—Demashitaa PowerPuff Girls Z No me pertenece.
—Esta historia participa del juego "Amigo Secreto" del foro Power Z.
—Y por supuesto que tiene dedicatoria. Y pues claro, yo soy tu amiga secreta MissBel92, y esta historia va dedicada a ti. Espero haya cumplido con tus expectativas, ya que el humor no es mi fuerte que se diga. Debo decir que también estoy más que nerviosa por ver si te gustara o no lo hara. Pero bueno, aquí espero ver si es de tu agrado.
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ℚᴜᴇ ᴄᴏᴉᴎѕᴉᴅᴇᴎᴄᴉᴀѕ
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Kaoru de pequeña siempre había sido una chica bastante... perruna.
Amaba tanto a aquellos caninos peludos y que jugaban con ella en cada parque que paraba con sus padres, que poco le importaba de dónde venían o qué raza tenían.
Ella se enamoro de ellos así como así. Desde el primer momento en que vio uno.
Les gustaban sus afilados dientes, y —por irónico que fuese— aquellos grandes caninos que ellos poseían. Le gustaba cómo jugaban con cualquier cosa que se encontrasen, al igual de cómo corrían a los gatos que pasasen por sus lados.
Le gustaba cómo ladraban a las personas y más a los carteros que se posaban en frente de las casas en las cuales vivían y protegían día a día. Siempre ahuyentando a todo el que considerasen peligroso.
Le gustaba cómo correntiaban de lado a lado, como si fuese lo más natural para ellos en este mundo redondo. Al igual de que cómo sacaban la lengua para afuera de la ventana (al igual que su cabeza) cuando iban de paseo en auto, o directamente eran llevados de compaña con sus dueños.
Eran peludos —o al menos los que ella había visto—, sus colas largas moviéndose de aquí para allá y sus lenguas para afuera sólo por el simple placer que para ellos esto consideraba.
Los perros podían también aprender trucos, como nadar en el agua o ir por la pelota —o el palo— que fue lanzada por su amo u otra persona cercana a él.
En fin, a ella le encantaban los perros de pequeña. Incluso cómo a veces atacaban a la gente. Y también le gustaba sus ladridos. Aquel sonido tan... "Woff".
Los perros para ella eran tan geniales.
Pero no sólo ellos eran geniales para ella, sino que también su compañero y amigo Butch quien también compartía su afán por ellos. Cada día que se encontraban hablaban de ellos como si sus vidas dependiesen de ellos.
Sus ojos siempre brillaban ante esto. Puesto que era genial compartir sus vicios con otra persona que también los poseía.
Una vez ellos habían visto por casualidad a un cachorrito huyendo de una persona con una escoba en mano y mirada amenazante. Sólo ahí se dieron cuenta de que aquel veloz cachorro tenía entre sus dientes... muchas salchichas. La escena les dio un poco de risa, y luego se decidieron a ocultar el cachorro en cuanto el hombre de la escoba lo predio de vista.
Aquella vez lo levaron al parque y lo dejaron comer tranquilamente aquellas cinco salchichas que no sabían ni cómo en su pequeño cuerpo podían entrar.
El cachorro luego de ello los lamió y jugaron con él hasta que se hizo muy tarde. Luego se marcharon viendo como aquel cachorro retomaba su camino sin seguirlos a ninguno de los dos. Quizá porque ellos habían tomado caminos diferentes, y aquel pequeño de seguro los seguiría si estuvieran juntos.
Aquel manchudo cachorro de color marrón sólo pudo ver mientras se iba, cómo aquellos tomaban caminos diferentes esperando reencontrarse al día siguiente con ese par que lo salvo.
Pero no contaba con que no los volvería ver en un largo largo tiempo.
Kaoru por su parte un mes después, para su decepción, y horror se mudo de su hogar a la ciudad de al lado. Abandonando a aquellos perros que jugaban con ella todo los días.
No había vuelto a ver a aquel perrito de aquella vez, a pesar de que ella y Butch lo habían buscado por todas partes del parque al que habían ido aquella vez con él. Ellos pensaron que se encontraba buscando sus alimentos diarios y esas cosas, o que quizá ya había encontrado una familiar para la decepción de sus infantiles almas.
Ella ya se había despedido de todos aquellos caninos y de Butch un día antes. Claro que como cualquier niña de su corta edad no quería abandonarlos pero así iban las cosas; Y ella no podía hacer nada por el trabajo de su padre.
Por supuesto que les aseguro a todos —excepto por motivos personales a Bucth— aquellos perros que los extrañaría muchísimo. Y que quizá muy pronto volvería.
Diez años habían pasado desde entonces.
Y con una sonrisa un Kaoru se encontraba desempacando sus maletas en aquel pequeño —y a la vez espacioso— cuarto del complejo de la universidad de Tokio. Ella había elegido esta universidad por ser aquel lugar natal de ella que había abandonado hace ya varios años cuando tenía apenas ocho miseros añitos. Iba a estudiar la carrera de veterinaria, puesto que su amor por aquellos animales se habían extendido más allá. Queriéndolos no sólo a ello sino a todos —pero bueno, a ella todavía le seguían encanado más que nada los canes aquellos.
A pesar de que sus capacidades en los años anteriores de secundaria no habían sido buenos, y tenía notas que gracias a dios por lo menos era más que nada, pudo entrar a aquella universidad puesto que lo único que ella leía —ya que no era mucho de libros— eran cosas de animales, al igual que de deportes. También había surgido la cuestión de ser profesora de Educación Física, pero nadie podría superar su amor hacia los animales. Ni siquiera sus años de jugar todos aquellos deportes que pasaban a etcéteras, y etcéteras de tantos que era. Por en fin,ella pudo pasar el examen e ingreso y eso la hacia muy, pero muy feliz. Hasta el punto de babosear su gran nota a sus hermanos y padres...
Sip, ella jamas sacaría otra igual, eso lo tenía bien seguro en su cabeza.
Cuando salio a caminar para recorrer aquel lugar que había dejado hace años, vio pasar a muchas personas. Algunas con una correa y un perro oliendo todo lo que se pusiese en su camino, incluso —por supuesto— el piso que caminaban y a su amo.
Todavía le seguían fascinando esos maravillosos animales y su forma de ser.
Paro cuando vio aquel parque en el que tenía muchos recuerdos. Todavía seguían estando aquellos perros callejeros y de distintas partes de la ciudad que de alguna manera siempre se reunían ahí.
Se dirigió caminando melancólica y viendo con ganas a aquellos perros que —jugando claro está— se mordían y tiraban al pasto moviendo sus colar y aquellas tiernas orejas.
Su mirada se paro en un perro de una altura mediana como cualquiera de la mayoría, pero lo que le llamo la atención era su pelaje marrón claro, con aquellas manchas que nunca olvidaría, ya que de él no habían muchos, y no todos poseían aquella gran mancha en la espalda, excepto aquel cachorro de aquellos diez años atrás. Cuando se acerco noto que alguien lo estaba acariciando sentado en una banca del parque. Paro su caminata pensando que se había equivocado de perro —aunque no era que admitiera que se hubiese equivocado tan fácilmente— y levanto su vista a aquella persona que lo acariciaba. Encontrándose con ojos verdes puestos en el perro con aquel brillo característico que tenía aquella persona como ella tuvo —y tiene— desde hace más de diez años cuando ve a un perro. Y lo reconoció de inmediato.
Se acerco sigilosamente y cuando estuvo al frente dijo:
—Te morderé hasta la muerte (1)—haciendo que aquel pelinegro levantase la mirada sorprendido por aquellas palabras que sólo una persona supo que diría, y que reconocía como un saludo.
Claro que se sorprendió cuando vio a aquella persona que no había visto en todo este tiempo.
Y sonrío como ella lo hacía.
Vaya que las coincidencias son grandes, pensó. Él había venido desde la universidad a este parque y se encontró con la gran sorpresa de que aquel cachorro de hace tiempo estaba acostado en una banca de aquel parque en el que una vez jugaron juntos. Incluso cuando se le acerco y le empezó a acariciar ante el reconocimiento de aquel, no se espero nunca un gran reencuentro entre los tres verdaderamente.
Fue algo sorprendente incluso para él. ¿Kaoru pensaría lo mismo?
Y entonces contesto recitando todo aquello que se sabía de memoria desde hace tiempo:
—¿Es en serio?
Y ella sonrío al darse cuenta de que era él. Los demás estaba segura que ya se hubieran asustado en cuanto dijo aquella frase algo psicópata, pero él no. Puesto que la primera vez que se vieron —él entrado como un pervertido al baño de las niñas, a pesar de su corta edad; aunque bueno, los niños son curiosos ¿no?— fue lo primero que le dijo con una mirada bastante fulminante. Pero él no se asusto, eso la había sorprendido en ese entonces, puesto que cualquier niño en su situación habría salido corriendo cual gato asustado —lo que ella quería provocar para así seguirlo como los perros lo hacían—. Y desde allí surgió una extraña amistad de perros. Ella siempre lo saludaba de esa manera —más bien cuando estaban alejados de cualquier persona conocida— cada vez que se veían. Y él siempre le contestaba de la misma manera.
En cuanto a Butch, todavía seguía algo sorprendido y en shock por todo esto. Era demasiada coincidencia para todo este día. Demasiada para su gusto, mente y cerebro.
Y en cuanto el perro, pues él ladro feliz de por fin verlos a los dos juntos después de tanto tiempo. Él prácticamente había venido a este parque cuando podía, y no estaba siendo perseguido por alguna persona como siempre le pasaba. Siempre espero poder encontrar a aquellas dos primeras personas en el mundo que lo salvaron y a la vez lo trataron tan bien...
Ahora podían estar juntos otra vez como aquella vez hace diez años atrás.
Que coincidencia ¿verdad?
[Vaya que cuando la historia empieza con perros, termina extrañamente con un gran encuentro... De ahora en adelante todo depende de ellos y lo que decidan, yo por mi parte lo dejo así puesto que la historia comienza desde aquí.]
°·°Fin°·°
1*— Me enamore de esta frase que la dice un personaje llamado Kyoya Hibari de Katekyo Histman Reborn! *·* Definitivamente este es mi personaje favorito. Y de estas frase salio —por más extraño que parezca— la idea de la historia.
Lo sé. No hay mucho humor (bueno la verdad no sé si lo hay). Pero lo que cuenta es la intención, y como a ti Miss-chan dijiste que te gustaban mucho la pareja de los verdes, y que no quieras mucho romance (o al menos eso entendí cuando pusiste con "un poco de romance")... Y luego de pensar mucho tiempo surgió esta idea. Pero mira que tengo como cuatro historias más que salieron también pensando en una idea de la historia que te dedicaría. Y esas creo que las notaras en cuanto las suba luego de ésta, o antes, ya que son más o menos con los protagonistas Butch y Kaoru xD.
En fin, espero te haya gustado y a ustedes también lectores.
Hasta La Próxima.
