Este fanfic participa en el rally 'The Game is On' del foro I am Sherlocked.

¡Larga vida y prosperidad al imperio de Scotland Yard!

Beteado por Gudea.

Sueños que reflejan la realidad

¿Y cómo iba a contarle eso jamás a alguien? ¿Y si Mary se enteraba algún día? ¿Lo dejaría? Los sueños no pueden ser controlados por la persona que los sueña, ¿o sí? Todas estas preguntas rondaban su cabeza buscando una respuesta que no encontraba.

Todo empezó hace 6 meses. Llevaba un año casado con Mary cuando empezó a tener sueños. No sueños normales y tranquilos ni pesadillas relacionadas con la guerra, sus sueños estaban todos relacionados con Sherlock.

Soñar con tu mejor amigo no es malo, pensaba él. Pero tener sueños subidos de tono estando casado y sin ser gay era algo que preocupaba demasiado a John. ¿Qué le estaba pasando a su cabeza?

Esos sueños eran muy frecuentes, todos seguían la misma estructura. Sherlock y él, tras un cansado día resolviendo un caso bastante complicado regresaban a Baker Street. Iban a sus habitaciones a ponerse cómodos y, tras pasar unos minutos, ambos se sentaban en el sofá. John publicaba una nueva entrada en su blog mientras Sherlock estaba sentado a su lado, con las manos bajo su barbilla, en su palacio mental. Hasta ahí todo era normal, antes solían hacer eso cada vez que llegaban a casa después de un caso. Lo extraño comenzaba cuando Sherlock, inesperadamente, se acercaba a él y plantaba un beso en sus labios. Unos minutos después, el beso se volvía más apasionado y John no lo rechazaba, al contrario, parecía muy contento con lo que estaba pasando. La noche daba paso a la madrugada, el sofá a la cama y los besos a algo con lo que John no podia lidiar despierto.

Cuando todo acababa John despertaba en su cama,jadeando y con su mujer a su lado,dormida.

Mary daba la espalda a John,aparentemente dormida.

Mary sabía que John no podía controlar lo que soñaba. Pero Sherlock y el mantenían una 'amistad' platónica. Sólo había que tener ojos para darse cuenta de la química entre ellos. Mary notó eso desde el primer día que conoció a Sherlock pero decidió ignorarlo.

Por supuesto que esa situación no duraría mucho. Pero, ¿qué podía hacer ella? Todas las noches escuchaba a su marido dar vueltas en la cama, jadear y susurrar entre gemidos la palabra 'Sherlock'.

Sabía que John no la quería, al menos no de esa manera, pero ella seguía queriéndolo. Ella quería que John fuera feliz y si él era feliz con Sherlock debía dejarlo ir.

Sabía lo que perturbaba a su marido. No es que ella creyera que John ya no la amara, la quería, pero de una manera distinta. El corazón de John estaba dividido en dos partes en estos instantes y Mary era consciente de ello. Ella quería que John fuera feliz y si él era feliz con Sherlock debía dejarlo ir. Su marido no podía estar con ambos,eso estaba claro.

¿Qué pasará? Sólo el tiempo lo dirá.