(Belz: ¡¡¡Primera historia finalizada por el grupo de Ladlh!!! La cagada es
que no pensamos en el nombre...)
El pacto de las almas sombrías
Capítulo I
U na leve luz se filtraba por entre los pliegues del acortinado ventanal de la sala de profesores. El reloj de pared marcaba con su pesado caminar el pronto comienzo de las clases matutinas. Era mediado de Octubre y, por consiguiente, recientemente el inicio de un nuevo ciclo escolar. Severus Snape, el reciente profesor de pociones, se hallaba recostado sobre un viejo sillón mohoso mientras leía un volumen de su materia. Su lectura se vio interrumpida por el arribo de un colega no muy apreciado, Philippe Cadwell, el flamante profesor de Defensas Contra las Artes Oscuras, quien ingresó a la sala y se acomodó frente al fuego de la chimenea sin repararse en la presencia de su compañero. Severus no se molestó por la actitud de éste, es más, agradeció su indiferencia. No era que Severus estuviese herido a causa de este hombre, mas bien lo aborrecía porque no perdía el momento de refregarle su posición - su tan anhelado puesto - y su atrevimiento por garantizar que sería el próximo jefe de la casa de las serpientes. Philippe prendió un cigarrillo y miró al joven profesor. Le sonrió irónicamente cuando comprobó que éste último estaba percibiendo cada movimiento suyo.
- Querido Snape... - comenzó a susurrar con su característico silbido de cuervo hambriento -... ¿qué es lo que lees con tanta atención?
- Un libro que tu nefasta y limitada mente jamás llegará a comprender - declaró Severus con énfasis.
- ¡Ja!, ¡qué gracioso eres! - se burló Cadwell - No comprendo tu falta de popularidad con semejante sentido del humor.
- Cierra la boca de una vez y lárgate - gruñó ya perdiendo su paciencia.
- ¡Hombre no me ataques! - bromeó nuevamente - solo he venido para proponerte un trato.
Severus alzó su negra mirada y la clavó en la ambarina de éste. Casi sin torcer su semblante habló:
- ¿Qué trato?
- Bueno, estuve pensando en lo cuán importante es el puesto de Defensas para ti - comenzó a parlotear sin quitar la mirada por un segundo del rostro de Snape así no perdía detalle de sus expresiones - y cuánto deseas la tutoría de la casa de Slytherin; tú sabes que yo también...
- ¡Habla! - chilló impaciente.
- Tranquilo - lo sobro Cadwell sin importarle las reacciones de éste último - en fin, como iba diciendo, he pensado que la mejor manera de solucionar nuestras diferencias es ponerte una prueba.
- ¿Una prueba?, ¿A mí?
- Sí, porque yo he venido aquí antes y tengo mayor legitimidad... y además no fui un mortífago. He pensado en que si superas la prueba que te instalo, yo abandono el puesto de Defensas y quedas tú como único aspirante para jefe.
Severus pensó por un instante en las palabras de su colega. Pronto alzó su mirada nuevamente y prosiguió:
- ¿Qué tipo de prueba?
- Sabía que te interesaría - sonrió Phillipe malévolamente - Bueno, he pensado en varias, pero ninguna era lo suficientemente "perfecta" para ti. Así que he manufacturado una estrictamente difícil solo para ti: deberás entrenar a un alumno de mi elección en el arte del duelo para que se enfrente a mí y, si me derrota, te sedo el puesto.
El joven profesor se mantuvo fijo en su posición. Observó a su enemigo en busca de señales que indiquen algún tipo de trampa o engaño. No era tan estúpido para caer en un juego tan simple. ¿Realmente era eso todo?. Una parte de sí le advirtió que ese tipo se traía algo entre manos; pero por otra parte, ansiaba con fervor dictar esa materia, así que terminó aceptando.
- ¡Sabía que no te rehusarías! -confesó Cadwell animado - esta tarde te presentaré a tu nuevo pupilo.
Dicho esto abandonó la sala.
Severus se recostó nuevamente en su asiento. Conociendo a Cadwell, sería típico de él presentarse con un papanatas incompetente, incapaz de articular hechizo alguno. Pero la decisión estaba tomada y las cartas sobre la mesa...
Selva Danvers, una morocha chica de Slytherin, estaba corriendo por entre los pasillos del castillo tras haberse quedado dormida en la biblioteca la noche anterior. Dobló la esquina con tanto apuro que no pudo detenerse a tiempo e impedir estrellarse con una armadura ambulante que decoraba el lugar. Dolida por el impacto, reconoció que es más importante llegar viva y completa a su próxima clase que impedir ser amonestada por su tardanza.
La clase de Defensas comenzaba a las 10, y ya eran más de las 10:30... sin más inconvenientes, se dirigió a dicha aula.
Arribó con cautela e ingresó a la clase. El profesor la retó por su impuntualidad y le pidió que se sentase. Selva no objetó ni trató de defenderse. Por lo que quedaba de clase solo se molestó en prestar atención. Concluida la jornada del día, se dispuso a recoger sus útiles cuando el profesor Cadwell la llamó por un momento.
- Señorita Danvers - le dijo - necesito hablar con usted por un momento.
Selva tomó su mochila con suavidad - característica de ella - y se encaminó a donde su profesor se hallaba.
- Como castigo a su desubicado arribo - comenzó a explicar el maestro - debo penitenciarla apropiadamente. Así pues, desde mañana, atenderá a unas clases particulares con el profesor Snape como parte de su castigo.
Selva no contestó rápidamente. Su ceñó estaba fruncido y sus manos se apretaban con fuerza debajo de las largas mangas de su túnica. ¡Como podía castigarla por solo llegar 30 minutos tarde a su clase! (SV: ¡De ké se keja!, a mi ni me dejan entrar!!! :P!), además, ¡Quién era para obligarla a tomar clases extras! ( A mi no me importaria tener klases privadas... ). Cuando se hubo tranquilizado, se dirigió a su tutor.
- No puede forzarme a concurrir a clases extracurriculares con un profesor ajeno solo por haber llegado tarde...
- No es solo por eso - se apresuró a decir Cadwell - es también por las numerosas veces que robó volúmenes de la sección prohibida, cuando encerró a su compañera en el baño encantado, cuando le lanzó pus de armadillo en la cabeza al señor White... - enumeró con pesadumbre.
Selva arqueó una ceja con sarcasmo. Al fin de cuentas, el profesor conocía perfectamente las travesuras que ella fue haciendo a lo largo de su estadía en Hogwarts. Sin embargo, no le hizo saber - debido a su gran orgullo- que veía el castigo impuesto, correcto. La joven Slytherin salió de la sala sin más que decir y se encaminó a su sala común. En el proceso pensó detenidamente en sus objeciones: el profesor de pociones le parecía una persona siniestra, poco fiable, capaz de esconder un lado oscuro y macabro. Por otro lado, su inteligencia y habilidad hacían de él un ser fascinante y misterioso. Esas cualidades las había descubierto con las diferentes clases que acudió. La manera en que le tomaba el pelo a los Gryffindors demostraba que era una persona astuta y ágil a la hora de herir con las palabras... tal cual ella. Selva suspiró en alto. Llevó su mirada al techo y se detuvo a ver los decorados. Recorrió con su mirada los arabescos góticos del lugar sin perder detalle alguno. Amaba pasar horas mirando las decoraciones de su escuela. El edificio era magnífico para una artista como ella. Porque, aunque no lo pareciese, Selva era una destacada dibujante - aunque ella demuestre indiferencia en el tema - y amaba detener el tiempo de su vida al menos por algunos minutos y contemplar aquellas cosas que la gente normal no se detiene a observar. Mientras veía el suave y retorcido recorrido de los vidrios del vitraux, Loreley, una gran amiga de Selva, se acercó donde ella.
- ¿Nuevamente escapando de la realidad? - preguntó divertida.
- ¿Quién en su agitada existencia se toma un tiempo para sentir el gusto de la lluvia? - comenzó a balbucear - Si le preguntas a un importante funcionario del ministerio, te dirá que no tiene tiempo ahora para responderte. Si le haces esa pregunta a un joven hechicero, se reirá de ti y no sabrá qué contestarte... si me lo preguntas a mí, te diré que no sé qué gusto tiene, pero que es sabroso, es sabroso - concluyó.
- Bien - respondió Loreley - si me lo preguntas a mí, te diría que sabe a pureza...
Salvia giró su cabeza hacia su amiga y le esbozó una amplia sonrisa. Loreley era una de sus pocas amigas - en concreto, solo tenía dos amigas, Loreley y Pumkin, su gatita - con la cual se podía hablar de cosas similares a su reciente diálogo sin sentirse desubicada o ajena. Era una hermana para ella, un ángel... y aunque le confiase sus más grandes secretos, aún había cosas que se reservaba, como el hecho de los diferentes momentos en que pensaba en su profesor de pociones. Aunque deseaba confesarle a Loreley la verdad, sentía que lo que le sucedía era tabú, inmoral y temía lo que su amiga llegase a pensar de ella. Selva retomó su paso junto con su amiga.
- ¿Cómo estuvo tu clase de hoy? - retomó el diálogo la Slytherin.
- Tranquila - contestó la otra - ¿Qué te pasó que llegaste tan tarde?
- Me quedé dormida - confesó Selva riendo. Ley comprendió que su amiga había estado leyendo volúmenes prohibidos otra vez.
- ¿Cuádo te dignarás a contarme para qué diablos los lees? - bufó Loreley. Selva miró a su amiga y arqueó una ceja - ¡No me mires así!, sé que algo tramas, eres un demonio cuando te lo propones.
- ¿Y dices ser mi amiga? - bromeó Salvia.
- ¡La única y la mejor! .
- Creída... ¬¬
Ambas chicas rieron al unísono. Juntas se dirigieron hacía las mazmorras.
Aexy Viper: Y aka he vuelto kon algo nuevo pero tipiko... jajajajajaja, es ke no puedo dejar de imaginarme las mil y una formas de ke Sev y yo estemos juntos!!!!!!!!! Jajajajajaja, tengo una mente podrida, retorcida e indecente... jajajajajaja, de todas formas, será Belz kien escriba las escenas "lemmon" así ke, a kejarse a la muchacha esta!!!! Yo soy solo poesia y sentimientos (Kien te cree eso Viper???? Solo vos misma :P!) pero igual va a ser lindo y va a tener final!!! Lo prometo!!!! Jajajajajaja, el de la Alianza de los Hechiceros porke mi cute hermanito me borro el chapter 6... y ahora tengo pachorra de reescribirlo... ja!, pero ya lo voy a koncluir... de ultima Belz tambien lo hace! Je!, si preguntan kien eskribio esto, Belz lo hizo!, si preguntan kien mato a mi perro, Belz lo hizo!, viva Belz!!!! Belz primer ministra!!!! Voten por ella!!!!!!!! Jajajajajajaja!!!!!!!!!!!! Oh basta! En fin, mejor me voy yendo... Sayounara!!!!!!!!!
Sexy Viper Kinky Girls MYU Aguante el Orange Side Dark side lo mejor! Viva El Innombrable!!!!!
Belz: ¡Si!, yo hago todo, ¿no? Pero la de la idea original fue de la loca de mi co-escritora. ¡No pienses dejarme toda la culpa a mí! Porque, aunque con mi ayuda terminaste POR FÍN un fic, vos sos la que coordinaste bien todo. ¡Y con todas las escenas "románticas"- si se pude decir así teniendo a un galán como Severus, ¡puaj!- que quisiste! ¡Aguante Charlie, mi amor! Te quiero Charlie!!!!!! Espero sinceramente que este les guste ya que ambas le pusimos mucha garra. Y agradezco de parte de las dos a otra miembro de Ladl: Tabatha, que también ayudó mucho a mantener a Viper controlada. ¡Gracias, Tab!
¡¡¡Please, dejen revews!!! Ybrab2002yahoo.com.ar o cherrynighthotmail.com Las autoras.
][VampiraS][
El pacto de las almas sombrías
Capítulo I
U na leve luz se filtraba por entre los pliegues del acortinado ventanal de la sala de profesores. El reloj de pared marcaba con su pesado caminar el pronto comienzo de las clases matutinas. Era mediado de Octubre y, por consiguiente, recientemente el inicio de un nuevo ciclo escolar. Severus Snape, el reciente profesor de pociones, se hallaba recostado sobre un viejo sillón mohoso mientras leía un volumen de su materia. Su lectura se vio interrumpida por el arribo de un colega no muy apreciado, Philippe Cadwell, el flamante profesor de Defensas Contra las Artes Oscuras, quien ingresó a la sala y se acomodó frente al fuego de la chimenea sin repararse en la presencia de su compañero. Severus no se molestó por la actitud de éste, es más, agradeció su indiferencia. No era que Severus estuviese herido a causa de este hombre, mas bien lo aborrecía porque no perdía el momento de refregarle su posición - su tan anhelado puesto - y su atrevimiento por garantizar que sería el próximo jefe de la casa de las serpientes. Philippe prendió un cigarrillo y miró al joven profesor. Le sonrió irónicamente cuando comprobó que éste último estaba percibiendo cada movimiento suyo.
- Querido Snape... - comenzó a susurrar con su característico silbido de cuervo hambriento -... ¿qué es lo que lees con tanta atención?
- Un libro que tu nefasta y limitada mente jamás llegará a comprender - declaró Severus con énfasis.
- ¡Ja!, ¡qué gracioso eres! - se burló Cadwell - No comprendo tu falta de popularidad con semejante sentido del humor.
- Cierra la boca de una vez y lárgate - gruñó ya perdiendo su paciencia.
- ¡Hombre no me ataques! - bromeó nuevamente - solo he venido para proponerte un trato.
Severus alzó su negra mirada y la clavó en la ambarina de éste. Casi sin torcer su semblante habló:
- ¿Qué trato?
- Bueno, estuve pensando en lo cuán importante es el puesto de Defensas para ti - comenzó a parlotear sin quitar la mirada por un segundo del rostro de Snape así no perdía detalle de sus expresiones - y cuánto deseas la tutoría de la casa de Slytherin; tú sabes que yo también...
- ¡Habla! - chilló impaciente.
- Tranquilo - lo sobro Cadwell sin importarle las reacciones de éste último - en fin, como iba diciendo, he pensado que la mejor manera de solucionar nuestras diferencias es ponerte una prueba.
- ¿Una prueba?, ¿A mí?
- Sí, porque yo he venido aquí antes y tengo mayor legitimidad... y además no fui un mortífago. He pensado en que si superas la prueba que te instalo, yo abandono el puesto de Defensas y quedas tú como único aspirante para jefe.
Severus pensó por un instante en las palabras de su colega. Pronto alzó su mirada nuevamente y prosiguió:
- ¿Qué tipo de prueba?
- Sabía que te interesaría - sonrió Phillipe malévolamente - Bueno, he pensado en varias, pero ninguna era lo suficientemente "perfecta" para ti. Así que he manufacturado una estrictamente difícil solo para ti: deberás entrenar a un alumno de mi elección en el arte del duelo para que se enfrente a mí y, si me derrota, te sedo el puesto.
El joven profesor se mantuvo fijo en su posición. Observó a su enemigo en busca de señales que indiquen algún tipo de trampa o engaño. No era tan estúpido para caer en un juego tan simple. ¿Realmente era eso todo?. Una parte de sí le advirtió que ese tipo se traía algo entre manos; pero por otra parte, ansiaba con fervor dictar esa materia, así que terminó aceptando.
- ¡Sabía que no te rehusarías! -confesó Cadwell animado - esta tarde te presentaré a tu nuevo pupilo.
Dicho esto abandonó la sala.
Severus se recostó nuevamente en su asiento. Conociendo a Cadwell, sería típico de él presentarse con un papanatas incompetente, incapaz de articular hechizo alguno. Pero la decisión estaba tomada y las cartas sobre la mesa...
Selva Danvers, una morocha chica de Slytherin, estaba corriendo por entre los pasillos del castillo tras haberse quedado dormida en la biblioteca la noche anterior. Dobló la esquina con tanto apuro que no pudo detenerse a tiempo e impedir estrellarse con una armadura ambulante que decoraba el lugar. Dolida por el impacto, reconoció que es más importante llegar viva y completa a su próxima clase que impedir ser amonestada por su tardanza.
La clase de Defensas comenzaba a las 10, y ya eran más de las 10:30... sin más inconvenientes, se dirigió a dicha aula.
Arribó con cautela e ingresó a la clase. El profesor la retó por su impuntualidad y le pidió que se sentase. Selva no objetó ni trató de defenderse. Por lo que quedaba de clase solo se molestó en prestar atención. Concluida la jornada del día, se dispuso a recoger sus útiles cuando el profesor Cadwell la llamó por un momento.
- Señorita Danvers - le dijo - necesito hablar con usted por un momento.
Selva tomó su mochila con suavidad - característica de ella - y se encaminó a donde su profesor se hallaba.
- Como castigo a su desubicado arribo - comenzó a explicar el maestro - debo penitenciarla apropiadamente. Así pues, desde mañana, atenderá a unas clases particulares con el profesor Snape como parte de su castigo.
Selva no contestó rápidamente. Su ceñó estaba fruncido y sus manos se apretaban con fuerza debajo de las largas mangas de su túnica. ¡Como podía castigarla por solo llegar 30 minutos tarde a su clase! (SV: ¡De ké se keja!, a mi ni me dejan entrar!!! :P!), además, ¡Quién era para obligarla a tomar clases extras! ( A mi no me importaria tener klases privadas... ). Cuando se hubo tranquilizado, se dirigió a su tutor.
- No puede forzarme a concurrir a clases extracurriculares con un profesor ajeno solo por haber llegado tarde...
- No es solo por eso - se apresuró a decir Cadwell - es también por las numerosas veces que robó volúmenes de la sección prohibida, cuando encerró a su compañera en el baño encantado, cuando le lanzó pus de armadillo en la cabeza al señor White... - enumeró con pesadumbre.
Selva arqueó una ceja con sarcasmo. Al fin de cuentas, el profesor conocía perfectamente las travesuras que ella fue haciendo a lo largo de su estadía en Hogwarts. Sin embargo, no le hizo saber - debido a su gran orgullo- que veía el castigo impuesto, correcto. La joven Slytherin salió de la sala sin más que decir y se encaminó a su sala común. En el proceso pensó detenidamente en sus objeciones: el profesor de pociones le parecía una persona siniestra, poco fiable, capaz de esconder un lado oscuro y macabro. Por otro lado, su inteligencia y habilidad hacían de él un ser fascinante y misterioso. Esas cualidades las había descubierto con las diferentes clases que acudió. La manera en que le tomaba el pelo a los Gryffindors demostraba que era una persona astuta y ágil a la hora de herir con las palabras... tal cual ella. Selva suspiró en alto. Llevó su mirada al techo y se detuvo a ver los decorados. Recorrió con su mirada los arabescos góticos del lugar sin perder detalle alguno. Amaba pasar horas mirando las decoraciones de su escuela. El edificio era magnífico para una artista como ella. Porque, aunque no lo pareciese, Selva era una destacada dibujante - aunque ella demuestre indiferencia en el tema - y amaba detener el tiempo de su vida al menos por algunos minutos y contemplar aquellas cosas que la gente normal no se detiene a observar. Mientras veía el suave y retorcido recorrido de los vidrios del vitraux, Loreley, una gran amiga de Selva, se acercó donde ella.
- ¿Nuevamente escapando de la realidad? - preguntó divertida.
- ¿Quién en su agitada existencia se toma un tiempo para sentir el gusto de la lluvia? - comenzó a balbucear - Si le preguntas a un importante funcionario del ministerio, te dirá que no tiene tiempo ahora para responderte. Si le haces esa pregunta a un joven hechicero, se reirá de ti y no sabrá qué contestarte... si me lo preguntas a mí, te diré que no sé qué gusto tiene, pero que es sabroso, es sabroso - concluyó.
- Bien - respondió Loreley - si me lo preguntas a mí, te diría que sabe a pureza...
Salvia giró su cabeza hacia su amiga y le esbozó una amplia sonrisa. Loreley era una de sus pocas amigas - en concreto, solo tenía dos amigas, Loreley y Pumkin, su gatita - con la cual se podía hablar de cosas similares a su reciente diálogo sin sentirse desubicada o ajena. Era una hermana para ella, un ángel... y aunque le confiase sus más grandes secretos, aún había cosas que se reservaba, como el hecho de los diferentes momentos en que pensaba en su profesor de pociones. Aunque deseaba confesarle a Loreley la verdad, sentía que lo que le sucedía era tabú, inmoral y temía lo que su amiga llegase a pensar de ella. Selva retomó su paso junto con su amiga.
- ¿Cómo estuvo tu clase de hoy? - retomó el diálogo la Slytherin.
- Tranquila - contestó la otra - ¿Qué te pasó que llegaste tan tarde?
- Me quedé dormida - confesó Selva riendo. Ley comprendió que su amiga había estado leyendo volúmenes prohibidos otra vez.
- ¿Cuádo te dignarás a contarme para qué diablos los lees? - bufó Loreley. Selva miró a su amiga y arqueó una ceja - ¡No me mires así!, sé que algo tramas, eres un demonio cuando te lo propones.
- ¿Y dices ser mi amiga? - bromeó Salvia.
- ¡La única y la mejor! .
- Creída... ¬¬
Ambas chicas rieron al unísono. Juntas se dirigieron hacía las mazmorras.
Aexy Viper: Y aka he vuelto kon algo nuevo pero tipiko... jajajajajaja, es ke no puedo dejar de imaginarme las mil y una formas de ke Sev y yo estemos juntos!!!!!!!!! Jajajajajaja, tengo una mente podrida, retorcida e indecente... jajajajajaja, de todas formas, será Belz kien escriba las escenas "lemmon" así ke, a kejarse a la muchacha esta!!!! Yo soy solo poesia y sentimientos (Kien te cree eso Viper???? Solo vos misma :P!) pero igual va a ser lindo y va a tener final!!! Lo prometo!!!! Jajajajajaja, el de la Alianza de los Hechiceros porke mi cute hermanito me borro el chapter 6... y ahora tengo pachorra de reescribirlo... ja!, pero ya lo voy a koncluir... de ultima Belz tambien lo hace! Je!, si preguntan kien eskribio esto, Belz lo hizo!, si preguntan kien mato a mi perro, Belz lo hizo!, viva Belz!!!! Belz primer ministra!!!! Voten por ella!!!!!!!! Jajajajajajaja!!!!!!!!!!!! Oh basta! En fin, mejor me voy yendo... Sayounara!!!!!!!!!
Sexy Viper Kinky Girls MYU Aguante el Orange Side Dark side lo mejor! Viva El Innombrable!!!!!
Belz: ¡Si!, yo hago todo, ¿no? Pero la de la idea original fue de la loca de mi co-escritora. ¡No pienses dejarme toda la culpa a mí! Porque, aunque con mi ayuda terminaste POR FÍN un fic, vos sos la que coordinaste bien todo. ¡Y con todas las escenas "románticas"- si se pude decir así teniendo a un galán como Severus, ¡puaj!- que quisiste! ¡Aguante Charlie, mi amor! Te quiero Charlie!!!!!! Espero sinceramente que este les guste ya que ambas le pusimos mucha garra. Y agradezco de parte de las dos a otra miembro de Ladl: Tabatha, que también ayudó mucho a mantener a Viper controlada. ¡Gracias, Tab!
¡¡¡Please, dejen revews!!! Ybrab2002yahoo.com.ar o cherrynighthotmail.com Las autoras.
][VampiraS][
