A gritos de esperanza
Summary: Que harías si una sirena aparece en tu bañadera? Y si además hace meses sueñas con ella sin saber porque? Y simplemente te sonríe y de dice: "Vengo a hacerte feliz" UA- M&A
N/A: Mi 5to fan fic de RK… prometo seguir los otros también… pero ese de verdad necesitaba escribirlo… no tengo idea de donde salio, el otro día a la 1 de la mañana comencé a escribirlo y sin darme cuenta termine el primer cap y había penado gran parte de la historia! No se que les parecerá, es muy muy fantástico y muy muuy alterno, jajaja pero quería intentar algo así bien irreal. Será un Misao y Aoshi ( q últimamente se volvió mi pareja favorita para fics) pero también habrá participación de los demás personajes de RK. Esto la verdad es una especie de prueba, porque no imagino la reacción de los lectores… jeje veremos si hay algún review, y de eso dependerá que siga con este UA, denle una oportunidad!
Aclaraciones Narrativas:
Narración en 3era persona
-Diálogos-
Pensamientos
'Narración en primera persona por alguno de los personajes'
(Aclaraciones de la autora)
-----º-----º-----º----- Cambio de escena-----º-----º-----º-----
Capitulo I
Vengo a hacerte feliz
De la escuela a la casa, y de la casa a la escuela. La rutina no podía ser peor, y así ya llevaba casi cinco años. Desde que se había mudado su universo había cambiado. Las calles de Kyoto no le agradaban y mucho menos los que habitaban en ellas.
Amigos? Casi no conocía el significado de esa palabra. Sólo tenía compañeros de curso, algunos le hablaban, otros simplemente lo ignoraban, pero poco le importaba al joven de ojos azules quien seguía preguntándose el real motivo de su existencia.
No creía en el destino, pero si en que en nace con un objetivo, con algún motivo, porque todos jugamos algún papel más o menos importante en el mundo. Al menos eso le gustaba creer.
Y el amor? Tema intocable para el adolescente que transitaba una etapa difícil también en ese aspecto. No tenía amigos, pero si un primo que apreciaba muchísimo y era con la única persona de su edad con quien trataba… claro que los problemas llegaron cuando conoció a la novia de dicho pelirrojo a la que la palabra hermosa le quedaba chica. ¿Por qué justamente debía ser ella?
Maldito el día en que Kenshin lo invitó al cumpleaños de la joven quien era la hermana menor del mejor amigo del pelirrojo.
FLASH BACK
La decoración era perfecta, y la luces bien acomodadas daban al lugar un aspecto de ensueño casi irreal. Se notaba que se traba de una familia de dinero, la fiesta de los dieciocho años de su única hija debía ser única. Dos jóvenes conversaban en un murmullo mientras observaban un grupo de chica bailar en el centro del jardín.
-Es… esa de allí…-comentó un inquieto Kenshin refiriéndose a una de ellas.
Aoshi la buscaba con la vista sin poder identificarla, la descripción de su primo nunca había sido muy buena: "con una hermosa sonrisa, unos ojos tan profundos como el mismo océano, unos labios que te desesperas por besar" como esperaba que con esas palabras se diera cuenta a cual se refería? Suspira con cierta molestia ante el enamoramiento que atontaba a su primo.
-Pero no la veo…-respondió instantes después intentando dar con ella entre la multitud que bailaba en el espacioso jardín.
-La que lleva el moño azul-acotó Kenshin en un susurró antes de saludar a Sanosuke que se acercaba, según sabía Aoshi él era el hermano de la dichosa chica de la que Kenshin tanto hablaba, seguro que al ser su amigo tendría oportunidad.
-A quien observan tanto?-preguntó curioso viendo en la misma dirección que los muchacho, el ojiazul seguían intentando encontrarla, mientras Kenshin la veía perdido, embobado con cada cosa que ella hacía.
-Emhh… están aquí?-preguntó dándole un amistoso golpe en la cabeza al pelirrojo quien lo miró sobresaltado volviendo a la realidad.
-Perdona…-se excusa el muchacho de ojos violáceos. Luego de dudar un momento se acerca al castaño para confesarle lo que pasaba.
-Que? Kaoru?-se ríe sonoramente- Se nota que no la conoces bien… pero si estas seguro…-ve al otro asentir apremiante y un tanto ruborizado- Los presentaré.
Vieron al ojicafé alejarse hasta llegar donde el grupo de chicas que conversaban y bailaban, momentos después regresó con una de ellas del brazo, quien se quejaba por la prepotente actitud de su hermano mayor. Ahí fue cuando la vio por primera vez y nunca más pudo sacarla de su cabeza.
Tenía el cabello azul oscuro y brillante recogido con un moño en el mismo color, una musculosa rosada suelta con algunos brillos discretos y una falda corta que hacia juego con el resto de su atuendo. Su rostro iluminado por el maquillaje era simplemente el de una princesa, sus facciones, sus expresiones, su modo de hablar, todo era tan perfecto que parecía irreal. Ahora comprendía porque su primo estaba tan obsesionado con esa muchacha, que seguro tendría mas de un pretendiente.
Los saludo con cortesía y luego bailó un par de piezas con Kenshin quien se sentía en un sueño. Como lamentó Aoshi ese día haberse fijado en ella, sabía que era prohibida, porque pronto sería la novia de su primo a quien no pensaba traicionar por una mujer, aunque fuera la más bella del mundo.
FIN DEL FLASH BACK
Ya hacia un buen tiempo de esto, casi medio año, ellos se veían tan bien juntos… y el ojiazul no podía hacer más que observa r de lejos su felicidad, anhelándola, envidiándola, pero manteniéndose a un lado por temor a arruinarla. Ese era su amor platónico.
Había algo más, que lo perturbaba aquellos últimos meses de soledad, un sueño que se repetía cada noche despertándolo inquieto, sudoroso. Desde el comienzo era desesperante, pero cada vez se ponía peor hasta despertar, siempre antes de conocer el final.
Se preguntaba que significaba esa tira de difusas imágenes, si serían tal vez algún tipo de premonición, mensajes o simplemente un engaño de su mente desolada en un intento de llamar su atención.
Decidió ponerle fin a esto, esa maraña de extraños pensamientos debía desaparecer de una vez, y ahí fue cuando apareció ella. Justo cuando estada decidido a olvidarla se hizo real.
Tenía por costumbre darse una ducha antes de ir a dormir, eso además de refrescarlo le permití relajarse antes de entregarse al sueño nocturno. Sentado en la bañera, con el cuerpo desnudo completamente sumergido en el agua jabonosa, el muchacho meditaba con los ojos cerrados mientras las imágenes de sus sueños volvían a su mente intentando capturar algún nuevo detalle.
-¿Por qué… lloras?-preguntó para si frunciendo el cejo mientras se acercaba ya a las ultimas escenas.
Se sobresaltó al sentir que algo caía en el agua mojando repentinamente su rostro. Abrió los ojos con inquietud para encontrarse con una joven sobre el. No pudo verle el rostro ya que este estaba oculto en el hombro derecho del chico, abrazaba su cuello con determinación como si fuera a desaparecer tan repentinamente como había aparecido. Lo que más le llamó la atención fue el aroma que despedía, como a cerezos, cerezos en flor, fuera de estación porque aún era invierno.
Siguió su espalda con la vista hasta llegar a su cintura en la que comenzaba una…cola con escamas? Color azulada que terminaba en dos picos de forma dudosa, por un momento recordó a las sirenas de los libros que tanto le gustaba leer de pequeño, pero eso era un mito, una fantasía, algo francamente imposible.
Aunque una cosa quedaba clara, definitivamente no era humana.
Lentamente la joven separó su rostro para dedicarse a mirar al muchacho quien estaba más que sorprendió, ella sonrió y allí pudo reconocerla. ¿Nunca había notado el parecido que tenía con Kaoru? Sintió su corazón acelerarse y bombear más sangre de la debida que se acumuló en sus mejillas.
-Por fin nos conocemos personalmente-dijo simplemente sin borrar su sonrisa ni soltarse de su cuello, sus rostros estaban separados por escasos centímetros, pero el vapor de agua le impedía distinguir bien sus facciones. Sentía la respiración tibia salir de la boca de la muchacha que rozaba casi con una caricia sobre sus labios húmedos.
-Tu eres…-musitó él sin comprender absolutamente nada, tal vez se había dormido mientras se bañaba…
-Misao-contestó ella incorporándose un poco pero sin salir del agua.
-Apareces… en mis sueños…-susurró perdido en los ojos azules de la chica que parecían haberlo hechizado.
-Tranquilo, estoy aquí para ayudarte…-le acarició el rostro con dulzura, casi de forma maternal, para luego sentarse en el borde de la bañera, recién ahí Aoshi descubrió que llevaba una especie de sostén celeste que dejaba ver buena parte de sus pechos.
-No me mires así pervertido!-dijo molesta cubriéndose con los brazos al notar su mirada fija en ella.
-L-lo lamento…-agregó apenado, para luego recordar que el siquiera llevaba ropa, ella río y estiro su brazo para tomar la toalla que estaba colgada junto a la bañera y alcanzársela al joven quien estaba sonrojado por la situación comprometedora en que se hallaba con la desconocida.
-Prometo no espiarte-acotó ella dándole la espalda.
El adolescente se incorporó para luego cubrirse con la toalla y salir de la bañera tomando su ropa.
-Bien? Será mejor que también me vista-agregó para después dejar la vista fija en la nada. Sus ojos cambiaron a amarillos y su cuerpo despidió una fuerte luz blanquecina que lo cegó por un momento. Cuando pudo volver a verla su extraña aleta había desaparecido y en su lugar había dos delicadas piernas de las que solo podía ver por debajo de la rodilla ya que vestía una solera turquesa. Su cabello azulado estaba suelto cayendo a los lados de su rostro y llegándole hasta la cintura, lo tomo con cuidado haciéndolo a un lado.
-Te espero afuera-dijo con buen humor saliendo del baño y dándole unos instantes de privacidad en los que apresuradamente Aoshi se vistió.
Al salir la vio apoyada en la pared junto a la puerta esperando mientras tarareaba una canción que le resultó vagamente familiar, pero pensó que era su imaginación.
-Bien…-comentó haciendo que lo mirara- Me debes una explicación.
La muchacha asintió y tomo su mano guiándolo hasta su habitación, allí lo hizo sentarse sobre la cama desordenada, acomodándose ella su lado. Se preguntó como conocía el camino, pero ante tal extraña situación eso era lo de menos.
-Sabes quien soy no?-preguntó la chica viéndolo fijamente.
Él no se animo a dar ninguna respuesta, ya todo era demasiado paranormal como para entrar en más suposiciones. Ella suspiró en apariencia decepcionada.
-Bien, no sabes quien soy, pero si me recuerdas…verdad?
-Si… sueño contigo desde hacia un buen tiempo…-dijo con inseguridad.
-Si, verás… yo…bueno…-suspira algo incomoda por lo que debía decir, no había por donde comenzar y sentía algo de temor por su reacción. Volvió a su sonrisa habitual en un intento de parecer serena-Vengo a hacerte feliz
Continuara…
