus sospechas. El ataque había alcanzado a Yuryi.
Lo único que se escucho después fue el grito de Bryan…
Notas de la Autora:
¿Qué les pareció? Ojalá que lo hayan disfrutado, por favor no olviden dejarme su opinión.
