El cielo repleto de estrellas y las olas del mar creando una pacífica melodía con su vaivén podría ser un espectáculo de fe y paz. Pero para la mujer que estaba frente a él , el mar representaba pérdida, abandono, y eso la llenaba de rabia. Sin embargo ahí esta: con el rostro erguido, peleando contra las lágrimas que desesperadamente buscaban su camino a la libertad.
Tras de sí podía escuchar unos pasos. Unos pasos de hombre, pero no podía decir si eran amigos o enemigos, no importaba, nada importaba ya había perdido algo valioso, su vida era siempre la misma, por mas que intentara cambiar, nada podía hacerse ya.
El corazón del hombre que se aproximaba estaba tan roto que apenas podía respirar, igual que el de ella. Ambos se odiaban a si mismos por lo que acababan de hacer, aun cuando había sido de mutuo acuerdo y en el fondo sabían que era lo mejor, la sensación de haber cometido pecado era mas fuerte.
El se acercó por detrás y la abrazó con todo el amor por ella : ella , su razón de vivir, de ser, de existir, por quien era capaz de hacer cualquier cosa, y lo había probado en mas de una ocasión. Aspiró su perfume y besó con suavidad su cuello. Un leve roce apenas, pretexto perfecto para que finalmente las lágrimas de ambos surcaran por sendos rostros.
"¿Salió bien?" Preguntó ella , la voz quebrándose
"Perfecto" respondió él en igual tono "Está bien, nadie lo notó " la estrechó con fuerza "Te prometo que pronto acabará, estaremos bien, siempre lo estamos"
"Debes odiarme" la voz de ella denotaba un terrible sufrimiento "todo esto empezó conmigo"
"¿Qué?" él no podía creer lo que escuchaba "no, jamás haría eso" dijo mientras con delicada fuerza la tornaba para mirar sus ojos "Nunca en ningún momento te he odiado, sería incapaz de hacer algo así porque odiarte es odiarme a mi mismo"
Pero ella no estaba convencida "Aun recuerdo claramente cuando me dijiste que querías una casa con una linda cerca blanca, garage para dos autos y un niño gritando, no puedo culparte y lamento que"
"Eso fue hace mucho tiempo , otra vida, y nunca pasó, ni pasaría, porque yo lo quise a tu lado, y sólo a tu lado y habiendo pasado a formar parte de tu mundo lo obtuve, ¿no lo ves? Tengo un lindo departamento, en una zona con vista al mar , un auto, cierto, pero no necesito otro, una hija que arroja objetos cuando está enojada, y lo mas importante, te tengo a ti. Es un milagro, un verdadero milagro, y yo no podría ser mas feliz, el precio puede parecer alto, pero lo pagaría mil veces con gusto" besó los labios de su esposa y tras romper el beso se arrodilló "Perdóname por haber dicho eso, la verdad es que no entendía las cosas, comprende que las cosas cambiaron ahora, y que si antes renegué, ahora agradezco cada día por que tu eres quien eres"
La pareja se fundió en un abrazo, años de amor que no necesitan nada mas, años de ser almas gemelas, de amarse sin importar distancia y tiempo... no terminarían en ese momento, cuando estaban mas unidos que nunca.
