Tengo vagos recuerdos de aquella noche, lo cierto es que tampoco importa.
Escribo mi carta de suicidio, mi última canción.
Desde esa noche, Tom no está a mi lado.
Aún recuerdo la llamada.
FLASHBACK
-¿Bill? Soy Georg.
-¿Y...? ¿Qué coño quieres a las tres de la mañana?
-Bill... esque a Tom...
-¿¡A T-TOM, Q-QUÉ LE HA PASADO? -dije cada vez más asustado.
-Lo han asesinado...
Solté el movil, el cual se calló al suelo y se rompió en pedazos, pero ya no me importaba. No importaba nada. Sólo lloré y lloré hasta dormirme.
FIN FLASHBACK
Y ahora, estoy aquí, en el cementerio, llorando sobre tu tumba en este lluvioso día, escribiendo mi última canción, una que nadie más verá.
En mi cuaderno de hojas rotas, donde un pedazo de mi permanecerá. Permaneceran mis sentimientos, mis recuerdos, mi vida, que permanecerá en el olvido. Pero qué importa. Sin ti nada merece la pena.
Ya he terminado la canción. ¿Te gusta? Es para tí:
El amor es hermoso,
pero fugaz.
Es esa rosa que se marchita en tu mano
que de rosa pasa a negra,
y pierde los pétalos.
Esa rosa estuvo en mis manos,
pero se marchitó antes de tiempo.
Y hoy, estoy aquí,
en tierra santa,
rogándote regresar,
pero nunca lo harás.
No puedes escapar de sus brazos,
la parca te ha atrapado,
y a mi alma junto a ti.
Ahora, solo ruego correr hacia ella,
y que todo esto acabe.
Quiero que llegue el final,
el final de todo.
Aunque sé que nada mío se recordará,
qué importa, todo se olvidará
¿acaso importa si antes o después?
Mi vida es una sombría noche sin luna.
Desde que tu te fuiste, ya no iluminas mi vida.
Vuelve o llévame contigo.
De cualquier forma volveremos a estar juntos.
Recuerdo tus regalos,
un ramo de rosas rojas,
manchadas ahora por mis lágrimas de sangre.
No voy a esperar al final,
voy contigo, espérame.
Qué importa derramar más sangre,
qué importa derramar MI sangre,
si volveremos a vernos.
Juramos hasta que la muerte nos separe,
pero no nos separará.
tampoco las llamas del infierno.
Nuestro amor aún dura.
Y no le haré esperar.
Sólo tengo que decir mis últimas palabras:
'Allá voy, amor mío'
Adiós mundo, ya no volveré a cantar. Tom, espérame.
Cogí un cristal del suelo y corté, lo más hondo que pude. No me importaba el dolor.
En lo último que pensé, fue en tí, en tu hermoso rostro, que proto volvería a ver.
