Capítulo 1.
Un adiós y el inicio.
-Lo siento, pero... Esto tiene que terminar aquí...
Dijo ella casi en un susurro, pero él pudo escucharla perfectamente mientras sentía como su mundo se hacía pedazos.
-No lo estás diciendo en serio... ¿Verdad? -Hacia un enorme esfuerzo para que su voz no se escuchara quebrada, pero le era imposible... ¿Cómo podría comportarse indiferente ante el hecho de que la mujer que más amaba se alejaba de él?
-Yamato, sabes que las bromas nunca han ido conmigo y hoy estoy hablando más en serio que nunca. -Por fin alzando la mirada para enfrentarlo, fue ahí cuando Yamato pudo notar que, si hablaba en serio, en dos años de relación pudo conocerla como ningún otro.
La miro por un largo instante a los ojos... Esos ojos castaños que tanto amaba, ¿sería la última vez que los vería así de cerca...?
-No Sora, yo... No estoy dispuesto a esto... ¡M-me estas pidiendo algo imposible! -Exclamo el rubio levantándose de golpe de su asiento llamando la atención de los demás comensales.
-Cálmate por favor, quiero que hablemos de esto tranquilamente... ¿Puedes cumplir con eso al menos? -También levantándose de su asiento para tratar de calmarlo.
Con total resignación toma asiento nuevamente al mismo tiempo que ella, lo que menos quería era armar un alboroto en una cafetería.
- ¿Por qué me haces esto? ¿Qué he hecho mal Sora? Dímelo y te juro que cambiare, solo...
-Yamato, basta. -Lo interrumpió usando su mano en señal de alto- Por favor, no lo hagas más difícil... Ambos sabemos que en estos últimos días nos hemos distanciado bastante, tú estás ocupado con lo de la banda, yo me iré a estudiar a Francia, sabes que ese siempre ha sido mi sueño y...
-Te esperaré. -Ahora fue el turno de él para interrumpirla- Si es ese el problema ten por seguro que te esperaré el tiempo que sea necesario.
-Es que no lo entiendes... Si ahora que estamos juntos es difícil que tengamos tiempo para nosotros, una vez que me vaya será peor, por eso quiero terminar esto antes de que sea más difícil.
-Pero yo te amo... ¿A caso eso no es suficiente para ti? -Estaba al borde de las lágrimas, de seguro se veía patético según él.
-Es que... Es ese otro problema. -Dijo poniéndose de pie mientras tomaba su bolsa y dejaba una parte de la paga en la mesa- Yo... Ya no siento lo mismo por ti...
Eso fue la gota que derramo el vaso, Yamato pudo sentir como algo apretaba su corazón, era raro, pero también sentía que el aire le faltaba... Si eso era una pesadilla, deseaba despertar lo antes posible.
Sora por su parte noto la reacción de Yamato, sabía que él lo tomaría de esa forma, pero no quería dejar pasar más tiempo, sabía que sería peor y solo lograría lastimarlo más. Desvió la mirada con tristeza y mientras se acomodaba su bolso dijo:
-Lamento no haberlo dicho antes, yo... Realmente espero que seas feliz. -Intentó sonreírle, pero no pudo, así que solo decidió encaminarse a la salida del establecimiento dejando atrás a un destrozado Yamato.
Mientras tanto, el mismo tenía la cabeza agachada, observando fijamente la taza de café que estaba frente a él... ¿Por qué le pasaba eso a él? No estaba listo para escuchar algo como eso... Siempre creyó que Sora iba a ser la mujer con la que compartiría su futuro, formar una familia... Estar con ella para siempre, pero no pudo creer que, en tan solo una tarde, todo eso se iría en un abrir y cerrar de ojos... Había perdido a la mujer que amaba y ahora la vida ya no comenzaba a tener sentido para él.
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- ¡¿Lo dices en serio?! -Exclamo totalmente emocionada la castaña por lo que su amigo acababa de decirle.
-Si... Últimamente has estado muy insistente y como ya se acerca tu cumpleaños, pues puedo concedértelo.
-¡Kyaaa! -No podía contenerse más, así que salto a los brazos de su amigo, realmente estaba muy feliz.- No me alcanzará la vida para agradecértelo Tai.
-Vamos Mimi, no sé qué tiene de divertido mi trabajo. -Mientras correspondía al abrazo con gusto.
-Hmm... ¡Pues todo! Trabajas donde se crea la música, y sabes que la música es mi pasión... ¿A caso no puedes entenderlo? -Separándose de él dedicándole una mirada de reproche.
-Si, pero... Yo no hago mucho, solo soy un simple ingeniero de grabación, voy aprendiendo poco a poco. -Acariciando la cabeza de su amiga.
-Por Dios, no seas tan modesto... Eres considerado uno de los mejores a tus cortos 17 años, casi 18, además... Sabes elegir micrófonos mejor de lo que sabes elegir pareja.
-No sé cómo sentirme al respecto... -Rascando su nuca.
-También... ¡puedes recomendar un pre-amplificador con los ojos cerrados y armas una mezcla de monitoreo que dejaría boquiabierto a cualquiera! Y.… y...
-Hey, hey, tranquila, te vas a quedar sin aire. -Detiene a su amiga mientras reía con ternura ante su actitud- Bien, tienes razón ante el hecho de decir que soy muy bueno en lo que hago, pero... Sabes que mi sueño es otro. -Suelta un largo suspiro tomando asiento en una de las bancas del parque.
-Si... Sé que amas el futbol, y si es así... ¿Por qué no luchas por lograr ser uno de los mejores? -También sentándose a un lado de él.
-Mimi, sabes que mi madre está totalmente en contra de eso, desde lo que pasó con Kari ella lo detesta y no me dejará cumplirlo.
-Pero ya casi eres mayor de edad, eres libre de tomar tus propias decisiones. -Ella mejor que nadie sabía por todo lo que había pasado Taichi, y por eso estaba dispuesta a animarlo en lo que sea.
-Lo he pensado, pero de seguro me echaría de la casa. No es como si no pudiera independizarme ya, es solo que no quiero dejar a Kari sola, ella depende mucho de mí y quiero estar con ella para cuidarla hasta que sea mayor de edad.
-Entiendo... En serio la quieres tanto como para no dejarla sola. -Sonriendo con ternura, sabía que Hikari era la adoración de Tai.
-Así es, pero sabes que a ti también te quiero como una hermana pequeña. -Tomándola con un brazo para abrazarla- Aunque no te vea de esa forma... -Pensó.
-Eso ya lo sé, tonto. -Ríe levemente correspondiendo al abrazo de su mejor amigo- Y... ¿Cuándo me llevaras al estudio de grabación?
-Hmm, veamos... Te puedo llevar el miércoles en tu cumpleaños, ese día iré a grabar una nueva canción de la banda de Yamato.
-¿Entonces tu amigo sacará una nueva canción? -Separándose de él para verlo.
-Si, ¿no te agrada la idea?
-¡Claro que sí! Es solo que... Siempre me hablas de tu mejor amigo, pero nunca lo he visto en persona, así que sería la primera vez, además... Has mencionado que su carácter es algo especial, ¿no le importará que esté presente?
-Por supuesto que no, puede parecer un amargado, pero en verdad es una buena persona... Y si dice algo solo le partiré la cara y listo... Di-digo, hablaré con él de la forma más pacifica posible. -Cambiando eso al ver la mirada asesina que le lanzaba su amiga- ¿Entonces ya quedamos en ese día?
-Si, saliendo del colegio iremos. -Con una gran sonrisa.
-Perfecto. -Le devuelve la sonrisa y alborota sus cabellos castaños.
-¡Oye! No me despeines. -Haciendo un puchero mientras apartaba la mano de Tai de su cabeza-
Taichi reía burlonamente y se pone de pie.
-¿Te parece si vamos por un helado?
-Bien, solo así te perdono por lo que acabas de hacer. -Se pone de pie y se encamina a una de las heladerías más cercanas mientras Taichi la seguía con una sonrisa de resignación.
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-Esto es una mierda...
-Hermano, no hay que empezar con lo mismo por favor. -Le contestó Takeru a Yamato, él estaba ahí para tratar de consolarlo.
-E insisto con lo mismo... ¿Qué haces aquí Takeru?
-Es domingo, así que vine a visitarte, pero en serio... No pensé que algo así pasaría y me alegro haber venido, no me quiero imaginar que hayas podido haber hecho una estupidez.
-Estaré bien, puedes irte a casa. -Sacando otro cigarrillo con la intención de fumarlo, pero fue interrumpido por Takeru al arrebatárselo- Es verdad... -Suelta un largo suspiro de frustración.
-Te prepararé algo de comer. -Caminando hacia la cocina.
-Takeru...
-¿Qué te gustaría comer?
-Takeru...
-Aunque en realidad no hay mucho aquí, podría...
-¡TAKERU! -Grita el mayor totalmente desesperado por no haber obtenido la atención de su hermano- En serio... Quiero estar solo, yo... No necesito de nada... Por favor, vete. -Hundiendo su rostro en uno de los cojines, parecía estar al borde del llanto.
-Bien... Te veré después... -Dijo Takeru tomando sus cosas y saliendo del departamento, sabía que cuando su hermano se ponía así, lo mejor era dejarlo solo.
Mientras tanto, Yamato escuchó como su hermano se iba... No era el hecho de no querer verlo, si no que no quería desquitarse con él, no merecía ese trato. Dejó caer su cuerpo en el sofá y sintió como más lagrimas brotaban de sus ojos mojando por completo sus mejillas... En eso recordó las últimas palabras que le dijo Sora, "espero que seas feliz"… ¿Realmente él podrá llegar a ser feliz sin ella? No creía que eso fuera posible.
Hola a todooooooooos
Ohhhh sí, estoy viva y sé que tengo una historia pendiente y que de seguro me quieren matar por no actualizar aun, pero es que luego la inspiración es bien maldita y no te deja en paz, así que puse en marcha este nuevo fic que espero y sea de su agrado.
Mientras que con el otro no se preocupen, aun seguirá en pie, tuve unos pequeños problemas de salud así que "¿Quién lo diría?" Está pendiente ;v
Y sin mas que decir me despido, espero verlos pronto ewe
