Hola a todo mundo, encontré este fic cuando empezaron a escribirlo y a través del tiempo siguió siendo mi favorito así que decidí traducirlo, enserio que vale la pena, espero que lo disfruten como yo lo he hecho. El título original, para aquellos que prefieran leerlo en ingles es Family means more than blood, y su autora es Wingsofadreem a quien agradezco haber creado este fic y el que me deje traducirlo. Bueno ahora con la historia.
Y no, yo no poseo nada del mundo de Harry Potter
4 de enero de 1985. Por la mañana
Tenía que ser cuidadoso, no solo cuidadoso, tenía que estar en absoluto silencio. El más pequeño de los ruidos que hiciera arruinaría completamente todo; lo sorprenderían y no habría una segunda oportunidad. Pero entonces al abrir la puerta está crujió. Se estremeció y contuvo el aliento, esperando que el sonido no hubiera despertado al hombre que dormía en la cama que se encontraba frente a él. Por algunos segundos nada paso, y comenzó a pensar que se había evitado la desgracia de ser descubierto, pero ese pensamiento fue aniquilado cuando una brillante luz lleno la habitación sorprendiéndolo de tal forma que casi tira la bandeja que traía en sus manos.
"¿Hay alguna razón por la que estés levantado a esta hora?" Una voz profunda y cansada proveniente de la cama, se escucho. Mirando en aquella dirección, el pequeño niño parado junto a la puerta observo que el hombre que previamente había estado dormido, ahora se encontraba sentado en la cama y todo parecía como si estuviera a punto de levantarse.
"¡No, no te levantes!" El pequeñín protestó rápidamente al tiempo que daba unos pasos adentrándose en el cuarto. "Yo, este..., te hice el desayuno"
El joven en la cama tenía su cabello negro, lánguido, algo grasiento hasta el hombro, era alto con una prominente nariz aguileña, y en este momento miraba al niño teniendo una ceja levantada. "¿Y a qué le debo tal honor?"
"Pues, va a ser tu cumpleaños en 5 días, pero para entonces voy a estar en la escuela, y yo quería hacerte algo especial y cómo vamos a visitar a tío Lucius, tía Cissa y a Draco, pensé que hoy podría ser un buen día para…" dijo en niño atropelladamente con los ojos dirigidos a la bandeja que tenía en sus manos. Tímidamente, levanto su cabeza y miro hacia el joven severo con sus grandes y brillantes ojos verdes. "Siento haberte despertado, yo quería solo dejarlo junto a tu cama. Hice que el elfo lo hechizara para que permaneciera caliente, nunca quise despertarte, yo iba a dejarte dormir…"
"¿Haryon?" El hombre lo interrumpió con una voz que a pesar de sonar estricta, contenía un grado de amor y ternura que uno no asociaría con un hombre que poseía un aire de frialdad nato.
"¿Mande padre?" El niñito, llamado Hayron, ó a veces Harry dependiendo de quién hablara con él, contestó quedamente.
"No hay necesidad de que te disculpes. Ahora ven aquí". Le instruyo el joven hombre.
Instantáneamente Harry se dirigió hacia él, tan rápido como podía sin derramar el contenido que cargaba en la bandeja. Cuando llego al lado de la cama, su padre le indicó que dejara la bandeja en el suelo, y a pesar de estar confundido con el porqué de la petición, lo hizo. Segundos después cuando estaba parado otra vez, fue repentinamente tomado de debajo de las axilas y alzado hacia la cama.
"¡Padre!" Harry protesto entre risitas al tiempo que era alzado y acomodado entre las piernas del hombre en la cama antes de que una almohada fuera acomodada encima de las piernas de las piernas de ambos.
"Hiciste bastante, mi pequeño príncipe". Su padre le dijo jugando, mientras que con un movimiento de su varita, la cual guardaba bajo su almohada mientras dormía, hacia que la bandeja flotara hacia ellos. "No creo ser capaz de comerlo todo yo solo, así que creo que tendrás que ayudarme".
"Pero lo hice para que tu lo disfrutaras padre" El niño protesto, al tiempo que la bandeja caía en sus regazos.
"Pero deseo compartirlo con mi hijo, y yo más viejo y más grande que tu, así que tendrá que ser como yo digo" Su padre insistió, dándole a Harry un abrazo y un beso en su cachete.
"Está bien, lo compartiremos, pero solo porque tú así lo quieres" Harry concedió, sonando inseguro, haciendo de un lado el hecho de que se abalanzo hacia el plato con fruta que estaba junto a las tostadas aún antes de terminar de hablar.
"Un elfo te ayudo a cocinar también¿Cierto?" Le pregunto su padre al tiempo que tomaba una tostada triangular del plato y comenzaba a ponerle mantequilla con uno de los tres cuchillos que estaban envueltos junto con dos tenedores en una servilleta.
Harry asintió ya que tenía un pedazo de melón en su boca. Le tomo un par de segundos mascar y tragar la fruta antes de elaborar su respuesta. "El elfo domestico cocino todo por mí, pero yo hice todo lo demás. Yo corté la fruta y escogí la mermelada; Traje de ciruela porque sé que es tu favorita." Explico orgullosamente.
"Vaya, te estás convirtiendo en un niño grande, siendo capaz de hacer tanto tú solo. Antes que te des cuenta, vendrás aquí a Hogwarts." El hombre le comento mientras terminaba de untar la mantequilla y empezaba con la mermelada.
"No puedo esperar para pasar todo el año aquí contigo, siempre te extraño tanto durante el año escolar." Harry suspiro triste, recargándose en el pecho de su padre y moviendo la cabeza a un lado de forma que su mejilla estaba presionada contra el suave pijama negro de su padre.
"Yo también te extraño. Pero te gusta tu escuela¿No es así?" Se cercioro, dejando la tostada y el cuchillo antes de poner los brazos alrededor de su hijo y descansar su barbilla en su cabeza, entre el despeinado cabello negro. Era una pregunta a la cual ya sabía la respuesta, pero siempre le gustaba asegurarse de todas formas, solo en caso de que algo hubiera cambiado, solo en el caso de que Harry quisiera dejar su escuela porque fuera infeliz en ella.
"Oh si padre, tu sabes que me gusta" Harry le aseguro. "Es solo que… te extraño, eso es todo. Pero no tienes que preocuparte, estoy bien". Agrego rápidamente, no queriendo ser una molestia.
"Mientras seas feliz, eso es todo lo que importa". Murmuro su padre entre su cabello antes de darle un beso en la cabeza.
El silencio reino mientras ellos terminaban su desayuno.
4 de Enero de 1985. Durante la tarde
"¿Haryon?, Hayron apúrate, vamos a llegar tarde." El padre de Harry lo llamo desde el otro lado del corredor al tiempo que se ponía unos guantes de piel.
"Ah Severus, mi querido muchacho" Una feliz voz llego desde la espalda del hombre de pelo negro, el cual tuvo que esforzarse para detener el rolar sus ojos. "¿Vas a salir para disfrutar tus últimos días de libertad antes de que las vacaciones de invierno terminen?"
Severus volteo para ver al Profesor Dumbledore caminar hacia el vestido con una túnica brillante color azul oscuro adornada con copos de nieve que le caían hacia el filo de la túnica. "Director." Lo saludo algo acartonado. "Estaba a punto de salir con Hayron para pasar la tarde con los Malfoy."
"Oh claro, la celebración adelantada de tu cumpleaños, Los elfos domésticos estuvieron más que encantados en ayudar al pequeño Harry con tu regalo, aunque él se negó a recibir la mayoría de su ayuda." El anciano recordó. "Es un magnifico niño el que has educado Severus. Un magnifico niño que no merece el pasado que tiene.
Severus se molesto visiblemente ante ese comentario y una oscuro fuego se encontró en su mirada. Estaba a punto de decir lo que pensaba, pero todo se le olvido ante el eco de unas pisadas corriendo en la piedra, dirigiéndose hacia ellos. Ambos hombres voltearon en la dirección del ruido a tiempo para ver a Harry resbalándose peligrosamente al dar vuelta a la esquina, apenas logrando el conservarse parado. Al recuperar su equilibrio se abalanzo rápidamente hacia ellos.
"Y aquí viene el joven Harry" Dumbledore le sonrió a Harry amablemente.
"Sabes que no debes correr en los corredores a tal velocidad Hayron" Severus riño a su hijo, mirándolo duramente. Harry se detuvo inmediatamente al oír aquello y entonces continúo a un paso más pausado con su cabeza agachada tristemente y sus ojos fijos en sus zapatos.
"Vamos Severus, Harry es un niño, corretear por los pasillos a alta velocidad es lo que lo que los niños hacen." Dumbledore señalo, mirando hacia Harry de una manera amable y algo preocupada.
"No Director, mi padre está en lo correcto, yo no debería correr de esa manera, pude haber causado un accidente." Insistió Harry al pararse frente a ellos, su cabeza aún agachada y apretujando sus manos al frente suyo. "Lo lamento padre, solo quería alcanzarte lo antes posible. Christopher Luton me retuvo por un rato para hablar y hubiera sido una grosería si…."
"No hagas tales excusas inútiles Hayron, es impropio." Severus lo interrumpió. "Hemos desperdiciado demasiado tiempo. "¿Traes tus guantes?"
"Si padre." Murmuro Harry mientras los sacaba del bolsillo de su capa y se los ponía.
"Bien, entonces vamos." Su padre contesto secamente, al tiempo que inclinaba su cabeza hacia Dumbledore y notaba que el anciano se mostraba descorazonado, pero lo ignoraba. "Que tenga buen día Director." Le dijo antes de marcharse con pasos largos y firmes.
"Que tenga buen día Director." Repitió Harry antes de apresurarse a seguir su padre, caminando lo más rápido que podía sin correr. Aún podía sentirlos ojos de Dumbledore siguiéndolo, pero no tenía tiempo ni siquiera en pensar en ello, ya que estaba preocupado en alcanzar la oscura figura de su padre.
Finalmente cuando Harry alcanzo a Severus, trato de ocultar el hecho de que estaba agitado y se esforzaba por mantener el acelerado paso. Por un tiempo el pequeño siguió adelante sin quejarse y en silencio, el único sonido que se oía eran sus pasos en la nieve bajo sus pies. No fue hasta que se acercaron al punto de aparición cuando Harry sintió una mano situarse gentilmente en su nuca y el hombre junto a él disminuyo el ritmo de la caminata considerablemente. Eventualmente ambos se pararon por completo antes de que su padre se hincara en una pierna para estar a la altura del niño.
"Sabes el porqué no debes de correr dentro de la escuela¿No es cierto?" Severus le pregunto gentilmente, poniendo sus manos en los hombros de Harry. Parecía como si no estuviera la fría nieve, la cual no solo debía ser inconfortablemente fría, sino también bastante húmeda.
"Porque es peligroso" Susurro Harry, sonando increíblemente avergonzado de si mismo.
"Exactamente, y no me gustaría verte herido." El joven hombre explico mientras acomodaba un mechón del cabello oscuro del niño detrás de su pequeña oreja.
"Lo lamento, padre" Otra vez susurro Harry
"Sé que lo lamentas" Severus sonrió gentilmente, besando la frene de su hijo antes de pararse y tomar la pequeña y enguantada mano entre la suya. "Ahora vamos, mejor nos apuramos si es que queremos llegar a tiempo".
Harry no dijo nada, pero su carita ahora estaba infinitamente más feliz. Ambos caminaron a un paso más lento, mucho más agradable para las pequeñas piernas de Harry, así que les tomo algunos minutos llegar al final de los hechizos que resguardan de la aparición. Ahora ambos estaban mucho más calmados, aunque eso hubiera sido difícilmente un problema. Cuando llegaron a un lugar adecuado, se soltaron de la mano antes de que Harry alzara sus brazos hacia su padre, el cual lo alzo y acomodo en su cadera, antes de que el estricto profesor sacara su varita de su capa y lanzara un hechizo que logro desaparecerlos con un agudo crack.
Solo unos segundos después, Severus y Harry se encontraban a las afueras de las protecciones que rodeaban la Mansión Malfoy. Harry fue puesto en pie y una vez Severus guardo su varita, ellos se tomaron de la mano y siguieron su camina hacia la gran mansión que se apreciaba a la distancia. El pequeño se permitió observar lo que se divisaba en los terrenos de la mansión, cada pulgada estaba cubierta de una fina capa de nieve haciendo que el panorama pareciera una postal de navidad. Había sido de esa manera por un rato, así que habían tenido una blanca navidad, y aunque su belleza no se había perdido, si había perdido su atractivo para jugar en la nieve considerablemente.
Antes de que se dieran cuanta, padre e hijo se encontraban frente a la puerta principal donde un pequeño elfo domestico los estaba esperando.
"Buenas tardes señor profesor Snape, señorito Snape." La pequeña criatura les dio la bienvenida, inclinando su cabeza humildemente al tiempo que abría la puerta de par en para permitirles la entrada.
Severus actuo como si la pequeña creatura no hubiera hablado siquiera, pero Harry le contesto con una sonrisa mientras se quitaba los guantes y comenzaba a quitarse la capa. "Buenas tardes Dobby¿Cómo estás?"
"Oh, Dobby está perfectamente Señorito Snape, incluso mucho mejor ahora que usted lo ha honrado con su gentileza". El pequeño elfo domestico expreso entusiasmado, tomo pronto a capa de Severus la cual le fue aventada sin ningún cuidado. Harry simplemente le dio a Dobby otra sonrisa mientras le entregaba su capa y guantes, poniéndolos sobre los de su padre gentilmente. "¿Hay algo que pueda hacer Dobby por usted, Señorito Snape?"
"Infórmale a tu amo de nuestra llegada y atiza un fuego en el salón para que mi hijo se caliente." Severus le ordeno duramente antes de que Harry pudiera tratar de decir algo.
"Si Señor Profesor Snape, claro, inmediatamente." Le contesto Dobby antes de desaparecer con sus capas y guantes con un pequeño pop.
"Criaturas insoportables" Snape murmuro para sí mismo al tiempo que sacudía su túnica cuidadosamente.
El deseo de defender al pobre elfo domestico se encendió en Harry, pero permaneció callado, sabiendo que era mejor no contradecir a su padre en alguna opinión o en alguna orden. Afortunadamente, Harry fue distraído de sus pensamientos cuando el ruido de pisadas llego a sus oídos. Simultáneamente, padre e hijo voltearon hacia las grandes y brillantes escaleras por las que Lucius Malfoy se dirigía hacia ellos.
"Severus, amigo mío". Lucius lo saludo cálidamente mientras se estrechaban las manos. "Y, claro Haryon". Agrego mientras estiraba su mano hacia Harry.
"Buenas tardes tío Lucius." El niño saludo a su padrino con una gran sonrisa, besando su pálida mejilla y echando sus brazos alrededor del cuello del hombre para darle un breve abrazo.
"¿Es lo que oigo la voz de uno de mis niños favoritos?" Una voz suave y femenina dijo detrás de Harry y esté soltó a Lucius rápidamente, volteando para ver a su madrina Narcisa que se dirigía hacia ellos elegantemente. "Si, si es y aquí está mi Harry". Dijo la mujer abrazando gentilmente al pequeño niño. "¿Cómo estas querido?" Le pregunto con una gran sorisa, alejando al niño un poco para poder ver su cara.
"Estoy muy bien, gracias tía Narcisa." Le aseguro con una sonrisa.
"Eso me complace." Narcisa respondió, poniéndose en pie, aunque agachada para poder decirle al oído "Draco está arriba en su habitación. ¿Por qué no subes por él para que todos podamos pasar la tarde juntos en el salón?, creo que tiene algo muy importante que mostrarte también."
Los ojos de Harry brillaron debido a la curiosidad que le despertó oír aquello y después de mirar a su padre para confirmar que estaba bien, se dirigió hacia la escalera asegurándose de que su paso permaneciera calmado. Subo las escaleras y viro a la derecha, en la dirección que sabía estaba localizada la habitación de Draco. Una vez en la puerta no se molesto en tocar, simplemente entro.
"¿Draco?" Dijo una vez entro al cuarto. Inmediatamente encontró al pequeño rubio junto a la pared más alejada dándole la espalda, claramente viendo hacia algo que era bloqueado de la vista de Harry por el propio Draco.
Al oír su nombre Draco volteo, mirando sobre su hombro. "Valla que bueno que al fin llegaste". Dijo Draco por todo saludo, volteando totalmente para ver la cara de su mejor amigo pero sin moverse un milímetro más. "Tengo algo que enseñarte." Agrego rápidamente, haciéndole señas a Harry con su mano para que se acercara.
"Lo sé, tu madre me menciono algo." Le respondió Harry al tiempo que se acercaba al otro niño.
"No te dijo que era ¿Cierto?" Le pregunto Draco algo mortificado
"No, solo me dijo que era importante" El niño de cabello oscuro le aseguro, deteniéndose donde el niño rubio le había indicado con su mano
"Bien" Draco dijo seriamente. "Eres el primero, a excepción de mi madre y padre en ver esto, Zabini quería verlo pero le dije que no podía enseñárselo antes que a ti. Quiero que seas el primero en verla"
"¿Verla?" Harry repitió confundido. Draco asintió entusiasmado al tiempo que se hacía a un lado para dejarle ver un montón de suaves toallas negras encima del escritorio con una pequeña y esponjada gatita blanca en el centro, profundamente dormida. "Oh Draco¡Es hermosa!" El niño de cabello oscuro dijo efusivamente ante la tierna escena, rápidamente recorriendo los últimos pasos "¿Tu padre te la compro?"
"No, la encontramos en una caja de cartón en un callejón. Estaba toda sola y madre la oyó llorar, así que fuimos a echar un vistazo". Draco le explico sonriéndole a la pequeña bola de pelos en el escritorio.
La cara de Harry palideció ante aquella información y sus ojos se agrandaron un poco, su boca se abrió levemente. Por algunos segundos solo pudo mantener sus ojos fijos en la gata antes de darse cuenta que Draco lo observaba esperando. "¿Qué?"
"Te pegunte que ¿Qué nombre piensas que debemos ponerle?" Draco repitió su pregunta con un dejo de preocupación. "¿Estás bien? Te vez enfermo"
"Es...Estoy bien" Contesto Harry con una pequeña sonrisa forzada
"¿Estás seguro? Puedo ir y traer a tu padre" El rubio le dijo aún un poco preocupado
"Estoy bien, enserio" Repitió Harry
"Bueno, entonces ¿Cómo piensas que debemos llamarla?" Draco volvió a preguntar, olvidándose por completo de su preocupación y volviendo su atención a la gatita.
Harry considero la pregunta por unos instantes antes de contestar: "¿Qué tal Mía?" A lo que Draco contesto haciendo una mueca. "Illyana?" La pálida nariz de Draco permaneció arrugada "Oh ya lo tengo¿Qué tal Elincia?
Draco lo considero por algunos segundos antes de mirar a la gata pensativamente. "Elincia Narcisa Malfoy." Murmuro, probando como sonaba. "Sí, creo que suena bastante bien. Está bien, ese va a ser su nombre; Elincia Narcisa Malfoy." Dijo como si de un anuncio se tratara, sonando orgulloso y seguro. Harry sonrió pero se mantuvo en silencio por un momento, ambos niños simplemente miraban hacia el animal que dormía. "Tengo que ir al baño" Le dijo Draco al otro niño repentinamente, al tiempo que se alejaba "Ahorita regreso". Y dicho aquello salió del cuarto, Harry lo observo hasta que se perdió de vista.
Dándose vuelta hacia la recién nombrada gata, Harry hablo con susurros para no disturbar su sueño. "Hola Elincia, mi nombre es Hayron, pero puedes llamarme Harry, todos mis amigos lo hacen" Hizo una pausa al tiempo que se arrodillaba, ponía sus manos en el filo del escritorio y apoyaba su barbilla. "Draco me dijo que te encontraron solita en un callejón. En eso eres igual que yo; mi padre me dijo que me encontró en un callejón solito, a diferencia de que conmigo fue a la mitad del verano y yo estaba envuelto en una manta, así que probablemente yo no tenía tanto frío como tú." Hizo una pausa, ya fuera porque esperaba alguna respuesta por parte del animal o simplemente porque se perdió entre sus pensamientos. Entonces se dio cuenta que desde su nueva posición podía apreciar el movimiento de la respiración de la gatita. Sonrió levemente, sin una razón aparente, aunque era una sonrisa triste, llena de esperanzas que lucía mucho más madura que la carita que adornaba
"Ellos son muy generosos: Padre, tío Lucius, tía Narcisa y Draco. Ellos nos han dado la bienvenida en su familia solo por la bondad de su corazón, nos dan todo lo que necesitamos sin pedir nada a cambio. Y ese es el porque nosotros tenemos que hacer lo mejor que podamos. No podemos hacer o decir algo que los haga arrepentirse de haberse quedado con nosotros, porque a pesar de que dicen que nos aman, y tal vez lo hagan, ellos fácilmente pueden decidir que no valemos la pena y simplemente dejarnos solos otra vez. Después de todo," Harry suspiro y continuo mientras acariciaba con una mano el cálido pelaje "nosotros ya hemos sido abandonados por las personas que debieron amarnos; fácilmente puede pasar otra vez con la gente que no tiene una razón para amarnos."
Cuando esas palabras abandonaron los labios e Harry, los pequeños ojos de la gatita se abrieron revelando dos brillantes rosas-rojizos ojos. Una sonrisa más feliz adorno la cara de Harry mientras acariciaba el pelaje con un poco más de fuerza ahora que no se tenía que preocupar por despertar al animal. De hecho, ella arqueo su lomo, obviamente disfrutando de la atención.
"¡Harry! La voz de Draco lo llamo proveniente de afuera del cuarto. "Tu padre quiere que bajemos al salón ahora. Tráete a Elincia contigo".
"Vamos entonces." Le dijo Harry a la gata al tiempo que la cargaba gentilmente antes de dirigirse a las puertas de la habitación, poniéndola en una posición cómoda mientras caminaba. "Puedes venir y conocer a mi padre. El es un magnifico hombre, como el tío Lucius, solo que él se ve más tenebroso."
Después de que Harry dejo el dormitorio, se dirigió hacia las escaleras donde descubrió que Draco lo estaba esperando. Cuando Harry se acercaba a Draco Elincia lo alcanzo a ver y comenzó a tratar de liberarse de los brazos del moreno. Harry cuidadosamente la puso en el suelo y la gatita rápidamente corrió hacia el rubio que se agacho a recogerla.
"¿Porqué viniste hacia mí, he? Draco le pregunto a la gata, sosteniéndola de forma que podía ver sus ojos. "Estabas perfectamente bien con Harry, al fin y al cabo le perteneces también"
"Tal vez prefiere estar contigo; tú fuiste quien la encontró y la cuido después de todo." Razono Harry, sin sonar en lo más mínimo ofendido porque Elincia parecía preferir a Draco.
"¿Piensas que esa es la razón?" El rubio le pregunto lleno de curiosidad, acomodo a la gatita en una mejor posición entre sus brazos al tiempo que él y su mejor amigo comenzaban a bajar la escalera.
"Claro que si" Le dijo Harry antes de ver la oscura figura de su padre esperando por ellos al pie de la escalera. Para la mayoría de la gente, Severus Snape no lucia invitador o remotamente accesible y probablemente sería alguien que tratarías de evitar. Sin embargo el pequeño de pelo oscuro sintió su corazón más ligero al verlo y sonrió más para sí mismo. "Nosotros siempre amamos más a aquel que nos salvo"
4 de Enero de 1985: En la noche
Los cinco integrantes de la familia estaban sentados en el tranquilo y apenas alumbrado salón, lo que daba una acogedora escena. Draco estaba acostado en el sofá de dos asientos con su cabeza descansando en el regazo de su madre, uno de los brazos de ella abrazaba el cuerpecito de Draco mientras que su mano libre la utilizaba para dirigir con su varita una aguja y crear un diseño en un pedazo de material blanco, el cual estaba extendido en un bastidor circular el cual frotaba frente a ella. Hecha bolita junto al niño se encontraba la gatita blanca Elincia, descansando tranquilamente y moviendo su cola de vez en cuando. Al otro lado del cuarto, Lucius se encontraba sentado frente a Severus y Harry, quien estaba sentado en el regazo de su padre, jugando un partido de ajedrez mientras trataba de enseñarle al pequeño moreno como jugar. Harry estaba sentado con sus piernas colgando a lado de la pierna derecha de Severus, su mejilla descansando en el cálido y firme pecho. Un brazo largo vestido de negro lo sujetaba de la cintura y el niño apretaba ambos manos a la tela que cubría el brazo como si temiendo que en un abrir y cerrar de ojos desapareciera.
"Alfil a A3" Lucius dijo cansinamente sin retirar su vista del tablero de ajedrez. El único Alfil negro que quedaba se movió diagonalmente el numero de espacios ordenados antes de hacer añicos uno de los peones blancos que anteriormente había ocupado el lugar.
Severus permaneció en silencio por algunos minutos mientras consideraba su siguiente movimiento, sus ojos nunca dejando el tablero. "Torre a C5" Murmuro eventualmente, el sonido ocasiono que su pecho vibrara haciendo que Harry sonriera. Los tres observaron como la torre se movía hacia la izquierda sin necesidad de destruir nada ya que el espacio estaba vacío.
Lucius parecía tener listo su siguiente movimiento porque abrió su boca para hablar. Sin embargo, las palabras nunca salieron, en su lugar se escucho un pequeño lamento de dolor. Harry sintió como su padre se tensaba y Harry se volvió a mirar a Severus quien ahora estaba mirando a su padrino en vez que al tablero.
"¿Padre?" Pregunto con curiosidad, atrayendo la atención de Draco y Narcisa
"Parece que el Señor Oscuro requiere de nuestra presencia está noche." Lucius expresó sonando cansado, al mismo tiempo que se paraba de su asiento.
Harry no comento nada más y se deslizo del regazo de su padre, sin necesidad de que se lo dijeran, a pesar del hecho de que lo único que quería era impedir que su padre se fuera. Ambos, Severus y Lucius, eran extremadamente leales a ese Señor Oscuro pero, y aunque Harry no lo conocía, él sabía que el tal Señor Oscuro no era alguien que mereciera la lealtad de personas tan maravillosas como su padre y su padrino. Harry había visto a su padre llegar a casa en medo de la moche, apenas siendo capaz de mantenerse en pie e ir directo al gabinete de pociones donde guardaba varias botellas con sustancias que Harry tenía prohibido tocar. Y los periódicos siempre estaban llenas de historias sobre las terribles cosas que ese hombre y sus seguidores hacían. Pero ambos, Severus y Lucius, hacían cualquier cosa que les ordenara y eso confundía a Harry; seguramente ninguno de los dos hombres haría algo malo, o ¿sí?
"Lucius, estás seguro que deberías…" Narcisa comenzó a decir, desapareciendo su bordado y levantando a Draco rápidamente para poderse parar.
"Difícilmente existe opción." La interrumpió Lucius gentilmente, sonando comprensivo pese a que su tono tenía cierta apremies.
Harry observo como su madrina callaba inmediatamente y daba un pequeño y dudoso cabeceo. Fue distraído de su observación cuando sintió una larga mano en su hombro y su padre lo volteaba para quedar frente a él, su padre agachado para quedar frente a frente. "No trates de esperarme despierto". Le dijo estrictamente, a pesar de que sus ojos negros estaban llenos de ternura.
"Si padre." Harry afirmó quedamente, mirando al piso al tiempo que su padre se erguía y se preparaba para irse. Sin pensarlo, el pequeño tomo la muñeca de su padre para detenerlo. Severus se detuvo y miró hacia su hijo quien miraba el piso "Padre…" Harry comenzó a decir, irguiendo su cabeza finalmente, sus brillantes ojos verdes conectando los negros profundos de su padre. Sus palabras se atoraron en su garganta y por unos segundos que parecieron una eternidad, no udo decir nada. Entonces, aquello que estaba ansioso por decir, junto con su valor lo abandonaron. Se agacho otra vez y cerró los ojos en desesperación. "Te veo pronto". Susurro finalmente, dejando que sus brazos cayeran a sus lados.
Harry no vio la reacción de su padre, pero sintió un beso en su cabeza. Sin embargo en un segundo se había ido, cuando levanto la cabeza, ambos, Severus y Lucius, se habían marchado. Con un suspiro so volteo para mirar a su mejor amigo y a su madrina. Su madrina miraba preocupada hacia donde había estado parado su padrino hacia solo un instante, su mano derecha cubría su boca ligeramente. Draco parecía no darse cuenta de la preocupación de su madre o de la de Harry y se entretenía con Elincia.
Tragándose el nudo que tenía en su garganta, Harry se movió hacia Narcisa y le tomo de la mano, no la miro ya que seguía observando el espacio vacío frente a ellos. Sintió como ella apretaba su mano en reconocimiento, pero no hubo otra señal de que estuviera al tanto de lo que los rodeaba, permaneciendo ensimismada en sus pensamientos.
