Waltz
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Una vida insípida y una existencia insulsa… la felicidad que se alcanza en la danza, tras una eternidad y un día.
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Su existencia había consistido de arrebatos emocionantes que no llenaban un vacío creciente y apabullante, siempre presente. Sus necesidades iban más allá de las coloquiales. No se consideraba única, sin embargo no compartía las pasiones de la gran mayoría y esa vida insulsa, insípida, que se había obligado a adoptar los últimos años no ayudaba a mitigar la llama creciente que exigía ser saciada a gritos desesperantes y que acallaba con satisfacciones triviales y mentiras piadosas.
Si callaba no era por decoro y si reía no era de felicidad.
Nunca olvidaría la primera vez que se había sentido plena, que, irónicamente, había sido la vez que danzó con la muerte por primera y, se atrevía a asegurar, única vez. Ahora, mientras su mano se deslizaba por el filo de su zampakuto, el cosquilleo reminiscente, que pulsaba en su pecho, le recorría el cuerpo por última vez. Nunca antes la anticipación le había resultado tan molesta y deliciosa. En la recelosa soledad de su habitación, compartió al mundo una sonrisa genuina y dejó que la luz del sol cayera sobre su rostro como una cortina; incluso el viento se sentía diferente ese día.
No cruzó los pasillos apresurada, a pesar de la sensación que le cosquilleaba en las palmas y le apretaba la garganta, casi ahogándola. Por esa sonrisa gentil y perfeccionada sonrisa no se coló jamás el instinto que le carcomía las entrañas y casi incineraba su sensatez… el eco de sus pasos no resonó con la fuerza de las miles de noches que fantaseó con volver a saborear el peligro.
A su cuerpo lo impulsaban las añoranzas acalladas de aquellas sensaciones y él solitario sentimiento que había vivido por única vez en su vida.
¿Cuántos siglos habían de pasar para que Unohana Retsu pudiera sentirse viva?
… la tinta, al igual que su paciencia, se había reducido a nada con su misericordiosa despedida.
Está incompleto (malditasea), pero llevaba años en el tintero y quería ofrecerle algo a mi amor por Unohana, aunque esto no le haga justicia a esa gran mujer.
Jueves, 31 de enero de 2019
