Disclaimer: ¿Recuerdan que dije hace como dos días que todo era de esa Meyer?, pues sigue siendolo u.u
Nota: Esto no tiene nada de sentido. Empezó con una cosa, terminó con otra y oh coherencia ¿a dónde te has ido?. Esto es para Estrella, por ser una beta tan genial, porque es una persona demasiado awesome y porque ella me lo pidió :3
Alice baila de un lado a otro. Se siente observada por todos los demás en la habitación, pero no para. Bailar, desde que Edward dejó a Bella y los dejó a ellos, es la única manera de mantenerse medianamente bien.
Sabe que es Esme quien la mira casi con reproche y una inmensa tristeza, sabe que es Jasper quien tantea sus emociones, sabe que son Rosalie y Emmett quienes hacen todo ese ruido en la parte superior de la casa, y por supuesto que sabe que es Carlisle quien entiende, o al menos, trata de entender su comportamiento.
Aumenta el ritmo, y sólo parece una ráfaga de viento colándose en la habitación.
Recuerda a esa pobre alma llamada Sunny que conoció aquella vez, unos pocos días antes de tener esa visión que la llevaría hacia ese guapo hombre rubio que la observa atentamente.
Su risa se escuchaba alta, clara y tintineante. Tan parecida a la de ella, que no dudó en ir a investigar si se trataba de otro de los suyos. Unos ojos brillantes la vieron cuando dio vuelta en la esquina. La risa quedó congelada en sus labios y su cuerpo dejó de moverse.
Sunny no estaba asustada, sino sorprendida. Se había acostumbrado a ver un destello reluciente alrededor de los ojos de todos, incluso de ella cuando se miraba en el espejo, pero los de esa mujer de tan baja estatura eran de un color rojo vivo, como la sangre.
Alice sonrió sin importarle la inmovilidad de Sunny, ella sabía que reaccionaría. Lo había visto.
Se acerca, con pasos seguros, con esa gracilidad nata que se había acentuado desde que despertó en la inmortalidad.
Sunny no se acerca, no se aleja. Sólo sonríe.
Y Alice sabe, que aunque el encuentro haya sido de lo más trivial, ella siempre recordará esa sonrisa tan parecida a la suya y con tanto significado que, aún después de tantos años, no ha podido descifrar.
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