Historia post 6 º libro

N-A: Hola a todos! Mi idea era esperar a que publiquen half-blood prince en castellano (o el misterio del príncipe) para escribir algo post-libro 6, pero con la venida de la película HP y el cáliz de fuego mi hp-manía de despertó otra vez... Así que les advierto, no lean esto si no quieren (¿cómo sería "to be spoiled" en castellano?)...bueno, sino quieren que les arruinen las sorpresas del 6º libro!

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Sábado 11 de mayo, 1997- Gryffindor gana la Copa de las Casas

En el momento en que Harry Potter tomó su rostro entre sus manos y la besó, Ginny Weasley creyó que nunca más volvería a tener un pensamiento coherente. Ella había imaginado ese momento incontables veces, la mayoría de ellas cuando aún se sonrojaba como tomate demasiado maduro si él estaba en la misma habitación que ella. Con el tiempo había logrado controlar el vuelo de su imaginación, al menos mientras estaba consciente, y ese tipo de imágenes casi nunca aparecían en su cabeza. Claro que cada tanto había gigantescas excepciones, como aquella vez después de una práctica de quidditch, cuando Ron y Harry los habían sorprendido a Dean y Ginny en una entusiasta sesión de besos. En ese momento, por menos de un segundo Ginny miró la expresión confundida de Harry, y después se enfrascó en una espiral ascendente de insultos con su hermano, que la dejaron al borde de las lágrimas. Pero mientras caminaba hacia el Gran Salón, aún furiosa con su hermano y las mejillas coloradas por el esfuerzo de no llorar, una imagen nítida apareció imprevistamente ante sus ojos: Harry y ella besándose en ese mismo corredor, donde no había ningún hermano mayor que interrumpiera.

Pero ahora Harry realmente la estaba besando, y Ginny se olvidó de los corredores de la escuela y de todo lo demás, hasta que sintió frío en la cara y supo que él había apartado su rostro del suyo. Abrió los ojos y la luz le molestó como si hubiera tenido los ojos cerrados durante mucho tiempo.

Harry le dirigió una sonrisa que ella nunca había visto en su rostro (y no era por falta de dedicación en la observación) y con un gesto le señaló la salida del salón común de Gryffindor. Él le tomó la mano cuando ella trepaba el retrato, y Ginny no se molestó porque supo que más que por cortesía, Harry lo hacía para tener una excusa para sostener su mano. Como pudo comprobar con mucho gusto, él no la soltó cuando terminaron de cruzar el retrato, ni mientras caminaban por los pasillos de Hogwarts, ni cuando recorrían los alrededores del lago.

"¿Cómo habrá salido la foto?", preguntó Harry mientras bajaban las escaleras hacia las afueras de la escuela.

"¿Qué foto?", respondió Ginny, sorprendida.

Harry la miró por unos segundos, dubitativo, y después dijo, encogiéndose de hombros:

"Creí ver un flash...pensé que Colin Creevey nos había sacado una foto mientras...", pero en vez de terminar la frase sonrió muy ampliamente, y si no fuera porque Ginny sospechaba que ella también estaba sonriendo de esa forma, hubiera creído que Harry había ingerido alguna poción de felicidad por error .

"Yo no vi ningún flash...¿estás seguro que no nos tiraron con algo?"

"Seguro que a Romilda Vane no le faltaron ganas", rió Harry, mientras se sentaban junto a la orilla del lago.

Ginny se acercó un poco más a Harry, quien le rodeó los hombros con un brazo, y al mirarlo a los ojos pensó que los lentes de Harry necesitaban limpieza urgente. Había un hechizo muy sencillo para eso, su madre lo aplicaba todas las mañanas a las gafas de su padre antes de que éste fuera a trabajar, era algo así como Limpi... Lenti...

Pero ahora esos lentes estaban tan cerca suyo que Ginny los veía fuera de foco, y cuando Harry la besó nuevamente, ella creyó oír algo así como un ronroneo pero no supo si salió de su garganta o de la de Harry.

"¿Quieres... ser ... mi ... novia?", preguntó Harry entre besos, y la sensación de su aliento entre sus labios provocó en Ginny un cosquilleo delicioso que derivó en risas incontenibles.

"¿Novia?", repitió Ginny cuando pudo dejar de reír. Harry la estaba mirando fijo, sus ojos llenos de alegría, encanto y ... ¿confianza?. Esa parte del cerebro de Ginny que sintonizaba perfectamente con sus hermanos gemelos reconoció de inmediato la oportunidad delante suyo.

"Yo creía que sólo eran unos besos en festejo por la copa de quidditch, ya sabes, nada serio...", dijo Ginny llevándose un mechón de cabello detrás de la oreja y mirando hacia el lago, para que Harry no viera el destello de burla en sus ojos.

Harry emitió algo así como un gemido de ahogo, pero no dijo nada.

"No es como si hubieras estado pensando en besarme desde hace...", continuó Ginny, pero la voz de Harry la detuvo.

"Un año y medio".

Ginny volvió la cabeza tan rápido que su largo cabello giró como un latigazo por encima de sus hombros, para caer finalmente junto a su mejilla izquierda.

"¿Qué?", preguntó Ginny, pensando con desazón en todo el tiempo perdido. Ella recién había empezado a sospechar que tal vez Harry la veía como algo más que la hermana de Ron durante la cena de Navidad en la Madriguera. Había podido sentir la reacción de la piel de Harry cuando sus dedos rozaron su cuello para sacarle una larva del cabello.

Harry estaba sonriendo triunfante. Ginny lo miró a los ojos, y comprendió que él le había tendido una trampa para hacerle demostrar sus verdaderos sentimientos, y ella había caído miserablemente. Los dos empezaron a reír al mismo tiempo, pero después Harry se quedó pensativo por unos momentos y dijo:

"Siete meses, pero se sintieron como cien".

Ginny pensó que para ella la espera se había sentido como de toda la vida, pero no se animó a decirlo en voz alta.

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Diciembre 1994, días antes del Baile de Navidad del Torneo de los Tres Magos

Cuando Ginny entró al Salón Común vio a su hermano Ron sentado en el rincón más alejado, con la cara escondida entre las manos. Ella ya había escuchado los rumores sobre lo sucedido: Ron había hecho el ridículo invitando a Fleur Delacour al Baile de Navidad, enfrente de más de media escuela, y lo único que había conseguido había sido una mirada de desprecio. No había sido el primero, se decía que la lista ya ascendía a 10 víctimas de los encantos de la hermosa francesa, pero otras versiones cotizaban en 20.

Fleur le había caído mal a Ginny casi desde la primera vez que la había visto. Era algo que iba más allá de su forma altiva de caminar, y cómo miraba a las personas más bajas que ella, aunque Ginny no hubiera podido explicarlo con palabras. Cuando se cruzaba con Fleur en los pasillos, Ginny se repetía a sí misma, como un mantra, que cuando acabara el Torneo Fleur volvería a Francia y nunca más volvería a verla. Eso la conformaba a medias.

Ginny se sentó juntó a Ron en el sillón, y apoyó una mano en el hombro de su hermano.

"Ya te enteraste¿no?", dijo Ron sin levantar la cabeza. "Seguro que ya lo sabe todo el mundo".

"Oh, vamos... al menos te fue mejor que a Lalo Larl", dijo Ginny en voz baja.

Ron movió la cabeza, y Giny pudo ver uno de los ojos azules de su hermano mirándole fijamente.

"¿Por qué¿Qué le pasó?"

"Se le ocurrió cantarle una canción a Delacour a la salida de una clase de Pociones, y sabes que Snape no es precisamente un romántico...", explicó Ginny.

Ron levantó la cabeza.

"¿Es por eso que tiene que limpiar la Lechucería hasta Pascuas? Yo creía que había hecho explotar su caldero de nuevo...", comentó Ron, un centésimo menos deprimido que antes.

"Esa es la versión de Lalo...", sentenció Ginny.

Ron contempló el fuego durante varios segundos, al fin de los cuales volvió a bajar la cabeza, murmurando entre dientes varias palabras de las cuales Ginny sólo pudo entender "estúpido".

Se abrió la entrada del Salón Común, y tras un grupo de chicos de sexto año entró Harry Potter. Como cada vez que lo veía, el corazón de Ginny empezó a latir un poco más fuerte.

" ¿Qué pasa, Ron? ", preguntó Harry, sentándose al otro lado de Ron.

"¿Por qué lo hice?", exclamó Ron con desesperación. " ¡No puedo entender por qué lo hice!".

"¿Qué?", preguntó Harry confundido, mirando a Ginny para buscar una respuesta.

"Eh... le pidió a Fleur Delacour que fue­ra al baile con él", explicó Ginny, y de pronto pudo imaginarse la situación en su mente, y le resultó tan graciosa que tuvo que esforzarse para no sonreír.

"¿Que tú qué?", dijo Harry.

"¡No puedo entender por qué lo hice!", repitió Ron. "¡Con todo el mundo mirando! Yo iba caminando y ella estaba hablando con Diggory. Entonces me vino el impulso... ¡y se lo pedí!". Ron gimió y se tapó la cara con las manos.

Harry miró a Ginny por un instante, y para ella fue suficiente para saber que Harry también luchaba por no sonreír.

" Me miró como si yo fuera una especie de monstruo. Ni siquiera me respondió. Y luego... no sé... recuperé el sen­tido y empecé a correr"

"Fleur es en parte una veela", dijo Harry. "Tenías razón, Ron: su abuela era veela. No es culpa tuya. Estoy seguro de que llegaste cuando estaba desplegando todos sus encantos para atraer a Diggory, y te hicieron efecto a ti. Pero Fleur está perdiendo el tiempo. Diggory va con Cho Chang."

Para Ginny, la segunda parte del comentario no fue tan interesante como la primera. ¡Así que Delacour era en parte veela! Bueno, eso explicaba muchas cosas...

"Lo sé por que le acabo de pedir a Cho que sea mi pareja", añadió Harry con voz apagada, "y ella me lo dijo".

Ginny sintió como si le hubieran tirado un balde de agua fría en la cara, o como si se hubiese tropezado con un fantasma.

"Esto es una estupidez", afirmó Ron con resolución. "Somos los úni­cos que quedamos sin pareja. Bueno, además de Neville. ¿A que no adivinas a quién se lo pidió él¡A Hermione!"

"¿Qué?"exclamó Harry, y él y Ron empezaron a reírse.

Por unos momentos, Ginny tuvo la esperanza de que si realmente se concentraba, podría desaparecer con sólo desearlo. No podía ser tan difícil...Aunque le quedara medio cuerpo detrás, eso sería preferible a la penosa frustración de haber escuchado de labios de Harry que él quería ir al baile con Cho Chang.

"¡Me lo contó después de Pociones!", continuó Ron. "Dijo que ella siempre ha sido muy buena con él, que siempre lo ha ayudado con el trabajo y todo eso... Pero ella le contestó que ya tenía pareja. ¡Ja¡Como si eso fuera posible! Lo que pasa es que no quería ir con Neville... Porque, claro¿quién sería capaz de ir con él?"

A pesar de la tristeza que sentía, las palabras de Ron hicieron que Ginny diera un pequeño respingo, como si la hubiesen pinchado con un alfiler. Neville Longbottom era un chico muy agradable, solía ayudar a Ginny con las tareas de Herbología, una de las clases que más aburría a Ginny...y, después de todo, Ginny había aceptado ir con él al baile.

"¡No digas eso!", dijo Ginny enfadada. "No te rías..."

Justo en aquel momento entró Hermione por el hueco del retrato.

"¿Por qué no fueron a cenar?", preguntó al acercarse a ellos.

Ron y Harry seguían riéndose, y no daban señales de parar. Toda la compasión que Ginny sentía por su hermano se evaporó como torta de chocolate domingo por la tarde en La Madriguera.

"Porque...basta, dejen de reírse... porque las chicas que han invitado al baile los han rechazado", explicó Ginny, y sintió un dejo de satisfacción cuando a los dos se le paralizó la risa.

"Muchas gracias, Ginny", murmuró Ron con amargura.

Lo que siguió fue algo que sorprendió a Ginny, y aunque pudo comprender rápidamente lo que en realidad estaba pasando, le llevó un par de días terminar de digerirlo. Para Ginny era casi imposible concebir que alguien pudiera pensar en su hermano de esa manera...

"¿Todas las lindas ya tienen pareja, Ron?", le dijo Her­mione con altivez." ¿Qué, empieza a parecerte bonita Eloise Midgen? Bueno, no te preocupes. Estoy segura de que en al­gún lugar encontrarás a alguien que quiera ir contigo".

Ginny se preguntó por qué Hermione sólo se estaba dirigiendo a su hermano, sin notar que Harry, a su lado, estaba una posición muy similar a la de Ron. Bueno, en parte, al menos Ron tenía buen gusto, Delacour era parte veela, pero Chang...ni siquiera era muy buena en Quidditch, Ginny estaba segura que ella podría ganarle con la Snitch si tuviese la oportunidad...

" Hermione, Neville tiene razón: tú eres una chica...".

Ante semejante declaración, Ginny trató de ahogar un gemido, pero falló y lo disfrazó tosiendo suavemente.

"¡Que tú hayas tardado tres años en no­tarlo, Ron, no quiere decir que nadie se haya dado cuenta de que soy una chica!", gritó Hermione furiosa,

"Bueno, bueno...ya sabemos que eres una chica. Y ahora¿nos acompañas al baile?", insistió Ron.

"No puedo¡tengo pareja!", y Hermione salió como un huracán hacia el dormitorio de las chicas.

"Es mentira", afirmó Ron, viéndola irse.

Ginny miró a su hermano, y un poco de la compasión que había sentido hace instantes volvió a ella.

Aparte de los dos interesados, Ginny era la única persona que sabía que Hermione iría al baile con Víctor Krum. Cómo olvidarse, si aún le dolía el lugar en que había aterrizado tras caerse de su silla por el impacto de la noticia.

"No, no lo es", dijo Ginny en voz baja.

La respuesta de Ginny ofuscó visiblemente a Ron.

"Entonces¿con quién va?", preguntó Ron.

Ginny pensó que, aunque Hermione no le hubiera pedido que guardara el secreto, tampoco se lo hubiera contado a Ron.

"Yo no te lo voy a contar, eso es cosa de ella", contestó Ginny.

"Bueno", dijo Ron, que parecía completamente confundido, "esto es ridículo. Ginny, tú puedes ir con Harry, y yo..."

" No puedo", lo interrumpió Ginny, que sentía de pronto muy nerviosa, y por el calor que sentía en las mejillas, supo que se estaba poniendo colorada. Eso no le ayudaba para nada con los nervios. "Soy la pareja de... de Neville. Me lo pidió después de que Hermione le dijera que no, y yo pensé... bueno... si no es con él no voy a poder ir, porque aún no estoy en cuarto."

Sí, en su momento le había parecido el mejor plan, Ginny se moría de ganas de ir al baile, y no esperaba que alguien fuera a fijarse en una chica bajita y poco agraciada que tenía el mismo color chillón de pelo que todos sus hermanos. Casi había saltado de alegría cuando Neville le preguntó. Pero ahora no resultaba una idea tan maravillosa...

"Creo que voy a bajar a cenar", agregó Ginny, y sin mirar a Ron ni a Harry, se fue por el hueco del retrato, tratando de que la enorme decepción que sentía no se dibujara por completo en su rostro.

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Ginny no podía creer su mala suerte. ¡Ir con Harry al Baile de Navidad! Sí, lo había imaginado varias veces, mientras transplantaba vegetales malhumorados en las clases de Herbología, pero jamás hubiera pensado que realmente iba a tener la oportunidad...

"Ginny...Ginny...¿ me oyes?"

Ginny vio el rostro de Hermione reflejado en el espejo del baño, frente a ella. Asintió levemente, y mientras terminaba de lavarse los dientes, pensó que su cabello rojizo se veía horriblemente anormal junto al castaño tan natural de Hermione.

"¿Puedes creerlo?", preguntó Hermione, un tanto indignada.

Como Ginny, hasta ese momento, ni siquiera había reparado de la presencia de Hermione en el baño, no tenía idea de que le estaba hablando su amiga.

"Neville tiene razón, eres una chica", repitió Hermione arrugando la cara del disgusto. "Aggg...qué más podía esperar de él".

Así que el problema era con Ron. Ginny reconocía que su hermano había tenido muy poco tacto con todo el asunto del baile, pero bueno, así era Ron, Hermione lo conocía bastante bien como para sorprenderse... A no ser que la falta de tacto no fuera el problema.

"¿Realmente te molesta que...", Ginny titubeó, porque no estaba segura de qué iba a decir, "que Ron no supiera...eh...que no hubiese comprendido que eres una chica?"

"No", dijo Hermione de inmediato, con una cara que era un rotundo SÍ.

"Y va a ir al Baile con esa estirada de Patil, no sé como ella aceptó, si Ron es peor que..."

"¿Parvatti?", la interrumpió Ginny, para ahorrarle a Hermione los improperios.

"No, Parvatti va con Harry, Ron irá con Padma", explicó Hermione, y Ginny estuvo a punto de dejar caer su cepillo de dientes. Parecía que el estilo de Harry eran las morochas...

Hermione le dirigió a Ginny su más evidente mirada de compasión.

"Sabes, Ginny, si Harry te conociera verdaderamente...", empezó Hermione.

Ginny asintió automáticamente, conocía muy bien cómo seguía el discurso. Lo venía escuchando desde principios de año.

"...si tan solo pudieras soltarte un poco y fueras más tú misma cuando estás con él, entonces Harry se daría cuenta de lo genial que eres", explicó Hermione, y Ginny le sonrió en agradecimiento por el elogio.

"Es más, creo que...", continuó Hermione, Y Ginny se sorprendió porque el discurso generalmente terminaba ahí. "Creo que deberías salir con otros chicos", soltó Hermione, y Ginny la miró extrañada. "Así Harry se dará cuenta que tú también eres una chica".

Ginny recibió la idea frunciendo levemente las cejas. Ya veía de dónde venía todo esto.

"¿Crees que eso funciona?", preguntó con cautela.

"Pues ya has visto a Ron", soltó Hermione, poniéndose un tanto colorada.

Ginny empezó a sentirse un tanto incómoda...así que no lo había imaginado, Hermione estaba interesada en su hermano como... más que amigo... ¿Qué se suponía que debía decir¿Qué lamentaba que una chica tan inteligente como Hermione se hubiese fijado en el troll de su hermano? La sola idea le resultaba desagradable...

Pero Ginny se salvó de tener que responder a su amiga, porque en ese momento Lavender Brown entró al baño riéndose junto a Parvatti Patil.

"¿Preparándose para el baile de mañana?", preguntó Parvatti al verlas.

Ginny pensó que nunca había notado que dientes tan grandes tenía Parvatti, cuando sonreía parecía un caballo...

"Ya nos íbamos". Masculló Hermione, y ambas salieron apuradamente del baño.

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Otra N.A: Las fechas estimadas en que ocurren los eventos de cada libro las tomé del lexicon de HP.

Les comento cuál es mi idea con este fic: ir cubriendo la "evolución" de Ginny y su relación con Harry entre estos dos momentos: la conversación previa al Baile de Navidad y el primer beso. La inspiración y el tiempo disponible para ir avanzando no siempre coinciden o peor aún, a veces ni aparecen, así que puedo demorar en subir otro capítulo...pero haré lo mejor posible!