Lo eras todo
Todo comienza con…
Como cada día aquel rayo iluminó su rostro, levantándose de mala gana miró a su alrededor, un cuarto enorme, con una combinación digna de un rey, o un príncipe por lo menos. Sonrió al recordar que era el único alumno del colegio que contaba con estos privilegios, y no conforme con ello era el joven más cotizado de toda la Universidad. No podía decir que eso le desagradaba, al contrario le encantaba tener a las chicas a sus pies, sin embargo nunca había llegado más allá de una cita, le encantaba ver como se sonrojaban, se ilusionaban y cuando preguntaban cuando se volverían a ver, él únicamente decía: "Deja checo en mi agenda y luego te llamo." Para después terminar con un beso en los labios.
Nunca se le había conocido una novia formal, pero si muchas pretendientes. Desde que su padre se convirtió en el mayor inversionista de la universidad no tenía ningún problema, nadie se metía con él y parecía que el fuera el dueño. Caminaba con un cierto aire de superioridad, y para la mayoría, sobre todo de chicos, era antipático.
Mientras se duchaba un fugaz recuerdo pasó por su cabeza, el funeral de su madre quien murió en un accidente de transito, sus hermanitas aun muy pequeñas como para haber perdido a su madre, su padre desahogando su frustración y tristeza con el trabajo, y él siendo lo más posible a una madre para sus pequeños tesoros, ya que ellas le recordaban mucho a la persona que más había querido.
Rápidamente volvió de su mundo y se apresuró para salir de la ducha, se cambió y tomo sus libros. Por los pasillos la gente lo miraba, los hombres con cierto recelo y las chicas susurrando acerca de lo guapo que es, esto le era molesto y agradable a la vez. Antes de llegar a su salón sintió un fuerte golpe en la espalda continuado con un:
-¡Buenos días Ichigo!- Decía muy enérgica un pequeña chica de ojos violeta.
-¿Qué quieres Rukia?- Respondió adolorido.
-¿Cómo que qué? Esa no es forma de saludar a tu amiga.-
-Eso lo dirás tú.-
-Valla parece que hoy estas de mal humor como de costumbre, que molesto.- Comentaba cierto chico mientras se acomodaba los anteojos.
-Deja de fastidiar Ishida.-
-Que bueno que me llamas por mi apellido, se ve que a pesar de tus aires de grandeza todavía reconoces la superioridad.-
-De hecho es solo porque no me acuerdo de tu nombre.-
-Buena esa Ichigo.-
-Buenos días Tatsuki.-
-Oye Ishida hiciste la tarea de Aritmética avanzada, ¿verdad?.-
-Claro con quien creees que estas hablando.- Respondio con mucho orgullo.
-Que presumido.- Respondió Ichigo.
-Bien ya que me catalogas de presumido creo que no querrás que te la preste, y si así fuera no lo haría.-
-Ni quien quiera copiar tu tarea.-
-Oye Uryu pásame la tarea por favor.- Comentaba Rukia haciendo grandes ojos de gatito.
-Claro será un placer.-
-¡Que bajo has caído Rukia!- Exclamaba exaltado el ojos café.
-Lo dices por que a ti no te pasará la tarea.-
-Oigan que escándalo es este.- Se apareció un joven de pelo rojo como el fuego y un tatuaje en su frente que bajaba por su cuello hasta su pecho.
-Ya llego otro.-
-¡¿Y qué?! ¿Tienes algún problema pelos de zanahoria?- Con una venita en su cabeza.
-¡Claro, que me quitas el aire!-
-¡Pues búscate el tuyo!-
-Ya cálmense chicos que nos avergüenzan a todos.-
-¡¿Quién avergüenza a quién?!- Gritaron al unisonó.
-Será mejor que bajen la voz.- Dijo un hombre alto y corpulento.
-Buenos días Chad, valla hombre me asustaste yo creí que era el director.-
-Pero de que te preocupas si no puede hacerte nada.- Reclamo el pelirrojo.
-Si lo sé, pero eso no evita que me quiera dar otro de sus sermones.-
-Cambiando de tema, dime Ichigo lograste la apuesta.-
-Claro con quien crees que estas hablando.- (Imitando a Uryu)
-¡No te burles Kurosaki!-
-Ya, está bien, lo siento.-
-¿Volviste a enredarte en una apuesta con Renji? Se ve que no tienes remedio.- Decía decepcionada la pequeña mujer.
-En verdad Ichigo que no maduras.- Igualmente de decepcionada Tatsuki.
-Ya cállense que al cabo no le hice nada, solo la ilusione un poco, pero no pasó de ahí.- Con bastante orgullo.
-Eso lo sabemos pero un día te la harán a ti y no te va a gustar.-
-Ya Rukia, no molestes o ¿es que estas celosa?-
Todo mundo guardo silencio.
-¡Ja ja ja ja ja!- Fue lo único que sonó como respuesta.
-¡Cállense!- Decía irritado el peli naranja.
-Lo siento Ichigo ya sabes que me caes bien, pero solo como amigo, además sabiendo como eres ni loca intentaría una relación contigo.-
-Además seamos sincero, si le hicieras algún tipo de daño, su hermano se encargaría de matarte personalmente, y sabes que puede hacerlo.- Dijo aun con lagrimas en sus ojos Renji.
Tan solo el recordar el rostro de ese arrogante Kuchiki Byakuya le hacia perder las ganas de cualquier cosa, y deseaba golpearlo al mismo tiempo.
-Bien ya entendí, pero no pueden negar que soy al que las chicas de la escuela más desean.-
-Solo porque están ciegas y no ven detrás de tu mascara de Don Juan.-
-Me alegra saber que eres mi amiga Tatsuki.-
-Bien por ti ¿no? De lo contrario te iría muy mal en la escuela conmigo como tu enemiga.-
El pensar que Tatsuki era la campeona nacional defensora en Karate, lo hizo tener escalofríos.
-Bien ya fue suficiente de pláticas, será mejor que entremos.-
-¡Que horro por estar en tus idioteces Ichigo, no alcance a pasar la tarea!-
-¡Porque tienes que gritar, sabes que me molesta!-
-¡Lo se y por eso lo hago!-
-Ichigo Kurosaki favor de pasar a la dirección.- Sonó en el altavoz de la escuela.
-¿Ahora qué quiere?-
-No lo sabemos, lo más seguro es que hiciste algo y te van a expulsar.-
-Que gracioso Uryu.-
-Ves que rápido recordaste mi nombre.-
-Te golpearía si no fuera porque quiero saber que se trae entre las manos ese director de cuarta.-
-Ichigo Kurosaki insultar al director es causa de sanción.- Repitió el altavoz.
-A veces me da miedo ese viejo.- Decía Renji.
-Creo que ha de tener micrófonos en toda la escuela.- Comento en tono de misterio Rukia.
-No exageren, pero mejor voy para que deje de fastidiar.-
-Te veremos en tu funeral Ichigo.- Alzando la mano la pequeña chica.
-Será en el tuyo enana.- Respondió el peli naranja con arrogancia.
-¡¿Cómo me llamaste?!-
Fue lo último que escucho antes de salir del edificio rumbo a la dirección, mientras sabia que Renji detenía a Rukia para que no lo persiguiera y golpeara.
La universidad era muy grande, tenía varias canchas deportivas, gimnasio, biblioteca, cafetería, y demás. También es bueno que este cerca de la ciudad de esa forma se puede ir fácilmente a los cines y centros comerciales.
Al llegar a la oficina tocó la puerta.
-Pasa Ichigo.- Sono la voz de la misma mujer que hablaba por el altavoz.
-¿Qué tal Yoruichi? ¿Qué desa ahora el viejo?-
-No lo sé pero parece importante.-
-¿Cómo no lo vas a saber si siempre andas metida con él en todos sus trucos y demás?-
-Tienes razón tal vez si lo sé pero no te lo quiero decir.-
Como irritaba a Ichigo la forma en que se burlarba de él esa muchacha. Aunque tenía que admitir que era atractiva, pero al recordar que es amiga del director y como es su carácter esa idea le salió rápido de la cabeza.
-Bien el director te recibirá ahorita, puedes pasar.-
-Ya dejate de formalidades, yo sé como eres.-
La chica se levantó de su silla se acerco a él y le susurró.
-¿Aún te pones rojo cuando ves a una chica desnuda?-
-¡Eso no tiene nada que ver con esto!-
-Tienes razón pero solo quería recordártelo.-
Ichigo entró con el director, aun sonrojado por lo que había dicho Yoruichi, mientras veía como se despedía de él con un sonrisita en su rostro. Ella tuvo el descaro de entrar a su cuarto y tomar un baño sin su permiso, pero peor aun cuando salió no llevaba toalla. Y cuando le pidió una explicación solo dijo: "Es que tengo una reunión importante y no podía ir sucia". El tan solo recordarlo le producía vergüenza y molestia a la vez, pero se vengaría eso se lo prometió.
-¿Qué quieres viejo?-
-Ichi esa no es forma de hablarle al director y mejor amigo de tu padre.-
-¿Y eso qué me importa Urahara?-
-Lo sé eso no te importa.-
-Bien seré breve.-
-(Así nada más sin bromas u otra cosa.)- Pensaba Ichigo mientras tomaba asiento, para después oír el sonido de un, como decirlo, gas.
-¡Maldito debí suponer que harías algo como esto!- Sacando un cojín ruidoso del asiento.
-Que fácil eres de engañar Ichigo, pero bien después de tu saludo de bienvenida voy a ir al grano.-
-Mañana viene alumnos de la Universidad Hueco Mundo.-
-Valla que sorpresa y ¿a qué vienen? Pues que yo sepa son los acérrimos enemigos de nosotros.-
-Tienes razón, siempre competimos para ser mejores que ellos, sin embargo vienen de intercambio, fue la decisión de tu Padre.-
-¿En que pensara mi viejo ahora?-
-No lo sé pero te informo para que me acompañes a recibirlos.
-¿Y por qué yo?-
-Por que eres el hijo del dueño, por eso.-
-Ya que, solo espero y no venga ese idiota de…-
-Claro que viene.- Sentencio el director.
-Esto no podría ponerse peor.- Lamento para sí Ichigo.
-No te desanimes puede que aprendas muchas cosas de ellos.-
-Si como no.-
-Bien eso es todo, regresa a tus clases.-
-Como digas.-
Ichigo salió de la dirección y poco después entro Yoruichi a la oficina.
-Veo que todo salió bien.-
-Si así es, esta será una buena lección para el muchacho.-
-Por más que lo niegues te preocupas por él.-
-Y qué esperabas es el hijo de mi mejor amigo y también es como un hijo para mí.-
-Solo espero y esto no termine mal.-
-Confía en él.-
-Claro que lo hago.-
Minutos después.
-Bien ¿por que no vuelves a tu escritorio?- Preguntaba el sombrerero.
-Porque no hay trabajo que hacer.-
-Eso es bueno, ¿qué te parece si espiamos a los alumnos?- Con una sonrisita malévola en sus labios.
-Lo que usted diga director.-
