Los personajes de Naruto no me pertenecen, son obra de Masashi Kishimoto.


Aviso: Este es un regalo de cumpleaños para Shanami Haruno; Feliz cumpleaños querida, y también por votar en mi en el reto de intercambio de cuerpos, espero te guste este conjunto de drabbles o oneshots, ¡Feliz cumpleaños!

Advertencia: AU, Sasusaku.


Sé sexy.

—Fácil, Frentona, tienes que comprar el atuendo más sexy que se te ocurra, vas a su casa en la noche, y le pides la cita, te verás tan hermosa que no se podrá negar. Tan fácil.

[I]

Y ahí estaba Sakura, en medio de una tienda de lencería que despedía un agradable olor a fresa y con una rubia de ojos azules a su lado. Bueno, tenía que creer en Ino, ella había conquistado así a Kiba... ¿No?

—Buenas tardes señoritas ¿en qué las ayudo? Brasiers, tangas, babydolls... artículos de «cuero», si saben a lo que me refiero. —Por la libidinosa mirada de la dependiente, Sakura no quería imaginar el mundo de hormonas, libido y sexualidad que conocía la mujer.

—Lencería, simple lencería... —Responde un poco sonrojada la pelirrosa. La rubia le da un codazo en las costillas.

—¡Así no frentona! —carraspea la rubia —Querida, buscamos un babydoll color... am, rosa, sí rosa. Muy provocativo, ya sabes —le susurra a la dependiente —pedirá un cita.

Las mujeres ríen pícaramente. ¿En qué momento se fue a meter ahí? La dueña de la tienda gira hacia ella y pregunta sin ningún tipo de pudor:

—¿Qué talla eres muchacha?

—... treinta y dos, A —susurra, rogándole al cielo que nadie más que la dueña escuchara la vergonzosa talla.

—¡Kagura, trae aquí una treinta y dos, A, del cajón cuarenta! —Gritó a una chica que se encontraba al otro extremo de la tienda. Sakura había desaparecido entre su cabello de lo roja que estaba.

Ese lío era culpa de Ino. Compraron lo más rápido posible aquella prenda que solo causaba bochornos a la chica de ojos jade. Fueron directamente al hogar de Haruno. Después de batallar en cómo ponerle aquella extraña cosa con encajes, se dispuso decidida a la casa de Sasuke Uchiha, el motivo de todo este alboroto.

Sin nada mas que el babydoll y un grueso abrigo que le cubría hasta las rodillas, se aventuró a la noche. Hacía un frío que se la llevaba el carajo, pero valía la pena si así conquistaba al moreno. Después de unas cuadras, por fin vislumbró la residencia Uchiha.

Se detuvo frente al umbral de la enorme casa, se aclaró la garganta, acomodó su cabello y desabrochó el único botón que mantenía cerrado el abrigo y el frío clima pegó de lleno en su vientre, pecho y piernas. Tembló. Tocó el timbre y esperó..., bien, no se podía arrepentir.

Ahí estaba ella, en lencería, frente a la casa del Uchiha, en invierno, a punto de seducirlo para una cita... La puerta se abrió.

—Hola Sasu...-

¿Por qué Sasuke-kun era más alto? ¿Por qué Sasuke-kun tenía el cabello más largo? ¿Por qué Sasuke-kun tenía ojeras? ¿Por qué Sasuke-kun se reía tan naturalmente? ¿Por qué ese NO era Sasuke-kun? Exacto, porque ese NO era Sasuke-kun.

—Que sorpresa... —dijo el NO Sasuke-kun, entre risas. —Sasuke salió de viaje y cuido su casa, me llamo Itachi, su hermano mayor.

Sakura tenía dos opciones; desmayarse y evitar dar la explicación de por qué estaba semi-desnuda, o salir huyendo tragándose la pena. Pero su mente no reaccionaba. Y ahí seguía ella, expuesta frente al portal, siendo víctima de la mirada ónix.

—¿Quieres que le deje un mensaje? —Sus palabras se combinaban con risas.

—Yo... yo... ¡Adiós!

El moreno de larga cabellera solo vio un tornado rosa salir corriendo, y al doblar la esquina se desvaneció en el suelo. Debía preocuparse, pero este hecho solo lo hizo estallar más en carcajadas.

Sakura despertó en la cama de un hospital con un hematoma del tamaño del mundo en su frente. A su lado derecho se encontraba Ino dormida en un sillón y a su lado izquierdo un ramo de flores con una nota: «Le daré tu mensaje a Sasuke». Maldita sea.

[II]

No trates de ser sexy cuando pides una cita.


Continuará.


Espero te guste, y feliz cumpleaños. Besos.

Mary'Love~