Marinette tenía un enamoramiento bastante fuerte dedicado a Adrien.

Admiraba muchas cosas de él, aunque también existían otras cosas que de cierto modo no terminaba de entender. Adrien era todo un enigma para la joven azabache.

Era un amor fuerte, pero al mismo tiempo incomprendido. Ella juraba que era amor, pero tal vez era otra cosa.

Y es que... ¿es normal sentir atracción por un amigo de tú madre? Quizás la respuesta pueda ser afirmativa, o simplemente siempre será negativa. Son cosas que cuesta comprender.

Ella lo admiraba en silencio, porque hablar con él se le complicaba bastante. Y no solo por sus inexplicables sentimientos, sino que también, porque tenía crisis de pánico.

En ocasiones realmente se esforzaba en intentar hablarle, pero simplemente no podía. Se quedaba en trance, observaba en todas direcciones o solamente debía bajar la mirada y no podía decir absolutamente nada.

Marinette estaba segura de que Adrien pensaba que ella era extraña, pero no podía hacer nada para cambiar aquello. Si incluso ella se consideraba una persona extraña cuando trataba con él.

Habían sido cientos de intentos, pero nada sucedía aún.

El otro día me di cuenta de que cuando habló con mi crush, soy bastante rara, algo similar al comportamiento de Marinette XD

Mi mamá dice que soy graciosa (aunque claramente yo no lo veo de ese modo)

Pero me dije a mí misma: ¿por qué no convertir todos ésos momentos incómodos en un Fanfic? Y bueno... ¡aquí me tienen escribiendo esto! XD