TSUBASA RESERVoir CHRoNiCLE © CLAMP

Aclaraciones: Las personalidades de los personajes pudieron haber sido algo modificadas para fines de este fic.

Advertencia: Yaoi No canon Kurogane x Syaoran

Spoilers

Diálogos —

[Notas de Autor]

(notas del texto)

De antemano agradezco los reviews.

THE cloudy

El cielo estaba completamente cerrado, llevaba así desde que llegaron. Instalados en una austera cabaña, los viajeros se protegía del frío viento, aunque el ambiente entre ellos mismo era mucho más helado que allá afuera con las nubes protegiendo al sol, evitando regalar calor a sus heridos corazones.

El más joven de los viajeros, el "verdadero" dueño de la identidad de Syaoran por herencia, observaba tranquilo desde la ventana, tendía a separarse del grupo para no molestarlos con su persona, él entiende que sobra en ese espacio. El mayor de todos los viajeros, o al menos en apariencia porque quizá el mago es más viejo que los demás, miraba a "Syaoran" desde el sofá. La bolita blanca llamada Mokona, estaba tranquila en una mesa, mientras que el mago y la princesa se encerraron en una de las habitaciones.

—Syaoran, Syaoran…—llamó Mokona preocupada, el chico volteó a verla. — también eres Syaoran ¿no?—pregunto nerviosa, el chico sonrió débilmente a modo de respuesta.

La bolita saltó a brazos de Syaoran muy contenta, derramó un par de lágrimas en el trayecto. El joven castaño sostuvo a Mokona cerca de su rostro, pudo sentir el rostro húmedo de su linda y esponjosita amiga. El muchacho sintió un deje de culpa por hacerle daño a tan pura criatura.

no eres el mocoso—dijo Kurogane de pronto. Syaoran se oculto su rostro, usando a Mokona de escudo.

El moreno se harto de tanta autocompasión, ese era un sentimiento recurrente en el grupo desde su partida del país de Tokyo. Kurogane no quería ver más el rostro serio y triste de Syaoran, no quería ver esos sentimientos reflejados en ese rostro idéntico al "viejo" Syaoran.

—Tú eres tú… —dijo Kurogane sosteniendo con su fuerte mano el rostro de Syaoran, pudo notar que su mejilla estaba húmeda. —Eres un "Syaoran" diferente…—agregó. Syaoran se acercó suavemente al ninja.

Kurogane pudo sentir las lágrimas de Mokona y Syaoran sobre su regazo, empapando su camisa. El moreno dejó que pasará, no importaría mucho, él sabía bien que el corazón de todos era igual al cielo de afuera, lleno de nubes de incertidumbre y angustia, pero con un poco de ayuda volverá a salir el sol.

FIN