DECLARACIÓN
Conjunto de cinco viñetas
By: Lavi*
¿Que hay?
Se que tengo trabajos pendientes, pero esta serie de cinco viñetas se escribió practicamente sola y no pudo reprimirme para compartirla con ustedes.
Descuiden que no pienso abandonar Inspección y En el Futuro y ya trabajo en las proximas actualizaciones. Por lo pronto para no detener mi actividad en la página les comparto este pequeño trabajo.
Las subiré cada tres días. Así que la segunda viñeta estará aquí para el día 12 (Sábado). Espero que les sirvan para pasar el rato.
KHR es propiedad de Amano y yo sólo escribo para entretenerme y a los lectores, sin fin de lucro.
Como no tengo Beta reader me disculpo por los posibles errores aquí y abajo.
Viñeta 1
Acto primero: De cómo Yamamoto fue tomado por sorpresa tras los vestidores.
_¿Qué?_ Yamamoto miró al chico frente a él con total asombró. Aún preguntándose si acaso había escuchado mal, lo cual a sus ojos era lo más probable.
Cuando Gokudera se apareció en la puerta de los vestidores del equipo esa mañana, recién terminadas las prácticas matutinas, con los brazos cruzados frente al pecho y el ceño fruncido se preguntó si había sucedido algo con Tsuna.
Cuando Gokudera lo arrastró fuera, aún sin haberle permitido ponerse la camisa y con los pantalones de entrenamiento llenos de polvo, para luego sentarlo frente a los bebederos detrás del vestidor y le encaró firme con un Es urgente que hablemos, no tuvo dudas de que algo realmente grave había sucedido. Sobre todo por que no estaba siendo insultado ni agredido de ninguna manera.
Lo que si no espero, ni mucho menos llegó a imaginar, ni siquiera en la más remota de las posibilidades, era el verdadero motivo de aquel misterioso secuestro.
_Te lo diré de nuevo, pero sólo por que sé que eres un idiota y te cuesta entender las cosas a la primera_ Le dijo el albino encendiendo un cigarro calmadamente _Pero escucha muy bien porque será la última vez que lo repita_
Yamamoto asintió, convencido de que no había escuchado las palabras correctas en la primera ocasión, pero aún con la vista perdida en algún punto tras su compañero de clase, meditando en las malas jugadas que pretendía hacerle su mente.
_Me gustas y desde hoy sales conmigo_
Y allí estaba, rectificando con sus oídos prestos a la voz del italiano, que no se había equivocado la primera vez. Analizó a Gokudera detenidamente, para buscar algún indicio de broma, tomada de pelo, tratando de recordar la fecha para no caer en el día de los inocentes, pero no. No había nada.
El albino le miraba, con una ceja alzada, fumando su cigarrillo. Las manos en los bolsillos y ninguna señal de vergüenza o burla en el rostro. Probablemente dándole un par de segundos para analizar su orden.
Por que sí. Se lo había ordenado, casi podría decir que sólo le estaba dando el aviso por que en ningún momento entre las palabras dichas escucho algún ¿Quieres? Incluido.
_Así que, por lo tanto, hoy tomaremos el almuerzo juntos_ Sentenció, dejando caer el cigarrillo al suelo y pisándolo sobre la terracería. Mirando cuidadosamente alrededor para evitar ser descubierto por alguno de los soplones del Comité de Disciplina.
Yamamoto aún le miraba como dudando de si realmente tenía enfrente a Gokudera o se trataba, en su lugar, de alguna clase de ilusión, espejismo, espíritu vengativo o extraterrestre.
_¿Escuchaste lo que dije?_ Articuló acercando su rostro al moreno, con el ceño ahora fruncido de nuevo con molestia.
_Sí_ Alcanzó a responder el beisbolista con voz ahogada.
Gokudera no supo si reír burlonamente u ofenderse por la cara de espanto del chico. Se encogió de hombros pensando que se le pasaría luego de un rato y sin previo aviso se inclinó para robarle un beso.
Yamamoto brincó ante el contacto, sintiendo su alma volver a su cuerpo para, de inmediato, abandonarlo otra vez. El italiano se separó casi al instante y con una sonrisilla maliciosa se fue de vuelta al edificio.
Tuvieron que pasar cerca de diez minutos y el que uno de los chicos del equipo se acercara a preguntarle si estaba bien para que el moreno pudiese reaccionar. Dio un bote acompañado con un enérgico "¡Todo en orden!" y paso seguido entró a los vestidores a darse una ducha y ponerse el uniforme regular.
Continúa...
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