~1.0 Amor a Primer Tropiezo

—Vamos Serena, dime ¿Porque ya no me hablas?—

—Porque me seguiré enamorando de algo que no podré tener—

Exacto esa soy yo, una niña perdida en sus sentimientos y que simplemente no se le declara a la persona que ama, pero todo empeora aún más.

—...Serena pero si somos amigos, te siento como una hermana y no haría eso con mi hermana—

Lo ven, ahora más que nunca detesto a este hombre, a este dulce chico de cabello azabache que me robo el corazón a primera vista. Ya no soporto verlo, ni siquiera oírlo.

Ahora lo único que puedo regalarles mientras ese idiota se va de mi casa es, contarles mi historia desde cero con él.

2 años y medio antes.

Nuestra historia comienza en Kalos, justo en pueblo Vaniville. Ese pequeño pueblo era mi hogar de nacimiento, también fue cede de una de las historias más tristes de mi vida.

Era un día como cualquier otro, yo era una pequeña niña de 11 años, me alistaba para ir a la primaria como de costumbre. Mi madre me llevó hasta allá y me despedí de ella.

El día ahí fue como los otros, solo apuntaba todo lo que estuviese en el pizarrón, también platicar de vez en cuando con mis mejores amigas: Shauna, Miette y Aria.

Entre nosotras cuatro hacíamos muchas cosas unidas y nunca nos peleábamos, siempre nos ayudábamos en lo que fuera y el día de hoy estaríamos en mi casa para ver una película. Curiosamente este día cae en viernes, por ello nuestra reunión.

Pasadas las clases, nos despedimos para vernos más al rato en mi casa esto a que ahora terminó siendo una pijama da.

Pasadas las 7 de la noche, me encontraba a lado de mi puerta esperando la llegada de mis amigas hasta que.

—Serena voy a tener que salir un momento, tengo que ir a visitar a nuestro nuevo vecino y no creo que quieras venir —dijo con el mismo tono alegre de siempre mi madre.

—No mamá, tengo que esperar a mis amigas, no tardan en llegar —respondí con satisfacción a mi madre.

—Muy bien, solo no hagan un alboroto hasta que yo llegue y Serena... Por favor no usen el karaoke hoy —después de su advertencia y que yo afirmara como niña educada, se fue a ver al nuevo vecino.

De verdad que tenía esa pisca de curiosidad por saber quién era ese nuevo vecino, pero recuerdo que no tardan en llegar mis amigas y se me pasa.

Después de que mi madre saliera por la puerta, Aria fue la primera en llegar, claramente empezamos a platicar ella y yo apenas en la espera de las demás. No pasados 15 minutos llegaron en conjunto Shauna y Miette y a partir de ahí comenzó la fiesta.

—Ya hay que ver la película Serena —me pidió de favor Miette.

—Claro pero ¿Cual vemos? —

—Qué te parece, "Hasta que te encuentre", esa película está hermosa —sugirió Aria mientras alzaba la mano derecha.

—Claro ¿Porque no? —

A partir de ahí subimos a mi habitación para poder disfrutar mejor de la película.

Fue una de las mejores decisiones, la cinta estaba hermosa y con un actor muy atractivo. Yo junto a mis amigas, no despegábamos los ojos de la tele.

Para este entonces todo era tranquilo hasta que sucedió aquel evento que cambiaría mi vida por siempre.

—Vamos ya no debes ocultar nada, entrégale la... —antes de terminar mi frase la luz se había ido en toda la casa.

—Serena, tengo miedo —dijo temerosa Shauna.

—Yo también Shauna —entonces abrasé a Shauna para relajarme y después llegó Aria junto a Miette para hacer lo mismo.

—Si nos quedamos juntas seguro y el miedo no se acerca —dijo con sabiduría Aria.

El afectuoso abrazo entre mis amigas y yo, nos mantuvo muy relajadas hasta que escuché un ruido proveniente de afuera, mi curiosidad me atrapó y me hice a un lado del abrazo.

— ¿A dónde vas Serena? —me preguntó espantada Miette.

—No te preocupes solo voy a ver qué es lo que se escuchó —

Mis amigas solo asintieron mientras que yo solo caminaba hacia mi ventana, iba pisando una que otra almohada por culpa de la poca luz, pero al fin llego hasta ella y miro por el cristal.

Todo el barrio se había quedado sin luz, eso me aterró cuando creí haber visto que mi mamá iba llegando a la casa. Esto porque vi una sombra que se acercaba hacia nuestra puerta.

Decidida me fui corriendo hasta la planta baja de la casa y así ir a abrazar a mi mamá pero mis amigas me gritaban — ¡Regresa Serena! ¡Note vayas! — y con mucha precisión salí corriendo de mi cuarto.

No podía mirar nada a más de lejos de mis manos, estaba completamente oscuro, pero mi terquedad fue más grande y seguí hasta llegar a las escaleras. Todo iba de maravilla cuando sin querer tropiezo con uno de mis pies y comienzo a caer por las escaleras. Llevaba una gran velocidad y los pasamanos estaban hechos de madera, me sentí aterrada en ese momento ya que antes de que terminaran las escaleras, había una pequeña curva y esta estaba hecha del mismo material que los pasamanos.

No podía sentir más terror que nunca, solo quería que viniera mi príncipe azul para salvarme, pero sabía que eso era imposible hasta que un gran grito anuncio mi salvación.

— ¡Serena! Te tengo —como era presa del terror, mis ojos estaban cerrados porque solo esperaba el impacto con la madera —vamos Serena relájate, no te ha pasado nada — ¡Espera! Esa no era la voz de mi madre, era sin dudas la de un hombre. ¿Mi padre? No, él no era y ni siquiera era su voz, ¿Entonces quién es?

Con lentitud abro mis ojos y me topo con un par de globos de color marrón y unas "Z" en las mejillas, además de portar una piel morena y un cabello color azabache.

—Serena no me preocupes, ¿Estas bien? —dijo con una voz tan dulce, mi única reacción fue un gran sonrojo y además que mi corazón no dejaba de latir —Serena por favor, no me hagas esto —ese chico está preocupado por mí y yo solo estoy en mis sueños húmedos, vamos Serena es hora de hablar.

—Es... Estoy bien, no me ha pasado nada —

— ¡Serena! —gritaron al unísono mis amigas.

— ¡Cariño! Vamos dime por favor que te encuentras bien —el semblante de mi madre era demasiado diferente, a leguas se notaba que estaba muy aterrada como si tuviera miedo de que algo me pasase.

—Si mamá, estoy bien no te preocupes —al terminar mi frase, como si de magia se tratase, la luz volvió y mi madre no dudo en prender las luces.

Ahora que tenía un mejor panorama mis ilusiones con aquel chico, salvador mío, eran más grandes. Ahora podía verlo a detalle y no cabe duda que era muy atractivo y su voz era la mejor¹.

—Gracias a los cielos, te agradezco mucho Ash por haberme ayudado —de tantos nombres que yo comenzaba a poner en una lista para intentar adivinar cuál era su nombre, Ash ni al último llegaba.

Ahora con mayor razón es único este chico; es atractivo, tiene una hermosa voz, es amable y bondadoso y lo mejor de todo, el será mi vecino de por vida.

«Nota del autor: La voz con la que estamos trabajando no es la de Miguel Ángel Leal, sino con la de Gabo Ramos, para que así tenga más coherencia con lo de la voz»

—No tienes nada que agradecerme, para eso estamos los vecinos —

—De todos modos, eres grande amigo, no cualquiera la hubiera salvado de esa forma y... Y seguir cargándola —con mucha vergüenza, Ash comenzaba a bajarme de sus brazos, sabiendo que yo realmente aun quería estar con él.

—Lamento eso —

—No tienes nada que lamentar, de no haber sido por ti no sé qué hubiera pasado —

—Tal vez haberse abierto el cráneo y estar con la necesidad de unas puntadas por la gran abertura que hubiese en la cabeza —fueron las palabras alentadoras de Aria hacia mi madre.

—Veo que alguien sabe perfectamente cómo van a ser las cosas, no cabe duda que hay una futura detective —gracias al comentario de Ash, Aria solo grito de la emoción.

—Vamos cálmate genio —dijo Miette.

—Puede y él tenga razón —apoyo la tímida de Shauna.

—No importa, bueno Grace fue un gusto y cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme —

—Claro no hay problema —entonces puedo apreciar que Ash camina lentamente hacia la puerta dejándome atrás y no dude ni dos veces en hacer una acción definitiva.

— ¡Oye! —fue todo lo que pude gritar ya que me sentí demasiado tímida al momento que el volteo a verme.

— Si Serena ¿Sucede algo? —puse mis manos atrás de mí y comencé a mover mi pie izquierdo mientras pensaba claramente las cosas. ¿Que podía decirle? El tiempo se agotaba y él no iba a esperarme por siempre, vamos Serena piensa en algo inteligente.

— ¿Cuál es tu nombre? — ¿Debes estar bromeando? Dije algo inteligente, no algo que ya sabes... ¡Espera! Comenzó a sonreír, ahora se está acercando, mi corazón late más que nunca.

Ash al haber llegado conmigo solo pone la palma de su mano en mi cabeza y con delicadeza la frota, ahora solo se pone de cuclillas quedando a mí misma altura y con voz dulce responde.

—Mi nombre es Ash Ketchum, pero solo dime Ash y si también te lo preguntas, vengo de Pueblo Paleta, en Kanto —quede maravillada con la simpleza con la que me dio su respuesta, el sin duda alguna es el chico que cualquier chica busca.

— Bueno Serena, dile adiós a Ash que debe descansar después de un largo y agotador viaje ¿No es así Ash? —comentó mi madre para separarme de Ash.

El solo afirmó y separó su mano de mi cabeza y comenzó a alejarse de mí. De verdad que empezaba a sentirme triste, aun sabiendo que apenas lo conocí. Cuando Ash cruzó la puerta dio media vuelta y se despidió de todas nosotras.

—Serena, Ash es tu hermano mayor —dijo mi madre con serie... ¡Espera! ¡¿Que acaba de decir?!

— ¡Kyaaaa! —cuando menos me di cuenta solté un grito muy grande que espanto hasta a los perros.

—No es cierto Serena, solo quería confirmar algo — ¿En qué tipo de cosas piensa mi mamá como para meterme en sus deducciones?

—Señora Grace, es más que obvio que Serena le puso el ojo al nuevo vecino Ash —dijo directamente y sin rodeos Aria.

— ¿Pero qué clase de tonterías dices Aria? —comente intentando negar lo innegable.

—Vamos hija no dejaste nada a la ilusión de la forma en que mirabas a Ash, además que parecía que no querías soltar a Ash —me dijo mi madre mientras se acercaba a mí —quien lo diría mi pequeña ya tiene su primer amor platónico —

— ¡Espera un momento mamá! ¿Qué es un amor platónico? —era sin dudas mi curiosidad por saber lo que eso significaba.

—Yo se esa, un amor platónico es una relación que no se puede llevar acabo, es solo una ilusión —respondió a mi duda lo que no perece ser Shauna tan animada.

—Un amor que no se puede cumplir, ¿Estás diciéndome que no puedo lograr nada con Ash mamá? —

—No es que no puedas lograrlo, sino que es algo raro o sería algo raro, ya que tú eres una niña de 11 años y el un adolescente de 16, a eso se le llamaría... —como si se tratase de algo extraño o malo, mi madre cayó boca.

— ¿Como si se tratase de que mamá? —

— Como si se tratase de "pedofilia", eso significa que tacharían a Ash como un psicópata, además aun eres una niña y esto puede tratarse de un amor infantil —será que tenga razón mi mamá, solo será un amor infantil.

—Pero la verdadera pregunta es: podrá tiro al blanco cruzar el cañón a tiempo —dijo alegrando el momento Miette.

De momento todos comenzamos a reír, y como si de cenizas se trataran, nuestra charla sobre Ash se fue volando en mil pedazos.

Continuamos viendo la película mis amigas y yo, solo que ahora mi madre es la que nos acompañaba. Es curioso, no podía dejar de pensar en ese chico, no dejaba de rondar por mi cabeza ese nombre, sus ojos, su cabello y sobre todo, su inigualable voz, pareciera de actor de doblaje².

Cuando la película terminó, mi madre subió un poco de leche y unas galletas para cenar, fue delicioso y más en compañía de mis amigas. Fue gracioso como Miette y Aria se peleaban por quien era mejor, también fue gracioso como Shauna bailó "La Macarena".

Todo ese rato fue inigualable hasta que llegó la hora de dormir, Sauna, Miette y Aria, durmieron justo a un lado de mi además que mi madre estaba acostada aun lado mío. En cambio yo... No dejaba de pensar en ese chico Ash, es fabuloso sentir que alguien te empieza a gustar, pero me siento mal el saber que todos están en contra de mis decisiones, pienso yo que tal vez Ash algun día llegue a sentir lo mismo que yo, o simplemente tal vez, tengan razón.

~1.1

—Oye enserio, no te enojes, no es mi culpa que... —vaya hemos regresado al tiempo actual, no importa solo abriré mi puerta y sacare a ese patán de mi casa.

— ¡¿Que no es tu culpa?! Ash tu sabes que te aprecio, sabes que te quiero bastante y luego intento abrir mi corazón a algo más y tú solo me escupes en la cara —

—Serena yo jamás me he comportado así, y no sé porque lo dices —no pude soportarlo así que tendré que hablar.

—Dices que no, pero yo sé que sí, tu solo te acostaste con esa mujer que... —antes de terminar Ash tomo mis hombros y yo intente zafarme.

—Vamos Serena reacciona yo no te pertenezco, tengo el derecho de acostarme con quien a mí me plazca —

—Idiota, si es así aléjate de mí, no te quiero cerca y jamás quiero que te me acerques — entonces pude zafarme y comencé a golpear su pecho para sacarlo de mi casa.

Ya no puedo más, quiero alejarlo más o por completo de mi vida, pero no encuentro como hacerlo ya que en verdad lo amo.

—Serena vamos cálmate —

—No puedo calmarme con el hecho que tú me quieres lejos de ti —

—Serena no te quiero lejos de mí —

—Si no me quisieras lejos de ti, me darías la oportunidad de ser la mujer indicada —un momento, bajo la cabeza y se nota la mirada perdida como si estuviese pensando en algo.

«Nota del autor: Amo la voz de Gabo, por ello la referencia acerca de él»

Eso me recuerda cuando me enteré que realmente lo amaba.

Todo comenzó días después de que lo conociera, ese día estaba en la casa de Aria ya que mi madre aún no salía de trabajar y no alcanzó a ir por mí a la escuela. Mi madre llamó a la casa de Aria avisando que mandaría a alguien para recogerme, no dijo quien, solo que lo iba a mandar.

En lo que yo esperaba a la llegada de esa persona, solo admiraba como era la vida en la casa de mi amiga Aria, ya que ellos no tenían un hogar común y corriente, su casa era solamente un café/internet. Era gracioso verlos ya que todos tenían una cualidad única, pero luego eran un poco torpes, sobre todo Aria.

Era agradable estar en ese lugar pero de la nada comenzó a llover, algo que se me hizo gracioso es que se me hizo cada vez más agradable estar en la casa de Aria.

—Aria no quieres hacer la tarea de una vez, ya que me estoy aburriendo —le comenté a mi amiga para que no hiciera esto yo sola.

—Claro, comencemos de una vez —sacando nuestras libretas, comenzamos a hacer nuestros deberes escolares.

Afortunadamente solo teníamos una tarea, pero por desgracia se trataba de Matemáticas. Esa materia es la que más aborrezco.

—Te digo que es una división, mira dice que debemos repartir todo entre los 27 niños —

— ¿Enserio? Hay es que no entiendo las matemáticas —dije frustrada de algo que en verdad me revienta la cabeza.

—Por supuesto, mira se supone es una división de 3 cifras entonces quedaría así; 142 entre 27 que daría un resultado de… no tengo ni idea —nota mental, nunca dejar mi vida a cargo de Aria.

Como no soporte comencé a topar mi cabeza una y otra vez en mi libro, era demasiado ella no sabe el resultado, yo no sé el resultado ¿Quién demonios sabe el resultado?

—El resultado es 5,259, por si se lo preguntan —dijo con satisfacción una voz peculiar, para ver de quien se trata dejo de golpearme sola.

— ¡Ash! —gritamos al unísono Aria y yo.

—Vamos no hay de que sorprenderse, es más estoy impresionado que sean tan responsables —no pude evitar el sonrojarme un poco por el halago que nos dio Ash.

—Pero te sorprenderías más cuando sepas que Serena fue la de la iniciativa —dijo con voz insinuante Aria mientras me golpeaba el brazo con su hombro.

—Vaya que me sorprende. Bueno Serena ya guarda tus cosas que debemos irnos —oye me quiere llevar con él, eso es grandioso.

— ¿Por qué te la llevas tu Ash? —preguntó Aria interrumpiendo mis ilusiones.

—Pues su madre me pidió de favor que fuera a recoger a Serena a la escuela, no me cuesta nada aunque me dijo desde temprano pero no pude llegar por ti Serena ya que debía de terminar de arreglar algunas cosas en mi escuela —

—No te preocupes Ash, que bueno ya estás aquí —respondí con algo de pena.

—Bueno de todos modos ya hay que irnos aunque (…), está lloviendo demasiado, no creo eso sea un problema, solo hay que tomar un taxi —mientras él hablaba, yo metía mis cosas a mi mochila con desesperación hasta que terminé.

—Bueno Aria nos vemos mañana en la escuela —como era de esperarse ella me correspondió la despedida.

Ash tomó de mi mano y se despidio, me sentí muy bien cuando Ash me toco la mano, pero me sentí avergonzada. Al salir de la casa de Aria la lluvia nos empapo un poco hasta que Ash detuvo un taxi.

Mientras yo subia primero el tomó de mi mochila y subio después que yo. Una vez ahí Ash saca de su pantalon lo que parece ser su celular, yo no miro para ser discreta. Me sentía comoda dentro de ese taxi aunque la lluvia me hacia sentir mucho frio.

Algo gracioso es que en la mañana que me estaba alistando para la escuela, habia bastante sol y yo decidi no llevarme el sueter del uniforme, pero ahora veo que debí habermelo llevado, ya que, los errores nos hacen humanos...

—Toma pontela, no quiero que pesques un resfriado y tu madre me culpe por eso —Ash me brindó su sudadera azul que llevaba puesta, además que me regalo una tierna sonrisa y yo... Yo correspondí su sonrisa con otra.

El transcurso del viaje fue corto y barato, Ash me bajó del vehículo como si de una princesa se tratase y luego tomo de mi mano, otra vez.

Ambos caminamos a la puerta de mi casa y esperé a que... Un momento, ¡Olvidé mis llaves adentro!

—Serena parece que el frío no te asienta o que, estas mas palida que antes —dijo Ash inoscente.

—Es que olvidé mis llaves adentro —al terminar mi comentario Ash parecia no haber sido afectado, solo me miraba.

—Tal parece que no hay de otra, tendremos que ir a mi casa, ya que tu madre no me dio llaves, bueno que se le hace —entonces tomo nuevamente mi mano y caminamos hasta su casa, que si bien, esta ubicada unos metros a la derecha de la mia, 15 metros para ser exactos.

El transcurso fue rapido, pero algo mojado ya que seguia lloviendo. Fue divertido caminar a su lado ya que cuenta anecdotas muy graciosas y si no es eso, bien te cuenta un buen chiste. Asi mismo llegamos a su casa, en la cual deberia estar su... Espera, ¿Tiene madre?

— ¿Oye Ash, vives con tu madre? —fueron las palabras que salieron de mi boca.

—Con mi madre... No, vivo solo, mi madre está en Kanto pero tuve una beca que repercutía venir hasta aca y por ello llegué a vivir aqui, ademas que mi madre le gusta mas Kanto y solo me apoyo con la compra de esta casa.

—Espera, la compraste —exclame asombrada, ya que solo creía que la rentaba.

—Si, mi madre es dueña de una tienda pokémon y un restaurant, que si bien, es el sustento mas grande de nosotros, por ello logró comprar esta casa, solo que si me caso, debo de regresar a Kanto, ya que no es tal cual mi casa.

Mi mente loca comenzó a trabajar en algo muy raro, como yo viajando con Ash tal como marido y mujer. Pero tuve que quitar esos pensamientos y seguir con Ash.

Sin decir nada, Ash abrió la puerta y entramos pero escuché un pequeño y peculiar sonido, algo así como un "achu". Volteo a ver a Ash quien estaba colgando sus llaves y noto que su nariz comienza a tornarse un poco roja.

— ¿Te encuentras bien Ash? —le pregunté ya que su salud me interesaba.

—Claro no te preocupes, solo fue un pequeño estornudo —entonces se rasca un poco la nariz y procede a prender las luces.

La iluminación era algo que sin dudas hacia falta en ese lugar, pero no cabe duda que al prenderse los focos, pude observar a detalle la casa de Ash y que me soprendió lo grande y comoda que era, para ser una casa de estadía, es demasiado lujosa y... ¿Limpia?

Si bien mi padre siendo un hombre, es algo sucio y desordenado y es algo que tanto a mi y a mi madre, no choca demasiado, pero se nota que Ash es muy limpio, ya que su casa está en perfecto estado y más que recientemente se mudó, y una casa después de una mudanza es muy difícil de limpiar.

—Pareciera que viste un fantasma, ¿Te encuentras bien Serena? —me preguntó entre mis pensamientos Ash, por ello los hago a un lado y le pongo más atención.

—Claro que estoy bien, solo veía un poco tu casa y es muy bonita.

—Muchas gracias Serena, bueno dime Serena ¿Tienes hambre? Es que tu madre me dijo que llegaría hasta muy tarde y lo más probable es que no tarda en llamar a mi... —entonces el sonido del telefono lo interrumpio— ves, ahí está.

No pude evitar sacar una sonrisa y ver como Ash se acercaba al telefono, al llegar descuelga este.

—Hola, residencia Ketchum... Hola Grace, verás acabamos de llegar... Si se que me dijiste desde temprano pero tuve que arreglar unos papeles hasta tarde y por ello tardé, pero está ya sana y salva en mi casa... Que porque no estamos en tu casa, es que a Serena se le olvidaron sus llaves y tu no me diste ninguna, pero no hay problema que ella este aquí, es mas, asi podemos conocernos mejor —un fuerte rubor me invadió por su comentario, así que para que no se diera cuenta, decido darme media vuelta y seguir explorando la casa— entonces te la paso, Serena quiere hablar contigo tu mamá —me dijo en voz leve Ash.

No tardando me apresuro para llegar y comenzar a recibir alguna orden de mi mamá :v

—Hola mami.

—Hola hija, ya me conto todo Ash, ¿Estas comoda en su casa? Pero que barbaridades digo, como no lo vas a estar, si es su casa.

— ¡Mamá! No digas esas cosas, pero si, estoy comoda.

—Bueno pues acomodate más ya que llegaré tarde y no voy a poder encontrarte despierta y tu padre sigue en Hoenn, asi que no podrá ni él ir por ti.

—Por supuesto madre, no hay problema además Ash muy generoso —para eso Ash me regaló una tierna sonrisa de halago.

—Pero espero y no vayas a querer generosidad extrema —ahora no solo me hizo un rubor, me puse roja como un tomate ya que entendí a lo que se refería.

Ya para no alargar la platica, decidí colgar de una vez solo aue despidiendome de mi madre troll.

Cuando menos me di cuenta, Ash tomo la asa de mi mochila y me la quitó para así guardarla. Me dijo que prepararía algo de comer, mientras que yo solo me quite su chamarra y tomé asiento en la sala, quise prender el televisor pero me sentía un poco apenada y mejor decidi recostarme un poco y pensar.

Al pasar el rato, Ash llegó conmigo a decirme que ya estaba preparado, me levanté y me lavé las manos para comer. Fue una comida sencilla, pero deliciosa, además de estar alado de una persona muy especial.

—Dime Serena, ¿Tienes mas tarea? —preguntó haciendo a un lado su tazon de comida, a lo que yo negué con la cabeza.

—El resultado que nos diste a Aria y a mí, fue el ultimo para terminarla y pues, ya no tengo nada que hacer —entrgandole una sonrisa, Ash me la devuelve y me dice que iba a recostarse un rato, ya que había tenido un día muy largo.

Cuando subió las escaleras, solo volví a mi lugar en el sofá por un momento, solo hasta que el aburrimiento me invadió. Inmediatamente salí del sofá y busque algo que hacer y recordé los platos, así me acerqué a su cocina y observe que tenía varios trastes sin lavar, cosa que me hizo sentir bien, asi ya no me sentiría tan aburrida.

Me acerqué y comencé, lo hice en silencio, pero lo hice. Lavando los trastes, comenzaba a imaginar muchas cosas, algo curioso de mi es que soy de mente abierta, osea, estoy abierto a imaginar muchas cosas.

En mi mente, solo imaginaba estar en un prado, sintiendo la brisa del lugar y un sol nutritivo, yo me entregaba a el pero algo me tocaba, entonces abrí mis ojos y era él, era Ash.

Mis iluciones terminaron ya que había terminado los deberes de Ash, asi mismo, subo las escaleras para visitarlo un poco...

—Me vas a hacer sentir mal de no haberlo hecho yo —escuché su dulce voz a lo lejos, en su habitación.

—No hay problema Ash, estaba algo aburrida —entonces ríe un poco y observé que estaba acostado, de lado contrario a mi para ser exactos.

Caminé hasta él y al no voltear para verme, me dejó con una pisca de curiosidad, un curiosidad unica. Para este entonces quise tocarlo pero comenzó a toser, fueron muy fuertes sus gemidos después de esto.

Para cuando terminó, giro hacia mi y pude verlo, su cara, sus facciones, sus ojos. Todo indicaba que esta en estos momentos, resfriado.

—No te vayas a preocupar, solo me quise sentir un poco mal, pero todo esta bien —sus palabras estaban muy entre cortadas, tenía que verificar si realmente estaba enfermo.

—Pero Ash, se nota que no estas bien, ¿Tienes algún termo-metro? —le pregunté para así saberlo, aunque, desafortunadamente dijo que no.

No sabía que hacer y Ash, parecía estar muriendo pero no sabía a leguas si realmente estaba mal o solo estaba jugando. Para esto decidí hacer un acto decisivo.

Lo recosté nuevamente y acercando mi frente a la suya lentamente, Ash me mira fijamente, acto que me ruborizo, pero no tenía tiempo para eso. Al contacto con nuestras frentes, noté que si, realmente estaba enfermo pero solo temporal, solo debía dormir.

— ¿Entonces enfermera, estoy bien o mal? —dijo con gracia Ash.

—De hecho estas bien, solo un resfriado pasajero, solo debes dormir un poco —para esto yo ya estaba lejos de su frente pero Ash tomo de mis manos y dijo unas palabras, unas hermosas palabras que me hicieron enamorarme de él.

—Ven entonces Serenita, no me dejes dormir solo pequeña enfermera —con ello me marcó como su "Serenita" y para mi fue "Ashito", unas palabras de cariño que no olvidaré.

Para cuando terminó su frase, me hizo acostarme con él y después me abrazó pasando su brazo sobre mi cintura, luego de eso me acercó a él. Me sentí nerviosa, pero mejor me acurruque en sus brazos y acomodé mi cabeza por dentro de su cuello.

Claro que mi madre llegó y nos separó, pero fue hasta después. Pero de esas palabras, esa enfermedad, ese momento, fueron el inicio de muchas de nuestras historias.

Bueno amigos, llegamos al final de este primer episodio de un nuevo fic que estoy haciendo, Amourshipping, pero nuevo.

Este es un fic más tierno, mas inocente y que, aunque si involucra palabras como, "te la cogiste", no haré ningún momento de esos, todo será inoscente :3

Otro punto a recalcar es que este fic será una pequeña serie, por hay así d capítulos, puede y se me escape el 8vo pero lo dudo, tampoco se olviden de dejar su reviews o comentarios.

Para los que siguen mis fics, en el episodio siguiente de "Mi verdadero Amor", traeré el calendario de estrenos de mis futuros proyectos, espero y me puedan acompañar en estas aventuras ;)

Cuidense y bendiciones.