Disclaimer aplicado

Nota de autora: no puedo creer que haya pasado tanto tiempo desde que inicie a ver Naruto, con tan solo 12 años. Ahora con 22 quiero recordar un poco mi adolescencia, no sé… recordarme a mi misma lo feliz que era en esa época, aunque a veces no me diera cuenta. Así que antes de continuar con otras cosas, quiero hacer una serie de OneShots llevando el universo de Konoha al universo Disney.

Quién sabe, capaz y les gusten mis desvaríos.

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The Little Mermaid

Devoción

Pairing: SasuSaku

Raiting: +K

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Suspiró larga y pausadamente, intentando dejar escapar todo el anhelo que inundaba su alma. Cayó suavemente sobre la roca que le hacía de apoyo mientras pensaba y se quedó mirando hacia el cielo, mismo distorsionado por kilométricas cantidades de agua.

Aquellas que la separaban irremediablemente de su amado.

Sus amigos habían intentado convencerla de que aquel enamoramiento estaba mal y todo lo que había sucedido era un error. Pero para ella aquel desenlace de acontecimientos solo pudo haber sido obra del destino, un plan mayor de los dioses que la llevase posteriormente a los brazos del hombre más extraordinario que sus orbes jade jamás vieron. Metafóricamente hablando.

Porque fue él quien estuvo entre los suyos luego de la explosión del barco, cuando casi creyó morir de angustia al encontrarlo flotando en una tabla de deliberante equilibrio con los ojos cerrados y magulladuras múltiples ¿Y por qué no había huido antes, cuando era él el dueño y señor de aquel navío? ¿Cómo terminó siendo el único envuelto en la desgracia y la destrucción? Pues, siendo incapaz de abandonar a aquel humano de cabellos rubios y ojos azules que estrepitosamente se estampo contra el suelo culpa de la debilitada madera que cedió y lo dejó atrapado, el joven príncipe Sasuke saltó de las barcazas auxiliares y se precipitó a buscar a su amigo, retando la furia de Poseidón que bamboleada las velas y consumía en llamas los mástiles.

De ese modo logró empujar justo a tiempo al muchacho de actitud escandalosa a las aguas, pero él quedo atrapado en el proceso. Después de encontrarlo entre los escombros, impidió que se ahogara y lo trasladó a nado a las orillas del mar. Y si de lejos le había encandilado su atractivo, tenerlo tan cerca con su respiración lenta y pausada y su cabello pegándosele al rostro entre arena, agua salada y ollin, la dejó ciega de amor.

Nunca olvidaría el tacto caliente de la piel de su mejilla, distándose de la frialdad natural de la suya propia, y cómo en su inconsciencia él reaccionó colocando sus dedos callosos sobre su pequeña mano atrevida. Se preguntaba qué habría pasado si el aquel rubio no la hubiese interrumpido gritando Teme.

La obligó a despertar de su ensoñación y esconderse en las poco profundas aguas de las cercanías. Desde entonces no podía dejar de pensar en él.

No le importaba que la relación entre los humanos y las sirenas estuviesen prohibidas ni que el Rey que había implementado esa ley fuese de hecho su padre. Sabía que si no lo volvía a ver, moriría de tristeza.

Era la primera vez en su vida que sentía algo así por un muchacho.

¿Y quién no? Sus ojos negros eran tan oscuros como la noche, sus cabellos azabaches contrastaban en sintonía perfecta con la blancura de su pálida piel y sus labios rosados, que aunque no se curvaran en una sonrisa, eran de un carnoso tan apetitoso que la hizo preguntarse que se sentiría besar algo más que la mejilla de su progenitor. Y aunque ella no era una persona superficial, su altura imponente y su voz ronca convergían en una masculinidad tan deslocada que olvidó por completo la imposibilidad de una relación.

Porque la realidad acudía a ella en fragmentos tortuosos, haciéndola resollar de frustración y llorar de la necesidad creciente de probar su sabor y aspirar su esencia. Su cuerpo rugía imponiéndose, recordándole duramente que, incluso si se desbocaba e iba a su encuentro ¿Cómo podían estar juntos? El deseo que la quemaba por dentro ascendiendo desde su aplanado vientre hasta sus mejillas no era suficiente.

Maldito el día en que nació atrapada en dos mitades, encerrada en la cárcel más grande del mundo.

No. Se negaba a seguir en esa situación, deseando, anhelando… soñando despierta. Se levantó esparciendo con gracia su largo pelo rosa a su alrededor, flotando elegante y rebelde, resaltando de las algas y arrecifes con pintorescas flores amarillas que atestiguaban su meditación, tomó una con delicadeza y la acercó a su rostro. Aquella flor le daba esperanzas, porque si algo tan hermoso crecía entre la frialdad y la dureza, su amor sobreviviría a la adversidad.

Ella se aseguraría que así fuese, Sasuke lo valía. Haría lo que fuese necesario y pagaría cualquier precio, no había victoria sin sacrificio.

La besó y la deposito en la roca en donde antes yacía ella, dispuesta a darlo todo por el todo.

Lo pensó de muchas maneras, incluso divago en robar el tridente de su padre. Pero pensaba en mantener alejada a la gente que quería de sus acciones, no era tonta, sabía que lo que iba a hacer era tremendamente egoísta e irresponsable. Prefería vivir con las consecuencias de eso que condenarse a una vida desdichada sin él, pero no arrastraría a nadie más a su locura.

Un cristal marino le devolvió su imagen, menuda y delicada, con facciones elegantes, pechos pequeños y una cola ligeramente más oscura que el verde de sus ojos. Frunció el ceño, esta última era el único obstáculo en sus intenciones. O por lo menos lo eran por ahora.

Ino quiso convencerla de no hacerlo.

Tenten se escandalizo cuando le pregunto sobre el tema.

Su padre habló del tema varias veces en el pasado.

Y Sakura personalmente fue víctima de algunas de sus maldades.

Pero por él era capaz de hacer lo impensable, de entregar su libertad y condenarse a una vida de esclavitud, cada año de reclusión valdría la pena solo por una noche de amor, por contemplar alguna vez su sonrisa. Él era, aun sin pertenecerle, su tesoro mas valioso, y mientras aquella asquerosa bruja le sirviera de puente para estar a su lado, le entregaría los dominios del mismísimo Poseidón de ser necesario. Necesitaba que la bruja del mar le diera piernas para lograr su cometido.

Lo haría en ese mismo momento, antes de que alguien previera. Antes de que Ino la acusara.

Ni siquiera ella, su mejor amiga, entendía el calvario por el que estaba pasando ¿Cómo podía? Si Sai siempre estaba allí, sonriendo con suavidad, acompañando en silencios cómodos y detalles pequeños y dulces, cómo podía una persona que siempre había estado acompañada entender el vacío de la ausencia, la pesadez de la falta total, la exasperación en desconocer su bienestar y la adrenalina en la prohibición de su amor. No tuvo nunca que sacrificar nada, ni siquiera retar a su padre para que aceptara un pretendiente. Y aunque siempre actuaba como si lo fuera, no comprendía el peso de ser una princesa y estar atada a un titulo con obligaciones desde el nacimiento.

Mucho menos entender que algo se rompió en su alma y corazón cuando el rey, por causa suya, se enteró que salvó a un humano de que se ahogara y le increpó no solo su negligencia, sino la ridiculez absoluta en el solo pensamiento de emparejarse con él.

Estaba sola en esto, y así lo prefería. Cuando su padre por fin notara su ausencia, entonces Ino no tendría que mentir.

Siguió pensando en eso cuando se marchó rumbo a la casa de Kaguya, y entre las risotadas de la horripilante pero poderosa mujer, su determinación solo creció. Sasuke, su verdadero amor, era lo único que importaba.

Incluso si tenía que dar su voz y caminar sobre clavos para poder estar con él.

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Corto, siento que entra en un punto entre la crudeza y la dulzura.

Adoro el personaje de Sakura, soy de las que cree que la impopularidad que tiene en ciertos grupos tiene que ver con lo extremadamente humano que es el personaje (Vamos, que es la menos "fantástica", la más real) y la idiotez de querer emparejarla con Naruto al porque si. Sin embargo, también creo que su amor por Sasuke trascendió no solo en un nivel de madurez—cuando dejo de ser una fangirl a ser un amor real—pero que tuvo sus tonalidades de enfermizo. Porque no es normal enamorarte eternamente de alguien que te abandona y te maltrata.

A su vez, de no ser así no tuviese nada de especial el SasuSaku. Por eso le llame a este OneShot devoción, solo la glorificación de una persona puede llevarte, al igual que lo hizo Ariel, a sacrificarte tanto por una persona.

Espero que les haya gustado.

¿Qué les parece, un review para esta Sugar Mami?