Capítulo 1: Problemas...
Aun me cuesta entender de lo que fui capaz de hacer , no quiero creer que estaba totalmente consciente cuando hicimos eso y quiero creer que él tampoco de otra manera esto jamás hubiese sucedido ...
Comenzó cuando nos encaminábamos hacia la reunión de los Kages en el país de la Nieve más conocida como El País Neutral, jamás había estado en una tierra tan fría, trataba de disimular lo que en mi piel ya era evidente, un frio que helaba los huesos y aunque a mí me salía bien disimularlo Kankuro no podía resistirlo; está demasiado acostumbrado a nuestra región. Gaara, mi hermano menor tampoco hacía notar ni una leve sensación de molestia o frio, perfecto como siempre.
Entre más nos adentrábamos en el país para llegar a la cumbre mas se nos aproximaba la tormenta, aun no era la hora de la reunión faltaba bastante pero Gaara es muy puntual y por eso habíamos salido con cierta anticipación.
— Sera mejor que nos refugiemos de esta tormenta aquí – Nos sugería Gaara refiriéndose a una enorme pensión a la cual nos aproximábamos — La tormenta era demasiado fuerte de seguro todos los Kages estaban buscando refugio, además seguro que ustedes tienen hambre.
_ ¿Y tú no, Gaara? — Le decía Kankuro al escuchar los ruidos que producían el estomago de mi hermano menor, pude notar un leve sonrojo de su pálida piel la cual me parecía muy tierna en él.
Ya en la pensión una hermosa señorita de larga cabellera rubia ojos celestes como los míos y bastante esbelta nos daba la bienvenida al lugar.
— Muy buenas tardes, es un honor para nuestra pensión el recibir al Kazekage de la Aldea oculta entre la Arena y a sus guardaespaldas pero lamento decirles que solo nos quedan dos habitaciones sepan disculparme —Nos decía la joven más que avergonzada al contarnos la noticia.
— No te preocupes, la aceptaremos igual, estamos hambrientos y necesitamos refugio de esta tormenta —Le dice Gaara con una voz muy seductora que hasta a mi me hizo sonrojar pero estoy más que segura de que no fue intencional decirle de esa manera.
La chica se puso más roja que un tomate y le dijo que enseguida la cena le seria servida.
— Joo Gaara las traes muertas con ese método, tienes que enseñármelo – Le decía Kankuro dejando desentendido a mi ingenuo hermano.
— ¿A qué te refieres?
— ¡Vamos me vas a decir que no te diste cuenta!
— Basta Kankuro déjale ya– Le ordene, ya que a Gaara no se le dan bien esas cosas y Kankuro solo va a terminar por avergonzarlo.
— Me refiero a que esa preciosidad de rubia está muerta por vos— Le explicaba con voz picara.
— ¿Muerta?
— ¡Aish! Pues sí, que esta que se muere por tu amor, se ve que tú le gustas— Le dice ya molesto porque no entiende a dónde quiere llegar, colmándome a mí la paciencia.
— Ya basta Kankuro deja de molestar a Gaara con esas estupideces –Me doy cuenta tarde que reacciono mal.
— ¿Estas celosa? —Me preguntaba Gaara echándome esa mirada tan peculiar que aun me intriga. No le echarías esa mirada a tu hermana más bien se la harías a una mujer desconocida…
No supe cómo reaccionar le dije que no por supuesto pero me había quedado pensando en "esa" mirada.
Llega de vuelta Mao, la chica que suspiraba por mi pequeño hermano y la que se encargaba de atender y alojar a los hospedantes de la pensión.
— Por favor acompáñenme a sus habitaciones, en unos minutos la cena estará servida ¿Desean cenar en su cuarto? —Decía muy amable.
— Si — Respondía Gaara automáticamente era raro ya que él suele comer en los comedores.
— Esta es la primera habitación que tenemos, la otra está del lado derecho unos metros más adelante.
—Tomare esta con Temari — Decía Gaara haciendo referencia a la primera habitación – Ven conmigo hermana.
No atine a nada solo obedecí pensé que pasaría la noche con Kankuro ya que son hombres no entiendo porque conmigo, Mao se ocupo de llevar a Kankuro a la otra habitación mientras Gaara cerraba la puerta de la nuestra. Al voltearme me encontraba con una habitación soñada, una cama matrimonial de las más grandes, a los costados dos mesitas con lámparas bellísimas mas a la derecha había una mini nevera que por la cantidad y variedad de copas que había en la vitrina de al lado estaría solo con bebidas, del lado izquierdo pude observar el baño y la ducha, el ambiente calefaccionado hacia la estadía muy agradable sin duda estos beneficios los obteníamos porque Gaara es el Kazekage.
Un silencio nos inundaba a mi hermano y a mí hasta que él, de la nada decidió hablarme.
— Estoy seguro que los demás Kages buscaran refugio en algún lugar, nadie podría sobrevivir a esta tormenta – Me decía dirigiéndose a la nevera teniendo un tono de voz bastante monótono.
— Si, es seguro —Le contestaba guardando mi abanico en el pergamino que él me obsequió para hacerlo más transportable y desplomándome en la cama, debia ser sincera estaba exhausta.
De pronto Gaara se acercaba a mí dispuesto a ofrecerme algo de beber, para mi sorpresa era vodka algo nada liviano.
— Oye ¿No crees que es algo fuerte para esta hora? —Le preguntaba extrañada
— ¿No te gusta? Generalmente te veo beber esto— Me contestaba atrayendo mas para sí el vaso.
— Es cierto pero es de vez en cuando, solo cuando hay algo para festejar.
— ¿No quieres?
—Si que quiero— Le respondía y en seguida tome el vaso.
Necesitaba preguntarle algo que me rondaba en la mente y el vodka me venía bárbaro para desinhibirme, pero para mi sorpresa él también se estaba sirviendo un vaso pero pude notar que era sake.
— Gaara no puedes beber, aun no tienes la edad.
— Es cierto pero no falta mucho para que sea mayor de edad —Me respondía luego de beberse ese vaso de sake de un solo trago, estaba algo molesto, esto ya me estaba preocupando… –Además fue Kankuro quien me lo recomendó.
No dije nada pero por dentro quería matar a Kankuro, lo está pervirtiendo.
— Emmhh Gaara ¿Por qué estas bebiendo? Es raro que tu lo hagas además te noto extraño hace un tiempo y la verdad que quería preguntarte… ¿Por qué no te quedaste con Kankuro en esta habitación en vez de conmigo?
— Porque Kankuro me dijo en la recepción que esta noche tenía pensado pasarla con una señorita en su cama –Dijo sin darle mucha importancia.
— ¿Qué? Ese maldito de Kankuro ¿No piensa en todo el lio que tenemos como para que se ponga a tontear? Nos encaminamos hacia una reunión con todos los Kages por que el mundo ninja se encuentra en peligro y a este se le ocurre buscar novia, es un inmaduro no se parece en nada a ti —Contestaba más que furiosa.
Cuando me quise dar cuenta luego de que se me fuera mi rabieta vi que Gaara se había tomado más de media botella de sake el solo y que sus mejillas ya estaban poniéndose rojas.
— ¡Eyy Gaara! espera tú no sabes beber, te vas a enfermar si sigues tomando de esa manera, tu no sueles hacer estas cosas ¿Qué te sucede?— Le preguntaba conmocionada.
—No estoy bien hermana y la verdad que todo esto me está amedrentando y no me agrada para nada —Me decía acercándose de a poco a mí.
— ¿Qué problema tienes? ¿Es Kankuro? ¿Estás nervioso por la cumbre? Sabes que siempre puedes contar conmigo –Le decía tratando de calmarlo.
—Es que el problema eres tú ,Temari— Me decía mientras colocaba su vaso vacio en la mesita de luz y acercaba su cara tan cerca de la mía que podía sentir su aliento a alcohol, haciéndome sonrojar ya que nunca le había prestado atención a sus facciones, pero descubrí que viéndolo bien mi hermano es un hombre muy atractivo. No podía decir nada, su respuesta me había dejado paralizada.
—Voy a ver porque esa niña tarda tanto con nuestra cena –Apenas me dijo eso cerró la puerta de golpe haciéndome reaccionar y darme cuenta que ya se había marchado.
¿Por qué tengo esta sensación en el cuerpo? ¿Qué me está pasando? ¿Y qué le está pasando a Gaara?
— Demonios, es cierto, por estar pensando en tonterías lo deje ir solo, con solo verle puedo notar que se paso con el sake. En cualquier momento podría derrumbarse se lo ve ebrio —Decía saliendo en su búsqueda.
Buscaba en los pasillos del lugar pero no podía verlo, pasé por las aguas termales que había en la parte trasera pero tampoco lo encontré.
Solo vi a Kankuro queriendo seducir a una pelirroja pero ella ni caso, recordé que él dijo que iba a buscar a la recepcionista encargada de nuestra cena, para preguntarle lo de nuestra comida así que fui directo en la cocina, entré pero extrañamente no había nadie, estaba a punto de irme hasta que escucho un quejido. Pensé que alguien estaba por ahí y detrás de la cocina había una despensa con su puerta levemente entre abierta.
— ¡Ah! Kazekage-sama —Escuchaba decir a una chica, no lo pensé dos veces y decidí espiar por esa ranura, no podía creer lo que mis ojos veían y lo que mis oídos escuchaban…
— ¿Te gusta? Niña —Decía mi hermano mientras veía como tenía su mano acariciando la entrepierna de la joven Mao, inmediatamente sus labios se mantenían ocupados en los pechos de la chica. La escena me parecía repugnante, ella apoyada en una mesa con su falda levantada y su camisa desabrochada, llena de lujuria y pasión que le transmitía Gaara, de solo verle me hervía la sangre.
— ¡Ahh! Kazekage–sama no tan rudo por favor—Decía con placer Mao
—Ah… Eres hermosa Temari— ¡¿Por qué Gaara me nombro en esa situación? Tenía una idea pero me daba vergüenza de solo pensarlo.
Gaara reacciona mal al escuchar de su propia boca decir eso, Mao queda totalmente anonadada y él lo único que hace es agarrarse la cabeza como desentendido, como cuando portaba al Shukaku y no podía mantenerlo bajo control , no me di cuenta y se dirigía hacia la puerta, me asuste, rezaba porque no me haya visto. Salí corriendo de ahí en dirección hacia nuestra habitación, cerré la puerta de un golpazo y me derrumbe en ella sin poder creer la escena de lujuria y placer que estaba siendo protagonista mi hermano, peor aún, no entendía por qué tanto enojo mío, si él es un chico que no tienes compromisos con nadie y puede hacer lo que le plazca, decidí levantarme y terminarme la botella de vodka, de alguna manera me sentía mal por haber presenciado eso…
De pronto sentía la puerta cerrarse, estaba Gaara con esa tal Mao dejando los platos en la mesa de la habitación.
—Gracias Gaara –sama por haberme ayudado.
—De nada— Respondía él amablemente.
No sé el porqué pero ver a esa chica me daba bronca.
CONTINUARA...
