El hijo del Caos.

Prólogo

Hace mucho eones, milenios, eras cuando solo existía la nada, algo del interior de la misma explotó. No se sabe a ciencia acierta que lo causo, sin embargo de ahí salió una figura que no pudo ser considerada ser, dios, titán ni humano. Sin embargo esa criatura obtuvo la forma de ellos.

Esta se hizo llamar Caos, porque su sola existencia dio inicio a la creación. Era poderosa, No obstante se sentía solo por ser la única forma pensante. Por lo que de su cuerpo comenzó a salir otras como él. Sin embargo conforme pasaba el tiempo, supo que esas pequeñas criaturas que llamaba hijos era diferente. No lograban igual su poder y conciencia. Por lo que comenzó a juntarlas en par, para que al menos no tuvieran la desdicha de estar solas como él estuvo en un comenzó.

Dandoles una identidad con un nombre es que nacieron su dulce Nix, su oscuro Erebo, su violento Tartaro, el juguetón Eros y la amplia Gea. De su voz les había dicho de que en él iba a nacer aquellos que lo acompañaría. Siendo su igual y compañero; y así como lo había dicho, dos de sus hijos rápidamente se unieron para dar a luz a otros dos que se acompañarían, Éter y Hémera.

Sin embargo, la ingenuidad de su pensamiento, lo hizo pecar de inocencia, llevándose la primera gran decisión cuando su amplia tierra se negó a seguir su voz, cometiendo la primera afrenta contra el padre y copiando la labor del mismo. Desde su vientre salió el hijo y esposo de la Tierra, Urano.

Caos vio fascinado y horrorizado lo que su hija hizo. Viendo que del niño salido de la tierra nacería una estirpe poderosa, pero imperfecta. Que caerían sobre ellos el pecado de la hija desobediente. Que buscarían la parte que la madre se había negado tomar desde un principio. Pero mientras buscaba hacer entrar en razón a su hija, no se percató que de su primogénita seguiría los pasos de su hermana. Saliendo de ella, seres poderosos e incompletas. Oscuros como la madre, que al final serían observados como seres imperfectos, aunque amados por su madre y padre político.

Decepcionado de sus hijos se ocultó en las profundidades del universo sin lograr completar su tarea, en poder entregar al compañero faltante a sus otros dos hijos. Busco alejarse de ellos. Pasó mucho tiempo hasta que algo lo hizo estremecerse, buscó la causa de ellos, solo para descubrir que el mundo que había conocido no era lo mismo, vio a su hija lastimaba llorando por sus hijos.

Cuando le cuestionó la razón solo pudo darle la razón de su error, pues del hijo con el que se unió, con las eras sucumbió a la ambición de su poder negando a su descendencia, ocultándolos al interior de ella y su hermano Tártaro. Ellos se liberaron con el liderazgo del más joven de sus hijos. Entraron en guerra con el padre, logrando derrocarlo, pero este en su agonía, condenó a su descendencia a lo que sería su maldición por el resto de la existencia. Una lucha entre padres e hijos, y ahora eran los hijos de Gea que luchaban contra su descendencia, siendo ese estallido que lo despertó el final de la misma.

Pudo ver como el hijo que derrotó al padre, caía ante el suyo. El Hijo del Hijo de Gea no tuvo consideración de encerrar a la descendencia de ella en el interior de su violento, mientras el juguetón solo podía observar decepcionado de lo que su hermana había provocado por su desobediencia. Sintiendo un rastro de ira por las acciones que ese nuevo niño que se autoproclamaba rey de la tierra, gobernador sobre sus iguales y su madre. Ese ser así como sus hermanos y hermanas se hicieron llamar dioses, mientras los vencidos fueron llamados titanes.

Sólo pudo dejar una pequeña advertencia de que sus acciones solo tendría graves consecuencias si es que seguían en ese camino. Mediante uno de los descendientes de aquellos "titanes", hizo llegar a ellos una advertencia, en forma de profecía para hacerles entrar un poco de razón en sus palabras al resto de las criaturas presentes; más este último fue callado y encerrado en un tormento por el resto de la eternidad. Sin que sus palabras fueran escuchadas más que por algunos pocos.

Pudo expresar su decepción por las decisiones tomadas por esas nuevas criaturas en no evitar que la madre buscara venganza por sus hijos caídos. Naciendo de ella criaturas violentas que solo ponían en peligro su propio bienestar. Sin embargo la astucia de una joven doncella los hizo caer, logrando demostrar su inteligencia y gratitud, así como la búsqueda del perdón de la madre dolida.

Finalmente Gea acepta su derrota y se retiró del mundo inmortal, no sin antes dar unas últimas palabras al nuevo "rey" para no ser vista nunca más. Mientras tanto Caos observa a la descendencia de Gea multiplicarse, viendo la unión que se daba entre ellos al igual que la tierra. Creando criaturas a su semejanza, con la que encontraron placer unirse con ellas para dar el nacimiento a seres extraños que eran nombraban como semidioses.

Todo eso le pareció un escandaloso, más no pudo objetar palabra alguno. Como su pudiera leer sus pensamientos, la doncella todavía estaba para darle razón de seguir observando ese nuevo mundo haciéndolo menos escandaloso para su gusto. Por lo que decidió observar a aquella mujer que intervenía en su cabeza, logró ver que esa jovenzuela tenía un destino mucho más haya a la que su rey deseaba darle, pudo ver que ella estaba destinada a lo grande. Solo una ocasión tuvo para hablar con ella en la forma más inofensiva que no lo haría sospechar de lo que era. De esa única experiencia la hizo saber que estaba en lo razón de haber encontrado la diferencia entre los hijos de Gea. Solo tenía que hablar nuevamente con ella para que le ayudaran a reparar el error de su hija. Pero todos sus planes se vieron interrumpidos cuando el rey convenció a la doncella a no cometer el "error" que su abuela y bisabuela.

Vio los limpios ojos de la diosa, jurando sobre las aguas oscuras sólo para observar la felicidad del padre. Siendo esas palabras, la gota que derramo el vaso de la paciencia. Luego del juramento de la doncella de no permitiría manchar, ni albergar vida en su vientre, ni tomar un huevo suyo o la semilla de un contrario a ella, sin importar su origen divino ni mortal por toda la eternidad. Caos apareció, una pequeña parte de su ser hizo temblar la Tierra, los océanos y el inframundo, toda la creación sintió la presencia del primero de todos ellos. Con el poder de su cosmos, sólo los ojos del rey pudieron ver la oscura e imponente silueta del primero.

"escuchar mis palabras, hijo del padre deshonrado, eh visto los corazones de quienes gobiernas y solo veo piezas incompletas. Este reino que hacer llamar Olimpo desaparecerá. Así como paso al padre y al padre del padre. Este fue la sentencia y por mucho que quieras mover los hilos, sucederá. Esas son mis palabras, esas son mis ordenes, pues de aquella doncella que juro pureza nacerá un rey, rey de reyes, con él iniciara una era donde los errores acabaran, y la acción de la primera pecadora serán borradas

No volvió aparecer en ese mundo luz, aun cuando el rey lo buscó. Fue a parar al reino de oscuridad, donde conoció a su oscuro gobernante, pidíendole que no revelara su ubicación ni presencia. Fue a parar donde reposaba su dulce noche, para dar comienzo a la creación del último de sus hijos. Tal vez era momento de volver a reformar nuevamente ese mundo de cambios.

Continuara…


Primer capitulo Editado.