Era una mañana reluciente, los pajarillos trinaban, y era una clase de milagro que no fuera un día lluvioso en Forks… Sólo había un problema, en mi nueva vida como una Cullen no podía disfrutar de días hermosos como éstos sin tener que esconderme, pero ¿Qué importa? Si me sentía la mujer más feliz del universo. Tenía el mejor esposo, la mejor hija, la mejor familia, y podía aún ver a Reneé y a Charlie.
Entonces, un golpeteo algo melodioso se escucho en la puerta de la pequeña y hermosa casa que había recibido por mi cumpleaños. Era más que obvio que era Alice quien tocaba con un algo de desesperación. Ya sabía yo que la pequeña duendecilla estaba tramando algo, la conocía como la palma de mi mano.
Caminé con mis ágiles y rápidos pies hacia la puerta. Mis conclusiones eran ciertas, y ahí estaba, mi mejor amiga, Alice. Ésta dio unos cuantos saltos y me abrazo con lo que un humano llamaría ''fuerza'', como siempre, Alice y su euforia, yo correspondí a su abrazo con algo de dulzura.
- Hola Bells, ¿Dónde está Nessie? – Miro hacia los lados, aún me molestaba un poco que llamaran a mi pequeña Renesmee ''Nessie'', pero era un trabajo arduo hacer que eso no sucediera. Alice tenía cierto amor por Renesmee, y se entendían demasiado bien. Es más, a Renesmee le encantaba ir de comprar con la tía Alice, era realmente frustrante aquello, pero yo no podía hacer nada para evitarlo.
- Renesmee está aún dormida, y no he querido despertarla – Esbocé una enorme sonrisa.
- Oh, vale, entonces, es perfecto – ¿Perfecto? Entonces, ¿Qué tenía entre manos?
- Creí que venías a probarles vestidos nuevos… O algo así – Reí bajito y la mire con algo de curiosidad
-Bueno, también venía a eso, pero… En realidad vine más porque tengo una sorpresa para ti y para Edward – De repente, cuando Alice mencionó a Edward, mis pensamientos sólo se basaban en él, estaba segura de que si fuera una humana mi corazón estaría latiendo rápido lo cual haría que mis mejillas se encendieran… Un momento ¿Sorpresa?
- ¿Sorpresa? No me digas Alice, ¿Es otro de tus planes macabros? – Reí con ganas, en mi nueva vida, mi sentido del humor había crecido bastante y era algo experta en hacer bromas, claro no mejor que Emmett.
- Sí sorpresa, pero como es sorpresa, no puedes saberlo. Curiosa Bells – Dijo con su melodiosa voz y con algo de malicia en ella. ¡Demonios! La curiosidad mató al gato, tendría que calmarme.
- Vale, pero podrías al menos darme una pista – Fruncí mis labios, de verdad, la curiosidad iba a matarme. Ella puso su dedo índice en su mentón y luego esbozó una enorme sonrisa.
- Ok, es algo para tu primer aniversario – En menos de una semana, Edward y yo cumpliríamos un año de casados, yo no era de las que se emocionaban por eso, además de que tendría toda la atención fijada en mí. Más bien, en nosotros. Y la sorpresa de Alice, era una prueba de ello. Yo sabía que Edward estaba enterado de todo, claro está, con su súper don, nadie se salvaba.
- Vale, es hora de irme, vendré dentro de una hora para ver si Nessie a se ha despertado – Sonrío enorme y salió de la casa con su caminar de bailarina, perfecto.
Edward había salido desde muy temprano a comprar un regalo para Renesmee, que en un mes cumpliría su primer año, aunque ya pareciera de 3 años. Aún crecía y crecía sin parar, pero ya no lo hacía tanto como antes, ahora sólo crece un centímetro por día, eso era algo alentador para mi pequeña, ya que vivía algo acomplejada con que supuestamente ''Estaría muy mayor pronto''. Siempre que lo decía, no podíamos frenar las carcajadas.
