Hola,
Les traigo una nueva historia. En realidad es un conjunto de historias sobre Harry y Draco. Viñetas sobre esta pareja que realmente me gusta mucho. Aún no se cuantas historias realizaré, pero trataré de hacer al menos dos nuevas historias al mes.
Espero que les gusten y espero recibir sus reviews.
Disclaimer: Harry Potter no me pertenece, todos los créditos para J.K Rowling, Warner Bros., Scholastic Publishing Inc., entre otros, esta historia no tiene fines lucrativos. Si quieres apoyar a tu escritor favorito compra sus libros o sus e-books con tu distriubuidor de confianza.
Advertencia: Las historias son slash, es decir, relaciones chico/chico, si no te gustan o no te sientes cómodo leyendo sobre ésto, puedes parar ahora. De lo contrario, espero que lo disfrutes.
Lengua
Draco detestaba sentir una lengua rozando su piel, cualquier parte de su piel. Desde que un desafortunado perro había tenido la terrible idea de lamer a Draco Malfoy de 8 años, el pequeño había descubierto dos cosas: primero, que no le gustaba torturar animales, pues los recuerdos de sus chillidos no lo dejaban dormir en la noche; y segundo, que detestaba que una lengua estuviese rozando su piel, dejándolo rasposo, húmedo y pegajoso.
Cuando Draco cumplió 15 años, se dio cuenta que no solo eran las lenguas de los animales, sino que la lengua de los humanos también eran rasposas y húmedas, y que detestaba que entrara en contacto con su inmaculada piel.
Sin embargo, en ese momento Harry Potter, el Salvador del Mundo Mágico y Griffindor Todopoderoso, había decidido que lo mejor que podía hacer con su lengua era dedicarse a lamer su cuello, después de pasar 6 meses excitándolo a punta de miradas cargadas, y manoseadas en las esquinas del Ministerio.
-Quieto Potter- Harry lo miró interrogativo, e hizo confesar a Draco su desagrado – No me gusta que me toques con la lengua.
Draco no tuvo tiempo de arrepentirse, los ojos del león brillaron ante la información, y al instante se lanzó contra su boca, introduciendo su resbaladiza lengua en ella, haciendo que Draco terminara empotrado en la pared y con la boca abierta luchando por recuperar control de su cuerpo, cosa extremadamente difícil, teniendo en cuenta que la lengua de Potter se sentía incómoda e imposiblemente bien rozándose con la suya.
Cuando su ropa salió a pedazos de su piel, Potter decidió que era una buena idea comenzar a lamer todo su pecho para después pasar a cubrir sus rastros de saliva con besos, caricias y uno que otro mordisco. Draco se negaba a aceptar que los jadeos que se escapaban de su garganta eran de excitación. Una boca, una lengua simplemente no podía hacerle eso.
Sin embargo, todo su autocontrol se fue a la mierda cuando Harry decidió meterse de golpe todo su miembro en esa boca y enrollar su lengua en él, para después comenzar a recorrerlo una y otra y otra vez, haciendo que Draco dejara de jadear y comenzara a gemir abiertamente pidiéndole más, porque el maldito Gryffindor parecía pensar que solo usar la punta de su lengua era suficiente para cubrir las necesidades del miembro de Draco.
Draco detestaba sentir una lengua rozando su piel, eso era cierto, y era una verdad universal para cualquiera que hubiese tenido una relación con el Slytherin, pero cuando la lengua pertenecía a Harry Potter, y ese Harry Potter lo había puesto en cuatro patas y había comenzado a penetrarlo con su lengua con una dedicación y una fuerza abrumadoras, ninguna verdad universal aplicaba, y Draco Malfoy sabía que sería capaz de mandarle hacer una estatua a esa maldita lengua con tal de seguir sintiendo esa humedad, y ese calor en su interior.
Después del que podía ser sin duda su más fuerte orgasmo, oyó la voz de Potter a su espalda.-Y… ¿Sigue sin gustarte?
-... ... Vete a la mierda, Potter.
