Ensayo general

Capítulo 1

Un plan perfecto

Mac lo había preparado todo, al milímetro y al segundo. Como una operación de los Marines, como una redada policial. Había diseñado un plan perfecto, y nada podía salir mal.

Iba a ser el primer fin de semana solos de Lindsay y Danny desde que Lucy había nacido, la primera vez que se iban a separar de ella. Una prima de Lindsay que se casaba en Montana les había brindado la oportunidad de disfrutar de un viaje rápido, apenas tres días; demasiado rápido y fatigante para un bebé. Los padrinos de Lucy, Mac y Stella, se iban a hacer cargo de la niña. Si todo salía bien, podía ser el precedente de unas vacaciones algo más largas, o quizás la ocasión para disfrutar esa luna de miel que tenían pendiente.

En realidad, toda la operación era un ensayo general.

Si todo va bien, pensaba Mac, querría decir que Stella y él tenían una oportunidad de desarrollar algo juntos, algo más que una inquebrantable camaradería. Si todo va bien, pensaba Stella, significaría que Mac y ella aún estaban a tiempo de llegar a formar una familia.

Mac lo tenía todo por escrito. El viernes, Danny y Lindsay saldrían hacia el aeropuerto tras dejar a Lucy en la guardería. Por la tarde, al acabar el turno, Stella y él recogerían a la pequeña y se harían cargo de ella. Durante esa noche y el sábado, domingo y lunes, que era festivo, tendrían tiempo de calibrar sus habilidades como padres. En realidad, Mac disfrutaría de los días y por las noches la pequeña se quedaría con Stella. Danny y él ya habían estado en el apartamento de Stella para montar la cuna de viaje, y Danny había dejado el equipaje de la niña y metido en el refrigerador la comida preparada que Lindsay dejaba para ella, todo natural y casero. En cada envase, la mamá había puesto una etiqueta con el contenido y el día en que sugería que se lo deberían dar a la niña.

En principio a Stella le tocaba trabajar el sábado, y estar de guardia, localizable, la noche del sábado y todo el domingo. Gracias a la suerte, lo había cambiado para el fin de semana siguiente con Stephenson, del turno de noche. Así, los dos estaban libres los tres días.

Todo iba a ser perfecto.

Pero el viernes no empezó demasiado bien. A poco de llegar al laboratorio, Stella recibió una llamada.