No era igual.

No importara cuanto se la viera, cuanto se bajara la prenda y se la subiera o cuanto se la tocara. No estaba dura, no se ponía dura.

Ni un poco. Nada.

Se sentía blando.

Sasuke hizo un mohín. No quería preguntárselo a su hermano, pero quería tenerla igual que él. Al verlo, una pequeña sonrisa ilumino su cara mientras tímidamente se fue acercando. Lo llamó y cuando tuvo su atención. Preguntó: ¿Por qué no la tengo igual que tú? ¿Por qué no está dura?

A Itachi se le dilataron las pupilas entretanto tragaba saliva duramente. ¿Había escuchado bien?

— ¿Que dijiste?

— Que no está dura, está blanda. No importa cuánto la toco, sigue igual.

Al hermano le comenzó a temblar la ceja izquierda. Debe ser un malentendido, tiene que serlo.

— ¿De que estas hablando? —Cuestionó lo más calmado que podía, ya que en su interior tenia formado un nudo de nervios por lo que su pequeño hermano podía preguntar, comenzando a sentir que estaba sudando frío.

— ¿Qué otra cosa puede ser? ¡De esto!

Llevándose las manos a su ropa. Y cuando Itachi creyó que Sasuke se iba a bajar sus pantalones. Para su alivio, se había levantado la remera.

— No tengo ni un solo abdominal —Dijo y comenzó a tocar su panza con el dedo índice esperando sentir algo duro. No, seguía blanda.

Itachi suspiro aliviado y acariciándole la cabeza. Repuso: Si sigues entrenando arduamente, un día se te marcaran.

Aparto su mano y vio como los ojos del niño brillaron ante lo dicho por la esperanza de tenerlos en un futuro. Este siguió mirando su panza un poco más y agregó:

— Al menos tengo algo igual que tú.

Itachi se le quedo mirando expectante. Los ojos oscuros se posaron en los de su hermano. Trago saliva, de nuevo, todo porque aún no estaba preparado para oír eso y menos responder sus dudas como tampoco explicarle.

— Todos lo tienen —Añadió e Itachi se quedó sorprendido por ese todos. No teniendo intención de explicar que las niños lo tienen pero las niñas no.

— El ombligo. Todos tienen ombligo.

Y mientras Sasuke luego de decir eso con una sonrisa, se marchaba. Itachi se llevó una mano en su frente porque otra vez lo había malinterpretado. Entretanto en la misma posición, deseaba y esperaba que en un futuro si él llegaba a tener ese "tipo" de curiosidad, no se lo pregunte a él.