Summary: Sherlock queda devastado después de la boda de John, pero la llegada de un viejo amigo, el Doctor, hará que la vida de él y John vuelva a ser como antes, aunque sus aventuras serán más peligrosas que antes. Johnlock.

Disclaimer: Ni Doctor Who ni Sherlock son de mi propiedad.

Notas del autor: Ésto sólo es un pequeño prólogo, intentaré actualizar lo más rápido posible.Más notas del autor al final.


Prólogo

El reloj de madera del comedor volvió a sonar retumbando por toda la estancia en penumbras. Daban ya las doce de la mañana. Un suave gruñido se escuchó en el sillón, entre mantas y cojines.

La habitación volvió a estar silenciosa, sólo con la respiración de alguien que, de pronto, empezó a respirar más sonoramente, haciéndose el dormido en un instante.

Un par de pasos firmes hicieron crujir el séptimo escalón de la escalera del recibidor, abriendo la puerta y dejando entrever una pequeña rendija de luz.

-¿Sherlock? - le llamó la voz desde la puerta.

Hacía casi dos meses que no escuchaba esa voz, pero en vez de responder, el aludido pareció no inmutarse, mientras seguía haciéndose el dormido.

- Sherlock, sé que estás escuchándome...

Cerró la puerta volviendo a dejarlo todo en la más absoluta oscuridad. Dio unos pasos inestables a causa de la negrura, intentando distinguir algunos muebles para no darse con ninguno de ellos. Llegó a la ventana, y sin pensarlo, corrió las cortinas velozmente mientras la luz del Sol esclarecía el comedor.

-¡John!-gritó la voz entre los cojines y mantas, sentado de manera poco cómoda en el sillón.-¡La luz!

El detective se desperezó alzándose al instante de entre el sillón y dejando las mantas caer, mientras adoptaba una mueca de fastidio ante la luz del Sol en sus ojos.

-Podrías haber avisado...

-Podrías haber contestado. - John se giró hacia Sherlock, mirándole con la boca entreabierta.- Por Dios, Sherlock...Mírate.

Sherlock frunció el entrecejo y rodó los ojos. Tenía el pelo enmarañado y unas grandes y violáceas ojeras se asomaban bajo su mirada cristalina. Bajo la fina camiseta y la lisa bata podía notarse como había adelgazado unos cuantos quilos, con aspecto demacrado.

-¿Cuánto hace que no comes?

-Tres días. Nada importante, puedo sobrevivir a ésto.

-Sherlock, aunque estés en medio de un caso...

-No he tenido ningún caso. Los he rechazado todos.

- Entonces...Espera, ¿Cuánto hace que no sales de Baker Street?

-Aproximadamente...desde tu boda.

John bajó la mirada, sin saber qué decir.

Unos segundos después, Sherlock fue rápidamente hacia la ventana, rompiendo el silencio incómodo.

-John, deberíamos...Salir del comedor...Ahora.

-¿Qué?

-Ahora mismo.

Empezó a escucharse un ruido ensordecedor a través de la ventana, mientras un punto azul en la lejanía del cielo iba aproximándose cada vez más cerca.

Inconscientemente Sherlock cogió a John de la mano y lo llevó velozmente hacia la cocina, mientras el ruido iba haciéndose cada vez más fuerte.

-Sherlock, qué diablos...

-Cállate y espera.

De pronto, un gran sonido pareció haber explotado en la sala, acompañado de algunos cristales rotos. John no pudo evitar pensar en criminales, bombas y actos de terrorismo, mientras la mano de Sherlock seguía en la suya, aún sin darse cuenta de nada.

-Ya podemos salir.

Al abrir la puerta, Sherlock ignoró completamente al gran objeto que ocupaba gran parte de la sala, seguido por John, completamente aturdido.

-Eso es...¿Una cabina telefónica? ¡¿Azul?! ¿Cómo...

-Tranquilo John, no hay de qué preocuparse. Es un viejo amigo.

Del interior de la cabina salió un joven algo contrariado, sin saber bien dónde estaba.

-¡Oh! ¡Sherlock! Mi viejo amigo...¡Cuánto tiempo ha pasado! La última vez que te vi tenías diecisiete...¿no? Y yo solamente con seiscientos...Como pasa el tiempo.

Sherlock sonrió como respuesta.

- ¿Cómo...Espera, qué? ¡Es prácticamente imposible! -empezó a balbucear John, todavía sin creerse lo que estaba ocurriéndole.

El Doctor salió de un salto de la cabina telefónica, ajustándose la pajarita y mirando alrededor.

-Oh, vaya. Creo que calculé mal los parámetros de...Bueno, en fin, siento todo este estropicio. Debería haber llamado antes, ¿no?

-Deberías, pero no importa. Siempre es un placer tenerte por aquí. -respondió Sherlock, maravillado.

-Oh, ya veo. Sigues encandilado hacia toda esta maravillosa ciencia alienígena y...

-¿Alienígena? Sherlock, ¿Ha dicho alienígena?

-¡Oh! ¡Tú debes ser el Doctor Watson! ¡John! - le interrumpió el Doctor con una gran sonrisa petulante- Yo soy el Doctor.

-¿El Doctor? ¿El Doctor qué?

Sherlock dejó escapar una pequeña risa ante el comentario.

-El Doctor, sólo el Doctor. Encantado de conocerte, John Watson. -saludó el Doctor.

El joven de la pajarita dirigió su mano para saludar a John, esperando alguna reacción por su parte.

-Oh, lo siento. Veo que tienes la mano ocupada. No importa, sé lo que significa...- susurró.-Antes viajaba con una pareja, recién casada, joven...Ya sabéis, ¡El peligro de la humanidad!

Sherlock y el Doctor intercambiaron una sonrisa ante la pequeña broma. John frunció el ceño y dirigió la mirada hacia su mano, sujetando la de Sherlock. Al darse cuenta la quitó de inmediato.

-Oh Dios, se habrá pensado que...

-John, acabas de hablar con un alienígena y su nave espacial acabada de aterrizar en medio del comedor, ¿puedes centrarte?

-Dios...Sí, sí, ya me centro. Es sólo que...¿Cómo puede ser ésto real?

El detective sonrió satisfactoriamente.

-Bienvenido a mi mundo.


Y ya está. La verdad es que me apetecía muchísimo escribir un crossover Wholock y aquí está. Si veo que gusta actualizaré lo más rápido que pueda. En principio quería hacer un SuperWholock (Supernatural, Sherlock y Doctor Who) o incluso con Hannibal pero supongo que ya es demasiado, ¿no?

(Qué diablos, SAY YES TO ALL!)

En fin, espero que de momento os haya gustado.

(Si es que alguien lo leerá lol)