Hermione Granger nunca había sido una chica normal. Desde que nació, había algo en ella que no era normal. Apenas sonreía y menos aún lloraba. Todo era mas dificultoso con ella. Sus padres se preocuparon cuando no aprendía a andar, solo dijo mama y papa a un tiempo normal, le costaba pronunciar mas que a los otros niños. Las cosas progresaban, su movilidad alcanzó un estado normal, aunque era mas débil que el resto de niños de su edad, su habla mejoró, aunque aún se trababa de vez en cuando y tuvo que acudir a la logopeda de la escuela. Además aunque un poco tímida se relacionaba bien con los otros niños, incluso tenía un novio rubio y revoltoso. Sus padres suspiraron de alivio, su hija era normal, tal vez algo torpe o incluso un poco lenta, pero nada por lo que preocuparse. Fue un suspiro antes de tiempo.
Las cosas volvieron a enturbiarse cuando comenzaron con la lectura y la escritura. Hermione, como era natural se quedo por detrás de los otros niños, pero esta vez Hermione no se lo tomo bien. Empezó a llorar y patalear, primero en casa, luego cuando vio que funcionaba lo repitió en clase. Justo en ese momento las cosas se pusieron extrañas alrededor de Hermione. Los libros de escritura y lectura más avanzados de los otros niños siempre aparecían en las pequeñas manos de Hermione, cuando sus padres le obligaron a ponerse un horroroso vestido rosa, se convirtió en un vestido naranja su color favorito, cuando la profesora le regañaba se quedaba ronca de repente. Hermione finalmente aprendió a leer y escribir y con ello Hermione descubrió su primero y único amor la lectura.
Primero leyó todos los libros de su habitación, se aprendió de memoria Jack y las habichuelas mágicas y lo recitaba siempre que podía. Luego obligó a sus contentos padres a comprarle libros. Mas tarde, leyó todos los libros de la escuela. Finalmente comenzó leer sus manuales. La primera vez que Hermione la tonta levantó la mano para responder al profesor, fue la única y aceptó, todos se quedaron asombrados. Pronto se acostumbraron. Hermione cogió un gusto por responder a las preguntas antes que nadie interrumpiendo al profesor, cosa que también hacía para discutir con él cuando no estaba de acuerdo, era un modo totalmente inadecuado y contraproducente de aprender según sus profesores pero a ella le funcionaba. Empezó a imitar el habla de los adultos viendo las posibilidades de las nuevas palabras y como asombraban a todos. Cuando sus extrañas matemáticas que nadie hacía así siempre acertaban, ella se enorgullecía. La primera vez que ella contradijo a un profesor y llevó la razón, ella se sintió por encima de los demás, mas inteligente que ellos, superior a ellos. Determinó que quería sentirse así una y otra vez y haría cualquier cosa para conseguirlo.
Cuando los demás niños comenzaron a agruparse en pequeños grupos (eran una clase pequeña) según sus aficiones, gustos y amistades. Hermione se quedo sola y se sentía cada vez menos humana, ella era otra cosa. Ella intentó hacerse un hueco pero no puedo. Era malísima bailando y jugando al fútbol ( además de que era una chica), debido a sus problemas motrices y no le gustaba jugar a ser mayores (como podían desear ser mayores con el poder y la libertad de los niños frente a la opresión que veía en los ojos cansados de sus padres). Lo intentó con grupos mas pequeños. Las 2 super amigas no querían una tercera, ademas de que eran de miedo terminando las frases de la otra, jugó algo con el niño solitario que imaginaba mundos extraterrestres pero eran siempre las ideas del chico y el era siempre el general y ella la subordinada. Se convirtió en algo así como el fantasma de los grupos mirando a todos, no perteneciendo a ninguno. Lo que le encantaba era la guerra, allí ella podía brillar. A pesar de ser una clase tan pequeña o quizás por eso estaba fuertemente dividida y había muchos jefes para pocos subordinados así que de vez en cuando se rompía en dos bandos separados. Como no se hablaban entre ellos necesitaban un mensajero y Hermione era perfecta para el papel. O la peor para el papel. Hermione adoraba ser mensajera. Ella misma sabía que el papel no era realmente importante y que tal vez esto solo era un juego tonto o incluso que se reían de ella, pero no le importaba. Ella se sentía parte del grupo cuando iba y decía lo que había dicho el otro grupo, decía que les apoyaba y exageraba lo que decían los otros, en ese momento sentía poder, aunque solo fuera falso se sentía en la cima del mundo mundial.
Podíamos seguir hablando horas y horas de ella. De su miedo a que en realidad estaba muerta y ahora estaba soñando, de su miedo a que ella era malvada, de sus sueños de ser primera ministra (una buena ministra, no como Thatcher). Pero no es importante. Esto solo es la base de una persona y ya lo hemos expuesto. La base de la segunda mujer tras Morgana más famosa del mundo mágico, Hermione Jean Granger.
Nuestra historia comienza una mañana de Septiembre de 1990, en una pequeña ciudad de Cornualles, en una casa pequeña pero moderna que...
