Buenas buenas, aqui les dejo una nueva historia. hace mucho que no escribo, asi que espero que les guste porque me costo mucho animarme a escribir esta historia de mi cabecita..

Los personajes le pertenecen a Stephanie Meyer, la historia solo mia.


Las heridas se abrirán de nuevo...

Prefacio

No tenia por que volver. No había obligación

O sea… habían pasado 8 años.

Muchas cosas habían sucedido. Nada me obligaba a volver allí.

Claro que no.

Claro que si, Bellita, todo te obliga a volver a Forks.

¡Oh, cállate mente estúpida, no te das cuenta que esto es una conversación privada!

Mmm… ¿con quién?

¡CONMIGO MISMA!

Por supuesto.

Lo que faltaba, ahora estoy loca.

Mis amigos tenían razón nunca debería haber salido del departamento. Era un peligro para mi persona.

Quizá debería volver.

Todavía había tiempo. El vuelo ni siquiera había sido anunciado. La puerta estaba a solo dos pasos.

¡Sí! Eso haría. Me iría de allí. Haría de cuenta que nunca había recibido ninguna llamada.

¿Yo invitada a una boda? ¡Ja! Nop señores, se equivocaron de persona.

Ni que me gustaran las fiestas. Que ridiculez. Yo me fui de este aeropuerto. No sé que me pasó por la cabeza. Chau, chau. Adiós locuras de mi mente.

Estaba a solo dos pasos de conseguir mi libertad. De volver a la normalidad de mi vida en reclusión. Pero claro, no sé porque me sorprendía, siempre alguien tenía que aparecer y arruinarme los planes.

- ¿A dónde crees que vas, Isa? – dijo mi supuesto mejor amigo / enemigo

- Creo que la Quiaca me parece un lindo lugar para desaparecer de la faz de la tierra… - dije con aires pensativos ¿A dónde creería? - ¿Y tú?

- Ah… siempre tan graciosa. Tu vuelo ya se anunció, sale en media hora. ¿Emocionada de ver a tu familia, después de tanto tiempo?

- Y yo que pensé que me conocías. – Suspiré resignada, ya no lo iba a conseguir. Supuse que me estaba tomando el pelo, debido a la carcajada que largo a continuación.

Había conocido a Nahuel el día de la presentación de los becados para los programas de intercambio hacía 8 años atrás. Su familia me había adoptado como su hija a través del programa. Al principio, me daban miedo, eran raros.

Pero, al pasar el tiempo, entendí que eran un milagro. Nunca nadie me había tratado de esa manera. Como si realmente me quisieran. Y en esos 8 años nunca sentí la necesidad de volver a ver a mi familia biológica.

Hasta el momento de insensatez total, en el cual me dejé convencer por mis padres para que fuera al casamiento de Emmett, el hijo de mi madre biológica. No sé qué rayos me picó.

Antes de inscribirme en el Programa de Intercambio para una Integración Cultural Mundial, mi vida era un asco. Parecía ser sacada de la mejor tragedia griega pero con fecha contemporánea.

Quizás debería empezar por contar la historia desde el principio…


¿que dicen? ¿ les gusta?

bueno, haganmelo saber que me encanta

prometo subir el capitulo 1 esta semana

chauchis

xQx-abi-sara-xx