Buenas a todos ustedes (los lectores). Aquí les traigo una historia que se me vino a la mente al ver la imagen que tengo como portada de este Fanfic (derechos de portada a BlazePyrokitty con su dibujo 50 Sombras de Blaze). Lo primero que quiero decirles es que este es mi primer Fanfic con partes Lemon. Espero que les guste. Lo segundo es que este Fanfic no es parodia o copia de la película/libro 50 Sombras de Grey. Como acabo de mencionar, me inspiré en la imagen y de ciertos aspectos que aparecen en el libro, como el BDSM (según la Wikipedia). Cualquier parecido con el libro o película es pura coincidencia (¡Enserio! Tengo el libro descargado en mi PC y no he pasado de la página 1). Sin nada más que decir, ¡A leer!
Disclaimer
Todos los personajes del mundo de Sonic son pertenecientes a Sega y a Sonic Team.
Cincuenta Sombras.
Capítulo 01: Cincuenta Sombras de Blaze.
POV Silver
Habían pasado ya dos años. Años en los que desearía poder haberle dicho lo que sentía. Años en los que nuestras historias se separaron. Mi vida siguió igual, en un mejor futuro, pero ella ya no estaba en él. Logramos nuestro cometido, pero a un costo.
- Silver, ¡Presta atención! – Gritó ella, la chica de la cual hacia que mi corazón latiera a más no poder, sacándome del trance en el que me encontraba. Al ponerme al tanto, usé mis poderes de Telequinesis, haciendo levitar unos escombros y lanzándoselos a los robots de Eggman. Estos fueron destruidos casi al instante.
- Very good, Silver. – Dijo Sonic the Hedgehog, mientras terminaba de embestir a los pocos robots que aún seguían en pie. Noté que uno de ellos se levantó pero, cuando lo quise atacar, Blaze the Cat lo destrozó con una de sus esferas de fuego.
- Yo pude haberlos destruido más rápido que tú. – Comentó orgulloso Knuckles the Echidna, haciendo que Blaze alzara una de sus cejas. Ella solo soltó un suspiro y lo miró con una sonrisa.
- Pero no lo hiciste. – Refutó ella, dejando sin palabras al equidna.
- Se tardaron mucho, Faker. – Se escuchó decir este comentario a lo lejos. Sonic miró de dónde provenía y lo vio. Vio a "The Ultimate Life-form (La Forma de vida Definitiva)", Shadow the Hedgehog. Este se acercó lo más rápido a nosotros. – Los he estado esperando por diez minutos. – Dijo él, haciendo disgustar a Sonic. Este se acercó a él, con su velocidad supersónica, y empezó a discutir con el erizo negro. Sin embargo, mi mente solo pensaba en ella. Mis ojos la observaban con devoción. Observaban su lindo pelaje lavanda, con partes de color blanco alrededor de su linda boca. Vi fijamente sus ojos y el iris dorado de ella me atrapaba hipnóticamente. "Ni todo el oro del mundo podía compararse con sus ojos".
En eso, sentí como la discusión terminaba, noté como Blaze, Sonic y Shadow comenzaban a correr. Yo, sin perder tiempo, me elevé con mis poderes y los seguí.
- ¿A dónde vamos? – Le pregunté a Blaze, quien me miró algo molesta.
- ¿No prestaste atención? Vamos a reunirnos en el apartamento de Amy. – Dijo ella, acelerando su marcha. Yo traté de alcanzarla, pero era inútil. "Era muy veloz".
Las horas habían pasado. Discutimos cuales eran los motivos de Eggman para atacar Station Square, de nuevo. Pero, en medio de todas esas posibles ideas, Amy trajo consigo una deliciosa comida. Noté que hasta a Shadow el estómago le gruñó un poco. Todos nos sentamos y disfrutamos de esa deliciosa comida. Amy mencionó que la había preparado, con ayuda de Cream, y nos la iba a servir durante nuestra reunión… hasta que Eggman atacó la ciudad y nos pusimos al acecho.
Cuando terminamos de comer, decidimos volver a nuestras residencias. Sin embargo, "¿qué residencia tendría yo?" Venía del futuro cuando las cosas parecían alteradas en mi tiempo. Las arreglaba y listo. Pero esos recuerdos de un futuro apocalíptico aún seguían en mis memorias. Luchábamos para sobrevivir día a día en el infierno. Ella estaba allí, Blaze. Una simple chica que perdió a sus padres por culpa de ese monstruo, y que haría lo necesario para traer orden al caos.
Era muy importante en mi vida, ya que éramos compañeros. Luchábamos mano a mano. Pero, con su sacrificio, sellando a esa criatura en su cuerpo, más evitando que Solaris alguna vez haya existido, el universo se reescribió,… "alejándola de mi lado". Ella vivió parte de su nueva vida como una princesa en una dimisión paralela a esta. Yo, sin embargo, volví a mi tiempo y allí viví una nueva vida. Nuevos recuerdos inundaban mi mente, pero los viejos también estaban allí. Los científicos de mi época se dieron cuenta de mi don, ya que podía sentir los cambios temporales, "ya que yo era una paradoja". No podía desaparecer, aunque el tiempo mismo llegara a su fin.
Dejé de pensar esto recuerdos al ver como todos comenzaban a irse del lugar. Comencé a seguir a Sonic, cuando soy detenido por Blaze.
- Silver, necesito que me acompañes a mi apartamento. – Me pidió con total seriedad. Yo asentí ante su petición, y la seguí a su casa. A pesar de que, cuando venía al mundo de Sonic (habíamos decidido llamarlo así) solo se quedaba unos cuantos días, ella no quería depender de nadie. Alquiló un apartamento en la ciudad y allí se quedaba (aunque, algunas veces, aceptaba la petición de Cream y dormía en la casa de la pequeña coneja, junto con Vanilla su madre). Cuando llegamos, noté que su apartamento se encontraba en el piso uno, recordando que aún le seguía asustando las alturas. Según ella: "No es lo mismo hacer ala delta y ver el suelo tan lejos a que estar en el piso 30 de un edificio y sentir que en cualquier momento te caes al fondo" decía, refutando seriamente.
Ella abrió la puerta de su apartamento y noté que estaba casi igual de decorado como siempre, sin ninguna diferencia. Aun así, los pocos muebles que se encontraban en el lugar lo hacían parecer enorme y amplio.
- Espérame aquí. – Me dijo, mientras yo veía como salía de mi vista, en dirección a su recamara. Yo, al estar cansado por la batalla, decidí recostarme un poco en el mueble. Pero, al hacer esto, sentí como una pequeña estela de polvo salía de este, haciéndome estornudar y toser; Mientras al mismo tiempo mis ojos vislumbraron como Blaze volvía.
- ¿Cada cuánto limpias este lugar? – Le pregunté, con un tono un poco molesto. Ella solo arqueó una ceja y apartó su mirada de mí. Al ver tal indiferencia, me paré y me acerqué a ella. – Después de todo, ¿para qué querías que te acompañara? – Le pregunté, con un tono más calmado. En eso, mis ojos notaron una pequeña vasija sobre la mesa. Este tenía unos símbolos tallados, pero se notaban un poco ilegibles algunos.
- Traje por error esta vasija entre mis cosas. Pero, ahora que estas aquí, quería pedirte si tú tenías algún utensilio que pudiera traducir los símbolos que la rodean. – Me pedía ella, mientras notaba como sobaba su mano sobre la vasija.
- ¿No has probado con el Google translate? Aun, a 200 años en el futuro, es el mejor buscador y compañía del mundo. – Dije en broma, soltando unas cuantas carcajadas. Pero, al sentir su mirada de frialdad, me detuve de golpe. Comencé a rascarme la cabeza, tratando de disimular que lo que dije jamás pasó. – La verdad, creo que tengo algo que pueda servir. – Le dije, notando que su mirada ya no era tan fría. Apretando mi puño, mientras de este un aura de color turquesa lo comenzaba a rodear, hice aparecer una pequeña Tablet futurista, que había mantenido en reposo, en mi mano. Oprimí unos comandos y una luz comenzó a iluminar la vasija, escaneando los símbolos que estaban tallados en ella. Cuando esta ya no lo siguió iluminando, el escáner había terminado con su labor. Noté como el programa comenzaba a procesar la información obtenida. Este proceso no tardó más de un minuto, notando que Blaze se quedaba sorprendida por la rapidez de esta.
- Vaya, ¿Quién lo diría? Yo tardé 15 días en tan solo traducir una de las letras que la conforman. – Decía ella, mientras leía la traducción de aparecía en la pantalla. – Aun así, no está completa. Hay incongruencias y huecos en las oraciones. – Comentó, devolviéndome la Tablet. Yo miré las palabras que vislumbraban la Tablet y pude apreciar por qué lo decía.
"De mundo disparejo. Realidad de distorsión es. Tus caprichos revelan ante mi toque. Lograr soporte de existencia. Tú escoges." Era los que mis ojos captaban y muy poco lo que mi mente descifraba ante su significado.
- Es verdad. No puedo pensar en que significa todo esto. El idioma es tan antiguo que el software ha tenido que adivinar algunas palabras. – Terminé diciendo al final, poniendo mi Tablet en un estado de reposo. Noté como Blaze soltaba un suspiro de resignación. Tal vez, para ella, descubrir el significado de estos símbolos era importante. Ya con esa duda en mi mente, solo tenía una cosa que hacer. – ¿Por qué te interesa tanto descubrir su significado? – Le pregunté. Ella me vio, pero no como hace un minuto. Me vio con una mirada deprimida, notándose un poco triste.
- Silver, hay muchas cosas de mi mundo que ni siquiera puedo imaginar. Perdí a mi familia y todo su conocimiento sobre este se perdió en ese momento. – Estas palabras salían de su boca con mucho dolor. – Soy la protectora de las Sol Emeralds, pero durante gran parte de mi guardia solo creí que esas cosas eran un peso de dolor. Gemas de las cuales no me importaba su función, solo las protegía en soledad. "La maldición de mi vida" – Vi como una lágrima brotaba de su ojo derecho, haciendo que ella se pasara la mano rápidamente para limpiársela. – Pero todo eso cambio al permitir la amistad de la cual era reacia. Desde ese momento me di cuenta que tenía que ser más que una guardiana. Debía dejar un legado digno de admiración de mis ancestros. Por eso quiero descubrir cada secreto y mostrárselo a los habitantes de mi dimensión. – Terminó de decir con un tono de confianza. Sin embargo, ahora era yo quien me sentía triste. Pero, esa tristeza era lo que necesitaba para poder decir lo que sentía. Respiré hondo y suspiré todo el aire que inundó mis pulmones. La miré fijamente a los ojos, haciendo que ella me mirara confusa.
- Blaze, yo también perdí algo que era importante en mi vida. – Dije, notando como ella se sorprendía ante mis palabras. – Te perdí a ti. – Le dije, al fin pudiendo decir estas palabras que estuvieron ocultas en mí, en los últimos años.
- Silver, yo... – Dijo, notándose sonrojada; Pero yo la detuve, colocando mis manos sobre sus hombros.
- Blaze, durante muchos años tu y yo fuimos compañeros de combates. Vivíamos al acecho, con el objetivo de proteger a los que nos necesitaban. Día tras día era una lucha por la supervivencia. Pero, ¿sabes que era lo que me mantenía con fuerza? – Pregunté retóricamente, notando como ella quedaba viéndome fijamente en silencio. – Eras tú. Verte a ti viva, segura, era lo que me mantenía vivo a mí. – En ese momento sentí como las lágrimas brotaban de mis ojos, resbalándose por mi rostro. – Cuando el universo se reescribió, tú ya no estaba allí en mi vida. Durante años, en medio de la felicidad que me rodeaba, yo era infeliz. Sentía que algo en mi vida faltaba. Soñaba con una chica felina lavanda que aparecía noche tras noche. "Solo era feliz mientras dormía y te veía". – Ahora notaba que las lágrimas brotaban de ella. – Cuando cumplí trece años, parte de esos recuerdos volvieron. Recordaba a Sonic y algunos hechos del pasado. Mis padres, quienes eran científicos, notaron esto y trataron de ayudarme a soportar este peso, mientras al mismo tiempo descubrían cosas sobre mí, que ni yo sabía. Durante un año investigaron e investigaron hasta que descubrieron como podía sentir las perturbaciones en el tiempo y como podía viajar en este. Volví al pasado, hice cosas, pero seguía sintiendo que algo faltaba. Pero todo eso cambió el día que te vi en el parque intergaláctico de Eggman. Allí luchamos juntos, pero no pude recordarte al instante. Solo cuando volví al futuro (mi presente), y unos días después, te recordé. Sentí como mi mente estallaba con cada recuerdo tan nítido, como una imagen, de ti. Al fin había logrado un avance. Pero tardé tiempo en volver, porque no podía saltar al pasado cuando yo quisiera. "Tenía que esperar". – Me detuve por un segundo, ya que sentía que un peso que estaba sobre mis obras desaparecía pero otro se ponía en su lugar.
- Silver, por favor pa…– Trató de decir ella pero la detuve, negando con mi cabeza.
- Luego de eso, un monstruo del tiempo nos rapto a todos. Hicimos cosas locas ya que nuestras mentes estaban confundidas. Pero, cuando todo eso terminó tú y yo hablamos. Al fin pudimos ponernos al día de nuestras vidas. – Terminé diciéndole, pero ella se liberó de mis manos y se alejó un poco de mí. Noté como se secó las lágrimas, mientras sollozaba un poco.
- Silver, cuando era niña te recuerdo como a una imagen borrosa. Sentía que eras alguien, pero no sabía quién. Tú mismo has dicho como te sentías al no recordarme, pues yo me sentía igual. No saber (además de mis perdidas) quien eras me dolía. Así como tú lo dices, después de que las Sol Emeralds me llevaran al parque de diversiones intergaláctico, te vi y luchamos juntos. Nuestra coordinación fue tal que parecía algo de años de prácticas. No duramos mucho, ya que Sonic destruyó el lugar y tuvimos que huir ante de que colapsara por completo. Casi inmediatamente, al volver a mi mundo, mi mente logró recordar gran parte de mi vida pasada-futura. Sentía que al fin podía sentirme feliz. Luego, cuando pasamos los problemas del cumpleaños de Sonic, charlamos sobre lo que habíamos descubierto. Fueron varias horas de alegría, ya que yo pensé que lo que fueron sueños la verdad era la realidad. – Se detuvo un momento, mostrando su bella sonrisa. Yo me acerqué a ella y la abracé y luego la miré directo a sus lindos ojos dorados.
- Exacto. Durante estos dos años he querido revelarte lo que siento, pero no encontraba el momento adecuado. Me dolía volver a mi tiempo y pensar que era otra oportunidad que perdía al no decirte mis sentimientos. Así que ahora, que al fin me siento listo, no perderé más tiempo. Blaze, con todo mi corazón, yo te…– Traté de decir con todo la veracidad de mi alma, pero sentí como su mano tapó mi boca. Noté como las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos, dejándome confuso.
- Yo sé lo que vas a decir… y no quiero que lo digas. – Dijo estas palabras denotándose con suma tristeza, mientras al mismo tiempo rompía mi corazón. – No soy una idiota para no saber lo que sientes por mí; y tampoco soy idiota para no darme cuenta de lo que yo siento por ti. – A pesar de que ella expresaba estas palabras que podían ser buenas para comenzar una relación, sentía que algo malo diría que las dañaría. – Pero, ¿crees que yo tampoco lo he pensado? Durante todo este tiempo, desde que pude recordarte con claridad, he pensado en como abrir mi corazón para decir esa palabra. Pero, al mismo tiempo, me he dado cuenta de que el destino no quiero que estemos juntos. Solo piénsalo por un minuto. – Dijo ella, pero yo no quería pensar en eso. Solo quería decir lo que sentía y que correspondiera los sentimientos que tenía. Al notar que yo no me movía ella soltó un suspiro. – Vengo a esta dimensión unas veces cada tanto tiempo. Solo puedo permanecer máximo de dos a tres días, para evitar que mi mundo comience a colapsar por la falta de la Sol Emerald que tomo para visitar a los amigos que quiero. En tu caso, es casi lo mismo. Tú vienes del futuro, con una Chaos Emerald que no puedes utilizar excepto para volver a tu tiempo. Si la usas en esta época causarás una retroalimentación cuántica. Dos gemas en un mismo tiempo y espacio destruirían parte de la realidad. Así que tú también estás privado de pasar todo el tiempo que quieras en este lugar. Somos tan iguales que no podemos coexistir. Así que…– En eso, me abrazó con suma dulzura. – Te pido que me olvides. Te pido que no pienses en mí como en alguien con quien puedes pasar el resto de tu vida. – Al terminar de decir estas frases, que destrozaron más mi corazón, ella se alejó de mí. De la mesa cogió la vasija y sirvió dos vasos de agua. – Como ya es muy tarde, puedes quedarte a dormir aquí. – Dijo ella, ofreciéndome uno de los vasos de agua. Yo rápidamente cogí el vaso y me bebí todo el líquido, seguido por ella.
- Okay. – Fue lo único que le contesté. Ella me guió por el pequeño apartamento y me mostró la habitación en la que dormiría. Yo entré y, sin asombro, noté que estaba un poco empolvada. – Espero que descanses. – Dijo ella, mientras se comenzaba a retirar; Pero yo la detuve, cogiéndola del brazo. Ella me miró por unos segundos, hasta que se soltó moviéndose un poco.
- Solo quiero decirte que tengas buenas noches. – Fue lo único que mi boca dijo, ya que mi mente quería gritarle que "no me importaba que tuviera que hacer para estar a su lado"; pero no dije nada más. Luego de eso, cerré la puerta. Me dirigí a la cama y, antes de acostarme, sacudí con fuerza el colchón para sacarle todo el polvo que tenía. Al terminar, me quité mis guantes y mis botas, dejándolas a un lado. Sin perder tiempo, me acosté en la cama. "Quería llorar, pero de que serviría". Sentí como mis parpados comenzaban a cerrarse. – Blaze…– Fue lo último que dije antes de quedarme dormido.
- Silver…– Escuchaba decir y repetir, como un suave susurro, llamándome. Al abrir mis parpados lo primero que veo es a Blaze, quien me veía con una sonrisa esbozada en su rostro. Rápidamente mis ojos notaron detalles que no podía creer al principio, pensando que aún era un sueño. Ella no estaba utilizando su típico atuendo, o alguna pijama que se le parezca. Lo único que la tapaba era una camisa blanca que se le denotaba grande para ella, ya que era ancha y le llegaban un poco más abajo de sus caderas. Traté de levantarme, pero no pude. Miré hacia mis brazos y mis piernas y noté que estaban atados a los extremos de la cama.
- Blaze, ¿qué clase de broma es esta? – Le pregunté confuso y extrañado por cómo me encontraba. Sin embargo ella solo comenzó a reírse. – Sabes algo, no estoy de humor. – Dije enojado, apretando mis puños para usar mis poderes de Telequinesis. Sin embargo, nada pasó. Nada se movió de su lugar. Quedé pasmado por esto, ya que no sabía que pasaba. Vi como Blaze comenzó a reírse de nuevo, mientras se acercaba a mí. Ella comenzó a acariciarme con sus manos descubiertas mi pecho. Lo sobaba con suavidad y ternura, hasta que sentí como incrustó sus pequeñas garras. Sentí como un ardor recorría todo mi cuerpo, entumeciéndose mis músculos; y de nuevo se volvió a reír.
- Oh Silver, mientras dormía te inyecté una droga que bloquea tus poderes de telequinesis. No hay manera de que huyas a lo que viene. – Dijo ella, lamiéndose los labios con morbosidad.
- ¿Qué es lo que se viene? – Pegunté totalmente confuso ante esas palabras. Ella arqueo una ceja, mientras soltaba una carcajada. En eso, Colocó su mano en mi pecho y lo comenzó a deslizar llevándolo hasta mi entrepierna. Ya en ese lugar, comenzó a acariciarlo con suavidad.
- Eres hombre. Ya deberías saber eso. – Fue lo único que me contestó. Sentir su mano, y la caricia que me daba, hacía que poco a poco me excitara, notándose como mi miembro comenzaba a brotar de entre mi pelaje. En eso, Blaze lo cogió y lo comenzó a mover y a acariciar con más fuerza. Mis ojos notaron como se detuvo y veía como acercaba su rostro a mi miembro, mientras lentamente abría su boca.
- ¡Blaze! – Grité, deteniéndola. Elle me miró con rabia, agarrando mi miembro bruscamente.
- Tú aun no entiendes que quien manda aquí soy yo. – Dijo, mientras sentí como un calor brotaba de su mano, calentando más mi miembro. Traté de buscar una explicación a lo que estaba pasando y lo único que se me vino a la mente fue la vasija de la cual tomamos agua, lo que hizo que la viera con miedo.
- Blaze, recuerda la vasija. Yo tomé primero el agua y luego fuiste tú. Tal vez la vasija te esté obligando a hacer esto. – Le comenté, tratando de que disuadiera a las acciones que hacía. Ella se notó sorprendida ante mis palabras y se acercó con rapidez a la mesa de noche. Noté como, al abrir el cajón, comenzó a buscar algo. Por un breve momento pensé que la había logrado volver a la cordura, pero no fue así. Vi como sacó lo que parecía ser un reloj. Ella oprimió unas teclas y 60 segundos aparecieron en la pantalla. Ella me vio con una sonrisa traviesa, mientras se acercaba a mi oído.
- ¿Quién dice que yo no quiero hacer esto por mi propia voluntad? – Dijo de una manera sensual y lujuriosa. Ahora ya no sabía en qué pensar. – Hagamos un trato. Si logras soportar 60 segundos, yo no haré nada de lo que tenía planeado. Pero, si fallas, recibirás un castigo; además, siguiendo la metodología de la segunda opción, cada vez que tú sientas placer antes que yo, te castigaré. ¿De acuerdo? – Propuso, pero yo no entendí ni la mitad. "¿Soportar? ¿Castigo? ¿Qué demonios significaba eso?" –Oh, mira. Silver jr, se volvió a dormir. – Dijo, mientras volvía a acariciar mi entrepierna, para luego seguir acariciando mí miembro. Con su otra mano alcanzó el reloj y lo miró. – ¿Listos?... – Dijo, mostrándome una sonrisa. Yo aún seguía confuso y despistado con lo que pasaba. – ¡GO! – Gritó oprimiendo el botón del reloj y los números comenzaron a retroceder; mientras en eso sentí, y vi, como metía dentro de su boca mi miembro viril. Además, decir que solo lo "metía" era poco. Sentía como su lengua lamia y masajeaba cada parte de mi miembro, lubricándolo con su saliva. Vi el reloj y note que ya solo faltaban 20 segundos, pero al mismo tiempo sentía como ya no podía aguantar las ganas de eyacular. Blaze chupando y lamiendo mi miembro, mientras el reloj no dejaba de retroceder. Rogaba que pudiera aguantar. "No quería que ella pensara mal de mí cuando despertara de esta pesadilla". Súbitamente, sentí como ya no pude más y lo dejar fluir todo. Noté como Blaze cogió el reloj y paró la cuenta regresiva, mientras al mismo tiempo veía como sus mejillas se inflaban un poquito sin separarse de mi miembro. La escuché tragar un poco al separase. Vi como también escupió un poco de mis fluidos, mientras estos caían al piso. En eso, ella sonrió, notándosele el líquido en su boca. Vi el reloj y noté que solo faltaron 5 segundos para terminar.
- Tú castigo… comienza… ahora. – Dijo estas palabras un poco entre los dientes, haciendo que casi no las entendiera. Ella comenzó a acercarse a mi boca y deduje lo que quería hacer. Apreté con fuerza los labios de mi cara. Mis ojos vieron como ella me miró con rabia. Sentí como colocó su mano derecha en mis mejillas y las oprimió duro, haciendo que abriera mi boca. Noté su sonrisa de satisfacción, mientras acercaba sus labios a los míos. En eso, sentí como me besó, mientras al mismo tiempo vertía el fluido que se encontraba en su boca en la mía. Su lengua se movía y acariciaba a la mía, pero mi estómago sentía repulsión ante el sabor y el espesor del fluido al tratar de recorrer mi garganta. Cuando ella se separó de mí, tapó mi boca con sus manos. – Te lo tragas. – Ordenó, mientras su sonrisa de malicia se vislumbraba en su cara. Casi como si no tuviera voluntad, obedecí. Tragué y sentí como mi estómago quiso vomitar. Blaze quitó su mano de mi boca y volvió a besarme de una manera apasionada. – A los hombres les gusta que le hagamos eso porque creen que es divertido. Hipócritas. – Dijo, mientras comenzaba a lamerme el cuello.
- Blaze, detente. – Le dije, mientras mi cuerpo trataba de recuperarse de lo que acababa de hacer. – Esta no eres tú. Detente. – Le pedí, pero ella solo se comenzó a reír. Cuando se detuvo, se desabotonó uno a uno los botones de la camisa que llevaba puesta. Al terminar, se quitó la camisa que tapaba su cuerpo, quedando completamente desnuda. Vi lo hermosa y delineada que estaba su figura. El pelaje blanco que rodeaba un poco encima de sus pechos hasta su ingle (su intimidad) contrastaba perfectamente con el color lavanda del resto de su cuerpo. A pesar de que sus senos no eran muy grandes, estos eran acordes al cuerpo que tenía. Aun con toda esta belleza vislumbrada por mis ojos, yo miré a otro lado. Sentía que me estaba aprovechando de la situación en la que estaba. En eso, sentí como su mano cogió mi cabeza y me hizo verla fijamente.
- ¿Es que acosa no soy lo suficientemente linda?; o, ¿mis pechos son muy planos para tu gusto? – Preguntó, notándose dolida ante la indiferencia que le di.
- No es eso. Es que… debes detenerte. Lucha contra lo que te obliga a hacer estas cosas. – Le pedí, pero ella negó con su cabeza.
- A mí nadie me obliga a nada. – Contestó, mirando hacia mis piernas y viéndome de nuevo rápidamente. – Veo que la otra droga ya está haciendo su efecto. – Digo, volviéndose a lamer los labios. Vi hacia mis piernas y entendí lo que decía. Mi miembro estaba nuevamente erecto. – Volveré a hacer lo que te hice, pero también tú harás lo mismo. – Terminó de decir, mientras se subía a la cama y ponía su rostro sobre mi miembro, poniendo su intimidad en mi cara. – Comienza de una vez. – Ordenó, pero yo no le obedecí. En eso, siento como un ardor se forma en mi miembro, haciéndome entumecerme. Ella me miró de nuevo y me mostró sus dientes. – No me obligues a que te clave de verdad mis colmillos. – Amenazó, mientras sentía como comenzaba a lamer mi miembro viril. Tenía miedo, y ese miedo me hizo obedecerla. Saque mi lengua y comencé a lamerle su intimidad. Lo repetía una y otra vez, sintiendo un sabor salado recorrer mi boca. Sentí un pequeño mordisco en mi propio miembro, pero no se sintió como el anterior. Vi como Blaze soltaba mi miembro y me miraba. – Ponle más empeño o cumpliré lo que te dije. – Al terminar de decir esto, volvía a lo que estaba haciendo. Volví a sacar mi lengua y, "poniéndole empeño", no solo lamía su intimidad sino que también introducía mi lengua dentro de su vagina, haciéndola pasmar un poco. – De eso hablaba. – Dijo, denotándose alegre, volviendo a su actividad. Yo seguí haciendo eso, moviendo mí lengua dentro de ella durante varios minutos que sentí como horas, hasta que ella se paró se colocó frente a mí. – Recuerda, si tú disfrutas más que yo, te castigaré; y no te gustaran los castigos. – Dijo con una tonalidad suave, y al mismo tiempo lujuriosa. Ella se paró sobre la cama y acomodó su intimidad sobre mi miembro. "No podía creer lo que estaba a punto de pasar." Sin predecirlo, se sentó, introduciendo casi de golpe mi miembro dentro de ella. Por un breve momento se sintió como si me hubieran quemado. Se sentía sumamente caliente su interior. Pero, rápidamente una duda salió de mi mente.
- ¿No te dolió? – Le pregunté temeroso, pero ella solo me vio con una mirada de burla.
- Oh Silver. No seas idiot. No todas las chicas nacen con "Himen". – Me contestó, comenzando a mover sus caderas. Con cada movimiento sentía como ese calor aumentaba más y más. Aunque aún sentía remordimiento por lo que estaba pasando, no podía negar que se sentía sumamente bien. "No era la experiencia de la que hablaría con otros, pero era una que no podría olvidar fácilmente." Blaze no dejaba de moverse agitadamente sobre mí, incluso saltaba sin permitir que mi miembro saliera de ella. Toda esa fricción hacia arder más y más mi miembro, sintiendo que ya no aguantaría más. Recordaba con temor, una y otra vez, la advertencia que me dio: "Recuerda, si tú disfrutas más que yo, te castigaré; y no te gustaran los castigos". Pero, sin más, ya no pude retener las ganas. Sentí como me corría dentro de ella sin control. Sin embargo, ella no dejaba de moverse.
- Pobre Silver. Pensé que no tendría que castigarte esta noche. Aun así el punto es que yo me divierta, no tú. – Dijo, sin detenerse durante unos minutos más. Cuando al fin se detuvo, se paró y, al instante, vi como todo el fluido que solté comenzaba a escurrirse y salir de ella. Al ver esto no sabía si mi mayor miedo sería el castigo que mencionaba o que, al no usar ningún tipo de protección, quedara en embarazo por mi culpa. Mis ojos vieron como salió de la habitación, dándome esperanzas de poder idear un plan para huir. Pero estas se perdieron al verla entrar rápidamente, asustándome por el objeto que yacía en sus manos. – No alarguemos más lo inevitable. – Dijo entre risas, moviendo el objeto que yacía en sus manos, el cual era un látigo de colas (o flogger). Ella se acercó con lentitud a mí, para luego comenzar a azotarme en distintas partes del cuerpo. Las únicas partes que no me azotaba eran mi miembro y mi rostro (sin contar mi espalda por estar contra el colchón). Sentía el ardor recorrer cada parte de mis células. Cuando al fin se detuvo, la vi desatándome los pies. – Probemos algo diferente. – Dijo, con su risa terrorífica asustándome. Cuando terminó de soltarme, yo traté de correr. Mientras que otros chicos sueñan con que sus novias le hagan esto, yo trataba de liberarme. Primero, porque no éramos novios; y segundo, sentía que todo esto estaba mal. Cuando alcancé la manija de la puerta, sentí como me jalaban del cuello. Caí abruptamente de frente contra el suelo. Fue allí donde supe que tenía puesto una especie de collar con candado, mientras este estaba sujeto a una cadena. Sentí como Blaze colocaba su pierna sobre mi espalda. – "You can't escape me! (¡No puedes escapar de mí!)" – Grito con un tono burlón. – ¿Quién lo diría? Tengo que castigarte y eso que no disfrutaste esta vez. – Dijo, comenzando a darme latigazos en mi espalda y mis nalgas. Sentía otra vez el ardor recorrer por todo mi cuerpo. Quería que se detuviera, pero sabía que no había palabra para detenerla. Cuando a fin se detuvo, vi cómo se acostó de espalda en el suelo, manteniendo firmemente la cadena en su mano. – Ahora quiero que seas tú el que haga todo el trabajo. – Me ordenó. Yo me levanté unos cuantos centímetros del suelo (ya que era todo lo que soltaba de la cadena) y me acomodé encima de ella.
- Blaze…– Comencé a decir con dolor, pero ella me detuvo, besándome apasionadamente en los labios. Sentía su lengua moverse con facilidad dentro de mi boca. Cuando se separó, yo la vi extrañado, mientras ella solo sonreía.
- Comienza de una vez y no me hagas enojar. – Me ordenó, a lo cual casi obedecí al instante. Cogí mi mano y puse mi miembro en la entrada de su intimidad. Suspiré hondo y exhalé; mientras me comenzaba a mover. Cada vez que mi miembro estaba dentro de ella un calor increíble lo rodeaba. "A pesar de todo, no podía dejar de sentir placer ante esto".
Como ella había pedido, era yo quien hacía todo el trabajo. Yo era quien me movía y la acariciaba al mismo tiempo por todo su cuerpo. Sobaba mis manos con cuidado sobre sus senos y los masajeaba. Lo único que no hacía era darle besos. Cuando sentía que ya estaba a punto de volver a correrme, traté de ir más lento; pero sentí sus manos cogerme de mi espalda, abrazándome más contra su cuerpo.
- No bajes la velocidad. – Ordenó, susurrándome en el oído. Ante esto, sabía que no podría ganar. Sabía que me volvería a castigar; Y, como pensaba, no pude soportar más y eyacule todo dentro de ella, de nuevo. – Sigue moviéndote hasta que te ordene. – Dijo, sin dejar de abrazarme. A pesar de que mi miembro ya no estaba erecto, seguí sus órdenes. Fueron como casi 5 minutos antes de que ella me permitiera detener. Ella soltó un poco más la cadena para permitirme parar. Al sacar mi miembro, noté como todo el fluido que expulsé salía de ella. También notaba que sus jadeaba un poco, mientras su cuerpo se notaba bastante sudado.
- ¿Ya podemos parar? – Le pregunté, deseando que escuchara a la razón.
- ¿Parar? Esa palabra no está en mi vocabulario de esta noche. – Bromeó, pero me vio con una sonrisa de malicia. – Ya es hora de tú castigo. – Dijo, señalándome la cama. Yo me acosté en la cama, pero ella me hizo una seña para que me acostara boca abajo. La obedecí rápidamente, pensando que así su castigo no sería tan malo. Ella cogió mis brazos y las esposó detrás de mi espalda. También sentí como amarró mis piernas a los extremos de la cama. Y por último, ató la cadena que estaba en mi collar a la cabecera de la cama, pero sin tensarla. "Ni siquiera podía imaginarme que me haría". Escuché como salió de la habitación y, al minuto, volvía. Ni siquiera me molesté en girar mi cabeza para ver que traía.
- Termina de una vez. – Le dije seriamente, cerrando mis parpados. Como siempre, escuché unas risas provenientes de ella; y ya no me hacían gracia.
- Oh Silver, Como estás "tan cansado"…– Dijo en tono de sarcasmo. – Tú castigo será tu descanso, ya que yo tomaré tu lugar. – Dijo, haciéndome quedar confundido. Al girar mi cabeza para verla, un terror me invadió totalmente al ver cuál era el objeto que usaría. Traté de huir, pero era inútil. Estaba totalmente sumiso a su voluntad, por las cadenas que me ataban. Traté de moverme agresivamente pero no servía. Ella acercó su rostro al mío, mostrándome la locura en sus ojos. – ¿No te gustó? O, ¿Preferías que fuera más grande el Consolador que tengo puesto? – Preguntó con burla y sarcasmos. Noté que, además del consolador que tenía puesto en algo parecido a una tanga de cuero, en su mano tenía un frasco. Vi como Blaze notó la mirada hacia en frasco y lo comenzó a abrir. – Esto es lubricante. Tampoco soy tan sádica. – Decía ella, mientras con su mano sacaba el líquido espeso y lo sobaba por todo el Consolador. Sentía como mi respiración aumentaba como mi miedo. – Hay tres cosas de este consolador que lo vuelve increíble, las cuales son: Primero, es doble a lo cual tú y yo disfrutaremos por igual, entre comillas. Segundo, es también un vibrador, activándose con este botón. – Señaló un pequeño botón poco visible a mi vista. – Y por último, pero no menos importante, es que al oprimir este mismo botón pasa esto…– Dijo, oprimiendo el botón. En eso, mis ojos notaron como el consolador comenzaba a vibrar y la punta de esta a girar un poco. Noté como el rostro de Blaze se llenó de placer ante esto. – Aunque no puedas ver la otra punta, ya que está dentro de mí, se siente amazing. – Dijo, mientras babeaba un poco. En eso, ella comenzó a ponerse detrás de mío.
- Blaze, no. ¡Por favor, no! – Le grité, para evitar que hiciera su cometido.
- Lo único que te digo es que debes relajarte, porque si no dolerá mucho. – Aconsejó, mientras ponía la "cosa esa" en mi trasero. Hice toda la fuerza posible para evitar que entrara. Pero, como lo había dicho ella, solo causó que sintiera un ardor sumamente inenarrable, mientras poco a poco seguía su curso hasta que se detuvo. – Wow, quien lo diría. Logró entrar completamente. 15 cm de largo por 2,5 cm de ancho. Bueno, ahora empieza lo bueno. – Comentó, mientras se comenzaba a mover súbitamente. Mientras se movía sin consideración, sentía como su mano comenzaba a masturbar mi miembro. Aun con todo el dolor, la rabia y el sufrimiento que sentía, que hacía que mis ojos lloraran ante esto, mi cuerpo se sentía excitado por eso. Ya no podía más con todo esto, pero no sabía que hacer. Ya ni siquiera me resistía ante sus torturas. "Ya no sabía qué hacer"
Después de varios minutos de "placer", sentí que eyaculé al fin. Blaze se detuvo instantáneamente y se separó de mí. Como cuando la introdujo, sentí dolor cuando la retiró de mí cuerpo. Yo sollozaba ante esto, sintiéndome asqueado. Para otros que me vieran en esta posición pensarían que estaba siendo un idiota al no disfrutar de estar al lado de la persona que quería. "¡Pero no era así!". Yo no estaba ni amando, ni haciendo el amor con la persona que amaba. Esto ni siquiera se acercaba a lo que sentía.
- ¿Qué es lo que buscas de mí? – Dije casi llorando, sintiendo como las lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos. En eso, sentí como ella me desató con rapidez, volteándome y, colocándose encima de mí, comenzó a lamer mi cara. Sentía como su lengua saboreaba mis lágrimas de dolor.
- ¡¿Es que tengo que seguir castigándote para que al fin entiendas?! – Gritó, dejándome confundido. – ¡¿Quieres que te humille hasta el punto que ya no sepas reconocerte? – Preguntó con rabia. Yo, al sentir ese tono, ya no me importaba confrontarla. Coloqué mis manos sobre sus pechos y, empujándola, la tiré fuera de la cama. Me paré rápidamente y la vi reponerse con rapidez.
- ¡No! ¡Ya no quiero que me hagas nada más! – Le grité, pero noté que una pequeña sonrisa era esbozada en su rostro.
- Entonces, ¿por qué no seguiste luchando cuando te estaba obligando a hacer esas cosas? ¡Dime el por qué! – Gritó con enojo.
- Porque, de que serviría luchar si no iba a ganar de todas maneras. – Le respondí ante su pregunta. Cuando escuchó esto, me miro con más rabia.
- ¡Exacto! ¡Te rendiste a la primera oportunidad! ¡Fue igual como hace horas! – Gritó, pero ahora estaba confundido ante sus palabras. Ella solo se rió y se acercó un poco a mí. – ¡Cuando escuchaste que no podrías tener ni una oportunidad para estar con la chica que tanto querías, te rendiste, y dejaste de luchar! ¡Ni siquiera te esforzarte! ¡¿Cómo puedes rendirte tan fácilmente?! ¡¿No quieres ser feliz?! – Preguntó ella mientras comenzaba a llorar, tapándose su rostro con sus manos. Escuchar todo, y haber experimentado todo esto, me hizo dar cuenta de la realidad de sus palabras. "Yo me rendí. Me rendí ante todo". Apreté mi puño y miré fijamente hacia Blaze.
- ¡Si es así, lucharé! ; ¡Y lo primero que haré será decirte lo que siento! ¡Blaze, yo te a…! – Cuando iba esta última palabra sentí como mi mandíbula se entumeció, evitando que hablara y expresara lo que sentía en mi alma.
- No quiero que desperdicies esas palabras conmigo. Díselas a la verdadera Blaze. – Dijo ella, dejándome totalmente confundido. Casi al instante, mis ojos vieron como en menos de un segundo todo su cuerpo desnudo fue cubierto por su típico atuendo que aparecía de la nada. – Al fin entendiste en que fallabas. – Dijo, sin yo dejar de estar pasmado.
- ¿Quién…? ¿Qué eres? – Pregunté temeroso, pero "Blaze" solo se rió.
- Silver, si al comienzo de la experiencia pudiste deducir una parte de la verdad sobre quien soy. – Dijo, abriendo la mano y apareciendo la vasija en ella. – Soy el espíritu que yace en esta vasija. – Terminó de decir.
- That's impossible (Eso es imposible). – Dije ante su revelación.
- OH, lo dice el erizo plateado antropomórfico, con poderes de telequinesis, que viene del futuro. – Dijo ella con sarcasmo, pero yo me quedé en silencio. Al ver que nadie decía nada, ella suspiró. – Silver, primero te diré la traducción exacta de los símbolos que están tallados aquí. – Dijo ella, señalando su otra mano a la vasija. – La traducción correcta es: "Un mundo diferente. La realidad se oculta. Los deseos se revelaran ante mi caricia. ¿Podrás soportar la verdad que te mostraré? Tú decides". Lo que esto significa, más allá de la lógica, es que mi deber es mostrarte el error que estás cometiendo en tu vida y ponerte aprueba. – Comentó, revelando su labor. Yo sin embargo, sentía un odio ante esto.
- Y ¿crees que "violándome" era necesario? – Le pregunté, apretando mis puños por la rabia que tenía.
- Si no lo hubiera hecho, ¿tú habrías cambiado? – Preguntó, revirtiendo los papeles. "La verdad, es que ella tenía razón". Con todo lo que hizo me mostró pruebas sobre su punto.
- Creo que no. – Fue lo único que le contesté.
- Ahora despertaras y trata de hacer lo correcto esta vez, sin rendirte. – Dijo alegremente, dándome confianza. Yo asentí ante esto, dándole a entender que lo haría. En eso, ella volvió a reírse. – Pasaron dos siglos antes de que yo volviera a ser utilizada. La sensación terrenal y mística, siendo repelida por la tecnología. Y lo mejor de todo es que, si ustedes quieren, pueden matarme cuando les guste, destrozando mi vasija. ¿Sabes lo que es esa sensación de esperar la muerte para alguien que es inmortal, sin saber cuándo llegará? – Decía ella con tristeza, tratando de ocultarla tras las risas, pero las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos. Escuchar esto me hacía sentir dolido. Su vida incluso podía ser más terrible que las nuestras. Yo me acerqué a ella y la besé en sus labios, sin darle tiempo a reaccionar.
- Te juro que te protegeré a toda costa. – Le dije, notando como ella esbozaba una sonrisa de felicidad.
- Es hora de que despiertes. Pero antes, solo te advierto que, a pesar de no haber tenido daño físico, tú cuerpo creerá que si lo hubo. – Advirtió ella mientras todo se volvió negro y oscuro.
Mis parpados se abrían con un poco de dificultad. Noté que estaba tendido en la cama, mientras lentamente sentía como todos los músculos de mi cuerpo me dolían.
- Después de todo, sí tenía razón. – Me dije a mí mismo, mientras me ponía mis guantes y mis botas. Al recordar la promesa que le hice al espíritu de la vasija, allí rápidamente de la habitación. Al llegar a la sala allí la vi sobre la mesa, en la misma posición en la que había quedado anoche. Me comencé a acercar a ella, cuando de pronto escucho el sonido de una puerta al abrirse de golpe. Rápidamente vi como Blaze llegaba, mirando en dirección a la vasija con total odio. Ella me vio a mí y, como si de alguna manera supiera lo que yo voy a hacer, sus puños se encendieron y le lanzó una esfera de fuego. Rápidamente usé mis poderes y evité (por muy poco) que la destruyera. Al estar en mis manos, veo como Blaze salta empuñando sus manos. Gracias a que pensé rápidamente, puse a la vasija en estado de reposo, junto con las demás cosas que tenía guardada (como mi Tablet). Sin embargo, aun así me tiró al piso.
- ¡Dámela, Silver! ¡Destrozaré a esa basura! – Gritaba ella, mientras un aura de fuego comenzaba a rodearla.
- ¡No! No voy a permitir que le hagas daño. – Le dije, enfrentándola, seriamente. – Ella no tiene la culpa. – Terminé de decir, pero sentí que estas palabras solo la hicieron enojar más.
- Sí la tiene. No pienso permitir que esa cosa exista un segundo más. Así que, o me las por las buenas o será por las malas. Tú decides. – Amenazó ella, pero yo no me rendí ante la promesa que había hecho. Moví mis manos e ice elevar el sofá, a lo cual Blaz tomó como una respuesta negativa. – Tú lo deseaste así. – Dijo ella, encendiendo sus puños. En eso, comenzó a sonar una tonada. Vi como Blaze apagó sus puños y, metiendo su mano dentro de su pantalón, sacó un comunicador. – ¡Ahora no estoy de humor para nada! – Gritó ella.
- Pues, sea lo que sea, los necesitamos en el centro de la ciudad. Eggman volvió con robots más fuertes. – Se escuchaba la voz entre cortada de Sonic a través del comunicador.
- ¡Okay! – Gritó ella, mientras corría hacia la ventana, la abría y salía con rapidez. Yo también hice lo mismo, pero cerré la ventana al irme del lugar. Traté de alcanzarla pero me llevaba mucha ventaja. Cuando llegamos al lugar del enfrentamiento, notamos que Sonic decía la verdad. Ellos estaban perdiendo antes los robots de Eggman. Estos parecían conocer cada estrategia o habilidad de sus contrincantes. Quería hablar con Blaze para idear un plan, pero no se pudo. Cuando me di cuenta, ella ya estaba corriendo a enfrentarse a los robots.
- Ninguno de ustedes, juntos o separados, son rivales para mis EGGcopies. Ellos ya saben todo sobre ustedes. Ho, ho, ho, ha, ha, ha, jo, jo, jo, ja ,ja, ja. – Dijo, riéndose al final de su pequeño discurso. Pensé que Blaze estaría perdida si se enfrentaba sola contra esas cosas, pero no fue así. Fue todo lo contrario. Ella destrozó de un solo golpe a uno de los robots, dejando a todos anonadados. Hasta "la forma de vida definitiva" se sorprendía del poder de Blaze. Ella llegaba destrozaba y continuaba con el siguiente, hasta que no quedó ninguno más. – ¡Maldiga gata! ¡Pero ya verás! ¡Mi descendiente y yo veremos cómo te detendremos de una vez! – Gritaba él, ampliando su voz con el megáfono de su vehículo, mientras se alejaba por los aires. Mis ojos vieron como Blaze se agachaba y tomaba impulso, saltando con fuerza. La vi elevarse como una bala en dirección a donde Eggman, impactando contra su vehículo. Todos quedamos boquiabiertos ante esta escena. No podíamos creer lo que veíamos. Pero, volviendo a la realidad, me di cuenta de que Eggman caía a gran velocidad. Usé mis poderes para evitar que el "cabeza de huevo" chocara contra el piso. Él estaba desmayado y parte de su atuendo estaba un poco calcinado. En eso, vimos como Blaze volvía y caía a gran velocidad, dando giros como una bailarina de Ballet. Cuando aterrizó, el impacto fue tan fuerte que creo una cavidad (hueco) de 30 centímetros de hondo por un diámetro de 20 metros en medio del asfalto de la calle. Todos estábamos asustados. En todo este tiempo jamás habíamos visto todo ese poder desatado por parte de Blaze. Elle se quedó pasmada allí, sin moverse. Al ver que nadie tenía el valor de acercarse, yo lo hice. Paso a paso me acercaba a ella, con temor a lo que sea que pudiera hacer.
- Blaze, todo lo que pasó anoche no fue nuestra culpa. No éramos nosotros. Tienes que entender que…– Decía, mientras colocaba mi mano sobre su hombro. En eso, ella rápidamente se dio la vuelta empuñando su mano.
- ¡No me toques! – Gritó ella, mientras yo recibía el impacto de su golpe. Sentí como salí expedido a gran velocidad, chocando contra el edificio más cercano. El sabor de la sangre saliendo por mi boca me dio a entender que el impacto fue demasiado para mi cuerpo. Noté como todos se acercaba a mí con rapidez, en especial Blaze. Lo último que pude vislumbrar de ella con mis ojos fue verla llorando y abrazándome. En una cierta manera muy loca, ser golpeado para luego ser abrazado, "valía la pena". En eso, cerré mis parpados sin darme cuenta que me desmayaba.
Sentía como al fin mis parpados se habrían. El aroma del lugar se sentía como si fuera esterilizado y demasiado limpio. Mis ojos vislumbraban las luces blancas de los techos. Pero, cuando me bajé la vista, a la primera persona que vi fue a… Cream, junto con su inseparable amigo Chao Cheese. Ella sonreía y salió corriendo de la habitación. A los pocos segundos, vi como entraron Cream, acompañada por Amy, Sonic, Tails, Knuckles, Rouge, hasta Shadow estaba allí; pero no Blaze. Ella no aparecía por ningún lado. Todos ellos me preguntaban cómo me sentía o comentaban acerca del gran golpe que recibí.
- ¿Dónde está Blaze? – Pregunté, interrumpiéndolos a todos. Todos se quedaron callados, pero la única que tuvo el valor de decir algo parecía ser Cream, ya que se acercaba lentamente a mi cama.
- Señor Silver, Blaze estuvo aquí durante todos los 3 días que estuvo inconsciente. – Cuando escuché cuantos días fueron casi no los pude creer. – Pero ella se fue hace 5 minutos. Dijo que ya no podía permanecer más tiempo. Que su dimensión la estaba llamando para que volviera. – Comentó la pequeña coneja de color café crema, mientras sobaba mi mano.
- Lamento lo que les pasó. – Mencionó Amy, quien agarraba la mano de Sonic con ternura.
- Sí, debe ser duro imaginar que ese estúpido artefacto les dio alucinaciones en sus sueños. Debe ser duro pensar que tus amigos cercanos te traten de matar. – Comentó Rouge, quien miraba a Knuckles. – Si yo hubiera estado en la posición de la "pecho plano" e imaginara que Knuckles me mató en mis sueños, también tendría miedo en la vida real y lo hubiera golpeado con mis piernas a más no poder. – Terminó de decir Rouge the Bat, mientras notaba como Knuckles la miraba seriamente.
Escuchar todas estas cosas me hizo darme cuenta de que la mejor excusa que pudo inventarse Blaze fue alucinaciones sobre muertes a manos de nuestros amigos. "Claro, era decir eso o hablar sobre las experiencias sexuales intimas que tuvimos en nuestros sueños" Pensaba, pero dejé de pensar en esto al sentir como una energía emanaba de mí. Hice aparecer la Chaos Emerald que traje del futuro y sentía que, a pesar de que yo también debía irme, no quería. No quería dejar las cosas con Blaze en este estado. Quería poder solucionarlo. "Pero no había tiempo". Este se había acabado.
Cogí mis cosas y me alisté para irme. Me despedí de todos y, con la Chaos Emerald de color plateado en la mano, me preparé para usar el Chaos Control que me llevaría a mi tiempo. Pero antes, me acerqué con rapidez a Cream.
- Cream, si ves a Blaze dile que yo… que yo…– Traté de decirle la algún tipo de disculpa o explicación, pero no pude. – Dile que yo espero verla otra vez. – Fue lo único que pude pedirle. Cream asintió y yo le di un beso en la frente. Me alejé de ellos y ahora sí estaba listo para irme. – ¡Chaos… Control! – Grité, utilizando la gema de gran poder de mí tiempo. Un aura turquesa rodeó todo mi cuerpo mientras un vórtice del mismo color se creaba. Yo entre en él, pero en ningún momento deje de pensar en Blaze.
"Solo espero… poder verte otra vez"
Bueno, amigos y amigas, esto ha sido todo por hoy (aunque para mí "hoy" significa varios días escribiendo). No olviden dejar sus Reviews, ya que sus opiniones me ayudaran a mejorar y a traerles mejores historias.
Sin nada más que decir, Sayonara.
