Titulo: Disparo a ciegas (Provicional)

Beta:

Rating: NC-17 (MA)

Género: Romance/Accion

Pairing:Ichigo Kurosaki / Rukia Kuchiki

Resumen:Para Ichigo todo pasa demasiado rápido, primero la muerte de su madre y luego la aparición del que se dice su padre. Y para Rukia quien está acostumbrada a que todo sea así, violento y sin aviso, el tiempo se detiene.

Estandar Disclaimer aplicado, Bleach no me pertenece.

Berry says, soy una irresponsable. Lo sé. Pero tengo mis excusas, que son largas y aburridas. Pero intentaré estar más activa, lo prometo. Con respecto a 'lo que nos une' la semana próxima estaré actualizando.

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Rukia nunca conoció a su madre, no vio fotos y nadie nunca quiso hablarle sobre de ella.

Sólo tenía memorias de una dulce hermana mayor, un anciano sentado en un cojín y de un hermano mayor ausente. Rukia no supo desde cuándo el anciano en el cojín se convirtió en 'papá' pero sabe que le llamó así en aquel entonces. Y Hisana, la amable hermana mayor, era lo más parecido a una madre que había tenido; aunque Rukia nunca la llamó de esa forma.

Si se concentraba lo suficiente podía recordar una gran mano acariciando sus cabellos con amabilidad.

«Debes pelear, Rukia»

Ella solo vio a su hermano cuando Hisana ya no estuvo.

«Ella era débil, pero tú debes ser fuerte»

Luego el anciano en el cojín, papá, se fue del mismo modo que Hisana. Rápido, violento y con un charco de sangre bajo su cuerpo.

Rukia aprendió lo que era la muerte cuando tenía siete años.

«Sostén el arma con fuerza. Nunca la dejes caer»

Durante toda su infancia ella solamente salía de la mansión para ir a la escuela. Jugaba con los peluches que su hermana le regalaba. Solo hubo dos niños de los que ella poco recuerda, una llamativa cabellera roja y una pequeña rubia de mejillas pecosas, solo eso.

En la primaria llevaba una pesada pistola en su pequeño bolso de chappy.

«Protección ante todo, Rukia. Debes protegerte» Eso fue lo primero que su hermano le dijo tras la muerte del anciano. Protección. Protege tu orgullo, tu dignidad.

Rukia disparó a alguien por primera vez cuando tenía trece años.

Las manos no le temblaron y no se asustó al ver la cantidad de sangre que emanaba del abdomen del hombre. Sólo tenía en mente las palabras de su hermano y la cara que tenía Hisana al caer sin vida al frio suelo. Había asesinado a sangre fría a Kuchiki Koga de treinta y cuatro años.

Su familiar, el mismo que un segundo antes que ella apretara el gatillo había intentado ahorcarla, el mismo que el día anterior prometió que la llevaría a pasear. El tío Koga que le regalaba dulces en navidad y años atrás charlaba tranquilamente con Hisana. No lo pensó demasiado y sólo disparó.

Kuchiki Rukia se convirtió en hitman a la edad de quince años.

TCB