Bienvenidos a este nuevo fic.

La idea este fic me surgió porque estoy estudiando el ciclo de atención a personas en situación de dependencia y en este ciclo vi una película que me gustó bastante así que decidí hacer este fic cogiendo algunas ideas de la película. No digo qué película es porque no tengo pensado que acabe igual. De hecho sólo he cogido una idea. En este primer capítulo voy a escribirlo desde el punto de vista de Kurt y de Blaine pero el resto será desde el punto de vista del narrador. Sin más os dejó con el primer capítulo. Espero que os guste.

CAPÍTULO UNO: LA HISTORIA SE REPITE

POV Blaine

Me llamo Blaine Anderson. Tengo 21 años. Estoy estudiando en Nyada, la escuela de artes escénica más prestigiosa de Nueva York. Estoy viviendo con Sam, mi mejor amigo en un pequeño pero acogedor piso. Lo cierto es que podría estar viviendo con mi padre pero le dije que quería vivir por mi cuenta y él acepto por lo que estoy viviendo en el piso desde que me gradué. Os preguntaréis por qué no comenté la opinión de mi madre sobre el hecho de vivir por mi cuenta y es que mi madre murió hace 10 años en un accidente de coche.

POV Kurt

Me llamo Kurt Hummel. Tengo 23 años. Soy técnico en atención a personas en situación de dependencia. Actualmente estoy casado con Sebastian Smythe, mi primer amor y trabajo en una residencia de mayores. Lo cierto es que aunque el trabajo está bien últimamente encuentro que no me encuentro a gusto en mi trabajo. No es que no me guste mis pacientes o me caigan mal mis compañeros. De hecho hay algunos pacientes que me encantan porque son muy cariñosos conmigo y eso me hace más fácil el trabajo y Rachel, una compañera de la residencia es mi mejor amiga desde que empezamos a trabajar en la residencia. A pesar de todo tengo ganas de cambiar de aires pero por desgracia para mí tengo que pagar el alquiler del piso y no tengo otro trabajo apalabrado como para poder permitirme dejar éste.

Hoy me fui a trabajar como un día normal y corriente. Fui a la residencia y empecé a lavar a los pacientes, luego les ayudé a desayunar, en fin lo típico. Cuando por fin terminó mi turno me fui a quitarme la bata y los guantes cuando Rachel se me acercó.

- ¿Estás bien?

- Sí ¿por qué?

- Pareces raro.

- Serán alucinaciones tuyas.

- Kurt, te conozco desde hace mucho tiempo y sé que te pasa algo. ¿Va todo bien con Sebastian?

- Sí.

- Entonces ¿qué te ocurre?

- Verás, es que tengo ganas de dejar el trabajo. Creo que ha llegado un punto en que necesito cambiar de aires.

- ¿Es qué no estás bien aquí?

- Si que lo estoy pero aún así quiero dejarlo.

- ¿Cuándo vas a hacerlo?

- No sé Rachel pero en cuanto encuentre otro trabajo lo dejo.

- Pero si lo dejas ¿dónde quieres trabajar? Me refiero a si quieres cambiar de colectivo.

- Pues tampoco lo sé. En realidad me da igual. Sólo quiero cambiar de aires.

- Ya veo ... y ¿no hay nada que pueda hacer para cambiar de opinión?

- No, así que no intentes hacer nada.

- Ok.

- Por cierto no le digas a la directora de la residencia que quiero dejarlo. Ya se lo diré en cuanto encuentre algo.

- Como quieras aunque que sepas que te voy a echar de menos.

- Lo dices como si no fueras a verme nunca después de que lo deje.

. Te voy a ver menos y seguro que tus usuarios también te van a echar de menos.

- Está claro que me veras menos pero seguiremos siendo amigos y en cuanto a los usuarios pues ... por desgracia sabes que tengo unos cuantos que ya empiezan a tener demencia y no se acuerdan de quien soy aunque luego me agradezcan que los cuide bien.

- ¿Se lo has dicho a Sebastian?

- No, pensaba hacerlo hoy pero de todas formas no me preocupa. Está muy ocupado escribiendo su próximo libro.

- Espero que encuentres otro trabajo que te guste pronto.

- Gracias Rachel.

- Pero tienes que prometerme una cosa.

- ¿El qué?

- Que todos los días en el descanso siempre vendrás a verme o si no puedes quedaremos a tomar a café.

- Me parece perfecto.

- Ok.

- Deséame suerte con Sebastian.

- No creo que la necesites pero suerte de todos modos.

- Gracias.

- De nada.

Entonces me fui de la residencia y me dirigí a mi casa. Tal y como le había dicho a Rachel me encontré a Sebastian escribiendo lo que parecía que eran ideas para su próximo libro.

- ¡Hola cariño!

- Hola Kurt.

- ¿Cómo ha ido el día?

- Mejor no preguntes. No me ha venido la inspiración.

- Lo siento mucho.

- ¿Y tú? ¿qué tal tu día?

- Pues como de costumbre, cambio de pañales, lavado de los pacientes ...

- Lo dices como si te aburriera o algo parecido.

- No es que me aburra pero ...

- ¿Pero qué? ¿Es qué quieres dejarlo?

- Lo cierto es que sí, quiero dejarlo. Estoy en un punto en que necesito cambiar de aires.

- ¿Es que no estás cómodo a la residencia?

- Sí pero quiero irme de todos modos.

- Pues me parece muy fuerte. Después de que tuviera que convencer a mi padre para que te contratara en la residencia ahora me sueltas esa mierda.

- Cariño tu no lo entiendes. Es como si estuvieras harto de escribir de un mismo tipo de libro y quisieras cambiar de tema.

- Eso me da igual. Me juraste que ese era el trabajo de tu vida. El sueldo es buenísimo, el horario es bastante flexible, en fin, no entiendo por qué quieres dejarlo. Mucha gente mataría por tu puesto de trabajo.

- Ya veo que no me entiendes. Que sepas que la decisión ya la he tomado y pienso dejar la residencia en cuanto encuentre otro trabajo que me guste.

- Haz lo que te dé la gana pero no vuelvas a pedirme más favores laborales. Por tu culpa voy a quedar mal con mi padre.

- Lo siento mucho pero dudo que a tu padre le importe tanto que deje la empresa.

- Pues ahí te equivocas, Kurt. Te recuerdo que le debes mucho a mi padre. Ninguna residencia ni ningún centro de día quería contratarte y ambos sabemos el por qué.

- ¿Vas a sacarme ese tema ahora?

- No, solamente quiero que te lo pienses bien.

- Ya lo he hecho y pienso dejarlo y otra cosa, te recuerdo que creo que en estos años he demostrado a todo el mundo que soy un buen profesional.

- Muy bien, pero ya sabes que la gente puede hablar de tu pasado.

- No creo que lo hagan. Si me disculpas voy a comer algo.

- Como quieras.

Y entonces me fui a comer. La verdad es que me había sorprendido la reacción de Sebastian pero si algo tengo claro es que ni él ni nadie me va a hacer cambiar de opinión sobre dejar el trabajo.

POV Blaine

Hoy me fui a Nyada. La verdad es que estaba bastante nervioso porque el otro día estuvimos haciendo un concurso en el que el ganador conseguiría un papel en el musical de Hedwig. Desde que vi la película de Hedwig cuando tuve 16 años siempre he soñado con entrar en ese musical aunque fuera por un papel insignificante. Cuando llegué allí empecé como de costumbre la clase de Danza 101 con Cassandra July cuando de repente entró la directora de la academia, Carmen Tibbideaux. Ésta paró la clase y dijo que tenía los resultados del concurso. Todos nos pusimos nerviosos. Finalmente Carmen anunció que yo había ganado el premio. Cuando lo dijo la verdad es que no terminaba de creérmelo. Recuerdo que todos mis compañeros me miraban con cara de envidia pero a mi me dio exactamente igual. Por fin iba a cumplir mi sueño. El resto de clases fue normal. Cuando volví al piso, Sam me estaba esperando.

- ¿Qué tal las clases Blaine?

- No te lo vas a creer Sammy.

- ¿Te han dado el papel?

- ¡Sí!

Entonces Sam se acercó a mi y me abrazó con mucha fuerza.

- Me alegro mucho por ti Blaine. Sin duda alguna te lo merecías. Interpretar a Hedwig siempre ha sido tu sueño y ahora por fin se va a hacer realidad.

- Lo cierto es que tienes razón. Estoy que todavía no me lo creo.

- Tienes que creértelo Blaine.

- Gracias por apoyarme Sam. La verdad es que no sé que haría sin ti. Ya sabes que a mi padre no le hace mucha gracia que quiera participar en este musical.

- De nada. Ya sabes que lo hago a gusto. Si tu padre supiera que eres gay quizás lo entendería.

- Ya sabes que no puedo decírselo. Odia a los gays. Te recuerdo que tengo un tío que lo es y desde que salió del armario no le ha vuelto a hablar.

- Eso es porque es tu tío. En cuanto lo sepa yo creo que aunque puede que le cueste un poco acabará aceptándolo. Tú eres su única familia prácticamente.

- Desde que murió mi madre ha estado mal y si ahora le digo esto le daré otro disgusto así que de momento no pienso decírselo.

- Como quieras. Por cierto ¿Sigue en pie eso de irnos al concierto de Katy Perry? Ahora que has conseguido el papel tienes más razones para ir al concierto.

- Sí. Si ya compré las entradas.

- Ya, pero te conozco y sé que querías echarte hacia atrás.

- Pues no pienso hacerlo.

- Bien, pues ahora me voy a hacer una sesión de fotos. Luego nos vemos a las siete.

- Ok.

Y entonces Sam se fue. La verdad es que él tenía razón. Lo cierto es que una parte de mi quería echarse atrás porque justamente hoy hace 10 años que mi madre tuvo el accidente que le costó la vida. Aunque sólo tenía 13 me afectó muchisimo y cada vez que llegan estas fechas siempre estoy triste. Por suerte para mí este año he conseguido un papel en Hedwig así tenía una razón para estar contento.

Después cogí el teléfono y llamé a mi padre para decirle que había conseguido el papel en Hedwig y tal y como sospeché no le hizo demasiada gracia. Fue curioso porque cuando le comenté que había sido el mejor de la clase se alegró mucho pero le cambió la voz cuando le dije que me habían dado el papel. En cualquier caso no iba a permitir que la opinión de mi padre me hiciera sentirme menos contento de lo que estaba y pensé que cuando me viera en el estreno cambiaría de opinión.

Llegaron las siete y Sam volvió al piso. Cogí las entradas y nos fuimos al concierto de Katy Perry en el coche de Sam. La verdad es que estaba contento porque me encanta Katy Perry. No hay ningún día que no escuche alguna canción de ella, en especial la de Teenage Dream. Sin embargo cuando llegué al estadio empezó a darme un bajón porque empecé a acordarme del accidente de mi madre. Sam se dio cuenta y le conté lo que me pasaba y me dijo que intentara disfrutar del concierto, que es lo que mi madre hubiera querido e intenté disfrutarlo pero no podía hacerlo así que simplemente fingí que me lo estaba pasando bien para no darle la noche a Sam. Finalmente terminó el concierto de Katy Perry y Sam y yo volvimos a donde había aparcado Sam. Antes de montar en el coche Sam me dio las gracias por haber aguantado todo el concierto ya que se había dado cuenta de que estaba fingiendo que me lo estaba pasando bien. Luego nos montamos en el coche y nos dispusimos a volver a casa cuando de repente un coche salió de la nada y se estrelló con nosotros ...

CONTINUARÁ


Espero que os haya gustado el capítulo. Como todos mis fic procuraré actualizar los domingos aunque con los exámenes que tengo en el ciclo y en la escuela de idiomas no sé si podré hacerlo.

Saludos.