Capítulo 1
Algo está pasando
Tenían prisa, era ahora o nunca.
Sus apresurados pasos se escuchaban inusualmente altos en el ahora tranquilo Borde del Dragón, definitivamente sus explosiones le añaden chipa a aquel desolado lugar, decidí.
Mmmm… .
¿Por qué corrían…?
¡Claro! ¡Cómo pudo olvidarlo!
Desde hace un tiempo los fantásticos gemelos Thorston -sobre todo Tuffnut- notamos un extraño comportamiento en uno de los miembros del equipo… pero, con la emoción del próximo ataque a la base de los cazadores de dragones, aquel suceso no merece mucha atención, después de todo, estamos a cargo de una parte esencial de aquel elaborado plan.
Gracias a nosotros la derrota de Viggo Grimborn sería recordada por generaciones, pero un importante suceso también va acompañado de mucha responsabilidad… todo por culpa de Hiccup.
¿No podía dejar de ser indeciso y escoger alguna de las increíbles frases que le traían? Estaban desperdiciando mucho material ¡y él no lo apreciaba!
Pero por el bien de las futuras generaciones el increíble Tuffnut Thorston y su no tan increíble hermana Ruffnut Thorston seguirían intentando hasta encontrar una frase genial que satisfaga a ese tirano.
…
¡Esperen! ¿De qué estaba hablando…?
Mmmm…
¡Oh, sí! Después de mucha deliberación al fin hemos encontrado la frase perfecta. Es tan perfecta que asusta, no tanto como la cara de Ruffnut, pero… ustedes entienden.
De pronto tenemos ante nosotros la gran puerta de madera.
La hora de la verdad... había llegado.
-¡AJA! -irrumpí en la habitación, donde nuestro amado líder discutía tácticas con Astrid- ¡Parece que ella tiene la maza y yo tengo la garra! -continué, con mis manos siempre en movimiento, para dar énfasis- así que Viggo… - la pausa dramática es importante- se acabó el juego y ni siquiera hemos…
-TUFFNUT -gritaron
¡Imposible! ¿No les gustó…? A no ser que… ¡Por supuesto! Como no me di cuenta antes…
-Si… tienen razón, yo tendría la maza ¡no ella! es que todos saben que yo soy la maza -reí- me declaro culpable, ¡hombre maza de corazón!
Esta vez admito que fue un descuido nuestro.
–Buena charla Hiccup -me despedí.
Tiempo de volver a correr.
-En estos tiempos de guerra, las cosas son difíciles -le comenté a mi hermana.
-Cierto -concordó- pero según recuerdo aún no estamos en guerra.
-¡Muy cierto! -chocamos cascos- ahora… espera ¿no es Astrid…?
Al parecer la vikinga rubia había terminado de hablar con H.
-Mmmm -opinó sabiente Ruffnut- ¿no está algo…?
-¿Rara? -ofrecí.
-No, ella se ve...
-¿Hambrienta?
¡Crash!
-¡No! Cabeza de cordero, ¿no lo notas? Se ve feliz -hizo una pausa para que yo la observara, lo cual es difícil, ya que estaba alejándose de nosotros cada vez más.
No veía nada raro. Mi hermana suspiró.
-Se ve feliz… -aún no veía lo extraño- realmente feliz.
Oh…
-Pero… esto no puede ser…
Esto era imposible… ¡la razón por la que me levanto en las mañanas!
Se ha ido…
-Exacto.
-¡Pero no vimos pasar a Snotlout!
-Cierto hermano, además hubiéramos oído los gritos.
-Tampoco hay ninguna mancha de sangre -concordé- pero… si Astrid no descuartizó a nadie -espera, eso sería impresionante- ¿Por qué está feliz?
Debe ser otra cosa, algo se les estaba escapando.
¿Pero qué?
-Es preocupante -murmuró su hermana- ¡espera! -dijo de pronto- ¿no estaba Astrid actuando raro desde hace unos días?
-Cierto -dije cubriéndome los ojos con mis manos- ¡Como pudimos olvidarlo!
-Fue por culpa de Hiccup, hermano -negó con la cabeza- si ese tirano no nos hubiera puesto trabajo…
-No es momento de lamentarse -froté mi barbilla- aquí está pasando algo muy raro.
Astrid está feliz y no mutiló a nadie -Snotlout- para lograrlo.
Era raro… y cuando vi la cara de mi hermana supe que pensaba lo mismo.
Algo está pasando.
Continuará…
Hola, no sé si logré captar a Tuffnut, pero me divertí escribiendo esto. Espero no haberme desviado mucho del carácter original.
No creo que vaya a ser una historia larga (talvez seis capítulos o cinco). Estoy escribiendo esto por diversión, obviamente los personajes no me pertenecen.