Observaba serena las blancas paredes de ese sanatorio mental, suspiró resignada revisando en el portanotas de madera los pendientes de pacientes que le asignaron en su día de trabajo, se encontraba nerviosa puesto que por primera vez en el año que llevaba laborando en ese hospital psiquiátrico le habían designado al área restringida, se suponía que ahí estaban los pacientes con patologías más complicadas, incluso aquellos más violentos; como si eso no fuera suficiente ya se encontraba perdida por aquellos pasillos que no conocía, acababa de ser traslada a ese piso y ya extrañaba las áreas verdes y a sus antiguos pacientes.

-Hinata— Tan pronto fue nombrada una enorme sonrisa se posó en sus labios, girándose de inmediato hacia el rubio que la llamó y que le sonreía afectuosamente— ¿Qué haces aquí?

-Me designaron aquí por la enfermera que se ha incorporado –Dijo la peliazul con una sonrisa en sus labios, su oyente volvió a sonreírle.

-Vaya, debes tener cuidado en esta área, habitualmente los pacientes se encuentran sedados o aletargados pero nunca se sabe—Le informó tomándole con la mano derecha el chongo que traía con su largo pelo azulino y jugueteando con este, observando al mismo tiempo el vestido blanco que portaba como uniforme de enfermería y que le llegaba justo arriba de la rodilla, haciéndola lucir ante sus ojos azules bastante angelical, ella se ruborizó por las palabras.

- Naruto parece que no has dormido—Recalcó con un eje de preocupación.

-Bueno tuve que cubrir a Shikamaru pero en cuanto termine mi turno iré a descansar—Dijo al guiñarle un ojo, el rubor en las mejillas de la peliazul aumentó considerablemente por ese simple acto y Naruto sonrío un poco alto— Luces realmente adorable Hina—Se acercó a la oreja femenina mientras analizaba los pasillos y cuidaba de no ser descubiertos—Te amo—Depositó un beso rápido en los labios de la Hyuga y se alejó sin mirar atrás nuevamente.

Hinata apretó el portanotas contra su pecho mientras sentía que su corazón iba a explotar, llevaba apenas tres meses saliendo con el Uzumaki como su novia e indiscutiblemente desde que llegó a ese Hospital se enamoró de él, Naruto era bastante energético e incluso un poco hiperactivo pero un excelente medico sin duda alguna, eso se manifestaba a simple vista, puesto que a sus 27 años estaba haciendo ya su especialidad médica, Hinata sonrío con admiración hacia él.

El Uzumaki alguna vez perteneció a lo que fue una importante familia en Japón, aunque igual que ella se encontraba sólo, sus padres fallecieron en un accidente automovilístico del cual solo sobrevivió él, para Hinata la enfermedad le arrebató uno a uno los tres integrantes de su familia; la ojiluna negó con su cabeza mientras retomaba su camino queriendo alejar lo que sabía de la infancia de su novio y la suya propia, ahora un tanto afligida ya que eran dos polos opuestos. Su familia, la Hyuga en cierto tiempo tuvo cierta notoriedad al pertenecer a la clase media y tener un pequeño negocio sin embargo ahora estaban totalmente arruinados, igual que la del ojiazul al cual solo le quedaba el apellido; eso no le importaba, nunca fue interesada y en tal caso conoció al rubio como un médico más de esa institución mental, lo que le preocupaba consistía en sus personalidades: él era seguro y ella muy insegura, ella era tímida e introvertida y él extrovertido ¿podría eso separarlos?

-Hinata—Escuchó la voz de Shizune la jefa de enfermeras, sonrío en automático a la mujer mayor que ella, de inmediato la castaña le indicó que se acercara a lo que parecía ser la central de enfermería del lugar; una gran repisa blanca con distinto material de curación en sus niveles, el archivero de metal con los respectivos expedientes y un gran escritorio eran los principales muebles—Me dijeron que ya te asignaron a tus pacientes.

-Hai.

-Bueno como sabes, Konan se incorpora a la planilla del personal cubriendo a Temari antes de tiempo por su embarazo y de acuerdo a tu antigüedad eres la más apta-Dijo la castaña con una sonrisa mientras pensaba que un año no era demasiado pero sin dudas era la más apropiada para ocupar el puesto de la rubia, aunque ahora que la miraba estaba demasiado menuda no lo había notado puesto que la chica tenía unas prominentes curvas que daban otra impresión, y también era un poco baja... pero empezaría con los pacientes más sencillos, seguro así ganaría práctica—Es prácticamente la misma rutina, a excepción que acá utilizas medicamentos de alto riesgo y los pacientes son mucho más inestables, si tienes dudas pregunta o búscame, te deseo suerte Hina y no te pongas nerviosa—Agregó Shizune antes de irse a la oficina de la supervisora de enfermería.

Hinata resopló y observó que sólo le habían asignado a tres pacientes.

-Si que es más cuidado—Susurró al verse con tan pocos, reflexionando que influía que esa institución era privada.

En la primera habitación en la cual entró, encontró a una señora de 50 años postrada en una cama, tenía la mirada perdida y encontró como diagnóstico médico depresión, suspiró mientras revisaba y anotaba los medicamentos que utilizaría en su jornada de acuerdo a las indicaciones de ese día, abrió la nueva hoja de enfermería e hizo sus anotaciones, se dispuso a tomar signos vitales para registrarlos y hacer las acotaciones pertinentes, sonrío al darse cuenta que estaba siendo lenta y que debía ir a revisar a su siguiente paciente dándose prisa al instante.

En la siguiente habitación se encontró a un hombre de 56 años con diagnostico principal de esquizofrenia, en cuánto vio los medicamentos comprendió porqué se encontraba dormido, estaba totalmente drogado seguramente para mantenerlo sereno, se apuró con sus deberes de enfermería y fue a su tercer cuarto antes de adentrarse comenzó a leer la hoja principal del expediente se mordió el labio inferior con congoja al descubrir que era un paciente joven de 26 años, como diagnostico tenía "esquizofrenia paranoide" y una nota "extremamente agresivo", se detuvo antes de entrar verificando rápidamente los medicamentos que tenía indicados encontrándose la novedad que si la persona pasada estaba drogada, este chico estaba mucho peor, incluso tenía indicada morfina.

-Debe ser adicto a ella—Dijo sin pensar lo que sus labios decían, pero si sorprendida de la cantidad que debía aplicar considerando los efectos del fármaco, concluyendo que debía ser mejor el beneficio si lo medicaban de esa manera.

Abrió la puerta con cierto cuidado, sabía bien que aquellas notas en los expedientes no se hacían a la ligera así que se estaba preparando para lo peor, aunque nunca imaginó lo que sus ojos opalinos vieron, abrió su boca sorprendida puesto que la cama era ordinaria y en ella se encontraba un joven atado con improvisadas vendas que hacían de grilletes con algodones en las muñecas y tobillos para evitar que se lastimara, tenía los ojos cerrados y parecía dormir profundamente, su cabello era tan oscuro y un tanto largo con un corte degrafilado cayendo libremente, su corazón se acongojó al ver a alguien tan joven y apuesto con ese diagnóstico médico y peor aún con esa medicación, se acercó con cuidado y temerosa, sólo para corroborar que el chico estaba dormido o sedado, frunció su boca al darse cuenta que era demasiado atractivo, tenía un buen físico cosa que le sorprendió no sabía cuánto tiempo tenía recluido pero con la pijama hospitalaria pudo presenciar que el chico tenía sus músculos trabajados, y que era muy alto.

-Debo tener cuidado- Se dijo a sí misma al recapacitar cuando tuviera que movilizarlo, bañarlo u otra actividad donde tuviera que soltarlo... él fácilmente podría inmovilizarla y lastimarla.

A los pies de la cama encontró un letrero con una fina caligrafía que seguramente pertenecía a la directora del psiquiátrico Tsunade y donde se podía leer "Uchiha Sasuke", su entrecejo se juntó cuestionándose interiormente si el chico tendría algo que ver con las famosas empresas Uchiha, se encogió de hombros al no saber la respuesta, rodó su vista por toda la habitación para encontrarla sumamente lujosa empezando por los acabados, muebles de madera de caoba (una mesa de noche a lado de la cama y una cajonera frente a esta a lado de una ventana), un par de sillones oscuros acolchonados para visitas a un extremo, hasta la silla y lámparas hacían juego con la decoración del lugar.

Comenzó a revisar la hoja de enfermería del día anterior y a escribir la medicación que necesitaría en su turno de acuerdo a las indicaciones médicas, hizo más anotaciones y decidió que empezaría los cuidados con él, le daría un baño de esponja, según lo leído hace una hora le habían aplicado su dosis de morfina así que seguramente seguiría dormido, fue por un balde con agua tibia, jabón y champú para su cometido.

Comenzó humedeciendo con cuidado el pelo azabache untó un poco del champú, que para su sorpresa tenía un costo que consideró una estafa hacia los compradores, con una sonrisita en sus labios lavó con cuidado el pelo y sin desperdiciar demasiada agua comenzó a enjuagar el cabello poniendo toallas evitando que el agua corriera por la cama o el suelo, una vez su primera labor, untó un poco de jabón en una esponja, decidió ya no ver el precio aunque de cualquier forma ya tenía la deducción que con el olor masculino que emanaba como si de loción se tratara debía ser excesivamente ridículo, empezó con el rostro confirmando lo que ya sabía era muy guapo y eso era una verdadera lástima puesto que se encontraba ahí anestesiado y desperdiciando su vida.

Su labor continuó, desabotonó la parte superior y sacó la camisa empezando a lavarle esa parte una vez descubierto.

-¡Hinata!— Naruto le llamó alarmado al ver que el Uchiha tenía sus manos sueltas, ella dio un respingo asustada casi tirando su balde de agua limpia a su lado en la mesa.

-¿Qué sucede?—Cuestionó sobresaltada sin comprender la causa de aquel llamado, mientras su novio se apresuraba hacia ella comenzando a atar una de las muñecas del moreno.

-No puedes soltarlo o darle baños así como así ¿no te advirtieron?

-¿Qué cosa?—Preguntó un tanto inquieta.

-Este paciente es sumamente agresivo por eso se le mantiene la mayor parte del tiempo sedado.

-Lo vi en la hoja de enfermería e indicaciones médicas, pero le acaban de dar su dosis de morfina.

-Mejor no tentar al diablo—Agregó el rubio afianzando el nudo— Además a él se le da baño de tina, vienen los camilleros para ayudar en su baño, me asusté mucho no hagas cosas imprudentes ¿quieres?

-Pero de acuerdo a lo que vi él debe estar demasiado aletargado aún despierto—Se justificó por la consternación que presentaba el rubio.

-Sí, de hecho si—Respondió Naruto pensativo, dándole la razón a la chica.

Cuando Sasuke se encontraba despierto no era más que un muñeco con los ojos abiertos que muy apenas y comía lo que la enfermera le metía a la boca, sí es que su cuidadora tenía suerte.

-Pero es que cuando lo tratamos de desintoxicar, se pone muy agresivo, ningún tratamiento funciona en él—Le explicó en un susurro.

-Quizás ya sea por el síndrome de abstinencia—Sugirió Hinata pensativa.

-Quizás, pero él ya era así desde que llegó—Comentó vagamente.

-Es muy musculoso—Agregó Hinata— ¿Cómo? –El rubio entrecerró los ojos.

-¿Tú por qué lo andas mirando de más?—Hinata soltó una risilla poniéndose roja.

-Me sorprendió cuando lo vi y se ve a simple vista—Explicó nerviosa sin identificar el juego de su novio.

-Tiene apenas 7 meses aquí y en este estado 3 meses, él fue quien agredió al doctor Yamanaka–Hinata abrió su boca levemente, recordaba esa agresión donde el medico casi muere en manos de un paciente, fue un escándalo hospitalario justamente hace tres meses, seguramente de ahí que lo sedaran en ese extremo—Así de peligroso es Hina, por eso no lo sueltes, no sola, aunque lo veas dormir, no me gustaría que nada te sucediera en sus manos, ¿qué haría sin mi dulce y linda novia? –Hinata se sonrojó mientras el de ojos azules le sonreía ladinamente.

-Está bien Naruto -Acordó- Iré por los camilleros.

-Bien, pero antes dame un beso-Le dijo al tomarla por la cintura y la besarla apasionadamente—Tengo muchas ganas de estar contigo—Le murmuró entre sus labios.

-Naruto—Regañó ella sumamente apenada—Este no es lugar—Dijo antes de salir de la habitación y dejar al rubio con una enorme sonrisa zorruna.

Primer capítulo, tuve un buen rato trabajando en este fic, espero les guste sé que está un poco confuso al inicio pero como verán Hina es una enfermera y nuestro querido Sasuke su nuevo paciente... ¿qué creen que suceda ahora? Si tienen dudas, las responderé en su comentario :D