Plan Maestro
Prólogo: Poniendo la primera acción en marcha
...
{Parte 1}
Finalmente, tras cientos de años viviendo en el maldito encierro que les habia hecho tanto mal, los monstruos han logrado al fin su tan ansiada libertad gracias al esfuerzo de la Verdadera Pacifista, una chica humana de quince años quien logró lo que muchos creyeron imposible hace unos años. Esta chica logró traerle finalmente a la superficie, ganándose el amor y afecto de prácticamente todos los monstruos, incluso los más aislados o reticentes con los humanos.
La libertad era algo que todos han ansiado desde que fueron encerrados hace ya muchisímos años, y ahora, gracias a una chica perteneciente a la raza misma que los encerró, todos podían finalmente aspirar a un mejor mañana junto a la compañía de los astros que la mayoría sólo escuchó de nombre. Decir que estaban increíblemente felices por esto era algo correcto, aunque ciertamente no le hacía justicia a sus sentimientos encontrados por ver al cielo iluminado por el ¨sol¨, algo que los más jóvenes desconocían en esencia.
Finalmente podían dejar de vivir con miedo o quedarse nublados con la venganza hacia los humanos que terminaría con su extinción. Puede que las cosas no terminaran yendo de la mejor manera posible, pero sin duda estaban mucho mejor que en antaño y sin dejarse llevar por errores que quedaban en el pasado. Por errores que incluso los mismos humanos han olvidado y dejado atrás. La ventaja de que tuvieran una vida más corta que ellos era que podían avanzar a mucha más velocidad hacia un mejor mañana. Puede que no fuera lo mejor en donde habían terminado, pero ciertamente había mejorías en comparación a la época de guerras.
Sans se incluía entre los monstruos que estaban euforicos por esto, por supuesto, incluso si lo sabía ocultar endemoniadamente bien. Él había perdido la esperanza desde hace mucho tiempo producto de ciertas desgracia en su vida, algo que casi nadie sabía y ninguno entendía la gravedad de sus pensamientos y emociones. Esos eventos del pasado le terminaron traumando de tal forma que incluso él debía admitir que sólo era una cáscara de su anterior ser lleno de sueños. Si no fuera por su queridisímo hermano menor hace tiempo que se hubiera rendido de toda la mierda.
Perdió la capacidad para creer en algo mejor o directamente tener esperanza, a diferencia de los demás, quienes aún aspiraban a un futuro más brillante. Él creía que nunca pasaría este momento tan ansiado por todos, viendo a los demás como personas ignorantes pero al mismo tiempo mucho más felices que él, para su gran envidia. Quería ser igual que ellos, pero no podía hacerlo, para su gran desgracia. Ya no podía cerrar los ojos y creer en un mundo mejor tan fácilmente.
Pero de cualquier manera, al final lo que tanto pensaba que no ocurriría pasó, y agradecía a cualquier entidad superior existente que al final se hubiera equivocado en todo. Ahora veía como todo el mundo no sólo fantaseaba por una vida mejor, sino que luchaban sin descanso por ellos. Él se sintió renovado cuando volvió a sentir el sol en sus huesos y la alegría que transmitía su hermano le hacía pensar que todo había valido la pena.
Suzy, la chica que les había traído la libertad, era una chica joven con el cabello rubio y unos ojos del mismo color, simbolizando su Rasgo de Alma: La Justicia. Aparentemente era normal que los humanos que tuvieran algún Rasgo dominante lo demostraran de alguna forma. Suzy tenía los ojos y el cabello amarillo gracias a su Rasgo. Sans pudo comprobar que algunos niños que se había encontrado tenían una de estas dos cualidades o las dos juntas mientras paseaba por la ciudad humana más cercana al monte.
Había niños de cabello color celeste, asi como adolescentes de ojos violentas y adultos de ambas partes de un color verde oscuro. Era curioso ver tanta variedad de colores en los humanos, a decir verdad, pero incluso así él admitía que se terminó decepcionando al mismo tiempo que se aliviaba enormemente por un simplisímo detalle que para los demás parecería sin importancia.
No vio a ninguna persona con ojos o el cabello rojo.
El otro humano que había venido unos cinco años antes de que estuvieran en esta nueva era brillante era... especial para Sans. Pero en el mal sentido. Un chico que parecía ser el Pacifista que terminaría trayendo la liberación a los monstruos, pero que terminó escapando a la superficie después de matar al Rey Asgore para obtener su Alma y escapar de la Barrera que los mantenía a todos prisioneros. Nadie en el Subsuelo sabía en realidad su nombre, pero sin duda todos los que le vieron recordaría su cara sin importar que ya hayan pasado cinco años.
Sans esperaba no saber nada más de ese humano en lo que le quedaba de vida, siendo honesto consigo mismo. Aquel humano no sólo traicionó las expectativas de los monstruos, sino que era demasiado peligroso. Tan peligroso que incluso él admitía sentir temor hacia ese humano, sin importar cuan fuerte sea en realidad. Él era el monstruo con el poder de ataque más poderoso gracias a los inventos de cierta persona, lo que sumado a su velocidad lo hacía alguien realmente temible a ojos de los humanos.´Pero aún así... él no podía evitar temblar, aunque fuera ligeramente, ante el pensamiento de ese humano.
Lo que hacía tan temible a ese ser endemoniado era su extraño y peligroso poder... La Determinación era un poder aterrador y que a ojos de Sans representaba todo lo que estaba mal con la humanidad. Podía usarse para el bien, pero tener tanto poder inevitablemente llevara a la distorsión de esa persona y... trayendo un genocidio al mundo...
Sans al menos comprendía una parte del gran poder que daba la Determinación en pequeñas cantidades. Un humano con un Rasgo puro es sin duda algo de mucho peligro para todo ser mortal existente y eso es un jodido eufemismo. El poder que él tenía sobre el Subsuelo era terrorifico y le hizo estar aún más depresivo de lo que ya estaba. Vivió un ciclo sin fin en el que ese niño jugaba con los monstruos como si fuera su casa de muñecas personal.
Ese niño con el que se rió en varias ocasiones.
Ese niño al que alentó en varias ocasiones.
Ese chico que terminó destruyendo lo que más apreciaba en varias ocasiones.
Ese chico que mató en varias ocasiones.
... Ese chico que terminó borrando todo sin que él pudiera hacer algo para evitarlo.
No quería tener nada que ver con ese niño perturbado con multiples personalidades. Sabía que era probable que terminaran sabiendo algo de él, pero mientras más tarde llegara ese día, Sans se sentiría mucho mejor.
Ese niño ya no importaba ahora a ojos de Sans. Puede que en el futuro él diera problemas con ese poder suyo, pero ya pasaron siete meses y aún no había ocurrido ningún retroceso, por lo que pensaba que ese chico no veía interesante joderle más la vida con esa habilidad del demonio o, en el mejor de los casos, podría incluso haber muerto de una manera en la que su poder no podría ayudarle, como una enfermedad incurable o algo así. Incluso fantaseaba con que él perdió su poder y ahora vivía amargado al no poder seguir creyéndose un puto dios.
Pero con su poder capaz de enfrentarse a todo lo que él conocía, eso era imposible, pero esa fantasía mantenía a Sans con más ganas de querer avanzar finalmente hacia adelante.
Todo el mundo a su alrededor estaba feliz. Toriel finalmente había logrado tener una familia estable con una nueva hija que no tenía problemas mentales, además de tener una gran cantidad de amigos a su alrededor. Ella ya no estaba sola, algo de lo que Sans estaba ampliamente feliz. Papyrus, su hermano, ahora podía cumplir su sueño de tener un auto deportivo rojo y conducirlo por las calles mientras su bufanda se meneaba con el viento. Necesitaba una licencia, por supuesto, pero el simple pensamiento de que era posible ya le hacía saltar de alegría.
Todo era perfecto para Sans. Suzy, la chica que logró lo mismo que hizo el anterior niño en cierto momento sin la necesidad de un poder demoníaco, era un ser angelical que tenía incluso más capacidad de conversación que el anterior humano. Sabía hablar muy bien y se ganó la simpatía de todos los que se encontró y encantó a los demás con sus acciones. La chica era un amor con su hermano, tratándole con mucho respeto y bromeando llamándole su ¨Maestro¨. Papyrus casi se puso a llorar de la emoción cuando escuchó eso de parte de la mismisíma humana, y por casi llorar se refería a que literalmente inundó la sala con sus lágrimas. Ver a su hermano tan feliz hacia que Sans la quisiera aún más de lo que ya lo hacía.
Suzy era lo mejor que le había pasado a Sans. Él podía aspirar a poder vivir junto a todos ellos con gran alegría gracias a ella, pensando que al menos tenían unos cuantos años antes de que ese niño diera algún problema.
Pero desgraciadamente, algo pasó, y Sans no pudo evitar soltar unas palabras que parecían el inició de su ida hacia el infierno
-¡Apartir de ahora, yo, Frisk, líder de [P.A.W.I], le declara la guerra al mundo!
-... ¿Por qué no pudo esperar unos años más ese niño del demonio...?
Ahora su desesperación estaba volviendo con todas sus fuerzas...
{Parte 2}
-Dime, socio, ¿realmente crees que tu plan va a funcionar?- Esas palabras sólo hicieron que el chico sonriera de manera burlona. La chica frente a él no estaba feliz en lo más mínimo. Ella le conocía lo suficientemente bien como para saber lo que estaba pensando de sus palabras. No era nada bonito, pero no podía hacer nada. Así como ella sabía todo de él, este chico sabía a cambio todo de ella. La desventaja imprevista de su vínculo que no podía ser comparado con el del resto de personas.
... Ahora estaba menos feliz por pensar algo que se puede malinterpretar de esa forma.
-Por supuesto que sí, mi muy estimida y aún mucho más sádica socia.- Respondió el chico de ojos color carmín mientras terminaba de prepararse para el discurso que pensaba dar en unos minutos. Necesitaba estar lo más presentable e intimidante posible si quería imponer ante el mundo y no causar risas que venían junto a memes de internet. Necesitaba que el mundo se lo tomase en serio, y aunque ya tenía planeado cómo hacerlo, no venía mal dejar una buena temerosa impresión.
-Ya veo...- Esa fue la simple respuesta de la chica a su lado antes de entrecerrar los ojos al mismo tiempo en que dejaba palpable su enojo al que le quisiera dar una mirada más detenida. -Y dime, ¿en qué te estás basando para decir eso?
El chico sonrió petulantemente cuando escuchó esas palabras, algo que a la chica no le gustó. -Es muy simple, socia.- Se vio en el espejo y quedó satisfecho con lo que vió. Era lo más intimidante que podía llegar a ser un chico de trece años con claros problemas alimenticios, si es que su insana delgadez era un indicio de ello. -Este plan ha sido cuidadosamente hecho a partir de cientos de errores que han ocurrido anteriormente. Esta vez hemos trazado un plan a prueba de fallas en el que tomamos cada acción en consideración, tanto aliados como enemigos.- La chica le regaló una mirada que no era amable ni por accidente, pero el chico pareció no prestarle la más mínima atención.
-Pero tu memoria no es la mejor, asi que estarás seguramente dejando algo olvidado, ¿verdad? Aunque tengas el poder de un Dios, no dejas de ser un humano. Tienes límites que cargas con los de tu especie.
-Hum. Dices eso como si no fueras parte de nuestra raza.- La chica tan solo le miró con puro odio, algo que el chico sí pudo notar esta vez. Sonrió nerviosamente al recordar que a esta chica no le gustaba ser comparada con su raza de origen. Sus traumas eran realmente serios, pero a estas alturas y con lo que había visto, era imposible cambiar su punto de vista. -Para que lo sepas, he vivido todos esos fallos... No, nosotros vivimos todos esos fallos, ¿recuerdas? Sabes muy bien que no dejé cabos sueltos. Incluso si yo dejé algo en el olvido, tú podrías remarcarme ese algo para cambiar mi punto de vista rápido y dejar de tener esta inútil charla.- La chica se mordió ligeramente la lengua, algo que comprobó finalmente la teoría del chico con ojos rojos. -No hay ningún error que puedas marcar, asi que todo está en orden. Todo sigue su curso natural.
La chica suspiró de molestia ante esas palabras. Aunque admitía que este plan ha sido planeado teniendo en cuenta todos los errores que hubo anteriormente y sin dejarse nada atrás, le molestaba como este chico parecía estar tan seguro de sí mismo, sin recordar todo lo que había pasado anteriormente. Sin recordar esos momentos en los que no sabía nada o esperar lo desconocido. Aún era demasiado pronto para estar seguro de su plan cuando esté ni siquiera empezó según ella. Él necesitaba abrir los ojos antes de cometer una tonteria de la que se arrepentirá.
-¿En serio? Te quiero recordar que todo esto sólo está basado en lo que ha ocurrido en los anteriores [Reseteos]. No tenemos forma de estar totalmente seguros de que no habrá algún problema colateral que nunca ha pasado en anteriores versiones. Además, ¿en serio crees que tu plan es infalible? Deja que te lo recuerde, pero este plan está basado en todo lo que conocemos de esas personas. No... De nuestra propia percepción de estas personas. Podría reaccionar de un modo que no podrás esperar. Nunca hemos estado aquí, en una línea temporal en la que matamos a Asgore y terminamos cruzando la Barrera sólos. No sabemos cómo reaccionarán los monstruos.
El chico sólo miró la pantalla, viendo que faltaban pocos segundos para que empezar a trasmitir en vivo para todo el mundo. No tenían tiempo para estar discutiendo de estas cosas, asi que decidió cortarlo rápidamente y avanzar a lo que era importante. -Puede que eso sea cierto, pero con que Sans, la Verdadera Pacifista y Undyne actúen según el plan, estaremos bien. No hay necesidad de tener presente todo lo que harán todos los monstruos.- Y con esas palabras, Fris comenzó su trasmisión. La chica sólo se quedó en una esquina mientras apretaba fuertemente sus manos que empezaban a doler.
Al final no logró hacer nada y tendría que esperar a que todo saliera de acuerdo al plan.
-¡Apartir de ahora, yo, Frisk, líder de [P.A.W.I], le declara la guerra al mundo!- Pronunció aquel chico de ojos rojos y su razón de poder estar aún en este mundo.
Chara sólo esperaba que finalmente su único ser querido aún vivo pudiera encontrar la felicidad en el final de este camino.
Ojalá el mundo no sea una perra esta vez...
...
Fin del Prólogo
... De acuerdo... No tengo palabras suficientes o existentes para explicar todo lo que quiero decir, así que sólo diré lo más importante.
En primera, este fic es un simple experimento para ver cómo funcionaría mi escritura en otro fic que no fuera Doki Doki y sus problemas de chicas desquiciadas. Esta historia sin duda tendrá drama y eso, pero tirará más hacia la acción que otra cosa. Habrá momentos en los que los personajes estén en calma, pero la idea es que hayan batallas de por medio y una trama de misterios no tan expansiva como la de mi fic de Doki Doki.
En segunda, este fic es LITERAMENTE UN ESPECIAL. ¿Qué quiero decir con esto? Pues básicamente que quería publicar algo para navidad alejado de mi fic principal, y al final me decidí por un experimento de Undertale. La historia no está planeada con una continuación pronta. Tan sólo es para ver cómo me va en este fandom. Si recibe al menos dos comentarios o un par de favoritos y seguimientos, la continuaré cada 20 días más o menos.
Pero seguramente no llegará a esa cantidad, ya que el fandom de Undertale está más muerto que vivo desde el año pasado. La mayoría se mudo a.. ¿Watap? ¿Wahtpadd? ¿Wahpadt?... En fin, la plataforma donde hay fics de bandas y hasta de Youtubers en cuanto al español, y a AO3 en lo referente al inglés. Fanfiction no es el lugar en los que los fans de Undertale suelen publicar, asi que es natural que esté tan abandonado.
No espero mucha recepción, a decir verdad. Con que lo lean unas 20 personas para finales de enero me doy por satisfecho.
Recalco que este es un experimento, así que no tengo tanto planeado comparado con mi fic de Doki Doki. Tampoco me molesté en re leerlo ya que lo hago más para quitarme estrés que otra cosa. No me lo tomó en serio de momento, así que no esperes mucho ánimo por mi parte.
No creo en esta historia en cuánto a recibimiento se refiere, aunque sí me interesa darle mi toque de ¨drama de Evangelion¨ a los personajes de Undertale junto a batallas épicas, además de expandir el Lore en cuanto a la época de guerra entre los mosntruos y humanos. Es una idea que me atrae bastante, pero que no tengo ganas de hacer si no recibo buena recepción.
Sonara feo, pero sólo escribo por los comentarios, ya que mi meta es ser escritor y para mejorar necesito criticas que me indiquen lo bueno y lo malo. Espero sepan comprender.
En fin, nos veremos en poco o mucho tiempo, dependiendo de qué les haya parecido esto.
