FANFIC: Por ser tú.
PAREJA: Ereri.
DISCLAIMER: Los personajes de Shingeki No Kiojin no me pertenecen, todos son obra de Hajime Isayama y yo solo los uso para beneficio público (?).
PRIMER CAPÍTULO. Consecuencias.
-Una vez la tropa de exploración regresó al cuartel general, al castillo en medio de la ciudad, el Comandante Erwin les da un descanso merecido a sus compañeros. Está cayendo la noche y todos dan un recorrido por las instalaciones del lugar después de haber cenado en el comedor y dejar al equipo de investigación hacerse cargo de Annie, Eren, pensativo, llega de alguna forma hasta la puerta que en su interior tiene a la única persona que ha admirado durante años, que se ha encargado de cultivar diariamente y sin notarlo la semilla del primer amor en su interior, el único que hace a su sueño irse y a su cuerpo vibrar con tan solo recordar su tono de voz, gracias a Levi, Eren se había dado cuenta de lo profundos que pueden llegar a ser los sentimientos humanos y más que todo los suyos propios, desde que lo conoció tuvo la oportunidad de explorar la evolución de un sentimiento tan vago como la admiración hasta su punto más complejo: el de un amor no correspondido.
-Narra Eren.
Aún recuerdo el momento en que lo vi por primera vez, montando su caballo de esa particular manera tan imponente y elegante, observando a todos con una fría expresión. Fue entonces, cuando sus ojos chocaron con los míos, que me di cuenta de algo importante: el Sargento ocultaba algo tras esa dura mirada, algo más que la superioridad que su rango significaba, más complicado que ser el Sargento de las tropas de reconocimiento. Un pensamiento complejo para un niño de aquella edad tan corta, pero que me hizo despertar y abrir los ojos ante un nuevo mundo que se abría ante mí. Ahora, años después, sigo preguntándome a diario que hace a Levi levantarse de la cama, que lo motiva para seguir luchando a pesar de estar relativamente solo, que sueña, que siente por dentro con cada nuevo amanecer, que lo hace suspirar, sonreír, ¿alguna vez ha llegado a ser feliz? ¿Qué hay de su pasado? Cada vez que reacciono, me doy cuenta del montón de preguntas que se formulan en mi mente, cada que miro su rostro, o simplemente escucho hablar de él, una nueva incógnita se forma en mi mente, atropella mi corazón, y entonces al ir a la cama, una pregunta más a la larga lista que ahora puedo decir llevo de alguna manera confusa y complicada se suma, al cerrar los ojos puedo ver su imagen, en mis sueños al principio no aparecía en lo más mínimo, pero al darme cuenta de la realidad también pude notar el gran peligro que supone salir de las murallas, un trabajo que el Sargento lleva a cabo sin reclamo alguno y en apariencia podría decirse que lo disfruta pero, ¿es esto cierto? Apariencias… Apariencias… Todo en este mundo se basa en… Algo tan efímero como…
-Apariencias.-se escuchó una voz al otro lado de la puerta, inconfundible, música para sus oídos y el empujón que le faltaba a su corazón para acelerarse de una manera casi incontrolable. Al salir del trance, Eren se vio a sí mismo en donde estaba: Frente a la habitación del azabache, sin darse cuenta su mente lo hizo llegar hasta allí, entonces fe cuando escuchó su voz, después un cansado Comandante Erwin abrió la puerta, esto lo llenó de sorpresa, no se lo esperaba.
Eren: Comandante… Pensé que estaría dando el informe de la misión… -dijo mirando atentamente cada detalle del rubio, su ropa desarreglada, el cabello como siempre peinado de manera casi incorregible, las botas bien amarradas y el rostro con un tono de amargura.
Erwin: ah, Eren. Si, de hecho ahora voy para allá –en un segundo su postura se repuso, mostrando su usual figura de líder, completamente derecho, sus ropas ahora se veían en perfecto estado, su mirada y rostro habían adquirido de nuevo la seguridad, confianza y dureza de siempre. Dejó ver una sonrisa al castaño y empezó a caminar en dirección al lugar de destino- Gracias, Eren. Adiós. –en un santiamén, la figura del Comandante se desvaneció ante el ojiverde que seguía de pie mirando con sus grandes esmeraldas sin saber qué hacer. Se dio vuelta con la intención de irse, pero algo se lo impidió. Los brillantes ojos que ahora estaban posados en él hicieron que esa distracción se fuera de su cabeza y regresaran con más fuerza aún aquellas dudas, aquellos sentimientos y pensamientos, su cuerpo se puso rígido.
Levi: ¿y? ¿Vas a entrar? ¿Viniste por algo mocoso? –estaba irritado, la charla con su superior lo dejó abatido por completo, aunque esto no era muy difícil de lograr pues el Sargento tenía un genio horrible normalmente, y con esto, solo se ponía un poco peor y se cerraba a hablar con cualquiera que se le atravesara. Eren era tratado de una manera diferente por él, encontrando como la única salida lógica el hecho de que fuera, probablemente, la mayor de las esperanzas de la humanidad de salvarse y su naturaleza de titán, no lo mandó a freír monos ni mucho menos, tan solo usaba el tono más normal que podía con el muchacho que lo observaba de una manera extraña, abriendo grande sus verdes ojos y pareciendo como si lo examinara de pies a cabeza, él era el único que lograba hacer que un poco de timidez se viera reflejada, inconscientemente tal vez, ese muchacho era único en más de un sentido, más razones de las ya mencionadas se escondían tras aquellos pensamientos que surcaban la mente del azabache eran retenidas tras una gran barrera creada años atrás para impedir exactamente lo que desde hace poco tiempo había comenzado a desarrollarse con cada cruce de miradas con su subordinado, esto no le había pasado con nadie más, precisamente por la barrera, pero desde que Eren entró a las tropas de reconocimiento y lo tenía que ver a diario se había acostumbrado a este trato más "amable", a su mirada que resultaba menos extraña que los hábitos de Mike, a sus movimientos y expresiones, a su sonrisa y carácter decisivo, algo lo hacía observarlo un poco más de lo común y esto lo hacía impacientarse, pero no le prestaba atención e intentaba conversar con él de la mejor manera posible, una parte suya lo obligaba a hacerlo, sabía que esa parte se hacía más fuerte con cada día pero lo ignoraba adrede.
Eren: Levi-heichou… Buenas noches… -habló de la manera más calmada que pudo al ver en aquel estado a su preciado Sargento, exhausto y seguramente con el humor de perros intensificado, lo notó al escuchar esas palabras salir de su boca- ¿puedo entrar? –dijo irrumpiendo en aquel territorio prohibido y cerrando la puerta tras de sí.
Levi: Ya lo hiciste… Idiota… -lo observó entrar, luego fue a abrir la ventana para dejar el aire frío de la noche ventilar el cuarto, equipado tan solo con una cama, un estante vacío y las puertas de madera, se sentó en el marco de la ventana y después de respirar aquel melodioso aire, se giró para encontrarse con Eren a pocos pasos de él, observándolo- ¿Qué quieres?
Eren: -guardó silencio por unos momentos, observando su precioso rostro y cruzando ambas miradas, suspiró, miró por encima de la cabeza del azabache y observó la noche hacerse presente por todo cuanto su mirada podía divisar, el viento pasaba y hacía a algunos de sus cabellos moverse con fluidez- Los suyos también, heichou.
Levi: -totalmente desconcertado por aquellas palabras, no pudo hacer más que preguntar- ¿Los míos? ¿De qué hablas? –se puso en pie de nuevo acercándose tan solo un poco al moreno, prefería tener poco contacto con otros.
Eren: Sus cabellos –puso una mano en la mejilla derecha del Sargento, observando su mirada primero asombrada y luego como si lo fuera a maldecir, pero prosiguió antes de que pudiera responderle- También bailan con el viento –retiró su mano y se dio media vuelta, justo ahora su corazón iba a mil, suspiró por lo bajo arrepintiéndose por el impulso tan estúpido que tuvo hace apenas dos segundos, el de decirle todo aquello que aprendió era llamado "sentimiento de amor", empezó a caminar en silencio y justo antes de abrir la puerta, la voz de su superior lo detuvo.
Levi: Eren, sé que no viniste por una estupidez de esas, al menos no eres tan idiota –caminó hasta hacerse detrás de él, a una distancia segura cruzando sus brazos y observándolo-
Eren: No era nada importante, heichou, tan solo iba a decir una idiotez más grande que esa –se giró, le sonrió lo mejor que pudo y luego, una vez más, cruzó miradas con el Sargento. Luego de un momento, éste, impaciente e irritado, dio un golpe en la madera de la puerta con ambas manos acorralando al menor-
Levi: Lo que sea que fuere, era tan importante para ti como para hacer que pusieras semejante expresión. Jamás te había escuchado suspirar antes, así que suéltalo de una jodida vez –lo miraba con rabia, ahora estaba perdiendo los estribos y no se quedaría con la duda. Esto tomó por sorpresa a Eren, que lo miró sorprendido; al darse cuenta Rivaille, quitó ambas manos y se alejó más, se detuvo en el centro de la habitación y se dio vuelta aflojando un poco su corbatín- Pero si no quieres decirlo, tampoco te obligaré. Tan solo lárgate de una buena vez antes de que te golpee como te mereces por quitarme mi preciado… Tiem… po… -los largos brazos del castaño lo tomaron por sorpresa, ahora lo rodeaban por el cuello y tenía la cabeza apoyada en estos- ¿Qué estás haciendo? –Ahora definitivamente iba a golpearlo, porque no tenía el derecho ni la suficiente confianza para hacerlo y de todas formas se atrevió a hacerlo, sin saber que con esto rompía un poco de la barrera protectora que resguardaba sus preciosos sentimientos resquebrajados hace tiempo ya.
Eren: Lo abrazo, heichou… -lo abrazó con más fuerza, apegándolo a su cuerpo y poniendo su rostro junto al de él, susurrando- Tan solo por un instante, Levi-heichou… Tan solo mientras reúno el valor y le digo lo que vine a decirle, por favor, tan solo un momento…
Levi: -suspiró, luego bufó resignado conteniendo un poco su cólera- que sea rápido mocoso, tengo cosas por hacer.
Eren: bien… -apretó sus manos y al oído le dijo bajito- sé que esto sonará como la insensatez más grande del mundo, que en nuestras condiciones actuales es lo menos que debería siquiera mencionar y que lo más seguro es que usted no se lo tome en serio, pero le ruego por lo que más quiera, que no lo haga, no menosprecie lo que le voy a decir de manera tan deportiva, porque es algo tan importante, un gran acontecimiento que me marcó la vida, le hablaré con toda la sinceridad que puedo tener en mi ser, tan solo hágame ese favor, nunca se olvide de lo que le voy a decir y no lo tome a la ligera…
Levi: … -guardando un total silencio, se preguntaba qué le diría, quizás le contaría algún evento de su pasado, algo relacionado con su madre, padre, o Mikasa, algo que lo marcó realmente, tenía que ser eso, ¿acaso había algo más aparte de eso que lo haría decir tales cosas tan patéticas y rogarle de manera tan miserable? Pero la respuesta que recibió fue aún más seria e impactante para poder procesarla rápidamente…
Eren: Yo lo amo, heichou, lo amo como no puedo amar a nadie más, ni siquiera a mis padres. Lo amo, de una manera tan fuerte e incontrolable que me ha hecho darme cuenta de las cosas más importantes en mi vida, me ha hecho fijarme mis propios ideales, mis metas, usted es nada menos que mi primer amor, heichou, es algo loco –rió un poco- pero es la verdad, un sentimiento bastante complicado de mantener guardado que cada vez se hace más impaciente y se fortalece con cada segundo –dejó de abrazarlo y se alejó tan solo unos milímetros- Eso era todo lo que quería decirle, heichou, ya se que usted no me corresponde, eso es algo demasiado imposible y que no tengo derecho a pedirle, tan solo quería que lo supiera, quería decírselo antes de que algo más pueda suceder y los titanes me arrebaten a la persona que más me importa en la vida, antes de tener que arrepentirme. Discúlpeme por favor –se retractó al ver a Levi comenzar a girar de manera casi robótica a mirarlo, alejándose más y más hasta toparse con la puerta- si lo he hecho perder aún más el tiempo diciendo tantas idioteces… Ahora mismo me retiro, que tenga dulces suelos heichou. Hasta mañana… -de una manera veloz abrió la puerta, salió y cerró, aun si poder creerse que lo había dicho por fin después de tanto tiempo tenerlo guardado en el rincón más recóndito de su ser. Levantó la mirada, y al darse media vuelta, se dio cuenta de que alguien más escuchó sus palabras, la peli negra lo miraba con lágrimas en los ojos y expresión triste, aunque por dentro sabía muy bien que estaba iracunda, quizás tanto como el Sargento cuando entró en su habitación privada- Mi-Mikasa… -dijo sorprendido, rogando a todos los dioses, si existían aún, que esto no se pusiera peor.
Mikasa: Eren… Dime que no es verdad, por favor –se aferró al él, hablando pasito, tenía la voz ahogada por el llanto que amenazaba con salir y delatarla, porque nadie más sabía de su presencia allí. El castaño se limitó a desviar la mirada con tristeza y no respondió más que "no puedo hacer eso, porque estaría mintiéndote, Mikasa…" dejó de agarrarlo de la camisa que tenía puesta, bajó los brazos y su ceño se frunció, levantó la mirada, enfurecida y cuando estaba a punto de abrir la puerta, aparecieron las figuras de Jean e Historia caminando y conversando tranquilamente. El oji miel miró a Eren y Mikasa, y, esbozando una gran sonrisa burlona se dirigió a su rival
Jean: Hey, Eren! –Levantó la mano en señal de saludo, luego notó que había un extraño ambiente y el rostro de Mikasa estaba levemente enrojecido con el camino de lágrimas un poco evidente- ¿qué pasó? ¿Por qué este ambiente, y por qué lloras Mikasa? –se acercó a ella observando su rostro-
Mikasa: -desvió la mirada- No es nada de tu interés –rápidamente, pasó por el lado del muchacho y se fue caminando por el pasillo, hasta al fin llegar a su habitación y caer al suelo totalmente destrozada, ahora las lágrimas fluían cuan ríos sin poderlas detener. Armin, que se encontraba dentro de la habitación, fue sacado de sus pensamientos y corrió hasta hacerse frente a ella-
Armin: ¿Qué tienes, Mikasa? ¿Por qué lloras? –se arrodilló y puso ambas manos en sus hombros- ¿se lo dijiste?
Mikasa: -se quedó en silencio un momento, y luego, reaccionó por fin- No pude, Armin… él… Está enamorado de alguien, Armin
Armin: ¿Qué? ¿En serio? ¿Cómo lo supiste? ¿de quién está enamorado? ¿Sasha? ¿Historia? ¿Annie? ¿Hanji? O acaso… ¡¿YMIR?! –se asustó al pensar la posibilidad si quiera ante el silencio de la peli negra-
Mikasa: No… Ninguna de ellas… -bajó la mirada y su tono de voz a un susurro-
Armin: ¿entonces?
Mikasa: él… Está enamorado de Rivaille… -miró a su rubio amigo a los ojos- Cuando lo seguí después de cenar, resulta que fue directo a su cuarto y se lo dijo…
Armin: ¡QUEEEEEEEEEEE?! –totalmente en shock, calló sentado y apoyó ambas manos en el suelo, sin podérsela creer, después asimiló toda la información y se sentó decentemente- Ahora que lo dices, es bastante obvio…
Mikasa: -le lanzó una mirada asesina- ¿Qué idioteces dices, Armin? Pensé que eras inteligente…
Armin: Pues… Piénsalo bien, Mikasa, esa obsesiva fijación desde hace tanto tiempo hacia él, hasta se unió a las tropas de reconocimiento. ¿No crees que eso ya se esperaba? Es decir, desde hace muchísimo tiempo él ya lo quería, solo que no nos quiso decir nada ni a nosotros porque sabía bien lo que estar enamorado de un hombre, y más como Rivaille, conlleva…
Mikasa: ¿Es tan complicado que no nos lo dijo a nosotros, su familia?
Armin: Así es, lo menos que él quería era involucrarnos, ¿no crees? Es Eren de quien hablamos, no de un desalmado. Él siempre piensa en nosotros, y según lo que me dices, en Levi… Excepto cuando pelea contra titanes, claro, ahí solo piensa en otro tipo de cosas…
Mikasa: ¿estas defendiendo al Idiota de Rivaille? ¿A Eren, lo estás justificando? Es algo imperdonable, Armin, y lo sabes…
Armin: No, no lo creo así, de hecho, yo sé muy bien por lo que atraviesa nuestro querido amigo. No lo justifico, no me pongo de lado de nadie, soy imparcial, Eren tiene la libertad de enamorarse de quien se le dé la gana, así como tú también tienes ese derecho y cada individuo de la raza humana dentro y fuera de las murallas, si es que las hay, por supuesto… No es lo que esperabas, claro, porque querías que te correspondiera, deseabas que esa esperanza cosechada desde que éramos niños floreciera al fin, pero parece que solo era de tu parte, él solo te ve como una hermana, así que ahora, debes portarte como tal si no quieres perderlo… ¿O eso quieres? ¿Perderlo? ¿Quieres dejarlo solo y tu amargarte por completo tu existencia con algo tan trivial como la elección de pareja? ¿O quieres ser su apoyo, verlo feliz, ayudarlo y ser tú también feliz? Él ya tomó su elección, así que ahora toma la tuya, y ten en cuenta que lo que sea que decidas, afectará el futuro de todos nosotros pero principalmente el tuyo…
Mikasa: yo… yo… Supongo que debo pensarlo un poco, necesito algo de tiempo Armin… -se encogió y escondió su cabeza en sus piernas-
Armin: Está bien –sonrió- Me alegra que lo hayas comprendido, ahora ven, vamos a dormir… -se levantó y extendió una mano, ella lo miró y la tomó, yendo a la cama y siendo arropada, se quedó dormida entre su llanto-
Jean: Y a esa, ¿Qué le pasó? –se quedó viendo caminar a Mikasa-
Eren: -sin decir palabra alguna, golpeó la pared- por qué… terminó así?...
Jean: -miró al castaño- ¿Qué cosa? ¿estas bien? –dijo algo nervioso-
Eren: -tapó su rostro con la mano derecha, y enderezándose, se puso en marcha hacia su habitación- Me voy a dormir ahora, estoy demasiado cansado para pensar en algo, adiós… -lo miró a los ojos y sonrió, luego se despidió de Historia y se retiró del lugar, al llegar a su habitación, agradeció no compartirla con nadie, se tiró a la cama rendido y, mezclado el cansancio con los últimos acontecimientos, rompió en llanto. Se sentía estúpido, idiota, y lo peor es que habiendo dicho lo que dijo, no había marcha atrás, había destrozado un corazón aparte del suyo, al Sargento lo había dejado en quien sabe que estado, lo que lo torturaba realmente era como mirar a los ojos al par de azabaches al día siguiente, no se sentía bien, estaba destrozado emocionalmente, sin saber que hacer ni que sentir, sintió unos golpecitos leves en la puerta de su habitación, se quedó en silencio mirando el techo, entonces la voz de Sasha lo interrumpió-
Sasha: ¿Eren? ¿Estás ahí? Tengo algo que decirte, ¿puedo pasar?
Eren: … Está bien… -se levantó perezoso y caminó hasta abrir la puerta, dejando entrar a la castaña, que lo miraba a punto de llorar. Se recompuso, no era hora de estarse auto compadeciendo- ¿quieres dormir aquí hoy?
Sasha: Eso suena bien –entró al cuarto y cerró la puerta, luego se tendió en la cama- ¿sabes? Hoy he visto muchas cosas, y escuchado muchas otras… Pero también… -suspiró-
Eren: -se sentó en el borde de la cama- ¿Qué sucede?
Sasha: -abrazó la almohada- Estoy atravesando una situación extraña… -se sentó con la almohada entre sus brazos y miró a Eren, que se giró a verla expectante- Estoy… Enamorada de una persona… De mí mismo sexo… -se aferró al objeto entre sus brazos y tapó la mitad de su rostro desviando la mirada, avergonzada-
Eren: … -totalmente asombrado reaccionó luego de unos instantes- ¡¿QUÉ?!
Ya que no hay casi fanfics de esta pareja (ERERI) en español y me gusta tanto (:'D) decidí hacer uno! Ojalá les guste~ dejen sus comentarios, si les gusta, si no les gusta o lo que sea~ cuando tenga el siguiente actualizo, espero que sea de su agrado~ chao~
