LA INQUIETUD

Lex descubre que su relación con Lana es una mera estrategia para alejarla de su amigo Clark, pues no soporta que éste se le acerque… tras algunos roces entre los ex amigos, por fin logran estar a solas y con la ayuda de un vino especial… puede suceder lo que ambos han deseado desde hace mucho tiempo…


Ese chico de ojos verde azules, se sorprendió a sí mismo con una incógnita interior. Después de una plática sostenida con sus entrañables y viejos amigos Cloe y Lana sobre los conflictos sexuales que sufre un adolescente, pues si bien, Clark tenía muy claro que él mismo estaba pasando por momentos complicados de la adolescencia, sabía también que estaba a punto de librarse de ella, pues pronto sería un joven de 18 añitos, y aquellos sueños contradictorios típicos en su edad deberían estar alejándose más y más… y así estuvo sucediendo… hasta que últimamente le asaltaban una serie de pensamientos con su mejor amigo… y eso en verdad le asustaba…

Caminando hacia el Talón con Lana, mientras en su cabeza revoloteaban imágenes de Lex, de cuando y cómo lo conoció, de cómo le salvó la vida, y no era que el muchacho le quería ver en peligro¡ni pensarlo!

Era que le agradaba demasiado la sensación se salvarle una y otra vez… especialmente en aquél accidente en donde le saca del agua y tiene que darle los primeros auxilios… en su mente otra vez unía sus labios carnosos a los finos y sensuales de su mejor amigo para darle el oxígeno que al otro le faltaba:

-¿Te sucede algo Clark? –dice el amor de su vida; Lana, ahora más platónico que nunca, pues estaba saliendo con su mejor amigo, el problema no era saberlo, si no asimilarlo, ya que no habían platicado mucho sobre el asunto.

Lana continúa mirándole a sus hermosos ojos, insistiendo por una respuesta, pues la mente del joven Clark parecía perdida, con una sonrisa muy leve, como queriéndose esconder… Con el seño fruncido insiste ahora con un tono ligeramente más alto:

– ¿Cla-ark?... ¡Clark!! –Por fin le alza la voz la chica, al mismo tiempo que el chico se exalta y finalmente le mira, con un tono más rosado que de costumbre sobre sus mejillas, como si Lana hubiera descubierto sus pensamientos:

-¿Eh?

-¿Te sucede algo?

-No… nada… -Nervioso y titubeante.

-Pues no lo parece. –Con tono severo.

-Disculpa Lana -Se detiene el chico -es que… estoy un poco apurado, pues… tenía que terminar unas tareas en la granja esta mañana y… lo había olvidado…

-¿Ah sí?

Incrédula y un poco molesta, pues ya habían planeado tomar un café en el Talón, en donde aprovecharían para hablar, pero Clark la evadía últimamente por razones obvias para ella, pensaba que en efecto el chico tenía motivos para estar molesto. Pero ella las tenía más, por que él mismo terminó la relación sin una explicación razonable, y que si no habían hablado sobre la relación que ahora sostenía ella con su mejor amigo, era por que él siempre lo evitaba, siempre la evadía, y sabía que a Lex le hacía lo mismo.

-¿Y cuándo tendrás tiempo?

-¿Tiempo para qué?

-Para por fin hablar sobre nuestra situación.

-Creí que en "nuestra" situación ya se había dicho todo.

-¡Eres un "As" para evadir conversaciones Clark! –Le dice la chica poniéndosele en frente -Pero dime; ¿podrás seguir con ésto y seguir teniéndonos a Lex y a mí como amigos?

El chico con sus cejas alzadas, parpadea un poco, en realidad no sabe qué contestar.Lana interrumpe el silencio de Clark desesperada pero rendida:

–Está bien Clark, el tiempo que sea necesario, pero no pienses que daremos marcha atrás a lo nuestro.

-¿Lo "nuestro"?

-¡A lo mío con Lex! –replica la joven, pensando que Clark usaba un tono de esperanza a lo de él y Lana.

¡Cómo se equivocaba!... el tono del chico no era de esperanza, sino de decepción, pues él sabía claramente que Lana se refería a la relación entre ella con su mejor amigo. Pero al escuchar tan de golpe las palabras de la joven, sentía cómo ésta defendería esa relación en la que las mentiras y los secretos no serían pan de todos los días.

Él necesitaba tiempo para reflexionar, pues últimamente se la había pasado recordando y fantaseando, y esa corta conversación con su ex, le habían traído de nuevo a la tierra…

-Te dejo esta vez, pero ya no estamos dispuestos a esperar tanto tiempo –Más tranquila.

Enseguida toma con ambas manos las mejillas rosadas de su aún amigo y mirándole fijamente:

-¡No queremos perder tu amistad, pues en verdad ha sido muy importante para nosotros! –Con un tono más suave y suplicante acerca su rostro al del joven: -¡Te queremos Clark!– Le suelta un tierno beso en la mejilla.

Clark por un momento baja su mirada y la devuelve a la chica cuando ésta se va alejando dejándolo ahí parado meditando:

¿Qué sabe ella de la amistad que teníamos Lex y yo?... y si… ¿y si él se lo dijo?... ¿Si le dijo que mi amistad era tan importante que no quería perderla?... entonces ¿por qué lo de Lana?... ¿por qué con ella?...

Sacude su cabeza tratando de evitar respuestas que no deseaba, prefería irse a su granero y seguir fantaseando…


Éste era un hombre más maduro, que sabía muy bien lo que quería, era por eso que tambaleó un poco la seguridad que le caracterizaba, cuando se sorprende así mismo recordando también el día en que Clark sujetaba su mentón pegando sus labios para darle vida.

Antes de que cualquier otra imagen atacara la mente de Lex, se interrumpe:

-¿¡Qué estás haciendo grandísimo estúpido!?

Su costumbre era hablar consigo mismo, era su conciencia que le había acompañado desde siempre, aquella que le hacía más poderoso y fuerte, el dueño de todo… la que siempre le ayudaba a conseguir lo que quería, hasta lo imposible…

Tomando de su mesa una copa de vino importado; sorbe un trago y saboreándose sigue:

A veces parece ser tan fuerte… -Pensaba del chico de ojos claros –además de misterioso… no… -Se replica a sí mismo –¡Es un mentiroso!... ¡me oculta cosas... me demostró que nuestra amistad era nada!

Piensa dando otro sorbo más intenso y prolongado de su copa de vino claro, da un apretón a la bebida y le mira, cuando dentro de su copa aparece la imagen de esos bellos ojos azules, con esas pestañas grandes y caídas tan obscuras como sus cejas… ¡Oh Dios!... ¡Esas hermosas y abundantes cejas que ayudaban a sus ojos a mostrar la transparencia de sus sentimientos más profundos! y esos labios tan sensuales, más que los de su ahora novia…

Definitivamente no necesitarían ni una pizca de color adicional, pues era perfecto el color de esos labios carnosos que le hacían juego con sus mejillas rosadas¿por qué tenía que ser tan perfecto? –¡Maldita sea! -Se dice devolviendo la copa bruscamente a la mesa…

-¿Qué es tan molesto cariño?

Interrumpe la voz dulce de Lana que se acompaña con un apretón al hombro de su compañero, Este voltea no sin antes tratando de borrar la expresión de furia que invadió su rostro, le sonríe suavemente…

-Nada importante… Inversionistas, no saben que en el juego se tiene que arriesgar.

-¿Seguro que no culpas injustamente de tu furia a esos pobres inversionistas? –Lana le sonríe maléficamente.

-¿Qué más habría de molestarme?... Lo nuestro es perfecto, y eso es lo único que importa ahora. -Dice Lex.

Esta vez la chica sonríe ampliamente y le plasma un beso intenso rodeando sus brazos al cuello de su novio… éste le corresponde, pero Lana siente tensión en el beso de Lex. Su mente divagaba en otro lado. Jamás su trabajo era motivo de evitar los juegos apasionados que vivían ya hace semanas. Lana se retira de Lex:

-Este día todos están evadiendo cosas.

-¿Cosas?... ¿Qué "cosas"?

-Cosas… -La chica se encoge de hombros.

Lex le mira más interesado extrañado… como queriendo sacarle más información:

-"Todos están evadiendo cosas" – repite Lex analizando la frase. Tomando nuevamente la copa abandonada continúa:

-"Todos" puede implicar a personas que tenemos en común… y eso de "evadir" –Sarcástico:- ¡me da la impresión que tu confianza aún no es muy madura hacia mí!

Le sigue mirando fijamente, al mismo tiempo que vuelve a saborear ese vino, esperando respuesta de Lana, ésta le devuelve la mirada un tanto severa:

-¡Vaya!... ¡Jamás había conocido a alguien que superara por mucho las tácticas de evasión de Clark!

-¡Clark!- Dice Lex como acertando.

-Si… Clark.

Lex se dirige hacia el asiento de su escritorio y recargándose cómodamente en él con una mirada que normalmente dirigía a sus empleados más capaces en espera de un resultado favorable:

-¡Así que hoy tuviste una conversación poco productiva con Clark!

Lana estaba un poco desconcertada y se le notaba el enojo en el rostro, pues era la primera vez desde que salía con Lex, que éste le cuestionaba de un modo tan impasible. Además de que le había echado en cara tan fina y fríamente su desconfianza, quitándole las armas que ella podía utilizar para reprocharle su beso distraído y tan falto de pasión.

-Una conversación NADA productiva con Clark… ¡sigue sin querer tocar el tema de lo nuestro!... Y lo que menos quiero, es que por esta razón la amistad termine. Le dije lo importante que era para ti y para mí; pero su actitud fue de completa indiferencia.

Lex se queda un rato pensando, se preguntaba qué era lo que pasaría por la mente del chico. Sólo tendría que echar un vistazo a ese rostro que a unos instantes se reflejaba en su copa de vino blanco. –Tendré que conversar con él a como dé lugar- Pensó… pues Clark se le había negado una y otra vez. Lex ni siquiera imaginaba lo que al muchacho le había estado inquietando. Ante el silencio de Lex, Lana le dice:

-Además de la "evasión"… la "indiferencia" es algo que le aprendiste muy bien a Clark.

Lex reacciona ante el reproche de la joven:

–¡No necesito aprender de nadie!

Lana, enojada y sin ganas de seguirle la plática fría y calculadora a su compañero, rápidamente se dirige hacia la puerta y antes de salir se da la vuelta y replica:

-¡Espero que mañana estés de mejor humor!... ¡No me gustaría que ese "sentimiento oscuro" hacia Clark perjudicara nuestra relación!- Se va de prisa.

Lex se queda pensando:

¿Sentimiento oscuro?... Tal vez por el odio que intento tenerle, se supone que debería estar celoso, pero… - No se atrevió a seguir esa frase.

Se levanta de su asiento, toma su fina gabardina negra y sale en su porshe dispuesto a ver a Clark -Ésta vez no le dejaré escapar -Pensaba en el camino.


Clark se encontraba en su granero observando algunas fotos de su antigua novia:

Es muy linda si, pero… ¡él no tenía derecho a acercársele, si sabía que era especial para mí!... ¿Por qué lo hizo?... no… no lo entiendo... ¡si yo era su mejor amigo!... lo salvé muchas veces del peligro… ¡yo jamás le haría algo así… ¿por qué él a mí si?... tal vez no merezca que le diga la verdad sobre mí… tal vez mi padre tiene razón, y la naturaleza de los Luthor es traicionar…"

En su cabeza; la imagen de su ex mejor amigo era la que predominaba… de pronto una voz cálida y fuerte, le hizo estremecerse, pues vaya que de ganas tenía de volver a escucharla, estaba ahí el Luthor diciendo su nombre, el Luthor! con esa personalidad tan dominante y exquisita, con esa calva tan particular y sensual… ese aroma fresco que cada vez que se alejaba, se quedaba en la memoria del muchacho:

-Clark!

¡Sí… era real, no era un sueño!... hacía tanto que no le veía; que se le notó el gusto, pero también el nerviosismo, pues sabía que no estaban en buenos términos. Sus cejas oscuras se alzaron y sus ojos azules reflejaron emoción, se levanta de su cómodo sillón, se moja los labios, temiéndolos secos y tratando de simular su emoción, sin dejar escapar la sonrisa que le nacía…

-¡Lex!- Le dice mientras que apresuradamente arroja la foto de Lana a la pequeña mesa; demasiado tarde, pues Lex seguro la había alcanzado a ver

- No… no creí que… que…

-¿Que fuera yo quien apareciera aquí?- Le sonríe con sarcasmo- Algún día tenía que pasar Clark, no podías esconderte eternamente. Es bueno que no hayan estado tus padres, pues seguramente no hubiera yo podido llegar hasta aquí.

-Lo siento Lex, es que… no estaba preparado para verte tan pronto…

-¿¡Tan pronto?- le interrumpe Lex con irónico y molesto- ¡Pero si llevas semanas evitándome!... ¿y qué con Lana?... con ella te has dado tiempo para continuar con su "amistad".

-La veo todos los días Lex, es inevitable… no puedo verla y no hablarle.

-¿Cómo yo ahora?... ¿me diriges la palabra sólo por que no lo puedes evitar?... Pues bien, aquí estamos. Y creo que es buen momento para tocar ese tema que has estado eludiendo insistentemente.

Clark baja la mirada y sólo en instantes veía el rostro de aquél hombre enojado; no sabía por qué… si se suponía que ÉL era el ofendido¿acaso no fue él quién le arrebató a su novia?... Pensando esto se atreve por fin a mirarle fijo a los ojos, aún temiendo que descubriera Lex en él, esos pensamientos que le habían estado asaltando…

-Entonces tendré que sentarme a escuchar tus motivos… Lex.

-¿Mis motivos?... ¿Mis motivos de qué?

-Tus razones por las cuales hiciste lo que hiciste.

-Lana tenía razón en decir que eras un experto en eludir temas¿sabes?

-¿Eludir qué temas?... ¡no creo que necesites muchas explicaciones para saber el por qué no quería hablar contigo!… ¡es obvio Lex!… no quiero humillarme preguntándote cosas que, por lógica¡tu deberías contestar sin necesidad de mis… estúpidas preguntas!

-¿¡Qué quieres que te diga Clark?... ¿Qué sentía atracción por Lana desde hace tiempo?... ¡yo creo que tú lo notabas… las visitas continuas que ella me hacía y yo a ella, la actitud distante entre ustedes dos… y además…

Clark no soporta mucho escuchar esas palabras secas de Lex, se sienta devuelta en su sillón, con los codos en las rodillas, se agacha sobándose el cabello con ambas manos. Continúa el Luthor:

-…esas mentiras, ese misterio que te rodea… ¡es lo único que puedes dar¡eso Clark!... eso exactamente fue lo que hizo a Lana alejarse de ti una y otra vez¡eres tan voluble… ¡tan indeciso!… sin mencionar que la última vez… -Se acerca Lex un poco más hacia Clark, con la voz más baja e irónica –¡La última vez sólo le susurraste un "ya no te amo" para MANDARLA AL DIABLO!

Clark voltea su rostro hacia Lex, entrelaza sus dedos varias veces para tratar de mitigar ese torbellino de sentimientos confusos del momento… mira a Lex con dos parpadeos y con el rostro triste…

Lex siente que puede rendirse ante eso, pero no doblega. Temiendo que Clark encontrara algún sentimiento compasivo en él, retira su rostro lo más lejos posible… se dirige hacia la grande ventana, dueña de aquél atardecer que obscurecía poco a poco el refugio del estudiante.

Se sentía tranquilo al lado de Clark, sin saber por qué. Aún en esas condiciones, sentía que no debía salirse de sus casillas, pues aquél momento tenía que durar el más tiempo posible, ya que era probable que pasaran otros tantos días antes de poder ver esos hermosos ojos.

Repiensa Lex: -Pero ¿¡qué estoy haciendo!?... ¡No puedo doblegarme!... ¡él sabe que tuvo mucha culpa!... ¡yo no tengo por qué sentirme como el culpable de todo!

Dispuesto a no dejarse llevar otra vez por ese tierno rostro; Lex se dirige hacia Clark, todavía en ese sillón. Se sienta a un lado para poder acosarlo más de cerca… esta vez no tendría piedad; se repetía. Colocando su brazo en el respaldo del sillón cerca de la espalda de Clark; dobla una rodilla y la sube al sillón… era la posición justa para atraparlo y no dejarlo ir… amenos que Clark se quisiera ver muy cobarde.

Por su puesto que Clark sintió la posición de Lex al Lado suyo y por unos instantes titubeó para voltear a mirarle. Al fin lo hace… no siente temor por los reproches sobre Lana… a lo que teme es al enojo de su amigo. No le gustaban esas palabras de Lex arrojándole a la cara que él sentía atracción por Lana… y esas visitas… ¿¡qué estaría pasando entre Lex y Lana en esas visitas constantes?... Clark sentía ya celos… pero no por Lana como pensaba su amigo…

Lex le mira y… ¡se derrumba otra vez!... se queda mudo sin siquiera atreverse a pensar. En esos segundos sólo divagan esos pensamientos que le asaltaron anteriormente en su mansión… No… ¡algo no andaba bien!... comenzaba a reconocer que esa obsesión hacia al chico no era tan normal… pero ¡ese no era momento de analizar eso!... ¡eran sólo unos instantes!... y ¿qué iba a decir al chico?... ¿qué iba a pensar del poderoso de Lex Luthor?

No debía arriesgar su, ya de por sí deteriorada, amistad… Clark trata de dirigir su posición hacia Lex para poder mirarle más de cerca:

-Muchas veces no puedo ser yo mismo, pues muestro aspectos que harían daño a los demás. No puedo ni debo dañar a Lana… ni a ti.

-Y… ¿qué sientes por ella?... ¿Todavía la amas?- Pregunta Lex desarmado completamente, pero no estaba dispuesto a quitar esa posición corporal acosadora.

El muchacho sólo mira unos instantes a los ojos de Lex, pues es una pregunta a la que no quería llegar. Y Lex ya no le da más tiempo, pues sabe que no sabrá contestarle:

-Creo que después de ésta charla, quedan ciertos aspectos descubiertos y necesitarás un poco más de tiempo para volver al tema.

Ya la posición invitaba a un acercamiento más fuerte, ya las miradas de ambos estaban llenas de emoción… de ese sentimiento que a pesar de los problemas, de las peleas pasadas, de las palabras hirientes… seguía vivo. Entonces pensó el Luthor en retirarse, antes de que se sorprendiera haciendo algo sin antes analizarlo. Pues debería ponerse así mismo las cartas sobre la mesa, ya que no era un hombre que se dejara llevar por sus impulsos.

Peleando con su subconsciente que le pedía seguir sus propulsiones y tomar la mejilla del más joven y plasmar sus labios a esos rosados, casi rojos… logra por fin incorporarse y huir del chico, quien se queda un tanto triste. Tampoco era tiempo de un abrazo como los que solían darse en nombre de la amistad.

Se levanta del sillón y se retira, pero antes le regresa una mirada para despedirse. El Luthor, experto; había ya ideado el formato para ver al chico otra vez… tendría que ser lo más pronto posible:

-Lana creyó que para el día de su cumpleaños ya se reanudaría nuestra amistad. Con el temor de decepcionarla… espero que tu presencia el domingo por la tarde en mi casa, sea el inicio de lo que se quedó aquí pendiente.

Clark lo mira… con una leve sonrisa y un parpadeo, asiente ligeramente con la cabeza:

-Seguro.


Un día antes de la grandiosa fiesta de Lana, planeada y organizada por su novio Lex, éste se encontraba en su fina sala meditando con una pieza de música clásica.

En medio de la soledad que disfrutaba, se sentía en confianza como para postrarse recostado muy cómodamente en su amplio y suave negro sillón. Con un brazo en su mente y el otro ocupado con una botella de wiskey… a esas horas vespertinas.

Nunca imaginó que su mente le jugaría tan volublemente con esas imágenes y recuerdos de su querido amigo… regresaban una y otra vez.

Trataba vanamente de poner las cosas en su lugar, de ser frío y calculador como siempre…. pero eso le fallaba con Clark. ¡Él!... ¡quien jamás soportaría un engaño!... al muchacho le había aguantado eso y más…

¡Sus mentiras!- Pensó enojado… -¡Sólo ha sabido dar mentiras!

Pero enseguida venían los hermosos recuerdos. No… no podía odiarlo. ¡Jamás había sentido eso por nadie!... comenzó admirando su valentía y sagacidad al salvarle la vida… esa humanidad que le caracterizaba, luego… su sencillez, desde el principio: su belleza física, esa envidia a su familia… a la relación tan perfecta que llevaba con su padre… ¡tenía todo lo que él jamás tuvo!... a veces quería ser él, tener todo lo de él….

Luego… ese misterio, esas quimeras… ¡ansiaba tanto convertirse en una parte esencial de la vida del chico!… que se enfurecía cuando le mentía, cuando lo desplazaba al contarle secretos a Cloe o a Pete… ¡y no a él!… ¿por qué a él no?... se preguntaba…

Pero¡qué maravilloso era cuando en aquellos días acudía a él para cualquier favor!... se sentía importante en su vida, que lo necesitaba… que lo protegía, a pesar de que a veces pareciera no necesitarlo pues, no sabía cómo, pero siempre salía bien librado de ciertos problemas. Y muchas veces hasta le salvaba la vida a Lex otra vez… si… era un pacto en que los dos se protegían…

¿Y ahora qué?... ¿desde cuándo habían pasado todos esos sentimientos a ser… eso que ahora le invadía?...

Está bien. Tendré que hacer otra prueba… lo veré mañana… y los tendré juntos a él y a Lana. Tal vez así pueda descubrir si la relación que ansié con Lana fue por tener algo de Clark, para alejarla de él... ¿o para qué?... Yo tenía que reaccionar y asegurarme que no regresara con ella otra vez... ¡Me tiene que perdonar!… después de todo¡yo le he perdonado sus mentiras!… pero no forzaré nada. Si viene a la fiesta, hay esperanza…


La música hacía que las pláticas tuviesen que ser a gritos, se encontraba la casa de Lex llena de compañeros y amigos de Lana.

Cloe y Lois estaban ahí, brindando con una botella de vino, el cual había sido procesado en el laboratorio de Lex y se habían utilizado ciertas mezclas para darle un sabor especial. Después de varios experimentos el vino resultó ser delicioso y en absoluto peligroso, pero si Clark llegara a la fiesta y probara de ese rico vino… las consecuencias serían impredecibles pues contenía cantidades mínimas de kriptonita roja, la misma que le hacía a Clark deshacerse de todos sus complejos. Lana se dirige a su novio:

-¿Estás seguro que invitaste a Clark?

-Seguro

-Bueno, es un poco tarde para que llegue, creo que no va a cambiar tan fácilmente, tal vez nunca nos perdone.

-Recuerda que él fue quien terminó contigo Lana.

-Si… lo sé, lo hemos hablado mucho, pero no puedo dejar de sentir algo de culpa… –mueve la cabeza- en fin, creo que tienes razón, además era demasiado que llegara, si tanto tiempo nos ha estado huyendo, tal vez esta no era la forma de…

Lana se da cuenta de repente que Lex no fijaba ya su atención en ella… vio sus ojos con un brillo extraño que se dirigían a otro lado. Ella le quedaba de frente y voltea para averiguar qué era lo que observaba tan insistentemente… ¡Era Clark!... Lana regresa su cabeza hacia Lex:

-¡Qué sorpresa!... ¡en el último momento!… bueno¿quién lo va a recibir?...

Lex, sin contestar a Lana, se dirige hacia Clark, dejando atrás a su novia, Lana sólo se queda ahí mirando. Clark ya los había ubicado, sólo se hacía el perdido pues los nervios lo habían hecho llegar tarde… a punto de no hacerlo nunca:

-¡Clark!... ¡creí que no llegarías! -Lo recibe Lex con una amplia sonrisa, pues la presencia del muchacho significaba que las diferencias por fin estaban esparciéndose.

-Lo siento, creo que llegué algo tarde… tuve problemas con la camioneta.

Otra de sus mentiras, pues fácilmente llegaría como un rayo corriendo, con lo que había tenido problemas era con su decisión, y eso lo adivinaba Lex, el cual le sonríe como aceptando su dulce excusa.

-No te preocupes… todavía hay algo de vino…

Lex hace la señal para que uno de sus meseros les dirija una charola de copas con aquél vino especial.

-Gracias Lex, pero… es que yo… sabes que no bebo…

Lex sonríe divertido, pues le encanta pervertir al chico:

–Sólo será un pequeño brindis… ¡relájate Clark!

Lex toma una copa y se la ofrece al chico. Titubeante, Clark toma por fin la copa… la conserva en su mano. El Luthor no puede dejar de admirar ese hermoso y nervioso rostro juvenil… le sentaba excelente el traje negro. Se interrumpe:

-¡Vamos Clark!... Es un vino delicioso que mandé fabricar para este día especial.

Clark observa la copa y le da un pequeño sorbo. El sabor le hace hacer una expresión graciosa como si hubiese probado limón… sus labios quedan húmedos y Lex le observa entretenido con aquél espectáculo…

Lana observa desde lejos. No se atreve a interrumpir pues se les ve muy relajados. Aunque se siente un poco abandonada; decide dejar que esa amistad se cocine, así que se dirige con sus amigas.

El primer sorbo no pareció tener efecto en Clark, pues apenas si mojó sus labios:

-E… ¡es delicioso! -Un tanto forzado por agradecer la atención de Lex.

Lex se siente complacido:

-Me alegra que hayas decidido venir.

-Lex… sobre lo último que hablamos… yo…

-¡No Clark! –Interrumpe Lex –En este momento lo importante es convivir; como lo hacíamos antes… dejemos para otra ocasión los temas difíciles.

Clark asiente con la cabeza un poco más relajado, pues en el camino venía formando frases para poder sostener conversaciones peligrosas que estaban pendientes. Ahora no tendría que hacerlo, ahora sólo tenía que hacer como si nada hubiese sucedido, darse un descanso… y disfrutar de tan agradable compañía.

No quería acercarse a Lana, pues temía que Lex pensara que aún sentía algo por ella. En eso se acerca Cloe, quien había abandonado a Lana con Lois.

-¡Hola Clark!

-¡Qué tal Cloe!... me alegra encontrarte aquí.

-Lana no puede librarse de mí… -bromea- ¡y menos con este vino especial!... elaborado casi con las manos de Lex. –Dice la chica elogiando el buen gusto de Lex.

-Si… es… ¡especial! –Dice Clark, mirando a Lex, el cual le regresa una mirada que dura por un instante hasta que se ven forzados a interrumpirla por la presencia de una chica tan observadora como Cloe.

-¡Ya lo creo! –Dice Cloe irónicamente. –y… ¿ya felicitaste a Lana?

Cloe sabe que a su buen amigo se le tiene que dar un empujón para hacer esos pasos difíciles. Además de que no le agradaba la relación entre Lex y Lana, y trataba de incomodar al Luthor.

En otras circunstancias Clark le hubiera estado agradecido, pero en ese momento le pareció muy imprudente su "ayuda", eso lo hizo ponerse nervioso otra vez. Lex lo notó, y para que la reportera no notara cosas extrañas participa en la plática:

-No querrás hacer enojar a la cumpleañera Clark, creo que merece una atención de tu parte.

Lex se traga su coraje al verse a sí mismo incitando el saludo de los ex novios para no dejarse apuñalar por Cloe. Clark sabía muy bien que no era algo que le agradara a Lex, pero dadas las presiones tuvo que ceder:

-S…i, tienes razón… -Tragando saliva- entonces… con su permiso.

Lex asiente con la cabeza y Cloe señala a Clark el camino a Lana, que se encontraba ya sola, ésta lo ve aproximarse y comienza a sorber de su copa nerviosamente. Por fin llega al lugar:

-¡Hola Lana!... ¡muchas felicidades!… -Le regala un abrazo apresurado, nervioso y frío- Siento llegar tarde.

Lana sonríe tratando de ser comprensible y amable. Era un paso difícil para Clark y ella lo sabía. Echó la culpa de su abrazo frío al hecho de que no quería verse muy atraído hacia ella:

-No te preocupes Clark, creo que te tocará limpiar el desastre final -Le bromea Lana.

Se sonríen y hacen unos segundos de silencio. Clark quería que ese momento de incomodidad fuera interrumpido de algún modo, pues sentía la mirada pesada de Lex no muy lejos… y lo comprueba devolviendo la mirada hacia él… Lex, al ver que el chico volteó, lleva rápidamente sus ojos hacia otro lado. Clark toma aire y se vuelve a Lana:

-Lamento no haberte traído algún obsequio, pero con las prisas… fue algo repentino. Lex acababa de informarme lo de tu fiesta y…

-No, no te preocupes Clark… el último regalo que recibí de ti fue tan hermoso… que durará muchos cumpleaños más- Lana se refería a aquella noche que le regaló una función de cine infantil en su granja.

Hacen otro lapso de silencio¡qué momento tan largo! pensaba Clark. Voltea a ver otra vez a Lex, pero ésta vez no lo encuentra, decepcionado, le busca inútilmente con la mirada por todo el lugar… Lana se da cuenta que algo le inquieta:

-¿Sucede algo Clark?... ¿a quién buscas?

-N… o, no es nada- Sonríe nerviosamente -Creo que la gente comienza a irse.

-Si, es que ya es un poco tarde. Pero no te preocupes… estoy segura que al terminar todo esto Lex querrá platicar con alguien cercano. Verás… rodeado de tantos compañeros míos, él no ha tenido la oportunidad de congeniar.

-Lo imagino

-Servirá de que pases un momento agradable.

Lana intentaba que la amistad entre su novio y Clark no terminara por su culpa. ¡No imaginaba si quiera cuales eran las intenciones que se estaban cocinando en la mente de Lex!... ¿¡Cómo iba a saber que le estaba preparando el terreno perfecto?...

En cambio en Clark sólo había inquietud… deseaba que un rato de compañía con su mejor amigo no se convirtiera en plática con preguntas acosadoras e incómodas, o en una discusión… ¡mucho menos en una violenta pelea!... pero lo que más le inquietaba:

¿¡Dónde diablos se ha metido Lex!? -Pensó dando un sorbo mucho más largo a su copa de vino rojo… esta vez sintió cómo el líquido recorrió su cuerpo, sintiendo escalofrío y su cuerpo quiso por un instante perder el equilibrio…

-¿¡Estás bien Clark?- Le pregunta Lana, tomándolo del brazo.

-Si… creo… que aparte de ser delicioso es… ¡fuerte!- Refiriéndose al vino.

Para Clark resultaba muy extraño, pues el alcohol no hacía efecto a su cuerpo¿Qué le sucedía?... ¿serían tantas emociones juntas?... A Lana, que tampoco estaba acostumbrada a las bebidas alcohólicas, le pareció gracioso que el muchacho grande y fuerte le afectara tan rápido. Decide acompañarlo a un sillón de la sala… ese mismo donde Lex reflexionaba sus sentimientos hace no mucho…

-Será mejor que te sientes un poco, creo que esto de la bebida no es algo que deba entrar a nuestros planes aún.

Ambos toman asiento. Clark recarga su cabeza en el respaldo del sillón… entonces choca su mirada con aquél que se le había perdido¡Era Lex que le observaba desde el balcón que adornaba la sala!... ¡Esa mirada tan penetrante!... ¡Con razón esa sensación!... ¿desde cuándo estaba observándole desde ahí?... Se incorpora, y de un trago se bebe todo el contenido de su copa… le dice a Lana apresurado:

-¿Podrías traerme un poco más de vino?- Sugiere Clark dándole su copa ya vacía a Lana.

-¡Pero Clark!... ¡no te veo muy bien!… no creo que…

-¡Por favor!- Con voz suplicante.

Lana asiente un poco sorprendida, toma la copa y se retira en busca del líquido. Clark, tratando de no ser tan indiscreto decide regresar sus ojos en busca de esa mirada que le hacía sentir su alma llena, pero… ¡vuelve a desaparecer! -¿¡Cómo hace para desaparecer tan rápido!?... ¡No sé que haría él con mis poderes!

Decepcionado, se agacha recargando sus codos con sus rodillas, jugando son sus manos y mirando hacia la nada…

-¿Clark?

¡Esa voz otra vez!... ¡Siempre llegaba cuando más le pensaba!... comenzaba a creer que era otro de sus dones…

-¡Lex!

Se incorpora pero sigue sentado, tenía a ese hombre enfrente suyo, ahí parado… no había tenido tiempo de contemplarlo pero… se veía realmente atractivo. Rápidamente lo mira de arriba abajo, tratando de no ser descubierto. Enseguida da unas palmadas al sillón, invitando a Lex a sentarse al lado suyo. Lex sonríe y accede:

-Te miraba desde hace rato. ¡Parece que mi vino es muy fuerte para ti! -Dice Lex con una expresión divertida.

-Si… tal vez ha sido que… antes de venir tomé una cerveza de las que papá tiene guardadas.

Clark miente tratando de no verse gracioso. Lex lo sabe y le causa ternura… los labios del muchacho se han enrojecido más y ese aspecto húmedo… esos ojos brillosos y parpadeantes¡tan hermoso! ... el aspecto ebrio definitivamente le favorecía… y a él le excitaba…

-Veo que la relación con Lana no va tan mal.

-No… es decir… no del todo, no ha habido mucho tiempo para conversar… -Clark teme que Lex se enfurezca -y según veo, la gente está terminando de irse.

-Si. Si hubieras llegado más temprano, podrías habernos echado una mano en la organización -Algo duro Lex.

-Lo siento…

-¡Es broma Clark! -Lo abraza sonriente, tomándolo del hombro -Siento que te hace falta otra copa.

-¡Claro!... ya viene en camino…

Lana llega encontrando a los ex amigos muy risueños, Lex abrazando a Clark, -Intuyo que las cosas van por muy buen camino- Se piensa Lana.

-Bueno, creo que es hora de irme –Dice Lana ofreciendo a Clark su bebida, Lex retira el brazo de su compañero.

-Le aviso al chofer que te lleve. –Dice Lex. En ese momento Lana sintió esas palabras frías de Lex como si la estuviese despidiendo… pero respiró hondo y trató de decirse así misma que era que Lex deseaba reanudar su amistad con Clark y esa era una muy buena oportunidad, pues se les veía muy entretenidos y a gusto…

-Buena idea –Dice Lana resignada.

Lex se para del lado de Clark y en lugar de ir personalmente, saca su celular para localizar a su chofer, pues no quiere separarse más del muchacho. Lana se sienta ocupando el lugar de su novio, tratando de llevar una conversación con Clark:

-Entonces… -Observa al muchacho de ojos azules un tanto distinto… apresurado a verle el fondo a su copa… algo inquieto, mareado: -¡Con calma Clark!... ¡a tu padre no le gustará mucho verte en ese estado!

-Cuando estás a punto de cumplir dieciocho, eso ya no importa tanto Lana… tú deberías hacer lo mismo y relajarte un poco más, ahora que ya no eres mi novia, sino la de mi mejor amigo, creo que puedes permitirte cosas más… -La mira con sarcasmo -…fuertes

-¡Definitivamente ese vino era demasiado para ti!- Sorprendida y enojada

Lana se levanta y se dirige a Lex… cruzan unas cuantas palabras de despedida. No le comenta sobre la diferencia que tuvo con Clark a unos instantes, pero el mayor lo había notado.

Cloe y Lois se despidieron de Clark al que percibieron ebrio, pero sabían que podían confiar en Lex, pues su amigo tendría que quedarse en la mansión. Además era mejor que no se le presentara a su padre en ese estado… ellas le darían una explicación. Entonces se fueron tranquilas.

Ya la casa estaba vacía. En lo que Lex despidió a los que restaban Clark se había tomado unas cuantas copas más, pues le resultaba exquisito ese vino especial… esa sensación de borrachera nunca antes sentida, y es que la Kriptonita estaba haciendo su trabajo en conjunto con el alcohol. Aparte de ebrio, sentía como si quisiese ser sincero, abierto y sin inhibiciones con su tan querido amigo.

Para ese entonces Lex ya sabía lo que quería… estar con Clark… ¡probarlo!... y dejarse ya de tantas trabas, pues había observado tanto a Clark… que intuía que al chico no le era indiferente.

No importaba que se estuviera aprovechando de su confusión adolescente. Él sabría hacerlo de manera que no arriesgara su amistad. De todos modos no dejaba de preocuparle que el chico aún no cumpliera siquiera los dieciocho (¡ni se diga los 21!), pues si las cosas se complicaban¡podía meterse en serios problemas!... con su padre, con el padre de Clark¡su imagen!… pero más que nada… la amistad.

Igual… ¡había que arriesgarse!... pues ya no aguantaba más. ¡Tanto tiempo ocultándose así mismo esos sentimientos que ahora sentía que le quemaban el alma!... convirtiéndose en algo más especial que el simple deseo.

Le invadían muchas inquietudes, pero trataba de disiparlas, pues un hombre de su altura jamás se doblegaría con nada, pensando eso se dirigió hacia su antojable amigo que yacía dormido en su sillón…

Le observa tiernamente por un rato hasta que se sienta a su lado… acerca un poco más su rostro… le toca la frente suavemente con temor a despertarlo… sus dedos se deslizan ahora hacia sus mejillas, su pulgar… hacia sus labios, que se pasea ligeramente… tan suavemente, pero tan insistente, que Clark comienza a moverse… inmediatamente Lex retira su mano… el muchacho le ilumina con sus ojos verde-azules brillantes…

-¿Se han ido todos? -Pregunta Clark…

C O N T I N U A R Á…