En el medio del vacío. Un mundo oscuro y hostil donde ningún ser vivo podría sobrevivir, al menos seres vivos normales.
Varias rocas flotaban en medio de aquel extraño y apocalíptico espacio oscuro con estelas moradas o rojas oscuras, estaba sobre una de ellas que era una gran roca plana por arriba, un extraño semental alicornio. Era de pelaje gris con la parte de las patas negras como la oscuridad. Crin bastante largo y roja como de estilo más o menos rebelde. Sus ojos eran completamente negros, donde apenas se le veían unas pupilas violetas oscuras. Su cutie mark era una runa hecha de sangre, dentro de un agujero negro.
Junto a él, sobre una roca más pequeña, estaba un fénix de color rojo sangre y con el pecho negro como la marca de la cutie mark del semental en su pecho.
Aquel alicornio oscuro respondía al nombre de Darkness. Un alicornio cruel y carente de sentimientos, creado por nada menos que Arek el Absoluto, un ser misterioso que muy poco se sabe de él, salvo que pretendes destruir todo el multiuniverso y recrearlo a su imagen. Arek lo creó a partir de unas células de Mike Bluer que nadie sabe como las consiguió y luego empleando a una yegua celeste que la usó como para dar a luz al alicornio oscuro, nadie sabe tampoco que fue de aquella yegua.
El fénix que lo acompañaba se llamaban Demon. Un extraño fénix celeste que puede manejar la diabólica magia, conocida como Magia de Sangre.
El alicornio estaba en cierto modo, arrodillado enfrente de una figura oscura de tamaño colosal, con tres pares de grandes ojos rojos que brillaban en medio de aquella oscuridad que rodeaba el lugar. Su aspecto no se podía distinguir exactamente. Aquel enorme ser era nada menos que Arek el Absoluto, conocido en otros lugares como el ser oscuro.
Arek: ¡Darkness, hijo mío! ¡Fuiste creado a partir de una parte de ese alicornio conocido como Mike Bluer y una parte de mí yace en ti, dándote todo tu poder oscuro!
Bramaba el ser oscuro, cuya voz se oía por todas partes, como si estuviera en diversos lugares al mismo tiempo. Darkness como su fénix Demon, le escuchaban atentamente sin interrumpirle.
Arek: Tienes poderes equivalentes a los de ese alicornio, que supuestamente está destinado ha destruirme. Pero hay una cosa que te diferencia enormemente respecto a él. Una ventaja que no tiene ni él ni ninguno de sus inútiles compañeros que tiene él.
Darkness seguía escuchando con suma atención las palabras de su amo.
Arek: Mientras mi poder fluya en ti. No podrás morir de ninguna forma. Pueden decapitarte, pueden atravesarte con mil espadas. Puedes sacarte toda la sangre que tengas en tu cuerpo hasta dejarte completamente seco. Pueden desintegrarte hasta desaparecer. Nada de eso importa, ya que eres prácticamente inmortal. Aunque tu cuerpo sea destruido, puedes volver a reconstruirte por completo, incluso aunque no quede absolutamente nada de ti. Eres mi mayor creación, hijo mío. Eres mi heraldo de la destrucción.
Bramaba el ser oscuro con cierto tono de satisfacción personal. El alicornio alzando su cabeza para ver a ser oscuro, le respondió de forma respetuosa.
Darkness: Cosa que os agradezco, padre...
Arek: Tu fénix celeste tampoco es una ave ordinaria. Fue creado a partir de esencia de fénix celeste y completamente impregnado de la poderosa y antigua Magia de Sangre. Permitiendo así tener poderes únicos. Cuando os fusionáis, obtenéis poderes inimaginables.
Demon: Sobre todo cuando se trata de matar a gente. je, je, je.
Se reía el fénix con una sonrisa macabra.
Arek: Es hora de probar vuestro poder. Os tengo asignada una misión al respecto.
Decía el ser oscuro que mediante su poder, creaba un portal que revelaba otro mundo.
Arek: En este miserable mundo, los ponis vivían esclavizados porque las naciones de grifos, cebras, dragones, minotauros y changelins se unieron contra Equestria y acabaron conquistándolos. La princesa Twilight trató de acabar con la alianza, pero para su desgracia, las demás princesa en su cobardía, se unieron al enemigo en vez de luchar por su raza y a causa de eso fracaso. También a causa de un dragón violeta que no creo que haga falta que os cuente de quién se trata.
Darkness: ¿Qué quieres que hagamos, padre?
Preguntaba el alicornio. Arek ahí le respondió.
Arek: La princesa Twilight ahora es prisionera, pero sus deseos de venganza, en especial del dragón que odia con toda su alma, perduran en ella. Estoy seguro que si la ofreces la oportunidad de vengarse tanto del dragón como los responsables de su fracaso, aceptará unirse a nosotros y gobernar ese mundo en mi nombre.
Darkness: Cumpliré con tu petición, padre.
Demon: Je, je, je. Sobre todo si hay masacre por medio.
Arek: Puedes emplear a las fuerzas necron leales a mí. Ha informado al Gran Señor Mallash de tu misión y te ayudará en todo lo que necesites.
Darkness: Cumpliremos con la misión, padre.
El alicornio oscuro y el fénix, cruzaron el portal yendo a ese mundo.
Mundo "Tinieblas de Guerra" de "Eyedragon Ancalagon".
En el foso, Twilight estaba verdaderamente furiosa y llena de odio. El plan era perfecto. Solo tenía que reunir a todos los ponis en contra de la alianza de Sion. Matar a todos sus habitantes y luego hacer que los ponis fueran los amos de todo.
Pero en el último momento, las demás princesas en un gran acto de cobardía y de ceguera ante la realidad, se unieron a sus más odiados enemigos y por ello, su plan fracaso.
También fue a causa de Spike. Aquel dragón responsable de que hace 300 años, Equestria acabara esclavizada por las demás razas aliadas.
Su ira y odio hacia Spike, era lo que más la hacía enfurecer por dentro.
Twilight: Juro que Spike pagara por esto. Tanto él como el resto de los traidores lo pagaran. Haré que ardan en el infierno algún día de estos, aunque me lleve toda la eternidad hacerlo.
Decía con odio la alicornio. Estaba sumida en sus pensamientos, hasta que una voz la interrumpió.
Darkness: Quizás te podamos ayudar con eso.
La eludida se giró hacia el origen de aquella voz y se sorprendió al ver quién era.
Twilight: ¿Un alicornio macho? ¡Pero...! ¡Se supone que no hay alicornios machos en el mundo!
Exclamaba sorprendida la yegua, al ver ante ella a un imponente alicornio de aspecto siniestro, del cual resultaba bastante intimidante. El alicornio con expresión seria, la respondió.
Darkness: Pues como ves. Soy un macho alicornio ¿Acaso no es evidente?
Twilight: ¿Qué haces aquí? Dime quién eres inmediatamente.
Le existía la alicornio con expresión molesta. Darkness sin abandonar su expresión seria, la respondió con cierta indiferencia.
Darkness: He venido aquí para hacerte una propuesta que estoy segura que te interesara. La cuestión es...¿Hasta qué punto estás dispuesta a llegar por tu venganza?
Ahí la atención de Twilight se centró en gran medida en el alicornio oscuro.
Darkness: Dime, Twilight ¿Te gustaría vengarte de tus enemigos? ¿Demostrar a todos los ponis que tenías razón desde el principio? ¿Te gustaría hacer sufrir tanto a ese dragón de Spike como a toda su familia y amigos?
La iba preguntando el alicornio, mientras la yegua le escuchaba cada vez más interesada.
Durante un rato, estuvo el alicornio oscuro explicando a la alicornio varias cosas. No se podía saber que la decía el alicornio a Twilight, pero gradualmente, la sonrisa de la alicornio se hacía más amplia como más perversa.
Darkness: Entonces...¿Aceptas?
Twilight: Con tal de obtener venganza contra aquellos que me traicionaron. Estoy dispuesta a hacer todo lo que me digáis.
Respondió Twilight con una sonrisa verdaderamente malvada. El alicornio sombrío, asintiendo la comentó a ésta.
Darkness: Excelente. Pero antes, una cosa.
El alicornio colocó sus dos cascos delanteros a ambos lados de la cabeza de Twilight. Un flujo mágico surgió de sus cascos y parecía que estaba extrayendo algo de la cabeza de la alicornio. Luego de un rato, el semental separó sus cascos de la cabeza de la alicornio y ahí la dijo a ésta.
Darkness: Una copia de tus actuales recuerdos. Y ahora el siguiente paso del plan...¡Demon!
Demon: A la orden.
Apareció volando ante la llamada el fénix rojo y este realizó un hechizo que creó un circulo de conjuros en el suelo. El alicornio y el fénix se colocaron en el circulo, donde dicho círculo brilló con un color rojo sangre. El alicornio miró a Twilight con una expresión seria, mientras la decía a ésta.
Darkness: Nos vemos en el pasado, princesa.
Dijo el alicornio, justo cuando el circulo brilló con mayor intensidad y una luz cubrió al alicornio y al fénix donde ambos desaparecieron, quedando sola la alicornio donde ésta tenía una expresión diabólica, sintiendo que por fin iba a tener la venganza que tanto ansiaba.
"50 años antes del fin de la revuelta de Twilight contra Sion"
En el castillo de Canterlot, donde actualmente estaba la capital custodiado por grifos, cebras, minotauros, changelings y dragones, se asomaba por el balcón la princesa Twilight. Ésta miraba con odio a todas la razas no ponis que estaban en el lugar, deseosa de obtener venganza sobre todo ellos, en especial contra Spike a quien más ira y odio sentía.
Twilight: Algún día obtendré mi venganza. Sobre todo contra ti, Spike.
Darkness: Y al final la obtendrás, Twilight.
La yegua se giró rápidamente para ver ante ella a Darkness. La alicornio se sorprendió al ver al alicornio, junto a un extraño fénix.
Twilight: ¿Quién eres tú?
Darkness: El que te dará lo que deseas.
Respondió el alicornio, colocando sus cascos a ambos lados de la cabeza de la alicornio. Antes de que ésta fuera a hacer algo, el alicornio introdujo en su mente de Twilight, todos los recuerdos de la Twilight futuro. Cuando terminó, la yegua miró a todas partes y preguntó.
Twilight: ¿Estamos?
Demon: Así es. Aquí es donde empieza...Tu venganza. Je, je, je, je.
Respondió el fénix. Twilight sonrió perversamentem ya que sentía que por fin obtendría su más ansiada venganza.
"50 años después de aquel día"
En una zona amurallada donde antes era una ciudad de Equestria, pero ahora no era más que una prisión para ponis peligrosos, estaba sufriendo un intenso ataque. Las fuerzas de Sion estaban tratando de detener a un extraño enemigo nunca antes visto, pero para desgracia de éstos, poco podían hacer.
Las tropas de Sion compuestos por grifos, cebras, changelins y minotauros, avanzaban corriendo hacia el enemigo armados con espadas y lanzas, dispuestos a frenar a sus misteriosos atacantes. Por desgracia, todos éstos caían asesinados por extraños los extraños desconocidos.
Un general grifo que estaba dirigiendo la batalla, trataba de mantenerse impasible desde lo alto de la muralla. Por desgracia, no veía esperanza alguna de salir de esa situación.
Desde ahí, el general veía como los arqueros apostados en la muralla, disparaban sus flechas, pero unas bolas de fuego rojas de gran tamaño impactaron donde estabas los arqueros, desintegrándolos por completo, quedando por último los huesos de éstos antes de reducirse por completo a cenizas.
Una cebra corría rápidamente hacia el general para informarle.
Cebra: ¡General! ¡Nos están destrozando! ¡Casi todas las tropas han sido aniquiladas! Apenas tenemos con que defendernos de esas...esas cosas...
Le informaba completamente aterrada la cebra, sintiendo que el fin estaba cerca. El general mantenía la calma, aunque en el fondo sentía que era una batalla perdida. Al final para calmar a la cebra, le dijo a ésta.
General: Sé que estamos pasando por malos momentos, hijo, pero si esta es nuestra última batalla, nos llevaremos a varios de ellos por delante. El escuadrón de dragones están listos para descender desde su ubicación oculta en las nubes y atacar a esos desgraciados con sus llamaradas. Créeme que muchos de nuestros enemigos no lo contarán.
Decía en cierto modo con aire de optimismo el general. El grifo tenía preparado a todo un escuadrón de enormes dragones oculto en las nubes, listos para descender en picado y lanzar sus más potentes llamaradas, capaces de calcinar a sus enemigos. Si iban a morir, lo harían llevándose a tantos enemigos como pudiesen.
Por desgracia, el optimismo del general desapareció cuando vio caer del cielo a los dragones que se suponen que tenía que atacar. Todos los dragones se estrellaban contra el cielo con marcas de quemaduras, o con partes de sus cuerpos perdidas de forma inexplicable. El general y la cebra miraron sorprendidos como cientos de dragones caían del cielo, todos éstos completamente muertos.
General: Pero...Esos eran los dragones que tenían que atacar ahora, pero...¿Qué les ha pasado? ¿Por qué están todos muertos?
Preguntaba sorprendido y a la vez que asustado el general, al ver a su fuerza principal de ataque de dragones, todos éstos muertos de forma inexplicable. En ese momento, una gran sombra cubrió al general y la cebra que no pasó desapercibida para éstos y miraron con horror a su origen.
Cebra: ¡General! ¿Qué..qué es eso?
Gritó la cebra con una enorme expresión de miedo ante lo que tenía encima de ellos. El general también asustado, contestó.
General: Mucho me temo...que nuestro fin...
Dijo esto último el general, antes de que ambos fueron cubiertos por un extraño láser rojo que desintegró a ambos como si nada.
En el interior de la prisión que estaba en dicha ciudad. Tras unas grandes puertas de metal habían varios grifos, dragones, cebras, changelins y minotauros. Todos fuertemente armados y sólidas armaduras, custodiando a varios prisioneros ponis de la prisión. Cuando comenzó el ataque, se les encomendó a éstos vigilar a los prisioneros ponis para que nadie los sacara de allí.
Las fuertes explosiones que se oían en el exterior como los intensos temblores que percibían, hacían que los soldados de Sión se pudieron enormemente nerviosos. En cambio, los ponis que miraban con odio a los soldados, pero con sonrisas perversas, les iban diciendo a éstos.
Pony: Venga. Sacadnos de esta agujero.
Pony2: Vais a morir de todos modos. Así que haced el favor de sacarnos.
Pony3: Y puede...Y he dicho puede...Que os perdonen la vida si lo hacéis. Aunque lo dudo claro. Ja, ja, ja,
Se reían los prisioneros ponis con sonrisas perversas, presintiendo que su liberación estaba cerca. Un minotauro armado con un hacha que era el líder del grupo, mirando con autoridad a los prisioneros, les respondió.
Minotauro: No pensamos sacaros de aquí, ponis. Somos leales a Sion hasta la muerte.
Pony4: La muerte puede estar más cerca de lo que crees, cabeza de toro inútil.
Respondió otro prisionero pony de forma burlona. En ese momento, oyeron un fuerte golpe al otro lado de la puerta de metal. Cosa que alertó a los soldados.
Changeling: Señor...Me temo que el enemigo ha llegado...
Informaba con miedo el changeling al minotauro. El minotauro manteniendo la calma de sus tropas, les decía a todos.
Minotauro: Calmaos. Mantened la calma.
Pese a sus palabras, los soldados no estaban tranquilos. Hace unas horas, todo estaba en calma en la ciudad. Hasta que de repente, sufrieron un intenso ataque de un enemigo completamente desconocido para ellos. Unos enemigos que aparecieron de repente sin que nadie se diera cuenta hasta ahora. Atacaron a las tropas de Sion con armas y tácticas nunca antes vistas, donde acabaron con cientos de soldados leales de Sion con una facilidad pasmosa. Las tropas trataron de detenerlos, pero eran masacradas sin piedad por el extraño enemigo desconocido. Y lo peor de todo, es que habían llegado justo a sus puertas.
Los golpes continuaban en la puerta, poniendo más nerviosos a los soldados, especialmente cuando notaron que con cada golpe, abollaba la enorme puerta de metal cada vez más. Uno tras otro, hasta que un golpe final derribó de golpe las grandes puertas de metal como si nada.
Los soldados en alerta, empuñaron sus armas listos para enfrentarse a cualquier enemigo que apareciera. Pero su sorpresa fue que fue solo uno el que apareció.
Un semental alicornio como nunca antes habían visto. Pero no un alicornio cualquiera, sino nada menos que Darkness, siendo acompañado por su fénix Demon. El alicornio pasando por la puerta, se paró a varios metros de los soldados que lo miraban con suma atención al mismo tiempo que lo apuntaban con sus armas. El alicornio notando a los soldados, les decía con tono serio a éstos
Darkness: Soy Darkness. Y he venido a liberar a los prisioneros ponis que fueron injustamente encerrados. Liberadlos ahora y no os haré daño.
Demon: Yo preferiría hacerlos sufrir lentamente y verlos agonizar hasta la muerte Je, je, je.
Completaba el fénix rojo oscuro con una sonrisa perversa. El minotauro líder, viendo eso, le gritó al alicornio.
Minotauro: ¡Ni un paso o te mataremos! ¡Somos 30 contra uno!
Amenazaba el minotauro alzando su hacha. Pese a la amenaza, el alicornio se mantuvo impasible. El fénix con una sonrisa burlona y perversa, respondió.
Demon: Lo sé. Injusto para vosotros ya que os superamos en poder, pero da igual. Vais a morir igualmente si os enfretais a mi compañero.
Decía esto el fénix con malicia. Al contrario que el ave, su compañero tenía cierta expresión de aburrimiento ante la idea de perder el tiempo con seres inferiores. Darkness se puso a caminar hacia estos.
Minotauro: ¡Arqueros, preparaos!
Mandaba el minotauro a los arqueros que rápidamente apuntaron al unicornio. El fénix que estaba en la grupa del alicornio, voló hasta quedarse en una viga para contemplar en primera línea la masacre inminente.
Minotauro: ¡Ni un paso más o dispararemos!
Le ordenaba el minotauro, mientras apuntaba con su hacha el alicornio. Darkness ignoraba por completo las amenazas del minotauro y seguía avanzando.
Minotauro: Tú lo has querido ¡Arqueros, disparad!
Los arqueros dispararon sus flechas donde todas ellas se dirigieron al alicornio que seguía avanzando tranquilamente. Todas las flechas se clavaron en diversas partes de su cuerpo sin piedad, haciendo retroceder un poco al alicornio.
Los soldados miraban satisfechos de haberlo frenado, pero su sorpresa fue ver que pese a todas las flechas que habían alcanzado al alicornio, éste se puso en firme y miró a los soldados de Sion con una expresión seria.
Darkness: Hmm. Patético...
Minotauro: ¡Imposible! ¡Ningún pony normal sobrevive a eso!
Exclamaba sorprendido y a su vez asustado el minotauro ante lo que presenciaba. Mientras el alicornio iluminó su cuerno, haciendo que las flechas se desintegraran en el acto. Luego disparó un rayo que si dividió en varias flechas de luz roja, donde todas éstas atravesaron el corazón de todos los arqueros, matando a todos estos a la vez.
Minotauro: ¡Maldita sea! ¡Todos, atacad!
Los soldados armados con espadas y lanzas, rodearon al alicornio y entre todos le atacaron a la vez, atravesando con sus armas por todo el cuerpo del alicornio. Pese al ataque, el alicornio se mantuvo impasible como si no sintiera nada en absoluto y sin abandonar su expresión seria, miró al minotauro donde este último no se creía lo que estaba presenciando.
Minotauro: Imposible...¿Quiñen eres tú...?
Preguntaba el minotauro que al igual que sus hombres que no comprendían lo que estaba pasando, sentía un gran miedo en su interior. El alicornio oscuro, respondió.
Darkness: Yo soy Darkness...El Hijo de Arek el Absoluto...Y soy su heraldo de la muerte...
Dijo esto el alicornio, aun teniendo a los soldados clavando fuertemente sus armas por todo su cuerpo. El alicornio extendió un brazo apuntando hacia el cielo y por ella disparó una esfera roja que subió hacia el techo, siendo seguido por la mirada de todos. Ahí dicha esfera comenzó a crecer, hasta doblar su tamaño y de ella surgieron infinidad de rayos mágicos que iban directos hacia los soldados.
Los ponis de prisión miraban con gran satisfacción, como los soldados eran atravesados del corazón por los ataques mágicos lanzados por la esfera. Todos morían de forma horrible para placer de los ponis.
Una vez todos muertos salvo el minotauro, el alicornio destruyó con un pensamiento las armas que tenía clavadas en su cuerpo y mirando al minotauro con expresión seria, le decía a éste.
Darkness: Bien. Solo quedas tú ¿Vas a ser más inteligente que tus compañeros y te marcharas? ¿O acaso vas a cometer la estupided de luchar por nada?
Decía con una expresión seria y sin emoción el alicornio. El minotauro estaba aterrado al ver con que facilidad había matado el alicornio a sus hombres, pero aun así no estaba dispuesto a dejar que el alicornio liberase a los prisioneros. Con un último acto de valor, l minotauro alzó su hacha y se lanzó hacia el alicornio.
Minotauro: ¡MUEREEEE...!
Gritó el minotauro, alzando su hacha y la bajó dispuesto ha matar al alicornio, pero Darkness desapareció de vista justo para esquivar el hachazo. El minotauro sorprendido, miró por todas partes, sin darse cuenta que el alicornio reapareció justo detrás de él, al mismo tiempo que formaba en su casco una extraña espada hecha de diamante morado oscuro.
Darkness: ¿Me buscabas?
El minotauro al darse cuenta que estaba detrás de él, se giró rápidamente para golpearle con su hacha. Por desgracia, el alicornio esquivó el ataque y con un golpe de su espada, le cortó el brazo armado, haciéndolo caer el suelo la extremidad perdida y hacer gritar de dolor al minotauro.
Aquello no se detuvo ahí y con dos veloces movimientos, le cercenó las dos piernas al minotauro, haciendo que este último cayera al suelo, quedando solo un brazo.
El minotauro se arrastraba por el suelo con su único brazo, mientras perdía sangre y más sangre que se esparcía por el suelo a través de sus extremidades perdidas. El minotauro veía con horror como el alicornio se acercaba lentamente a él y ahí el minotauro le rogaba.
Minotauro: Por favor...Tengo una esposa y tres hijos...Se lo suplico...
Pese a las súplicas del minotauro. El alicornio con indiferencia, colocó su espada encima de su cabeza. Luego le clavó dicha espada en la cabeza del minotauro, acabando definitivamente con él y con un golpe de brazo, le arrancó la cabeza quedando ésta clavada en la espada. Sobraba decir que los prisioneros disfrutaron del espectáculo con gran placer. Demon que seguía en su sitio, había disfrutando de la masacre ocasionada por su compañero.
Una vez todos los soldados muertos. Darkness con su magia, arrancó todas las puestas de las celdas, liberando a los prisioneros. Éstos tras darle las gracias por su liberación, se marcharon rápidamente de allí. El alicornio se acercó a un prisionero que todavía quedaba. Un pegaso blanco con crines negras y ojos azules con una cutie mark en forma de símbolo de tanit.
Darkness: Hannibal Barca, supongo.
Hannibal: Así es. Me hablaron de ti. De como vienes dispuesto a castigar a estos miserables de la república.
Respondía el pegaso. Darkness sin abandonar su expresión seria, le respondió.
Darkness: Pues felicidades. Tus hombres y tú os unís al ejercito del amo Arek ¿Listo para hacer sufrir a los miserables de Sion?
El pegaso no dijo nada, pero sonrió perversamente, presintiendo que ahora la venganza de los ponis hacia Sion, estaba más cerca que nunca.
Nota autor: Hace tiempo, hablé con mi amigo Eyedragon Ancalagón sobre hacer una versión alternativa de su fanfic "Tinieblas de la Guerra". Para entonces, no tenía por donde empezar, pero ahora dispongo de los medios para hacer la nueva versión.
Darkness como su fénix Demon, son OCs creados por mis amigos "S.W.A.T. or Team Wild" que apareció hace tiempo a casi finales de mi fanfic "Lucha por la Igualdad".
