Ella veía su reflejo en ese inmenso espejo decorado finamente, olía a jazmín, un suave brillar inundaba la habitación, era el sol de las 11:00 am en Hong Kong, era el primer día de noviembre en 5 días que el sol se dejaba ver. Toda la decoración parecía un cuento de hadas, tonos crema y una alfombra color hueso que cubría el frío suelo donde la novia debía ser admirada como la princesa que era, unas pequeñas lagrimas querían surgir del fondo de su corazón, era tan….. feliz.

Tomoyo grito de la emoción, su hermoso cabello negro estaba recogido en una coleta de lado un listón lo adornaba, -No puedo creerlo Sakura, pareces un ángel, estas hermosa-, -¿así lo crees?- Respondió. -Por supuesto, me parece que mi creación está lista, no podría agregarle nada más.-

La prueba final del vestido estaba oficialmente concluida, las zapatillas estaban listas, el velo, el tocado y los accesorios listos, el ramo estaba finamente seleccionado, incluso la provocativa lencería estaba preparada. -Listo Sakura- grito Meiling, -hemos terminado todo absolutamente todo está listo, ¿Te sucede algo? Estás muy seria..- El rostro de Sakura parecía pensativo, ausente más bien, su cabello era ligeramente más largo de lo que lo tenía durante su niñez, ahora con 22 años mantenía una mirada alegre y una sonrisa encantadora , un hermoso vestido de tirantes blanco con pequeñas flores de colores, cubrían su esbelta figura y una sutil gargantilla con dos S adornaba su delicado cuello, una hermosa sortija con un exquisito diamante se alojaba en su mano izquierda, ella lo miró antes de responder: -Yo.. no se creo que estoy nerviosa, estoy feliz pero tengo mucho miedo, la idea de vivir en Hong Kong, lejos de mi familia me da nostalgia-, -Sakura, tranquila- responde Meiling, -Llevas viviendo aquí cerca de 6 meses y claro que has regresado a casa, que te hace pensar, ¿que eso cambiará? tus responsabilidades tal vez aumenten pero no creo que no puedan hacerse un tiempo para que viajen y estén un tiempo allá, un par de días talvez, viajar es muy sencillo ahora- Meiling la prima de Shaoran era delgada con unos ojos imponentes y un largo cabello negro, lucía unos jeans ajustados , una blusa lila con suaves volados en las magas y unas lindas sandalias a juego; si lo sé, es absurdo no debería sentir esto, menos cuando falta tan poco responde Sakura. –

-Bueno basta ya de tanta charla dice Tomoyo, es hora de salir de esta hermosa tienda, que es mía por cierto- parece sonrojarse al decirlo, -Vamos a mi casa ¿qué les parece?-, -Ummm no Tomoyo debemos ir al florista recuerdas dijo que le habían llegado gerveras y quería que sakura las viera por si se decidía por ellas-, -muy bien vayamos entonces-.

Las guardaespaldas de tomoyo ya las esperaban, -Srita. Daidouji- se dirijío a ella el chofer, -Suban por favor- les dijo Tomoyo, estaban subiendose al vehículo cuando la jefa de seguridad gritó al suelo, saltando sobre Tomoyo, Sakura fue empujada por Meiling en ese instante se escucharon disparos, los cristales de la tienda estallaron, ambos vehiculos el de las escoltas y el principal fueron baleados, Meiling cubria el rostro de sakura, la abrazaba con fuerza mientras ella cerraba los ojos y escuchaba como las escoltas disparaban en su defensa, la presencia mágica era inconfundible, Sakura reaccionó en ese momento, vio debajo el vehículo que un sello se encontraba bajo la moto y el conjuro mágico activado, estaba lista para arremeter contra ellos cuando la presencia se esfumó y la motocicleta con ella. Su celular sonó en ese instante, "Shaoran" se leía en la pantalla y la fotografia de su adorable novio la hizo sonreír, -Estoy bien- dijo con una sonrisa en el rostro mientras se incorporaba y veia a Meilling guiñándole el ojo... -¿Porqué no me llamaste?!- Le reclamó, -Vamos Shaoran estas de acuerdo que no podía marcarte en medio de un tiroteo.. - Sonrió de nuevo, -Por favor regresa a la casa-, -Está bien pero deberás hacer un postre para Meiling y Tomoyo también-, -De acuerdo, no se retrasen por favor- dijo nuevamente ahora con un tono de preocupación y colgó la llamada.

-Lo siento- dijo Meiling, -rompí tu vestido, -¿qué?- -Aahh...- Viendo el tirante y parte de la falda rasgada, -No te preocupes me salvaste- y sonrió, -¿Tomoyo tú estas bien?-, -por supuesto, el mejor equipo de seguridad es quien nos resguarda, gracias a la señorita Wang esto ha sido un mero retraso-, -Es un placer servirle Srita. Daidouji, por favor suban al vehículo- Ellas subieron a un Bentley, especialmente diseñado para su seguridad, -Es lamentable que tengamos que cancelar la cita con el florista- argumento Tomoyo, -Es primordial que terminemos los detalles del magno evento- Sakura sonrió viendo por la ventana, se preguntaba quienes serían esas personas, a lo lejos escuchaba platicar a Tomoyo y Meiling sobre los detalles de sus propios vestidos y de sus respectivas parejas.

La casa de su prometido era enorme, ciertamente cuando Meiling le contó que la familia Li era importante en China, no le había dado mucha importancia, sin embargo 1 año atrás cuando se anunció formalmente su compromiso y tuvo que viajar a Hong Kong, los siguientes 6 meses lo confirmó con sus propios ojos. La residencia se encontraba en una zona muy prestigiosa a las afueras de la ciudad los jardines cubrían extensas zonas alrededor de la mansión, al entrar un puesto de vigilancia permitía la entrada por el portón principal, este largo pasillo estaba escoltado por cerezos, Meilling le contó a Sakura que hace años cuando Shaoran le confesó a su madre el amor por ella y que era japonesa, ordenó plantar cerezos para adornar la entrada a su boda, así que Sakura se sonroja cada vez que recorre ese pasillo ya sea en un vehículo o a caballo.

Shaoran ya las esperaba en la puerta principal, lucía un kimono negro pues era hora de su entrenamiento, ahora con 22 años ya no era un niño, tenía un porte fuerte, atlético, cabello despeinado color marrón, unos ojos grandes color miel, penetrantes, serio, tes blanca perfecta, nunca sabias realmente que era lo que pasaba por su mente y por supuesto tenía una sonrisa irresistible, ese caballero era su príncipe, ella le sonrió inmediatamente mientras se acercaba y abría la puerta del vehículo.

-Vamos Shaoran- le dijo Meiling, -No creías que Sakura realmente corría peligro si yo estaba con ella ¿verdad?- -No dudo de tus capacidades en batalla- respondió a secas -Gracias Shaoran- le dijo Sakura al terminar de ayudarla a bajar, -Tomemos té en el jardín, ¿has terminado ya de entrenar?- Le preguntó. Shaoran se limitó a asentir, ya se dirigían hacia la casa cuando tomó la mano de Sakura con fuerza haciéndola girar hacia el, la sujetó justo para abrazarla, al verla directamente a los ojos le susurro al oido, -moriría si algo te sucede- ella sonrió de inmediato -estoy bien además también moriría si algo te sucede a ti- así tan cerca Shaoran besó su frente. -¡Apúrate Shaoran!- Gritó Meiling, arruinando la atmósfera por completo, -¡tengo hambre! Volvió a gritar. -¡Ya voy!- refunfuño, liberando el cuerpo de Sakura pero no su mano.

Después de degustar una deliciosa tarta de manzana y un suave té, Tomoyo anunció que debía regresar a casa, tenía diseños que terminar para la compañía, después de todo ella acababa de graduarse en la universidad de París como diseñadora de modas, con el apoyo de industrias Daidojui había iniciado su propia marca con el mismo apellido y tenía como cede Hong Kong aunque por supuesto realizaba viajes a diferentes países incluyendo Japón en donde su madre aun residía, ella también visitaba a su hija y a su adorable sobrina. -Gracias por acompañarnos hoy Tomoyo-, -No digas tonterías Sakura para mi es un placer ser tu dama de honor y mejor amiga, considero esto como un privilegio- -vamos no exageres Tomoyo- sonrió apenada -Nos veremos mañana chicas- se despidió.

Tai su nuevo mayordomo se parecía a Wei, aquel mayordomo que conoció Sakura cuando eran niños se había retirado para estar con su familia en sus ya muy marcados años de vejez, Shaoran aún mantiene contacto con el y lo frecuentaba con regularidad, él solicitó a su madre que le dieran gran parte del sueldo que recibía cuando estaba aún sirviéndole, como un agradecimiento de los años que trabajó, Leran aceptó con gusto. Este nuevo caballero era atlético, entrenado personalmente por Wei, sabía absolutamente todo sobre la familia Li, el entrenamiento especializado de Shaoran y aquellos platillos favoritos por el joven, era fuerte, tenía el cabello obscuro y corto, ojos rasgados y una seriedad absoluta. -Joven Shaoran- se dirigió a él con una reverencia, -su madre solicita su presencia para el almuerzo en el comedor principal- dentro de una hora, -me comentó que ya se a enterado de los sucesos de esta mañana, por lo que insiste en la invitación- -Por favor Tai confirme nuestra asistencia- respondió Sakura con una alegre sonrisa, -Por supuesto Srita. Kinomoto, ¿también nos acompañará?- -Me temo que no- respondio Meiling debo atender unos asuntos, -Por favor Shaoran despideme de tu madre- Shaoran asintió -Yo me encargo de enviarle tus saludos, gracias de nuevo por lo de hoy- agregó mientras Sakura sonreía, Meilling se retiró y solicitó un vehículo.

-Sakura deberías cambiarte, tu vestido- volteó a ver a Sakura, quien veía el jardín con una mirada perdida. -¿Acaso hay algo que te preocupa?- -así es- respondió al momento su rostro lucía preocupado, -Existía una barrera mágica que no permitía que las balas los dañaran, no logre divisar el símbolo del círculo mágico, pero pude notar la presencia, no querían que me diera cuenta- concluyó Sakura, -entiendo- respondió Shaoran, -tú no debes preocuparte por nada mi deber es ser tu guardián, no permitiré que nada ni nadie te lastime, confías en mi cierto?-, -Por supuesto- respondió ella, shaoran se acercó, acarició su rostro suavemente y le dio un tierno beso en la frente, te acompañaré a tu alcoba para que te arregles, madre es una mujer impaciente.