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Un estrepitoso ruido inunda una habitación que se encuentra en penumbras, alarmando a una joven que ya hacia recostada en la cama en medio de esta, la joven alarga su mano para así poder silenciar lo que parece ser un despertador. Medio aturdida por la reciente forma de ser despertada fija su vista en el causante de su sueño interrumpido.
-ahhhh! No puede ser tan tarde!- grita la joven parándose apresuradamente al ver en el reloj marcadas las 7:30 – se me hace tarde, llegare tarde-
Ya levantada la joven se apresura a entrar al cuarto de baño y darse una ducha rápida. Ya terminada de bañar se coloca unos pantalones de mezclilla, una playera de manga larga café claro y calza unos tenis color negros. Salió de la habitación para poder dirigirse a la cocina y tomar una taza de café y un pan tostado con mermelada. Volvió a ver el reloj de la cocina para así poder ver que eran las 8:00am.
-diablos se me hace tarde- se quejo en lo que sorbía el último trago de su café y se apresuraba a guardar su pequeño ordenador portátil, junto con un libro y un cuaderno; que se encontraban sobre la mesa de su pequeño comedor para 4 personas, en un portafolio color café, para después tomar este junto con un abrigo café obscuro del respaldo de una de las sillas y así salir apresuradamente de su pequeño departamento.
Al salir se topo con la señora Urasue, la encargada del edificio; el edifico solo contaba con 9 departamentos contando el de los encargados, dos departamentos por piso, 4 pisos, 1 en la planta baja de los encargados por supuesto y un lugar de estacionamiento para cada departamento; ella vivía en el 4 piso.
-buenos días Señora Urasue -salido cordialmente
-buenos días Kagome- respondió la amable señora- se te hizo tarde otra vez ¿verdad?- pregunto con un deje de reproche
-jejeje-rio nerviosa la joven-me perdí en el mundo de los sueños-
-jajaja-rio con alegría la señora- espero que no llegues tan tarde a la universidad-
Es verdad ella era una joven de 20 años de edad que cursaba su 4 semestre en la carrera de Literatura y trabajaba medio tiempo en una Librería en el centro de la ciudad y vivía sola en ese edificio que por suerte le quedaba cerca tanto de la universidad como de su trabajo.
-bueno será mejor que te apresures o llegaras tarde-
-ahh! Si que pasen un buen día- dijo mientras salía disparada escaleras abajo.
Al pasar por la portería pudo ver al señor Totosai, moviendo unos botes de basura, el señor la vio y le hiso un gesto con la cabeza a modo de saludo, el cual ella contesto con la mano para después salir a la calle y dirigirse a la universidad, si no se apresuraba llegaría muy tarde y lo más probable es que perdería una clase, cosa que no quería, ya había perdido muchas en el semestre y si seguía así no conseguiría su beca para ir a estudiar a Italia. Por suerte para ella la Universidad quedaba a solo a 30 minutos en auto de su departamento, pero el problema es que no tenia auto solo unos patines, que no podía usar debido a que se encontraban en invierno y era peligroso andar por las calle congeladas de Tokio, así que solo le quedaban 2 opciones transporte o caminar, pero dado que eran las 8:10 y su primera clase era a las 9:00 solo le quedaba tomar transporte y rogar por qué no hubiera trafico matutino. Camino hacia la parada del autobús que se encontraba en la esquina, para esperar a este, el cual no tardo en llegar; por suerte para ella; subió y se sentó en uno de los asientos traseros junto a la ventana, gracias al cielo no estaba lleno. Miro el reloj de nuevo, las 8:15.
-ahhh-suspiro cansada- y así quiero conseguir la beca- se reprocho a si misma
Saco su reproductor de una de las bolsas de su portafolio, se puso los auriculares y empezó a sonar la música, en lo que miraba por la ventana pensando detenidamente; dentro de poco cumpliría los 21 años; el 21 de diciembre para ser exactos, se encontraban a pocos días de su cumpleaños, pero su cumpleaños era lo último que quería recordar. Solo le traía a la memoria recuerdos que quería olvidar, la nostalgia de verse sola en esa fecha y la pregunta que se hacía cada año desde que cumplió los 16, ¿Por qué la abandonaron sus seres más queridos?, 4 pronto 5 años buscando la respuesta y aun sin encontrarla. Suspiro de nuevo ese sería un día largo, miro mas atentamente por la ventana cuando el autobús paso por el parque, le encantaba el parque le recordaba que aun había algo natural en medio de todo lo artificial; que había lugares de paz en medio de todo lo estresante de la ciudad, le recordaba muchas cosas de su infancia, además de que era su lugar favorito para leer y dibujar.
Sonrió con alegría, mientras veía la uno que otro corredor pasar por ahí, pero de un momento a otro su vista se fijo en un árbol en especifico, donde había al parecer un joven recargado, no pudo verlo bien por la sombra del árbol, pero lo que sí puedo sentir, fue su mirada penetrante justo en ella, sintió un escalofrió pasar por su espalda, conocía esa sensación la tenía muy a menudo de niña justo en ese parque, justo proveniente de ese árbol, pero hace exactamente 5 años no la sentía, justo después de ser abandonada por ellos sus "seres queridos". Cerró los ojos eh hizo una mueca de desagrado, para cuando los abrió el sujeto ya no estaba.
-estas empezando a alucinar de nuevo- se regaño mentalmente-no se suponía que dejarías de pensar en tonterías, por favor- se estaba empezando a fastidiar y eso no era bueno.
Going through this life looking for angels
People passing by looking for angels
Genial justo lo que necesitaba escuchar la melodiosa voz de John Cooper, en una de sus canciones favoritas, la canción de Looking for angels, canción que recordaba la existencia del diario vivir en muchos de los sentidos. Vio de nuevo por la ventana y se dio cuenta de que solo faltaba una calle para llegar, miro el reloj 8:50.
-genial me quedan 10 minutos- suspiro aliviada, en lo que guardaba su reproductor y se paraba para poder bajar.
Una vez fuera del autobús camino rumbo a su facultad, que era solo un tramo pequeño, menos de 5 minutos por suerte. Al llegar a la entrada del edificio; el cual era de al menos de 5 pisos, con estacionamiento para los estudiantes y maestros, parresia un viejo consulado, color ladrillo, con grandes ventanas, bueno en fin una gran universidad con varias facultades, canchas de deportes, estacionamiento, pero sobretodo con grandes jardines que la rodeaban, donde podías perderte para estar solo o con tu pareja, miro el reloj de nuevo 8:55.
-bien Kagome lo lograste, llegaste justo a tiempo- se dijo así misma, cosa que se le estaba haciendo costumbre- ahora vamos al salo-
Cuando estaba por entrar al edificio sintió de nuevo ese escalofrió por su columna vertebral, acompañada de una penetrante mirada en su nuca, volteo con un poco de desconfianza y vio al mismo joven del parque recargado a solo unos metros, la diferencia es que ahora podía apreciarlo mejor. Vestía totalmente de negro, pantalones, playera, tenis, una chaqueta con capucha que cubría el mayor porte de su rostro y unos lentes de sol que le impedían ver esa mirada que estaba segura estaba clavada en ella.
-¿Quién es?, ¿qué quiere?- se preguntaba mentalmente-¿Por qué siento que lo conozco?-fue la última pregunta que se hizo antes de verlo sonreír arrogantemente, como si hubiera leído su mente, parpadeo por un segundo asombrada por esa sonrisa, pero cuando abrió los ojos el ya no estaba. Este definitivamente seria un día muy largo.
