Advertencias: AU/Delirios de la autora/Amor homosexual.

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Kishimoto.

Notas principales: Este drabble participa en el reto del foro Naruto Sun and Moon Challenge

Prompt de Enero elegido: Regalar Flores.


Flores


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Hashirama podía recitar de memoria el uso de cada flor que veía, si era medicinal o no, si era venenosa o inofensiva, si se podía hacer té con ella, de su nombre común con el que todos lo conocían —si es que lo hacían— o del nombre científico, sabía el cuidado de ellas y de dónde eran originarias, especialmente ama contarle sobre lo que le apasiona a su mejor amigo.

Madara podía decir con tranquilidad que se ha quedado tardes enteras escuchando en llamadas o en persona sobre las plantas nuevas que compra, que le han regalado o que ha encontrado en el bosque. Ha aprendido a través de los años a entender la mayoría de lo que le cuenta, y escuchar con el corazón acelerado cada palabra que sale de los labios del moreno aunque finja nulo interés.

Hashirama odia la ciudad, es demasiado artificial y falsa, la gente es aún más falsa, es por eso que vive a las afueras, cerca del bosque, dónde puede perderse por horas entre los árboles, hasta ha llevado su clínica a su casa evitarla lo más que puede, pero su excepción para ir es solo una persona. Cruzara autos ruidosos y rascacielos de concreto por ir a un departamento en particular, uno que tiene unas flores en la terraza, flores que le regaló y fingirá no emocionarse al saber que las cuida con tanto esmero.

Madara ama la ciudad, su furia callejera, pelear con la gente, subir arriba del edificio más alto y mirar hacia abajo a los demás como hormigas, entonces sabe que no está hecho para el bosque y esa tranquilidad que le crispa los nervios, pero al salir del trabajo pasará por una floristería, la vendedora la guiñara un ojo al verlo como si lo conociera de años y extenderá su mano esperando la tarjeta de crédito que sabe de memoria, mientras con la otra le señala una planta escondida y reservada entre tantas flores comunes. El Uchiha irá a su casa a buscar una pala y ropa cómoda, entonces se irá al bosque a plantarla cerca de la casa de Hashirama o del río que tanto ama pasear, solo ahí tendrá que esperar horas o días para que lo llame y le cuente de esta planta rara que no debería crecer en Japón pero si lo hace, escuchará todas sus dudas y emoción cuando lo lleve de la mano y le muestre la flor, entonces actuará como si la viera por primera vez.

Hashirama ama las plantas, te puede recitar de la A a la Z sus nombres, es por eso que finge sorpresa cuando encuentra una flor nueva en una zona donde geográficamente es imposible que crezca, porque más que amar las flores ama a Madara, y tal vez un día se anime a decirle que no necesita plantarlas para que lo llame o lo busque, que no es necesario pero mientras tanto, seguirá sonriendo al ver una flor nueva y buscará su teléfono con el corazón acelerado para llamar un número que conoce demasiado bien.

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-Owari-


Notas finales: Lo divertido fue que el final original era triste pero me dio hasta a mi pena y lo cambie por esto jaja, nos vemos en Febrero.

¡Hasta luego!