Disclaimer applied.


Frente a frente


Queda que poco queda
de nuestro amor apenas queda nada
apenas ni palabras
Quedan...

Ansiada libertad, su presencia pasa desapercibida hasta que se pierde, dándonos cuenta de su ausencia. Después de tres largos años en prisión, siendo preso del aislamiento y los remordimientos, puede mirar de nuevo los brillantes rayos del sol.

Durante todos esos días la imagen de Courtney no desaparecía de su cabeza, no paró de recordar sus mejores y peores momentos, esto en realidad no era el problema, sino que le abrumaba desconocer qué es lo que sentía por ella a esas alturas. Rompió con Gwen al sentirse nuevamente atraído por la castaña pero todo perdió sentido en el segundo en que entró a prisión y tuvo que encontrarse consigo mismo bajo cuatro frías paredes, algunas veces se le aceleraba el pecho al pensarla, en otras ocasiones simplemente suspiraba y continuaba dormitando. ¿Entonces qué…?

Dios oyó su pregunta y le acercó la respuesta, mas hubiera preferido quizás no conocerla tan pronto. Nadie lo recibe en cuanto pone un pie afuera del reclusorio, sus ojos miran al frente y se encuentran con un desconocido paisaje lleno de edificios y coches. Su vida terminó en lo más bajo por el simple hecho de explotar "la casita" de Chris Mclean, suelta un bufido ante este pensamiento y sin más preámbulos empieza a caminar hacia el frente.

No tiene rumbo y quizás parezca que es un alma en pena, pero sabe que sigue vivo porque le cala en los huesos la fresca brisa del otoño en Canadá. Su mirada yace perdida hasta que sus ojos identifican una conocida silueta al otro lado de la calle; largo cabello castaño, vestido rojo ceñido a juego con sus labios carmesí, sin duda alguna el tiempo ha seguido su curso y no tiene misericordia.

—¿Courtney…? —susurra, sin detener su camino.

Le mira atenta dejando entrever en sus facciones lo sorprendida que está, detiene su andar por un segundo y después continúa su rumbo, admirándolo de pies a cabeza. Ya no tiene su cresta tan característica y viste como la última que le vio, presa del rencor y la pena. Sin quererlo realmente sus ojos logran encontrarse y a su alrededor todo parece oscurecerse, las memorias vuelven abruptamente a su cabeza y Duncan casi cierra los ojos: los besos robados, las discusiones con un final feliz al atraparla entre sus brazos repartiendo mimos por toda su cara. En el rostro de ambos se dibuja una pequeña sonrisa, mas no refleja alegría, es solo un placebo para calmar el repentino dolor que los empieza a carcomer.

Frente a frente los dos cruzan la avenida simultáneamente, con cada pisada acercándose al otro cada vez más, alrededor la gente los mira incrédula al notar que están cruzando sin fijarse, para Courtney y Duncan pierde importancia la mínima posibilidad de que pase un auto y les haga daño, para ellos el tiempo se detiene, las personas y los coches dejan de existir y sus corazones tienen menos distancia entre ellos.

El dolor aumenta paulatinamente y vuelven a mirarse a los ojos, buscando leer el alma del otro. Es evidente que ya nada queda, solo quedan como crueles tatuajes todos los días de su amor pasado y aunque hiere, saben que jamás podrán volver a vivir aquella historia de amor. Elementos como la confianza y el amor incondicional murieron hace tantos años, imposibilitando todo intento. Mas en realidad el tiempo jamás dejó de transcurrir, todo lo demás continúa existiendo y la Tierra, en palabras de Courtney, "si dejara de girar, no sería por una pequeñez", durante algunos segundos cesan todo movimiento y con la mirada se dicen tantas cosas que con palabras no sería suficiente y al final siguen su camino.

"Es lo mejor" piensan mientras los ojos les pican al sentir como el primer amor camina hacia el otro contrario, sin siquiera haberse dirigido una palabra. Tal vez antes la castaña le hubiera gritado, completamente dolida, por su infidelidad, tal vez él se hubiera reído en su cara ante sus desplantes, mas ya no son adolescentes de un reality show, tienen veintidós años. Ya lejos uno del otro perciben una abrumadora sensación de alivio extenderse por todo su cuerpo y una felicidad extraña, resultante del anhelo y el "solía".

Courtney se da cuenta de que nunca lo odió y él que ya no la ama, solo fue preso de los recuerdos. Ella entra al edificio del despacho de abogados donde trabaja y Duncan camina y camina sin detenerse, rumbo a recuperar su vida.


N/A: Dije antes que era muy joven para saber lo que es romper con un amor tan profundo, dos años después digo que aprendí esto de otra manera y duele, duele horrores.

Editado porque estaba muy mal escrito y para limpiar mi imagen, ¡saludos!

Editado: 01/11/2018