Capítulo I
Saga Megalos es un magnate exitoso a cargo de varias compañías de talla mundial. Desde joven amasó grandes fortunas por su gran capacidad de aprendizaje y manejo de las finanzas. Su padre, un éxitoso empresario dejó su legado a cargo de él por ser el más responsable e inteligente para su sucesión ya que consideró que su gemelo menor Kanon sería un desastre para la compañia.
No se equivocó, Saga rápidamente no solo conservó la empresa en los primeros lugares de popularidad sino que extendió el mercado creando una gran marca mundial.
Aún con todo su éxito financiero Saga era un hombre vacio. Parecía que nada ni nadie podía llenar ese vacío que siempre sentía. Si bien era sumamente ambicioso y de pocos sentimientos era también consciente que necesitaba "más" en su vida.¿Pero qué era lo que le faltaba?
Puesto que aun era joven para retirarse y disfrutar de la vida había decido digirir su propia compañía - además de ser sumamente desconfiado-. Si bien era un hombre rico en fortuna era pobre de corazó lo sentimental, había tenido varios amorios superfluos, nada formales. Se había casado en dos ocasiones y divorciado casi al momento. Simplemente no lograba tener una estabilidad. No se sentía comprometido con nadie y ¿qué decir del amor? ¿Amor? ¿Existe eso? Para él no era más que boberias para vender estupideces.
En lo familiar, ni que decir. Su padre había muerto años atrás y su madre hacía un par de meses. Más no le importó mucho puesto que había tenido esquizofrenia por años y la mayor parte de su tiempo estuvo hospitalizada. Su única familia sería su gemelo, pero honestamente la relación entre ellos era pésima. Nula. Solo sabía que siendo siempre el más irreverente y rebelde se había ido a viajar por el mundo con la parte de su fortuna a gastarla en hombres. Lo último que escuchó es que se había "estabilizado" con un ingles llamado Radamanthys. No le importaba.
En los últimos meses la vida de Saga se había vuelto completamente rutinaria. La mayor parte del tiempo se la pasaba en su oficina controlando todo y el resto del día en su enorme mansión encerrado en su habitación leyendo sus estados de cuentas.
Entonces notó que algo no estaba del todo bien en su compañía. Encontró en su empresa que en los años pasados y actuales había habido demasiada rotación haciendola bajar de popularidad y colocándola como una "empresa que evitar para trabajar". Los ex-empleados se estaban quejando de los malos manejos y la frialdad de los jefes hacia con ellos. Simplemente se sentían explotados.
-¿Qué significa esto Shura?-
Shura Sosa era su segundo al mando, su brazo derecho y con el único que tenía confianza para decisiones ó manejos de dinero. Siendo extranjero - Español - había vivido años en varias partes de Europa ganando prestigio y experiencia valiosa para la compañía de Saga.
Shura se acercó para tomar el documento que Saga le extendía con el ceño fruncido y su mirada confusa. Observó entonces la encuesta. La compañía era catalgoda como una empresa éxitosa por sus negocios pero su reputación con los empleados era pésima. Eso definitivamente no era bueno para la imagen.
-No sé si la fuente sea confiable Saga, pero-Dió un suspiro para mirarle-Creo que en parte es correcto. Ha habido mucha rotación, los empleados no duran mucho en la compañía.-
-¿Por qué? ¿Qué no se les paga lo suficientemente bien?-
-Si, es solo que...La gente se queja de los malos tratos, trabajo excesivo y pocas gratificaciones-
-¿Gratificaciones? ¡PATRAÑAS! ¿Qué tipo de gratificaciones quieren? ES SU DEBER hacer SU trabajo- Shura solo rodó los ojos. Conocía bien a Saga, podía ser muy tacaño y soberbió para admitir lo vez calmado Saga le miró. Shura solo se sentó ignorando la rabieta del griego.
-¿Qué sugieres Shura? ¿Qué podemos hacer para que los empleados se sientan "mejor"? Solo nota que NO estoy del todo de acuerdo, pero está bien...pensemos...algo no muy caro pero "gratificante"-Saga uso un tono irónico para enfasitar la última palabra.
-No lo sé, hmmm pudiera ser...¿una cena?-
-Tenemos más de dos mil empleados, ¿Qué parte de no "muy caro" no entendiste?-
-Es eso o un bono...pero en una cena podemos economizar. Los empleados podrían traer a sus familiares lo que sería más lucidor inclusive con la prensa-Saga lo meditó unos segundos, después de todo no sonaba mal. Necesitaba publicidad barata y un evento así podría ayudar en todos los aspectos, con los empleados y con la prensa.
-Me parece perfecto, por favor, arregla todo, algo económico pero lucidor, invita a algunos reporteros de sociales y listo-Shura solo rodó los ojos, ya se estaba arrepinitendo de la idea.
El esperado día llegó y haciendo acto de presencia - aun cuando odiaba todos los protocolos y mucho menos cuando se trataba de convivir con la clase "baja" - subió al podio para hablar con sus empleados y agradecerles su confianza, compromiso y lealtad. Todos los empleados se sentían felices y agradecidos. Era raro ver al CEO en el mismo espacio respirando el mismo aire.
A pocos metros de ahí se encontraba la familia Katsaros. De clase media baja, el señor Katsaros empleado de la compañía había llevado a su hermosa esposa y a su hermoso hijo. Milo, Milo Katsaros. El chico contaba solo con diesciocho años de edad. Se sentia orgulloso de él, pronto entraría a la universidad y necesitaba desesperadamente conservar su empleo para ayudarle con sus estudios. Aun cuando eso significaba trabajo extra y poco sueldo.
Milo era un chico entusiasta y responsable. Siempre al pendiente de sus padres. Se había prometido así mismo que encuanto terminará la escuela buscaría un empleo para ayudar a su padre. No les había confesado su decisión de dejar la universidad para encontrar mejor un trabajo bien remunerado. Lo haría en su momento, no le daría más problemas a su ya estresado padre.
-Milo, pon atención, el Sr. Megalos está hablando-
-Perdón padre-Milo dejó de escribir en su libreta el nuevo boceto que había creado para su siguiente cuadro.
--¡Gracias por venir, por favor disfruten su cena!-Saga entonces bajaba del escenario entre una ola de aplausos.
-Excelente discurso Saga-Shura le interceptaba mientras el griego bajaba del podio.
-Aghh ya vámonos, estoy cansado de todos y no tengo tiempo para perderlo en más estupideces-
-Como digas, tu carro está listo afuera-Shura sonrió con ironía, conocía el mal humor del griego
-Perfecto-
Tan pronto caminó hasta su mesa para recoger sus pertenencias giró para dar un último vistazo a la "gentuza". Pero sus ojos se abrieron como platos cuando encontró al chico más hermoso que jamas hubiera visto antes.
De tez trigueña, cabello azulado, ojos turquesas y sonrisa coqueta siemplemente no pudó seguir haciendo lo que estaba haciendo. Le miró embobado. Observó entonces como el chico hablaba animadamente con un par de adultos y como el mayor de la mesa le revolvía cariñosamente esa sedosa melena.
-¿Saga?-
-¿Quén es él?-Shura arqueó una ceja y siguió hacia a donde apuntaba el griego para toparse con la presencia del jovencito.
-Hmm no lo sé, pero creo que esta sentado con un empleado nuestro, trae un distintivo-
-¡Eso es obvio Shura!... Necesito saber quien es él...-
-¿Quieres que investigué?-
-No, lo haré yo mismo-
-¡¿Qué?!-
Sin más Saga llegó hasta la mesa de los Katsaros e Ipso facto el padre del menor se pusó de pie dejando momentaneamente sorprendidos a su esposa e hijo por tal reacción. Más está cambio al notar la presencia del imponente griego en su mesa
-S- Señor Megalos...Es...es un...honor...si, un h-
-Basta, no es necesario-Saga lo interrumpia con una sonrisa algo burlona y un ademán de mano, le gustaba crear ese efecto en las personas. Dió entonces toda su atención hacia el menor quien lo miraba algo reservado. Saga le regaló una de sus mejores sonrisas.
-¿Es está tu hermosa familia?-
-Asi es señor, le presento a mi Esposa Seika y esté es mi hijo, Milo, Milo Katsaros-Saga sonrió sin dejar de mirar al menor, extendió su mano hacía él y Milo la estrechó timidamente
-Mucho gusto...Milo-
El tono que uso el griego mayor para decir su nombre no le gustó para nada al jovencito. Algo no estaba bien...
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