Madness of Love

Esta historia se desarrolla dentro del universo creado por Misao CG. Tengo el permiso de utilizar sus personajes y parte de esta historia surgió a raíz de residuos de su musa. Me he tomado la libertad de escribirla… Kyrus en este omake tiene 7 años.

Como siempre, Saint Seiya no me pertenece o haría de esto algo canónico. O incanonico.

Espero que les guste. Es todo un placer para mí y me estoy divirtiendo muchísimo escribiendo. Les dejo con un preludio de lo que se viene. Igualmente Templo Kimei se actualizará ni bien termine totalmente la historia. Ya dejo de aburrirlos. ¡Dejen sus comentarios, por favor!

Primer Omake.

Inicio.

Había sido toda una sorpresa. Nadie se esperaba el resultado. Bueno, sabían que iba a nacer. Después de todo, Alisa casi nueve meses antes les había confirmado la nueva: estaba embarazada de lo que creía iba a ser un segundo hijo.

-¡Va a ser varón! ¡Estoy segura!

-Apuesto a que será nena… - sonrió Sofia, su hermana – Mirá nada mas como tienes la panza, y ¡no es igual a la que tenías cuando estabas embarazada de Kyrus!

Se rio algo divertida ante eso. ¡Esperaba no estar equivocada! Después de todo… estaba tan segura de eso, que ni siquiera había accedido a que el médico le dijera el sexo. Aunque Afrodita insistía que era niña, incluso le había puesto nombre: Antígona. Solo deseaba no tener que perderse otra fiesta, y el culpable estaba ahí en el piso leyendo unas historietas. ¡Como pasaba el tiempo!

-¿No ha seguido pateando?

-Ahora que lo dices… - se llevó una mano a la panza- Ha estado en los últimos días muy quieto… ¡Algo debe tramarse!

-¿Quizás está aburrido? – preguntó inocentemente Kyrus desde su lugar, él lo estaba. Había leído esa historieta varias veces. ¡Quería ir con su padre a entrenar! - ¿Papá aun no viene?

-No, vendrá un poco más tarde.

Suspiró fastidiado y rodó para quedar panza arriba en el suelo y se quedó todo estirado.

-Extraño estar en el Santuario. ¡Ahí las cosas son divertidas! ¡Y también puedo jugar con Liz, Thanos y el resto del grupo! Aquí me aburro.

Liz era una lemuriana que había llegado hace un par de años al santuario, Kiki fue quien la encontró mientras hacía un mandado para su maestro. Cuando llegaron al santuario, a los pocos días la pobre niña estaba llorando por las burlas de los demás… Si no había entendido: ahí fue que conoció a su hijo. ¡Había estado tan orgullosa cuando él le contó!

En eso sintió algo extraño. Frunció el ceño. Algo no estaba bien… Y cuando se dio cuenta de qué era lo que le molestaba… Abrió los ojos con impresión.

-Sofia… - la llamó con la voz algo aprehensiva y extendió la mano para agarrarla del brazo, gesto que preocupo de sobremanera a la mujer

-¿Pasa algo Alisa? ¿Estás bien?

Kyrus solo movió la cabeza para ver y…

-¿Mami?

-Kyrus, ve y llama tu tío Cristian. Ahora.

Claramente él no entendía qué estaba pasando, ni porque la cara preocupada. Pero evidentemente algo estaba pasando. Y sí lo hacían llamar a su tío… Haciendo honor a su padre, se levantó lo más rápido que pudo y fue a buscarlo. Comenzaba a asustarse.

-¡TÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Hospital de Grecia.

-¡No tenías que asustar de esa manera a la enfermera! – le regaño Alsacia a Milo. ¡Ese casi habían matado a una enfermera del susto!

-¡Pero se la estaba por llevar! – protestó el santo del Escorpión.

Lo que había sucedido es que, como era usual, una enfermera iba a llevarse al bebe para poder llevarlo nuevamente a neonatología y como Milo no estaba por soltar a la criatura porque estaba claramente embelesado: habían tenido una niña. UNA NIÑA. Y la loca de la enfermera había intentado quitárselo por la fuerza…. Cosa que desencadenó que casi use su scarlet needle. Y digo casi porque afortunadamente Alisa intervino desde la cama: no quería problemas.

-Mira Kyrus… - Alisa desde la cama, con la beba en brazos, y Kyrus subido a un costado- Esta es tu nueva hermana.

-¿Y cómo se llama? – preguntó mirando a la beba mientras le tomaba una manito. ¡No iba a poder jugar con ella! Tampoco iba a poder entrenar con ella…

Alisa de pronto se dio cuenta de algo y miro a Milo y Camus. No había pensado un nombre para mujer. Estaba tan segura que era una nena que no lo había pensado.

-Antígona.- recordó Milo el nombre que había propuesto Afrodita.- La llamaremos Antígona.

Claramente cuando regresaran…Tendría que agradecerle al santo de Piscis. Si no fuera por él, seguramente no tendrían nombre.

Lo mejor de todo… Es que su familia se agrandaba bastante. ¡Y estaba seguro que su hija sería tan bonita como su madre! Y rogaba que siguiera los pasos de su hermano mayor Kyrus: que no fuera tan travieso.

…. Lo que ellos no sabían… Es que si bien Antígona no sería traviesa, sí sería extremadamente despistada. Pero eso, será para otra historia.