Digimon Adventure/Zero Two y sus personajes no me pertenecen.
Untold things
Hay cosas que no se dirán, mejores amigos y compañeros del alma, destinados a ser como son. Existen asuntos peligrosos que causarían tristeza, sonrisas fingidas, rencores y lágrimas; ese tipo de cosas que trastocan el blanco de confianza absoluta en el otro se evitarán, a toda costa.
Taichi lo hablará nunca de la única vez en que participó en una guerra entre humanos y seres digitales; no llenará el silencio de perezosas tardes de ocio con relatos de cómo disparó a ese chico, porque tenía a defender a Agumon y no pensó en nada, no inundará la mirada zafiro de pena al manifestar que sentía las manos inyectadas en sangre algunas noches, aquellas en que no se atrevía a tocarlo, por temor a mancharlo.
Matt preguntará alguna vez, es cierto. Ya tiene preparado el cuento de aventuras valerosas que lograría engatusarlo en continuar creyéndolo un líder aguerrido y benevolente, aun si idiota para algunas decisiones. Las memorias que guarda el rubio presentan demasiada amargura y no se permitirá ser él, Taichi, quien causa mayores temores por ello.
Yamato jamás evocará en voz alta los meses de gira con la banda, pues no son la gloria eterna que intentó pintarle a Tai. No, de su boca no saldría el cómo se acostaba con quien se le presentara entre alcohol, tabaco, debilidad y desprecio hacia sí mismo. Mucho menos, se dispararía antes de siquiera sugerir algo acerca del largo período luchando contra en impulso de castigarse, odiarse, cambiar todo lo malo y hacer algo.
Está bien ahora. Lo que requiere es olvidarlo, cosa que no lograría si encuentro lástima en la expresión del castaño cada vez que cree no ser observado. Es fuerte hoy y lo que pasó no es culpa de Taichi de ningún modo. El líder ya se culpa por demasiado, después de todo, resultaría enfermizo agregar otra carga a su larga lista de arrepentimientos.
Debí estar allí para ti, Yama. Sí, casi podía oírlo.
Pero, están rotos por dentro, pese a que la compañía, las caricias y la presencia constante del otro son lo único que tiene la capacidad de curar un poco el arrepentimiento. A veces, en noches cerradas, las confesiones bailan en la punta de la lengua.
A veces Taichi no distingue más que carmesí y se aterra. Entonces busca a tientas la textura terse de piel de porcelana y la mirada profunda de los ojos azules, únicos dispuestos a calmarlo. Y atrae la delgada silueta contra sí, devorando el aliento ajeno en un instante y convenciéndose de nuevo que eso no volverá a ocurrir, que Yama está a salvo, que no lo odia, que todo está bien y que todavía puede proteger.
Incluso, quebrados, sanando, queda insomnio en luna llena y las preguntas surgen solas en la mente del rubio artista, si vale la pena, si su entera vida vale algo más que fotos de revista, entrevistas y gente a la que no quiere conocer. Busca el calor imposible de ignorar de su novio, en esos momentos, y recuerdo que sí está vivo.
Hay mucho que no dirán, porque mientras estén juntos no lo necesitan. Te amo, en el momento preciso y cuando sea, es suficiente.
N/A. Ni siquiera sé qué es este coso. Sólo sé que es Taito, el Taito es amor y ya llevo mucho sin hacer Taito, así que lamento la posible mala calidad. Comentarios, tomatazos y críticas con sus reviews.
