A Teddy le encantaba ir a la Madriguera. Correr detrás de los gnomos, comer las delicias preparadas por la abuela Weasley, jugar con los regalos de su tío George o incluso ver jugar quidditch a su padrino, todas esas actividades eran las que hacían sus visitas de domingo a la Madriguera lo mejor de la semana.

Sin embargo aquel día, algo raro sucedía. Todos estaban reunidos alrededor de una cuna viendo algo y conversando. El no entendía que era lo que todos miraban y porque por primera vez, nadie parecía prestarle atención. Decidió que mejor salía a jugar solo al jardín, pero por si fuera el colmo, le dijeron que no iba a poder perseguir a los gnomos hoy, porque el ruido podría despertar a la bebe.

- ¿Bebe? – dijo Teddy.

- Si Teddy, ahora tienes una prima – respondió su tía Ginny.

Teddy no entendía nada. De lo único que se daba cuenta es que ese bebe, como le llamaban, le estaba quitando la atención que a él le correspondía. Durante el almuerzo todo de lo que hablaban era sobre el bebe y no parecían darse cuenta de cómo cambiaba el color de su cabello.

Cuando todos sus tíos y abuelos se levantaron para seguir su charla en la sala tomando el té, decidió que era hora de conocer al bebe y ver porque todos parecían encantados por la presencia de ese ser.

A escondidas subió al segundo piso y abrió la puerta del cuarto donde se encontraba la cuna. Sin embargo, no alcanzaba a ver lo que había dentro de la cuna porque estaba muy alto. Pero eso no iba a detener a Teddy. Cerca de él vio una silla y la empujo para luego subirse a ella.

Cuando por fin pudo ver lo que se encontraba dentro de la cuna, Teddy quedo impactado.

El bebe era algo muy pequeño, con mejillas rosadas y piel muy blanca, que parecía estar durmiendo. Teddy nunca había visto a alguien tan pequeño y pensó que quizás si lograba sacar al bebe de la cuna, entonces tendría alguien con quien jugar.

Intento tocar su rostro, pero entonces el bebe abrió los ojos. Eran unos ojos azules tan claros, que lo dejaron hipnotizado. El bebe empezó a sonreír y a jugar con su mano. Pero de pronto perdió equilibrio y se cayó de la silla.

El ruido fue tan fuerte que asusto al bebe y se puso a llorar. Y sus tíos aparecieron de pronto en la habitación.

- Teddy, ¿Qué estabas haciendo? – pregunto su tía Fleur, mientras tomaba al bebe en sus brazos.

- Yo….yo….- tartamudeo Teddy – yo solo quería verlo.

Su padrino empezó a revisar si no tenía alguna herida debido a la caída, mientras su tía se llevaba al bebe de la habitación.

- Querrás decir verla – le dijo su tía Ginny – recuerda que ella es tu prima Victoire.

- No te preocupes Teddy, por suerte no te hiciste daño – le dijo su padrino – pero debes tener más cuidado cuando estés alrededor de una chica Weasley.

- ¿Qué quieres decir con eso, Harry?

- Pues que todos saben que las chicas Weasley son de temer cuando las molestas.

Sus padrinos rieron fuerte, pero a Teddy aquella frase lo dejaría marcado.


Teddy tiene 2 años y Victoire es recien nacida. No se si es la verdadera diferencia de edad de cada uno, pero se me ocurrio ponerlo asi.