Antes que nada: Los personajes no me pertenecen y la historia tampoco, es una adaptación de la serie americana Gossip Girl basada en las novelas del mismo nombre escritas por Cecily von Ziegesar.

Los personajes no tienen absolutamente nada que ver con los originales de Candy Candy, pero creo que hacer esta adaptación era interesante... acá les dejo un pequeño adelanto. Espero que les guste.


Hola, chicos del Colegio San Pablo, soy Gossip Girl, y tengo la más grande noticia. Una de mis tantas fuentes, Melanie91, nos envió esto: Descubierta en el Grand Central, con bolsos en sus manos, Susana Marlowe ¿Acaso no fue hace tan solo un año que nuestra chica del momento desapareció misteriosamente para ir a un "internado"? Y de repente, volvió ¿No me creen? Véanlo ustedes mismos. Afortunadamente para nosotros, Melanie91 nos envió una prueba. Gracias por la foto, Mel.

Allí estaba otra vez, todos los alumnos del Colegio San Pablo hablando acerca de la nueva noticia que Gossip Girl había publicado en su blog: La bella rubia de ojos celestes estaba de regreso.

Sin duda, la llegada de Susana Marlowe a Nueva York era un acontecimiento notable para todos, pero para una persona en especial, esto significaba todo.

Tom Stevenson, un joven de Brooklyn que vivía junto a su padre y su hermana menor, siempre había estado enamorado de Susana desde pequeño. Iban a la misma escuela, pero ella, al igual que el resto de los estudiantes, ni siquiera notaban su presencia, y él se sentía bien de ese modo.

Tom se encontraba en la estación cuando vio a Susana. Él y su hermana, Annie, acababan de llegar Nueva Orleans, donde habían pasado el fin de semana con su madre. Louis Stevenson recibió a sus hijos con un fuerte abrazo.

- ¿Qué tal su fin de semana? – Les preguntó - ¿Cómo está su mamá?

- Bien – Dijo Tom.

- Excelente – Intervino Annie al mismo tiempo.

- Excelente y bien – Volvió a decir Annie.

- Está bien y excelente – Repitió Tom, ante la mirada confusa de su padre.

- ¿"Tal vez nunca debería haber dejado Manhattan" bien, o... "Tomarnos un tiempo de nuestro matrimonio fue la mejor idea que tuve" bien?

Para los dos chicos la separación de sus padres continuaba siendo una situación embarazosa, de la cual no querían hablar.

- Papá, ¿Sabes qué? – Dijo Tom para cambiar de tema – Estoy hambriento – Miró a Annie buscando su apoyo.

- Vamos a casa. Yo cocino – Aceptó Louis comenzando a caminar hacia la salida – Ensalada caprese, un poco de búfalo con mozzarella... – Annie rió.

Tom volteó una vez más para ver a Susana...

Descubierto, un chico solitario. No puede creer que el amor de su vida haya regresado. Si tan solo ella supiera quién es...

Pero todos conocen a Susana... Y todos están hablando.

Me pregunto qué piensa Candice White. Seguro, son mejores amigas, pero siempre creímos que el novio de Candy, Tony, siente algo por Susana.

Efectivamente, Candy estaba en su habitación, preparándose para la fiesta que su madre brindaba esa noche cuando sintió vibrar su teléfono celular.

No se podía decir que la noticia fuera de su total agrado. Desde la partida de Susana, Candy se había convertido en la "Queen Bee" de la escuela. Candy, la chica a la que todos deseaban parecerse, rubia de brillantes ojos verdes, elegante, inteligente... solo existía un inconveniente en su vida: Susana Marlowe. Aún sin quererlo, su mejor amiga siempre la había opacado en todo. Pero desde que ella se había ido, las cosas habían cambiado. Y no es que se había puesto feliz con su partida un año atrás, de hecho, no le agrado saber que ella se había marchado sin siquiera despedirse, pero la vida había continuado.

Candy se miró al espejo. Se había puesto un vestido negro corto de mangas acampanadas diseñado por su madre, la gran Rose White, una de las diseñadoras más reconocidas del país. Llevaba zapatos altos y su cabello estaba adornado por una diadema de seda negra. Estaba conforme con la imagen que el espejo le devolvía, pero estaba segura de que su madre no lo estaría. No importaba cuanto se esforzara Candy, nunca llegaría a ser lo suficientemente buena para Rose.

Salió de su habitación y fue en busca de su novio. Anthony Brown era lo que cualquier mujer podría desear. Rubio, ojos celestes, de buena familia... era lo que Candy merecía. Lo encontró hablando con su padre y otros dos sujetos.

- Entonces, Tony – Dijo uno de ellos - ¿Has comenzado a pensar en la universidad? – Pero fue su padre quién contestó.

- De hecho, soy un hombre de Dartmouth.

- Sí – Agregó Tony no muy convencido – Papá siempre habló muy bien de Dartmouth, pero me gustaría echarle un vistazo al oeste. Tú sabes... U.S.C., U.C.L.A.

- Su madre no lo quiere aceptar – Intervino nuevamente su padre – Pero Dartmouth está lo suficientemente alejado de ella – Miró a Tony, desafiándolo a contradecirlo.

- Sí, bueno – Tony bajó la vista – Dartmouth es mi primera elección.

Entonces Candy fue hacia ellos.

- Disculpe, Capitán – Tomó el brazo de su novio – Tony, ¿Vienes un momento?

- Seguro – Se dirigió a los demás - ¿Me disculpan un momento?

Candy se llevó a su novio, pero fueron interrumpidos nuevamente.

- Anthony – Lo llamó Terrence Grandchester, su mejor amigo, que estaba sentado en un sofá con dos mujeres a su lado - ¿Te interesa tomar aire puro? – Señaló un cigarrillo que llevaba en su mano.

- Tal vez cuando vuelva – Contestó él. Pero Candy volvió a tomarlo del brazo.

- Si es que vuelve.

Terrence Grandchester era un reconocido mujeriego. Todo lo que él deseaba, lo conseguía. Su padre, Richard Grandchester, era uno de los hombres más ricos del país, y Terry sabía tomar ventaja de ello. Claro que no era necesario el dinero de su padre para tener a sus pies a la mujer que quisiera. Terry era increíblemente atractivo, sus ojos azules eran capaces de hipnotizar a cualquiera y su cabello castaño invitaba a cualquier mujer a hundir sus dedos en él. Pero sus amigos conocían su carácter promiscuo, y sabían que nada podían hacer para cambiarlo.

Candy y Tony fueron hacia la habitación de ella, y apenas al cruzar la puerta, Candy se arrojó a los brazos de su novio y comenzó a besarlo, mientras lo arrastraba hacia la cama.

- ¿Qué sucede? – Preguntó él desconcertado.

- Quiero hacerlo – Se tiró encima de él – Ahora.

- ¿Ahora ahora? – Volvió a cuestionar el, tomándola por la cintura.

- Si.

- Pensé que querías esperar.

- Ya no – Comenzó a quitarle la camisa. Ya no podía esperar más.

Será mejor que concretes con Tony, C.

El tiempo corre.

- Te amo, Tony Brown – Le dijo Candy a su novio – Siempre lo hice, y siempre lo haré.

- También te amo – Pero había algo raro en su mirada, algo que no impidió que Candy continuara con lo que estaba haciendo. Volvió a besarlo, dispuesta a perder la virginidad esa misma noche.

La camisa de Tony desapareció rápidamente. Los besos continuaban y ya era algo inevitable... o tal vez no...

- ¡Candy, es Susana! – Se escucharon los golpes en la puerta y la voz de su madre, estropeando uno de los momentos más importantes en la vida de una adolescente.

Candy quiso continuar, pero Tony la separó de él.

- ¿Susana?

- Susana está en la escuela – Le dijo Candy – Bésame – Le tomó el rostro pero él volvió a rechazarla.

- No, acabo de escuchar a tu madre decir que esta aquí – Se levantó de la cama y fue en busca de su camisa, mientras Candy volvía a subirse la parte de arriba de su vestido - ¿No quieres saludarla?

- Si – Contestó Candy sin muchas ganas – Por supuesto.

Tony se adelanto para ir a buscar a Susana, en tanto que Candy terminaba de arreglarse. Bajó las escaleras y comenzó a buscarla con la mirada. Tardó unos segundos en encontrarla, pero cuando lo logró, alguien se le adelantó...

- ¡Hola! – Candy fue a abrazarla, fingiendo una sonrisa. Era evidente que las cosas estaban tensas entre ambas.

- ¡Hola!

- ¡Susana! ¡Qué bueno verte!

- ¿Cómo estás?

- ¡Me alegra verte! – Se separó de ella y la tomó de la mano – Ven, estamos a punto de cenar.

- Preparé un lugar para ti al lado de Candy – Le dijo Rose, pero Susana no tenía intenciones de quedarse.

- Si, en realidad, debo ir a un lugar.

- ¿Te vas? – Preguntó Candy.

- Si, no me siento muy bien. Quería pasar por aquí y saludar – Dijo mientras se iba – Te veré mañana en la escuela.

Candy se dirigió hacia donde se encontraban sus amigas, escuchándolo todo.

- ¿Escuela? – Les dijo – Entonces realmente ha vuelto.

- ¿No sabías que volvía? – Preguntó una de ellas.

- Por supuesto que sí – Mintió Candy – Simplemente, quería que fuera una sorpresa.

Los rumores dicen que S abandonó la fiesta de C en 90 segundos, y ni siquiera había tomado un lemoncello.

¿Acaso nuestra chica mala se hiso buena? ¿O es todo actuación?

Susana cruzó las puertas de una clínica de rehabilitación y se dirigió con paso firme hacia las habitaciones.

- Jovencita – La detuvo la recepcionista – No puede estar aquí. Las horas de visita terminaron – Pero Susana continuó caminando.

- Soy de la familia – Llegó hasta la puerta de una de las habitaciones, donde se encontraba un jovencito rubio de ojos celestes postrado en una cama – Es mi hermano.

¿Por qué se fue? ¿Por qué volvió?

Envíenme todos los detalles.

¿Y quién soy yo?

Ese es un secreto que nunca diré... el único.

xoxo, Gossip Girl.

Continuará...


Bueno... espero que me digan si les gusta o no esta nueva propuesta. Ya sé que no acostumbro a hacer adaptaciones, pero esto me pareció divertido.

Cualquier cosa me avisan =)

Besosssssssssss