Soul eater no me pertenece.

Esta historia transcurre en un universo alterno (AU)

Disfruten la lectura.


—Recuerden portarse bien, no le den mucho trabajo a su padre.— La pelinegra se acercó a la mayor de los niños para mirarla fijamente.— Cualquier cosa me avisas, tienes mi número en marcado rápido.—Abrazó a sus dos pequeños, no le agradaban los fines de semana.— Los quiero mucho y los extrañare demasiado.

—Promete que no harás nada divertido en casa mientras no estemos.—

—Es una promesa, ustedes diviertanse.—

Regalándoles una sonrisa llena de amabilidad, como las que siempre adornaban su rostro en su juventud, tocó el timbre del pequeño departamento frente a ellos. No pasaron ni dos minutos para que un hombre de cabello azul abriera, aunque ya era un hombre, muchos de los rasgos de su adolescencia seguían presentes, como la mirada llena de confianza que solo perdía en situaciones específicas.

Abrió sus brazos para que ambos infantes se acercaran, Angela fue la primera en abrazarlo, seguida por Dark, el menor de los hermanos. Tsubaki los veía un poco alejada, en el momento en que su mirada se encontró con la de Black Star simplemente desvió la vista y le entregó las mochilas de sus hijos.

—Su ropa está en las mochilas, Angela trajo unos juegos de mesa para entretenerse. No dejes que se queden despiertos hasta tan tarde y tienen tareas para el Lunes.— Le rompía el corazón tener que dejar a sus pequeños ahí, sabía que no estarían solos, pero no le gustaba la situación a la que se tenían que enfrentar tan pequeños.

—No te preocupes, además de que cierto pequeño sabe que no podrá quedarse viendo caricaturas hasta tan tarde de nuevo.— Haciendo el ambiente más ligero, el mayor tomó a su hijo menor y le hizo cosquillas.

—Si llega a suceder algo llamame, no me lo tienes que ocultar.— Fue su última advertencia antes de despedirse de sus hijos e irse, dejando a Black aún en la puerta observando su marcha.

Se giró a ver a los infantes, intentando ignoran el sentimiento de pérdida que siempre aparecía los días Viernes por la tarde. Angela ya tenía nueve años y Dark cuatro, podría parecer no tan complicado cuidarlos, pero cuando se lo proponían, esos niños sacaban la personalidad de su progenitor y ponían todo su departamento de cabeza. Por eso les regaló una sonrisa que mostraba que él llevaba las riendas en esa casa, no dejaría que ellos lo sacaran de quicio, esta vez no.

—¿Cómo se portaron esta semana? ¿Extrañaron a su padre?— Los infantes solo rieron y asintieron antes de salir corriendo para que él los atrapara. Estaba bien que él fuera profesor de acondicionamiento físico, pero trabajaba de Lunes a Viernes y quería descansar, no salir corriendo tras sus hijos. Aún así no se quejó y los atrapó más rápido de lo que el menor hubiera querido.

Tsubaki se dirigía hacia el bufete de abogados en que su mejor amiga trabajaba, dejando atrás el departamento que en su juventud había compartido con quien creyó sería el hombre de su vida. Negó con la cabeza para alejar esos pensamientos, no quería ponerse a llorar en medio de la calle, debía pensar en que las cosas habían salido lo suficientemente bien como para que sus hijos lo siguieran viendo.

Al entrar al gran edificio solo pudo sentirse pequeña, no entendía cómo a Maka le podía gustar estar ahí, era un lugar tan inmenso que siempre debía pedir indicaciones para llegar a la oficina de la peliceniza.

Lo primero que vio al entrar a la oficina fue una gran cantidad de papeles sobre el escritorio, mientras se iba acercando, se dio cuenta que detrás de esa montaña de documentos se encontraba la persona que buscaba. Maka Albarn levantó la mirada del papeleo para regalarle una radiante sonrisa, la chica se paró para abrazar a su amiga, dejando al descubierto su vientre que ya mostraba los cuatro meses de embarazo.

—Maka ¿No deberías ya estar en casa? Ya sabes que no debes exigirte mucho por el bebe.— Fue lo primero que dijo la pelinegra al ver a su amiga tan campante y aún en su oficina.

—Sabes que nada me puede impedir cumplir con mi deber Tsubaki.— Respondió alegre, aunque su rostro mostró un deje de tristeza después. —Además ya no participo en los juicios y Soul ya no me dejara trabajar en cuanto cumpla los cinco meses. No entiendo como lo hiciste tu con Dark, me aburro en casa.— La mujer solo pudo soltar una ligera risita ante las palabras de su amiga.

—Lo hace porque te quiere, estoy segura que encontrarás algo que hacer en casa.— Le resto importancia, no quería atacar a su amiga de inmediato con su problema. Pero Maka era lista, sabía que Tsubaki no estaba ahí precisamente para alentarla en la maternidad.

—¿Aún no cambias de parecer?— Se atrevió a preguntar la de ojos olivo, un tanto nerviosa por la respuesta de su amiga, no quería tener que tomar un bando.

—No, Maka. No cambiare de parecer nunca, haría falta un milagro para que cambiara mi decisión.— Con el ceño fruncido y los brazos cruzados, Tsubaki se veía mucho más madura y distaba mucho de la pelinegra adolescente que una vez conoció.

—En ese caso, te debo decir que yo no podré ser tu representante legal.— Ante el cambio de actitud que la ojiazul presentó, ella decidió aclarar todo. —Tu y Black son miembros de mi familia, no sería muy ético que los atendiera luego de que ambos me lo pidieran con solo unos minutos de diferencias. Además, ya no me dejan participar en juicios y no creos que quieras esperar hasta que nazca Daniel ¿O si?—

Eso no estaba en sus planes, no quería que sus amigos se sintieran en la obligación de elegir a quien ayudar. Iba a hablar para disculparse con Maka, cuando ella se adelanto:

—Te daré tarjetas de los mejores abogados con los que trabajo, le daré las mismas tarjetas a Black, así ustedes podrán ver a quién eligen.— Le sonrió, ignorante del sentir mal de su amiga. —Me acompañas, Soul me debe estar esperando. Desde que supo que estoy embarazada no me deja irme sola a casa.—

La camelia solo asintió, sería un largo camino para recorrer y aprender a estar sola. Hace tres meses todo parecía diferente, pero las cosas cambian y ella debía velar por sus hijos también.


¿Y, qué tal? Aún no tengo el segundo cap escrito, pero intentaré actualizar tan pronto tenga tiempo.