Holas~ aquí Mizuki, este es el primer fic largo que hago tratare de que no sea tedioso pero aun así se aceptan recomendaciones y criticas constructivas. Algo que aclarar es que algunospersonajes los presento e su forma fem! si no les gusta esto no lo lean y se evitan comentarios destructivos, pero sigamos con las formalidades:

Declaimer: Hetalia no me pertenece es del super asombroso Hidekez Himaruya-sama (si fuera mio Gilbert-sama saldria mas seguido)

Enjoy!


Capítulo 1. Entrevista de trabajo en otro país

Lovina Vargas una joven italiana de pelo largo y castaño, con un gracioso rizo que salía de su sien izquierda y ojos color avellana acababa de llegar a la ciudad de Madrid, España. Era la primera vez que estaba ahí, sus padres habían muerto en un accidente y ella junto con su hermana menor quedaron bajo la custodia de su abuelo que vivía en la hermosa ciudad de Venecia.

Su abuelo se había encargado de que ambas tuvieran una profesión, Felicia quien era la menor, de carácter amable y pasivo, aunque un tanto miedosa y escandalosa estudió una carrera técnica, Lovina en cambio, siendo lo que se consideraría como "tsundere" eligió estudiar más para tener una mejor carrera que la de su hermana, tardando un poco más en recibirse. Pero su esfuerzo dió resultados, recibió una oferta de trabajo inmediatamente después de acabar sus estudios, pero lamentablemente era en el extranjero; su abuelo y hermana no se opusieron a que Lovina trabajara en otro país, después de todo Felicia tenía un trabajo estable en Venecia, además que estaría junto a su abuelo.

Unos días después Lovina tenía listo su pasaporte y equipaje emprendiendo su viaje a España, de alguna forma el idioma no era ningún obstáculo debido a que cuando eran pequeñas su abuelo insistió en que aprendieran el español.

Saliendo del aeropuerto tomó un taxi para que la llevara a la empresa donde se debía trabajar, unos 15 minutos después llegaron, el edificio era moderno y lujoso, además de imponente, todo eso al mismo tiempo, le pagó al chofer del taxi y éste se alejó rápidamente dejando sola a la italiana. Sintió que le tambaleaban las piernas, pero su orgullo italiano ganó y entro al edificio con actitud de mujer de negocios.

Una mujer rubia de pelo corto adornado con un moño y ojos verdes al parecer más joven que ella estaba en la recepción.

-Buenas tardes ¿en qué le puedo ayudar?

-Que tal mi nombre es Lovina Vargas, vengo por lo de la vacante a administrador-dijo dejando sus maletas en el piso

-¿Es usted la persona que viene de Italia?

-Sí, así es- dijo la italiana sin expresión alguna

-Permítame- la joven descolgó el interfón que tenía al lado - si señor Beilschmidt, aquí está la persona que viene de Italia ... si ... entiendo ... si señor- la joven colgó el interfón - el señor Beilschmidt la recibirá en unos momentos, por favor si gusta tomar asiento en lo que la recibe.

-Gracias- fue la seca respuesta de la italiana tratando de mostrar indiferencia, pero por dentro estaba que se moría de los nervios.

Casi media hora después el despacho se abrió y de él salió un joven moreno de ojos verdes y pelo castaño obscuro en total desorden con una gran sonrisa, se despidió de la chica de la recepción no sin antes observar a la joven castaña sentada en la sala de espera unos años menor que él.

-Ya puede entrar a la oficina del señor Beilschmidt- dijo la rubia

-Eh?... la... si, gracias- balbuceo Lovina un tanto extrañada de aquel joven que había salido del despacho, rápidamente tomo sus maletas y se dirigió a la oficina, cruzo el umbral de la puerta que aún permanecía abierta y lo primero que sus ojos observaron fue un gracioso pichón amarillo jugueteando en el escritorio.

-Se llama Gilbird- dijo un hombre peliblanco cerrando la puerta, a Lovina le tomó por sorpresa la aparición de aquel sujeto de ojos rojos y actitud arrogante el cual caminaba hacia el escritorio donde jugaba el pichón - mi nombre es Gilbert Beilschmidt presidente de esta asombrosa compañía- decía al mismo tiempo que se sentaba tras el escritorio y señalaba el asiento frente a él.

-Mi nombre es Lovina Vargas- dijo mientras le extendía la mano en señal de saludo al peliblanco.

-Italiana, no es así- decía mientras estrechaba la mano que le ofrecía la chica -he de admitir que no esperaba tu llegada hasta dentro de unas semanas más

-No quería perder tiempo señor Beilschmidt

-Dime Gilbert, me haces sentir que el asombroso yo es demasiado viejo

-Está bien, Gilbert, como te decía, pensé que entre más pronto estuviera aquí, más pronto empezaría a trabajar- Gilbert estuvo callado algunos momentos mirándola de forma pensativa después de que Lovina terminara de hablar.

-¡Me agrada esa actitud! kesesese ¡eso le gusta al asombroso yo! pero... realmente no pensé que vinieras a Madrid

-¿Qué estas tratando de decirme?- preguntó la italiana con el ceño fruncido

-Que el asombroso yo ya le dió el trabajo a alguien más

-¡ ¿QUE? ¡¿Y quién fue el maldito bastardo idiota al que le diste MI trabajo?

-Je je je... al maldito bastardo idiota que acaba de salir...

Si se pudiera describir a Lovina en ese momento sería furia total, empezó a gritar groserías en italiano y una que otra en español. Mientras tanto un hombre rubio alto de ojos azules iba llegando a la recepción

-Guten tag Lily- dijo el hombre

-Buenas tardes señor Ludwing, ¿cómo estuvo su viaje?

-Bien gracias, conocí a una persona muy agradable- dijo sonrojándose un poco -pero y mi hermano, ¿cómo esta?- de repente los gritos aumentaron de volumen y la puerta del despacho se abrió de golpe y Lovina salió con sus maletas en una mano y en la otra un pichón amarillo

-¡Suelta a Gilbird, es demasiado asombroso como para ser secuestrado!- grito Gilbert y viendo a su hermano en la recepción le grito -¡Ludwing no la dejes ir!- gracias a la excelente condición física de éste, no fue difícil alcanzar a la chica italiana y cargándola como si fuera un saco de papas la llevó de regreso a la oficina de su hermano

-¡He bastardo suéltame~!

Geschlossen!

-¡Que me sueltes idiota macho patatas! ¡Che palle!- una vez que Ludwing soltó a la castaña Gilbert fue a recuperar a su pichón

-Idiota, como se te ocurre tratar de robarte a mi pequeño Gilbird!

-Tsk, de alguna forma sabía que me rogarías para que regresara y poder recuperar mi empleo

-¡Hey! solo alguien tan asombroso como yo puede hacer algo así, además ¿por qué dices que era tu empleo si solamente era una entrevista de trabajo?

A Lovina le cayó esto como un balde de agua helada -una entrevista de trabajo- dijo, y una mueca que simulaba ser una sonrisa apareció en su rostro, cómo era posible, seguramente debía de haber un mal entendido, semejante viaje para salir con una idiotez como esa. Sin decir más agarro sus maletas y salió del edificio manteniendo la cabeza en alto, nadie, por lo menos ahora, la debía ver derrotada

-Creo bruder que realmente se deprimió- dijo Ludwing

-¿Tú crees? pero eso no sería asombroso... mejor, olvidemos eso y cuéntame sobre tu viaje a Italia mientras tomamos unas cervezas.


¿Que les parecio, merece revew? comenten se aceptan tomatasos (entre más revews más pronto subire el siguiente capitulo)(^O^)/