Hola! Esta es mi primer historia, un one-shot. Estoy nerviosa, ojala les guste.
Disclaimier: los personajes no son mios. Dadle el credito a Jo.R
Fue en un día de lluvia…
Las nubes grisáceas que amenazaban con desahogarse en cualquier momento, cubrían el cielo apacible y sencillo de Londres como siempre. Los charcos por las calles y las pequeñas y abundantes lagunas estancadas en las avenidas mostraban que había llovido y que sin duda seguiría haciéndolo.
Las personas que transitaban por ahí, llevaban un paraguas para cualquier emergencia y eran en repetidas ocasiones, salpicadas por los autos que pasaban y que sin querer cometían lo que para los peatones era un delito, y que los cogía tan desprevenidos, que nunca reaccionaban a tiempo para alcanzar a cubrir sus ropas con la dichosa sombrilla. Y que esta solo les serbia (aunque así debía de ser) para no mojarse con la lluvia que se veía que en cualquier momento comenzaría de nuevo su travesía.
Casualmente y para capricho del destino, Hermione granger caminaba por la acera apresuradamente y enfurruñada por su retraso que no se dio cuenta cuando un auto se cruzo frente a ella y la baño de agua sucia manchándole todo su conjunto de ropa y para colmo su recién aplacado cabello, que ahora se esponjaba más rápido que la levadura para pan.
Con la boca tan abierta como le era posible y con los ojos desorbitados se volteo a ver la causa de su desgracia que "curiosamente" se estacionaba en una local de café como caído del cielo que se hallaba imponente frente a sus narices dispuesto a calmar los temblores de hipotermia recién adquiridos de la castaña.
La figura masculina que bajo del flamante deportivo se le hizo tremendamente familiar, y tuvo que ahogar un grito cuando distinguió el rostro pálido y aristocrático de su verdugo.
Draco Malfoy bajaba de su auto con envidiable calma mientras que como por instinto volteaba donde se encontraba parada nuestra ahora-pelos-de-escoba-amiga. Y el otro, víctima de la sorpresa no pudo más que abrió sus ojos tan desmesuradamente que creyó que se le saldrían de sus orbitas. Y es que no era para menos, ahí frente a él, se encontraba Granger igual de sorprendida y empapada hasta los huesos, con el cabello esponjado y escurriendo que parecía una leona. Sonrió con ironía para sus adentros, y contrario de lo que ella y ni el mismo se esperaba, camino con paso firme hacia ella.
-Granger…estas bien? – le formulo a una Hermione temblorosa y con la quijada desencajada que aun no salía de su estupor y que en respuesta murmuro un apenas audible…Malfoy… demasiado azorada para poder decir otra cosa.
Draco se paso la mano por el cabello exasperado ¿Pero que le pasaba a esta chica?
-Eh… Granger, Yuju…ey! – veía como su propia mano se movía en torno a los ojos de Granger, pero nada, era en vano.
Por otro lado Hermione pensaba que había muerto. Tanto así de mala era su suerte? Acaso su karma estaba tan mal, que tenía que encontrarse precisamente a Malfoy, que por cierto tenía más de un año que no lo veía, pero y además que hacia malfoy vestido de muggle, conduciendo en un auto muggle y caminando hacia ella con terrorífica pasividad y determinación?, esto era improbable. Esperaba de el indiferencia, tal vez un par de insultos, pero esto no! El infierno se había congelado o qué?, seguramente seguía dormida en su mullida cama mientras se le hacía todavía más tarde, si eso debía ser. Además no había otra explicación lógica que validara el asunto.
Vio como una mano pálida y grande se movía frente a sus ojos y como una voz se escuchaba desde un eco a un murmullo, hasta que un grito la hizo saltar.
El rubio estaba desesperado, tuvo que gritarle para ver si reaccionaba y vio como dio un salto y volteaba sus ojos con confusión para luego clavarse en el en una clara mirada interrogante.
-Valla Granger, ya se me hacía que no volvías – el Huron la miraba burlón y entonces ella pareció despertar y le devolvió la mirada furiosa.
- Se puede saber porque me mojaste toda Huron! – Hermione estaba histérica, pero porque a mi porque a mí, se repetía una y mil veces.
-tranquila… no es para tanto, tampoco estas tan…mojada – dijo esto último en un tono temeroso e inseguro, viendo como ella le lanzaba dagas con lo que tenía por ojos.
-Que no es para tanto! Mira como me has dejado Malfoy, Te parece poco? Y luego me pides tranquilidad, pero en qué mundo vives!
-Hey hey calma, pero que te pasa Granger yo solo… espera, yo a ti no te tengo por qué dar explicaciones, para empezar tú te atravesaste en mi camino, tú tienes la culpa!
-Y yo como cojones iba a saber que eras tú!, además tú fuiste el que se atravesó y casi me atropellas Huron! – Hermione prácticamente ya estaba saltando, y revolviéndose el cabello histérica.
-No seas exagerada!, que yo solo pase y no fui mi culpa que tu estuvieras ahí parada y que ni el agua sucia quiera alejarse de ti – esto lo dijo con una sonrisa mientras se cruzaba de brazos, claramente divertido.
-Pero tú te estás oyendo! Como puedes ser tan… Oh Merlín santísimo! Como eh quedado y aparte voy tarde, todo es tu culpa Malfoy – decía ella ya al borde de las lágrimas de puro coraje, mientras lo señalaba con el dedo.
-Vale, vale es mi culpa, pero Merlín! Ya cállate – Draco se masajeaba las sienes, había olvidado cómo era tener que lidiar con la chillante voz de la sabelotodo.
-Como que me calle? – Hermione estaba hecha una furia, que se creía ese hurón, ya iba ver –Pero que te crees Huron estúpido!, baboso, ególatra, cínico, chocan… - se quedo a media palabra ya que el señorito la callo.
-Que te calles Maldita sea!...mira te invito una taza de café y listo vale, problema resuelto, te llevo a tu casa, te cambias y luego te largas a Merlín sabrá donde tengas que ir, estamos?
-eh…vale, sí, bueno – Malfoy agradeció a los dioses y entraron al local, hermione estaba claramente sorprendida, de nuevo se repetía que esto debía ser un sueño.
-Buenos días, que desean ordenar- una muchacha de mejillas regordetas miraba a Hermione con una mueca rara, seguramente por las fachas que llevaba se dijo a sí misma.
-Dame un expreso mediano –contesto mirándose las uñas con un tono que denotaba total indiferencia.
- Dame un cappuccino – Hermione bajo la mirada avergonzada, genial, ahora todos la miraban.
-Muy bien, van a ser 7 dlls, a que nombre pongo su orden? – dijo mientras recibía los billetes de parte de Malfoy, y le devolvía unas monedas.
Malfoy - draco se encargo de hablar y ambos se dirigieron a una mesita con dos cómodos silloncitos verde con pequeñas flores rojas y moradas.
Se sumieron en un silencio incomodo de unos 3 minutos y luego oyeron el tan famoso apellido del rubio y regresaron con sus bebidas.
-Muy bien Granger se puede saber a dónde ibas con tanta prisa – mientras decía esto le daba un sorbo a su café y la miraba a los ojos
-bueno… tengo que ir con las chicas, es sobre una reunión importante – la castaña miraba en torno a todo preguntándose qué diablos hacia ahí.
-Oh, bueno entonces te llevo primero a tu casa?
-Malfoy porque haces esto – estaba curiosa, en realidad ese era el hurón déspota y arrogante del colegio?
El se encogió de hombros y contesto – no es como si tenga algo mejor que hacer – al parecer esto fue suficiente ya ella le sonrió tímida y se dispuso a indicarle a donde se dirigía
-Está bien, entonces llévame a mi apartamento – suspiro encogiéndose de hombros
-De acuerdo – y se levanto seguido de la muchacha. Llegaron al auto y el abrió la puerta y ella entro, el rodeo el auto y entro también.
El rubio encendió el auto y prendió la radio buscando una estación que valiera la pena, y mientras él lo hacía, Hermione lo miraba sorprendida por su forma tan natural de hacerlo
-eh, Malfoy?
-si – contesto distraídamente, mientras fruncía el ceño gracias a una estación que tenia interferencias y luchaba por hacerla oírse mejor
-puedo… puedo hacerte una pregunta? – se revolvía las manos a la vez se ponía tan roja como el semáforo que se asomaba por enfrente.
-aja – se limito a responderle así, no es que le importara lo que la sabelotodo quisiera saber, a fin de cuentas él la había invitado, y eso implicaba tener que aguantarla de alguna forma.
-yo, yo me preguntaba… eh, si porque tú, eh pues estas aquí – finalizo haciendo una fluorita con la mano y poniéndose a un mas roja como era posible.
El paro de inmediato lo que estaba haciendo y volteo a verla muy serio. – a que te refieres?
Eh… pues a esto – el suspiro, se llevo una mano a la cabeza y se la paso por los cabellos
Una larga historia. Confórmate con que te lleve a tu casa – su mirada se torno fría cuando regreso al volante y la vista al frente. Hermione supo que era mejor no decir nada.
Tardaron 15 minutos en llegar al pequeño partamente de Hermione, y la castaña supo que si de por si era un poco incomodo estar con Malfoy, el silencio que los embargo de ida, fue sencillamente un suplicio.
Suspirando sonoramente volteo a verlo, detallando su perfil, su afilada y respingada nariz y unos labios pálidos y delgados la hicieron voltear rápidamente a la ventanilla totalmente roja recriminándose qué demonios le pasaba.
-Bueno, eh Malfoy aquí es – saco de su abrigo color mostaza unas llaves mientras se recogía el cabello en una coleta, sin darse cuenta que unos penetrantes ojos grises miraban la escena totalmente perplejo.
-Granger, no quisiera ofenderte, pero aquí… aquí es donde vives? – pregunto con un nudo en la garganta.
Asintiendo volteo a verlo confundida, que clase de pregunta era esa?
-Malfoy sin ofenderte, te recuerdo que no todos vivimos ahogados de dinero como tu – dándole una mirada de obviedad, que el rubio ignoro.
-pero esto es inaceptable, pero tú has visto este lugar!, da... da escalofríos – murmuro volteando hacia todo lados, divisando las calles oscuras y solitarias, juraba que percibía un aura de suspenso en el aire.
-Malfoy, tú te estás oyendo?, para empezar, a ti que te interesa donde yo viva eh?, además que tienes tú que hacer aquí, porque me hablas y te portas tan... Cordial conmigo?, y lo más importante, porque demonios estas en el mundo MUGGLE y conduces un auto MUGGLE y sumándole que te vistes de MUGGLE!, empiezo a creer que eh entrado en un mundo paralelo.
- Ya está bien de acuerdo?, tengo bastante con recordármelo todo los días, como para que tu llegues y me lo recrimines también si?, y te lo repito Granger, eso es algo que no te importa, metete en tus asuntos. – volteo hacia la ventanilla con los brazos cruzados, y Hermione poniéndose roja y bajando la mirada le contesto
-Tienes razón Malfoy, yo no tengo por qué meterme, y muchas gracias.- y con esto salió del auto sin mirar atrás.
El rubio se quedo unos minutos mirando y luego suspiro y arranco el coche.
Al siguiente día Hermione se despertó temprano. No tenía nada que hacer en domingo, pero prefirió madrugar para terminar los quehaceres de su pequeño apartamento y darse una vuelta por un centro comercial a tomar un helado o pasar toda la tarde viendo películas. Pero cuando vio hacia afuera se llevo una desagradable sorpresa. La lluvia era muchas, sus planes se habían arruinado. Ni modo tendría que pasar su día encerrada. Con las ganas que tenia de salir a caminar por lo menos. Se dio su ducha matutina y se preparo una taza gigante de café.
Estaba sentada en su pequeño sofá cambiando de canal en la tv hasta que escucho un picotazo en la ventana. Volteo la mirada y vio a maleya aleteando afuera. Se paro rápidamente y la dejo entrar. La hermosa lechuza parda entro colocándose en la esquinita de una silla y Hermione tomo el pequeño pergamino que la criatura tenia atada a la pata. Lo abrió extrañada y no pudo evitar sonreír un poco.
Granger:
Lamento mi actitud, prometo explicártelo pero para eso antes necesito verte. Te parece bien a las 12:00 en el mismo café? Si llegas un solo segundo tarde volveré a mojarte con esa agua sucia que tanto te encanta. Además el clima ayuda mucho.
DM.
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